2. • La expansión de las redes sigue creciendo, esta vez a todos los
objetos, con el fin de poder permitir comunicarse con el
entorno. Por ahora solo 1% de los aparatos están conectados,
pero alguna vez usted se ha preguntado ¿cómo viviremos
cuando el microondas sea capaz de reportar que está dañado,
comunicándose directamente al servicio técnico?. Pues a esto
se le conoce como "Internet de las cosas" o "Internet de los
objetos", concepto que nació en el Instituto de Tecnología de
Massachusetts.
3. • Se trata de una revolución, cambio o modificaciones en las
relaciones entre los objetos y las personas, incluso entre los
objetos directamente, conectándose entre ellos y con la Red,
ofreciendo datos en tiempo real. Con el internet de las cosas,
los objetos desarrollarán su propia inteligencia y hablarán
entre ellos, es decir, podrán comunicarse con otros objetos y
su entorno mediante microchips conectados a la red.
• Gracias al sistema RFID (siglas de radio «identificación por
radiofrecuencia»), bastará con integrar un chip de pocos
milímetros en cualquier objeto del hogar, del trabajo o de la
ciudad para poder procesar y transmitir información a partir
de él constantemente. Se calcula que en 2020, entre 22.000 y
50.000 millones de dispositivos se conectarán a Internet, con
el fin de proporcionar a los ciudadanos una serie de servicios
y aplicaciones inteligentes sin precedentes.
4. En conclusión:
• Podemos decir que estamos hablando de un mundo poblado
por sensores en el que cualquier cosa podría ser medida,
utilizando esa información para controlar todos los aspectos
de nuestras vidas cotidianas. Las máquinas, objetos o
dispositivos se comunicarían de forma automática entre sí,
dándoles cierta ‘inteligencia’ entendida como la interacción en
tiempo real de billones de dispositivos que podrían incluso
variar su comportamiento en función de determinados
parámetros.