1. Contribución de Lamarck.
Teoría de la evolución de Lamarck (lamarckismo o transformismo)
Lamarck formuló la primera teoría de la evolución. Propuso que la gran variedad de
organismos, que en aquel tiempo se aceptaba eran formas estáticas creadas por Dios,
habían evolucionado desde formas simples; postulando que los protagonistas de esa
evolución habían sido los propios organismos por su capacidad de adaptarse al
ambiente: los cambios en ese ambiente generaban nuevas necesidades en los
organismos, y esas nuevas necesidades conllevarían una modificación de los mismos
que sería heredable.
Se apoyó para la formulación de su teoría en la existencia de restos de formas
intermedias extintas. Con su teoría se enfrentó a la creencia general por la que todas
las especies habían sido creadas y permanecían inmutables desde su creación.
También se enfrentó al influyente Cuvier que justificó la desaparición de especies, no
porque fueran formas intermedias entre las primigenias y las actuales, sino porque se
trataba de formas de vida diferentes, extinguidas en los diferentes cataclismos
geológicos sufridos por la Tierra.
La teoría de Lamarck es una teoría sobre la evolución de la vida, no sobre su origen,
que, en aquel entonces, se aceptaba, surgía espontáneamente en sus formas más
simples. Sería 50 años después cuando Pasteur demostrara que todo proceso de
fermentación y descomposición orgánica se debe a la acción de organismos vivos y
que el crecimiento de los microorganismos en caldos nutritivos no era debido a la
generación espontánea. Lamarck tuvo que esbozar su teoría en un tiempo en el que el
estado de las ciencias naturales era “caótico”, "formuladas en una época en que ni
siquiera se podía entrever la posibilidad lejana de fundarlas sobre hechos evidentes".
Para Lamarck, la observación de la naturaleza, donde los organismos se encuentran
perfectamente adaptados al ambiente en el que se desarrollan, llevaba a la siguiente
alternativa: o los organismos fueron creados con todas las adaptaciones a todos los
ambientes existentes en la Tierra y estos ambientes no habían cambiado desde sus
orígenes, como se aceptaba entonces; o los organismos se adaptaban a estos
ambientes y por consiguiente iban modificando su estructura conforme el ambiente iba
cambiando, como él proponía.
Lamarck, al tiempo que formuló la evolución de la vida, formuló un mecanismo por el
que ésta evolucionaría. Para Lamarck la naturaleza habría obrado mediante "tanteos":
"Con relación a los cuerpos vivientes, la Naturaleza ha procedido por tanteos y
sucesivamente", y su teoría podría sintetizarse en: las circunstancias crean la
necesidad, esa necesidad crea los hábitos, los hábitos producen las modificaciones
como resultado del uso o desuso de determinado órgano y los medios de la
2. Naturaleza se encargan de fijar esas modificaciones. Describió esta evolución como
consecuencia de seis puntos:
1. Todos los cuerpos organizados (organismos) de la Tierra han sido producidos
por la naturaleza sucesivamente y después de una enorme sucesión de
tiempo.
2. En su marcha constante, la Naturaleza ha comenzado, y recomienza aún todos
los días, por formar los cuerpos organizados más simples, y que no forma
directamente más que éstos. Es decir, que estos primeros bosquejos de
organismos son los que se ha designado con el nombre de generaciones
espontáneas.
3. Estando formados los primeros bosquejos del animal y del vegetal han
desarrollado poco a poco los órganos y con el tiempo se han diversificado.
4. La facultad de reproducción inherente en cada organismo ha dado lugar a los
diferentes modos de multiplicación y de regeneración de los individuos. Por
ello los progresos adquiridos se han conservado.
5. Con la ayuda de un tiempo suficiente, de las circunstancias, de los cambios
surgidos en la Tierra, de los diferentes hábitos que ante nuevas situaciones los
organismos han tenido que mantener, surge la diversidad de éstos.
6. Los cambios en su organización y de sus partes, lo que se llama especie, han
sido sucesiva é insensiblemente formados. Por lo que la especie no tiene más
que una constancia relativa en su estado y no puede ser tan antigua como la
Naturaleza.