FASE ORAL
Dado que la boca es el primer órgano que proporciona placer a un niño, la
primera fase de desarrollo infantil de Freud es la fase oral. Los niños obtienen
el alimento que necesitan para vivir a través de la cavidad oral pero, además
de esto, también experimentan placer durante el acto de mamar.
La meta sexual de la fase oral temprana es incorporar o tener dentro del
propio cuerpo el objeto elegido, es decir, el pezón de la madre. Durante esta
fase oral de succión , los niños no sienten ninguna ambivalencia hacia el
objeto que les da placer y sus necesidades suelen quedar satisfechas con un
mínimo de frustración y ansiedad.
FASE ANAL
Las pulsiones agresivas , que durante el primer año de vida adoptan
la forma de sadismo oral , alcanzan un mayor desarrollo durante el
segundo año, cuando el ano aparece como una zona sexualmente
placentera.
Como este periodo se caracteriza por la satisfacción que
proporcionan la conducta agresiva y la función excretora, Freud
(1933/1964) la denominó fase anal sádica , o fase anal. Esta fase se
divide en dos subfases, la primera fase anal y la segunda fase anal .
SEGUNDA FASE ANAL
Cuando los niños entran en la segunda fase anal, pueden mostrar un cierto
interés en sus heces, interés que procede del placer erótico que les
proporciona la defecación. A menudo, los niños presentarán sus heces a los
padres como un premio valioso (Freud, 1933/1964). Si este comportamiento
es aceptado y elogiado por los padres, es probable que los niños lleguen a ser
adultos generosos y desinteresados.
Pero si su “regalo” es rechazado de manera punitiva, los niños podrían buscar
otra manera de obtener el placer anal, reteniendo las heces hasta que la
presión llegue a ser dolorosa y también eróticamente estimulante. Esta forma
de placer narcisista y masoquista sienta las bases del carácter anal : como el
de las personas que obtienen satisfacción erótica de la posesión de objetos y
de su disposición excesivamente ordenada
FASE ORAL Y ANAL EN EL DESARROLLO
PSICOSEXUAL
Durante las fases oral y anal, no existen diferencias importantes entre el
desarrollo psicosexual masculino y el femenino. Los niños de uno y otro
género pueden desarrollar una orientación activa o pasiva. La actitud activa se
suele caracterizar por lo que Freud (1933/1964) consideró las cualidades
masculinas de dominación y sadismo, mientras que la orientación pasiva suele
estar determinada por las cualidades femeninas de voyeurismo y
masoquismo. Las dos orientaciones, o una combinación de ambas, pueden
darse tanto en niñas como en niños.