J.16. los-144000_sellados

Estudios bíblicos
J: El Apocalipsis
16.- Los 144,000 sellados
15/03/13
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Estudios Bíblicos
J.16.- Los 144,000 sellados
1. La escritura (7:1-8)
Después de esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo
los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el
mar ni sobre árbol alguno.
Vi también otro ángel, que subía desde donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo.
Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les
había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: «No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los
árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los
siervos de nuestro Dios». Y oí el número de los sellados:
ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus
de los hijos de Israel.
De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Ru-bén,
doce mil. De la tribu de Gad, doce mil.
De la tribu de Aser, doce mil. De la tribu de Neftalí, doce mil. De la tribu de Manasés, do-ce
mil.
De la tribu de Simeón, doce mil. De la tribu de Leví, doce mil. De la tribu de Isacar, doce
mil.
De la tribu de Zabulón, doce mil. De la tribu de José, doce mil. De la tribu de Benjamín,
doce mil sellados.
2. Introducción
La visión de los 144.000 y la visión de la gran multitud posterior a esta, forman un interlu-dio
entre los sellos sexto y séptimo. Un interludio es como un paréntesis, como un inter-medio
entre dos piezas musicales. En este interludio se deben sellar a aquellos que, sin es-tar
sellados antes, tendrán inmunidad contra las plagas y desastres venideros, antes de que
estos ocurran. Así como en el interludio entre la sexta y séptima trompeta vemos una des-cripción
de la iglesia que testifica, así también tenemos aquí una descripción de los sella-dos.
No hay tal interludio entre la sexta y la séptima copa.
Antes que se hagan sonar las siete trompetas que sirven como advertencia a la humanidad,
un grupo de personas son sellados primero para protegerlos de los desastres que vendrán
sobre la humanidad. El sello es una marca puesta sobre aquellos que son protegidos en la
hora de prueba que vendrá sobre los habitantes de la tierra. Esta fue una promesa realizada
por Jesús a la iglesia de Filadelfia y a través de ella, a todo el que guarda Su palabra:

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Los 144,000 sellados
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Apocalipsis 3:10
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora
de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que habitan sobre la
tierra.
3. El sello
El Señor cumple con sus promesas:
2 Corintios 1.22
…porque todas las promesas de Dios son en él «sí», y en él «Amén», por medio de noso-tros,
para la gloria de Dios.
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también
nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en nuestros corazones.
El sellar a Su pueblo para protección ya tenía un precedente en el Antiguo Testamento:
Ezequiel 9:4-6
…y le dijo Jehová: «Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles
una señal en la frente a los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominacio-nes
que se hacen en medio de ella».
A los otros dijo, oyéndolo yo: «Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no miren con
piedad vuestros ojos, no tengáis compasión.
Matad a viejos, a jóvenes y a vírgenes, a niños y a mujeres, hasta que no quede ninguno.
Pero a todo aquel sobre el cual esté la señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi san-tuario
». Comenzaron, pues, desde los hombres ancianos que estaban delante del templo.
4. Las doce tribus
Esta lista de las doce tribus israelitas, podría tener un valor simbólico o podrían ser literal y
difiere de otras listas del Antiguo Testamento detalladas en Géne-sis
y en Ezequiel. La lista de Génesis comprende a los doce hijos
de Jacob, patriarcas de las doce tribus de Israel. En el orden de na-cimiento
son: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar,
Dan, Gad, Aser, Neftalí, José y Benjamín.
El pueblo de Israel entró a la tierra prometida conformado por
estas doce tribus y allí se hizo la separación de tierras entre
ellas, a excepción de la tribu de Leví que no tenía heredad porque
Dios la había elegido para servirle exclusivamente. Las once tri-bus
restantes se repartieron el territorio prometido.
Realicemos entonces una comparación entre las tres listas
de tribus que aparecen en las Escrituras y analicemos las
diferencias entre ellas:
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Génesis 49 Ezequiel 48 Apocalipsis
Judá Judá Judá
Rubén Rubén Rubén
Gad Gad Gad
Aser Aser Aser
Neftalí Neftalí Neftalí
Dan Dan Manasés
Simeón Simeón Simeón
Leví Leví Leví
Isacar Isacar Isacar
Zabulón Zabulón Zabulón
José Efraín/Manasés José
Benjamín Benjamín Benjamín
En la lista de Ezequiel, aparecen en distribución de tierras Efraín y Manasés, que son
los hijos de José y aparecen en su nombre. De allí la diferencia entre esta lista y la de
Génesis. En la lista de Apocalipsis aparece Manasés y desaparece Dan y se adiciona
José. Más adelante en el estudio explicaremos la razón.
Del texto que estamos analizando se derivan dos posibles interpretaciones. Una de ellas
postula que los 144,000 simbolizan la totalidad de la iglesia redimida y la otra que esos son
judíos redimidos y que la totalidad está en la gran multitud del pasaje siguiente. En el pre-sente
estudio vamos a analizar ambas interpretaciones.
5. Primera interpretación. Los 144,000 representan a la totalidad de la iglesia
Las razones del por qué ellos representan a la iglesia se resumen a continuación:
a. Son descritos como siervos de Dios en el versículo 3, un término que se refiere a la
iglesia y que se usa más de 11 veces en Apocalipsis. El libro de Apocalipsis fue escrito
para los siervos de Dios.
b. La Iglesia del Nuevo Testamento es llamada la Israel de Dios. Tanto los judíos conver-sos
como los gentiles son miembros del cuerpo de Cristo y comparten las mismas pro-mesas;
la iglesia es la descendencia de Abraham:
Gálatas 3:6-9
Así Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia.
Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de Abraham.
Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de an-temano
la buena nueva a Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las nacio-nes
».
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De modo que los que tienen fe son bendecidos con el creyente Abraham.
Gálatas 3:28-29
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque to-dos
vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois, y herederos
según la promesa.
En la lista de Apocalipsis, Judá es el primogénito en vez de Rubén. Jesús es el primogé-nito
de los muertos y desciende de Judá:
Colosenses 1:15
Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación…
Hebreos 7:14
Porque sabido es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló
Moisés tocante al sacerdocio.
c. Dan y Efraín, que se fueron tras la idolatría, están excluidos y Manasés y José los reem-plazan.
No hay idólatras en la iglesia.
d. El número 144 (12 x 12, es decir Antiguo Testamento x Nuevo Testamento) y 12.000
aparecen de nuevo en la descripción del Nuevo Testamento al final de Apocalipsis, que
es claramente tanto Antiguo Testamento (doce tribus y doce puertas) y la iglesia del
Nuevo Testamento (doce apóstoles y doce cimientos). Esto podría ser también una des-cripción
de la iglesia judía y gentil, pero el énfasis está en que es una iglesia completa.
e. Los 144.000 se encuentran de nuevo en el capítulo 14 donde tienen el nombre del Cor-dero
y del Padre escritos sobre sus frentes. En la descripción de la Nueva Jerusalén
también encontramos a los siervos de Dios con Su nombre sobres sus frentes. Los
144.000 en el capítulo 14 son descritos como seguidores del Cordero, cantan una can-ción
nueva, son puros y sin mancha y son los redimidos de toda la tierra.
f. Hay comentaristas que afirman que si el sello es la antítesis de la marca de la bestia que
está en todos sus seguidores, entonces el sello de Dios estará en todos Sus seguidores y
no sólo una parte.
g. Dios está sellando a todo su pueblo contra las trompetas venideras, no sólo una parte,
así como todo el pueblo de Dios escapó de las plagas que cayeron sobre los egipcios.
Todos aquellos que pusieron la sangre del cordero sobre los dinteles y los postes de las
puertas escaparon del ángel destructor.
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h. La teología de Juan claramente ve a la iglesia como comprendiendo a los santos del An-tiguo
Testamento y del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento continúa en el Nue-vo;
tanto los judíos como los gentiles son salvos sobre la misma base de fe. Esto se hace
muy claro en su descripción de la Nueva Jerusalén, cuyas puertas tienen los nombres de
las doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen los nombres de los doce
apóstoles sobre ellos.
i. La mayor parte del libro de Efesios se refiere a una sola y nueva humanidad donde no
hay ni judío ni gentil; todos somos un cuerpo. Los creyentes gentiles, al seguir la fe de
Abraham, son espiritualmente hijos de Abraham y herederos de las mismas promesas.
Es entonces la iglesia un continuo proceso desde el principio pero como aquí son sella-dos
antes que se hagan sonar las trompetas, esto reduciría a este grupo a la iglesia del
Nuevo Testamento.
j. Nuestro Señor tiene un solo cuerpo en la tierra. Juan sin duda tenía las palabras de nues-tro
Señor en mente:
Juan 17:20-21
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la
palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste"
k. Hay una modificación a este punto de vista en la que en vez de considerar a los 144.000
como los santos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, podrían ser la iglesia
judía y gentil. La línea judía se extiende hacia el período del Nuevo Testamento en tan-to
y en cuanto los judíos acepten a Jesús como el Mesías. Afortunadamente muchos lo
están haciendo. Así como en el período del Antiguo Testamento había conversos genti-les
(por ejemplo, Rut), en el período del Nuevo Testamento habrá conversos judíos.
De cualquier manera, los 144.000 deben ser considerados la iglesia completa y no sólo
una porción de ella.
Romanos 11:25-32
No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuan-to
a vosotros mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles.
Luego todo Israel será salvo, como está escrito: «Vendrá de Sión el Libertador, que
apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados».
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a
la elección, son amados por causa de sus padres, porque irrevocables son los dones y
el llamamiento de Dios.
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Como también vosotros erais, en otro tiempo, desobedientes a Dios, pero ahora habéis
alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también estos ahora han sido
desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcan-cen
misericordia, pues Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia
de todos.
6. Segunda interpretación. Los 144,000 representan a judíos conversos
Estas son las razones por las cuales los sellados son judíos:
a. Los creyentes del Nuevo Testamento, y para todos los efectos, los creyentes en Cristo
de todas las épocas, son sellados invisiblemente por el Espíritu Santo. Así se describe
en la carta de Pablo a los efesios.
Efesios 1:13
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la prome-sa…
Durante la tribulación, los 144.000 serán sellados visiblemente para que todos se den
cuenta que son los emisarios especiales de Dios, tal y como se indica en el capítulo 14.
Estos son sin duda nuevos creyentes que se desprenden de las tribus de Israel.
b. Se le dio a Juan el número exacto para que no hubiera ninguna equivocación. En el li-bro,
cuando se refiere a una gran multitud imposible de enumerar, lo dice claramente,
como en el pasaje que sigue de la gran multitud. Es evidente que entre estos dos ver-sículos
hay un contraste entre los judíos salvos y los gentiles salvos.
c. Cuando el Señor trata con Israel, Él usa fechas y números, pero nunca en cuanto a la
Iglesia. En este caso es una cifra concreta, 144.000 en total.
d. Su nacionalidad y ciudadanía es conocida, los hijos de Israel.
e. "sellados (permanentemente) de todas las tribus". El número definitivo de cada tribu in-dica
la soberanía del Señor, el decreto divino ha arreglado la cantidad de los verdaderos
"Testigos de Jehová", o sea los testigos del antiguo Israel que irán con autoridad a pre-dicar
el evangelio en los últimos tiempos. En modo alguno esto hace referencia a la sec-ta
moderna de los Testigos de Jehová.
f. El propósito divino de Israel fue ser luz para el mundo. Ese propósito se cumplió a par-tir
del advenimiento de la luz verdadera, el Mesías. Al final de los tiempos Israel recu-perará
su propósito de acuerdo a este pasaje, saldrá al mundo para predicar el evangelio
eterno a las naciones y llevar Su luz.
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g. Dan y Efraín no son enumeradas a causa de su defección idolátrica:
Jueces 18:29-31
Y pusieron a aquella ciudad el nombre de Dan, conforme al nombre de Dan su padre,
hijo de Israel, aunque antes la ciudad se llamaba Lais.
Allí los hijos de Dan levantaron, para adorarla, la imagen de talla. Y Jonatán hijo de
Gersón hijo de Moisés, y sus hijos, fueron los sacerdotes en la tribu de Dan hasta el día
del cautiverio de la tierra.
Así, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo, tuvieron levantada entre ellos la
imagen de talla que Micaía había hecho.
1 Reyes 12:25-28
Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en los montes de Efraín, y habitó en ella. Luego
salió de allí y reedificó a Penuel.
Pero Jeroboam pensó en su corazón: «Ahora, la casa de David recuperará el reino si
este pueblo sube a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén, porque el co-razón
de este pueblo se volverá a su señor Roboam, rey de Judá, me matarán a mí y se
volverán a Roboam, rey de Judá».
Después de tomar consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: «Ya habéis
subido bastante a Jerusalén. Aquí están tus dioses, Israel, los cuales te hicieron subir
de la tierra de Egipto».
h. La razón más evidente de que este grupo de 144,000 son judíos es que el texto es muy
obvio y explícito. Cuando interpretamos las escrituras siempre debemos buscar el signi-ficado
más evidente primero. ¿Qué comunicaría este pasaje a los cristianos del primer
siglo? ¿No era como evidente al describir a cada tribu de Israel que los 144,000 perte-necían
a esas tribus? ¿Vemos a la iglesia gentil distribuyéndose entre las tribus?
La conciliación de ambas posiciones podría ser que, por definición, estos judíos conversos
serían parte de la iglesia y por lo tanto, participarían de sus características.
7. Las posiciones de acuerdo al arrebatamiento
Con el propósito de comprender mejor este texto, debemos regresar al estudio de Unáni-mes
“La segunda venida de Jesús”. En ese estudio se analizan las diferentes posiciones teo-lógicas
en relación a cuando será arrebatada la iglesia del Señor. Solo entendiendo esas po-siciones
podremos comprender el análisis que haremos a continuación.
El principal divisor entre las dos posiciones es que:
a. Los que abogan por la definición de los 144,000 como la totalidad de la iglesia, ven el
arrebatamiento hasta la segunda venida de Jesús inmediatamente antes del milenio. La
razón es simple, la iglesia se ve a lo largo de todo el libro del Apocalipsis, de principio
a fin. Esa iglesia permanece en la tierra hasta la segunda venida de Jesús.
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b. Los que abogan por la posición de que los 144,000 son judíos redimidos que saldrán a
predicar el evangelio eterno, afirman que la iglesia será arrebatada antes de que empie-cen
las siete trompetas y que por lo tanto, estos 144,000 deben sustituir a la iglesia en la
predicación del evangelio. La gran multitud que se observa después de este sellamiento
(siguiente estudio) forma parte de la iglesia arrebatada.
Hay una tercera posición. Los 144,000 son israelitas que serán agregados a la iglesia del
Señor para predicarle a su pueblo y, junto con la iglesia militante que va a permanecer
hasta la segunda venida del Señor, serán arrebatados para estar con Él a partir de ese
momento.
8. La interpretación
8.1. Los cuatro ángeles
Después de esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, dete-niendo
los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tie-rra
ni sobre el mar ni sobre árbol alguno.
Esta sección es la respuesta a "¿quién podrá sostenerse en pie?", que viene de Apoca-lipsis
6:17 y que ahora muestra a aquellos que podrán estar de pie en el día de la gran
visitación de Dios. Sólo aquellos que han sido sellados podrán estar de pie en día de
su ira.
1 Tesalonicenses 1:10
Ellos mismos cuentan de nosotros cómo nos recibisteis y cómo os convertisteis de los
ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero y esperar de los cielos a su Hijo,
al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
"Después de esto vi" se refiere a la cronología de Juan y tiene que ver con una nueva
visión que tuvo y no necesariamente que los eventos que se describen ahora siguen a
los de la sección anterior. Este versículo se refiere a los ángeles con las primeras cua-tro
trompetas que afectan a toda la tierra (los cuatro vientos de la tierra, las cuatro di-recciones
cardinales, es decir afectan a toda la tierra geográficamente, mostrando la
universalidad del juicio), particularmente las primeras dos trompetas que afectan a la
tierra, los árboles, el pasto y el mar. Cuando lleguemos al análisis de las trompetas
veremos estos pasajes con más detalle.
8.2. El ángel del sello
Vi también otro ángel, que subía desde donde sale el sol y que tenía el sello del Dios
vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de
hacer daño a la tierra y al mar diciendo:…
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El ángel viene del este (donde sale el sol). De acuerdo al libro de Ezequiel la libera-ción
de Dios era esperada de esa dirección
Ezequiel 43:1-2
Me llevó luego a la puerta, la que mira hacia el oriente, y vi que la gloria del Dios de
Israel venía del oriente. Su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra
resplandecía a causa de su gloria.
A los ángeles se les había dado poder para dañar la tierra y el mar, indicando la sobe-ranía
de Dios. Eso va a ocurrir durante las primeras trompetas.
El sello del Dios vivo al que se refiere el texto, tiene una forma verbal en griego simi-lar
a la que es usada en el evangelio de Juan capítulo 6 donde dice que Jesús es aquel
sobre quien el Padre ha puesto su sello de aprobación. Esta palabra se usa en los si-guientes
pasajes:
• Cuando Abraham recibió la señal de la circuncisión.
Romanos 4:11
Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo
cuando aún no había sido circuncidado, para que fuera padre de todos los creyen-tes
no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justi-cia…
• El sello de posesión
2 Corintios 1:21-22
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual
también nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en nuestros co-razones.
2 Timoteo 2:19
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: «Conoce el Señor a
los que son suyos» y «Apártese de maldad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo».
• Distinguidos entre otros para recibir la promesa
Efesios 1:13
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vues-tra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa…
Efesios 4:30
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención.
• Identificados para no recibir castigo
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Ezequiel 9:4
…y le dijo Jehová: «Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y
ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y claman a causa de todas
las abominaciones que se hacen en medio de ella».
La misma palabra se usa para los siete sellos, para el sellado del abismo donde se
guardará al diablo por un tiempo en el capítulo 20; para el sellado de los siete true-nos
del capítulo 10 y para no sellar las palabras del libro al final del Apocalipsis.
Este sello es el usado en el anillo del rey de los tiempos bíblicos y es un emblema
de posesión y de seguridad, combinado aquí con el destino (como en Ezequiel 9:4).
Las personas a ser "selladas" son rescatadas de la destrucción y marcadas para la
recompensa. En la Iglesia primitiva esta figura de marcar con un sello se relacio-naba
especialmente con dos cosas.
a. Con el Bautismo, que se describía frecuentemente como recibir un sello. Era
como si, al ser bautizada una persona, se le pusiera una señal para mostrar que
había pasado a ser propiedad y posesión de Dios.
b. Pablo habla repetidas veces acerca del cristiano que está sellado con el don del
Espíritu Santo. Poseer el Espíritu Santo es la señal de pertenecer a Dios. El
cristiano verdadero está marcado con el sello del Espíritu, que le permite tener
la sabiduría y la fuerza para hacerse cargo de la vida de una manera que está
fuera del alcance de los que no lo son.
8.3. La prevención
«No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en
sus frentes a los siervos de nuestro Dios».
Las siete trompetas que se hacen sonar más adelante en el capítulo 8 son advertencias
a los que no han sido salvos de la humanidad, no a los santos quienes deben prime-ramente
ser sellados para marcarlos como distintos del resto de la humanidad. Son los
siervos de Dios los que deben ser sellados; el libro de Apocalipsis está escrito para
los siervos de Dios, de acuerdo al capítulo 1. Los cristianos son referidos como sier-vos
10 veces en el libro y como santos 12 veces.
Recordamos otra ocasión donde Dios hizo uso de plagas para lograr un propósito. En
Egipto, cuando el Señor iba a liberar a Su pueblo, usó plagas para lograr Su propósi-to.
Estas se parecen a las trompetas, que tanto entonces como ahora, no dañaron al
pueblo de Dios; estaban protegidos.
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En ese entonces el Señor hizo una distinción entre los egipcios e Israel (su pueblo),
ahora hace una distinción entre los incrédulos y los creyentes (su pueblo). La libera-ción
del pueblo de Dios es también la experiencia de Noé, Lot y Ester.
Antes de morir, en esa famosa y hermosa oración llamada “la oración sumosacerdo-tal”
detallada en el capítulo 17 del evangelio de Juan, Jesús oró para que sus discípu-los
fueran protegidos por el poder del nombre del Padre. Él ora para que no sean qui-tados
del mundo, para que sean protegidos del poder del maligno. En el Apocalipsis
capítulo 14, se dice que estos son sellados en el nombre del Padre y del Cordero.
El sello tiene un doble propósito, es de posesión porque son los siervos de Dios, pero
también es un sello de protección. En la quinta trompeta (capítulo 9) a las langostas
se les dice que dañen solamente a los que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes
pues el sello marca a los que pertenecen a Dios.
El texto dice que el sello fue puesto sobre sus frentes. Nos recuerda la lámina de oro
que estaba grabada como con un sello con las palabras "SANTIDAD A JEHOVÁ"
que llevaba el Sumo Sacerdote sobre su frente en los tiempos de Moisés y Aarón:
Éxodo 28:36-38
Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como se graba en los se-llos:
"Santidad a Jehová".
La sujetarás con un cordón azul y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la
mitra estará.
Así estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas por los hijos
de Israel en todas las cosas santas, en todas las santas ofrendas que hayan consa-grado.
Sobre su frente estará siempre, para que obtengan gracia delante de Jehová.
Hay un gran contraste entre el sello del Dios vivo en las frentes de sus siervos, con el
título escrito en la frente de la prostituta en el capítulo 17. "BABILONIA LA
GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE
LA TIERRA".
Este sello está en contraste con la marca de la bestia, en la frente o en la mano dere-cha,
que distingue a los que son de la bestia y que están sujetos a la ira de Dios.
8.4. Los sellados (Para la interpretación de este versículo, ver la introducción de este es-tudio)
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tri-bus
de los hijos de Israel.
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8.5. Las tribus
Estos versículos dan el detalle de las tribus de Israel. Para el presente análisis hay tres
tribus que tienen una especial importancia, por lo tanto vamos a referirnos a ellas.
8.5.1. Judá
De la tribu de Judá, doce mil sellados
El primogénito de las doce tribus del Israel del Antiguo Testamento es Rubén,
quien es mencionado normalmente primero. En Apocalipsis, Judá es la prime-ra
tribu y por lo tanto es la tribu del primogénito. Jesús es el primogénito de
los muertos (es el que resucita primero) y es de la tribu de Judá.
Apocalipsis 1:5
…y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano
de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados
con su sangre…
Colosenses 1:15
…Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación…
Hebreos 7:14
Porque sabido es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada
habló Moisés tocante al sacerdocio.
Apocalipsis 5:5
Entonces uno de los ancianos me dijo: «No llores, porque el León de la tribu
de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete
sellos».
8.5.2. Leví
De la tribu de Leví, doce mil sellados
Leví es la tribu de los sacerdotes. Se incluye ahora, aunque normalmente no
son contados porque Dios realizaba un censo especial para ellos. Eso está es-crito
en el libro del censo, Números.
Números 1:47-49
Pero los levitas, por sus familias, no fueron registrados junto con ellos, por-que
Jehová le había dicho a Moisés:
«Solamente no contarás a la tribu de Leví, ni harás el censo de ellos entre los
hijos de Israel…
Los santos del Nuevo Testamento son un sacerdocio real. Ahora no hay ahora
ninguna necesidad de una tribu separada de sacerdotes. Pedro lo menciona y
el Apocalipsis también.
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8.5.3. José
De la tribu de José, doce mil sellados
José no se menciona normalmente como una tribu; sus hijos Manasés y Efraín
son mencionados normalmente en su lugar. Sin embargo Efraín se involucró
en la idolatría y no se menciona aquí, al igual que Dan que tampoco se men-ciona.
La razón es que los idólatras están excluidos de la Nueva Jerusalén.
Apocalipsis 22:15
Pero los perros estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homici-das,
los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira.
José es una figura de Cristo; no se dice nada malo de él en las Escrituras. Tan-to
José como Cristo fueron juzgados injustamente. José fue acusado injusta-mente
de tratar de violar a la esposa de Potifar. Ambos sufrieron: José en la
cárcel y Jesús en la cruz. Ambos fueron coronados más tarde con gloria y ho-nor.
Este pasaje, en su totalidad:
a) Revela a Cristo como el primogénito
b) Incluye a los sacerdotes levitas como figura de la iglesia
c) Incluye a José como una figura de Cristo
9. En conclusión
Todos han sido rescatados, pero no hay idólatras; los sellados son parte de la iglesia de los
redimidos, de aquellos que permanecen fieles a Jesús, de los que mostrarán su testimonio
en los últimos días. A esa iglesia pertenecen tanto judíos redimidos como gentiles militan-tes.
Unos son sellados ahora y los otros fueron sellados cuando creyeron. Todo el pueblo
de Cristo estará sellado y será guardado de la ira “del que está sentado en el trono y del
Cordero”. El resto del mundo, los habitante de la tierra, los irredentos, aquellos que recha-zaron
la verdad divina, serán sujetos a la ira de Dios.
Juan 3:18
El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no
ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
En el siguiente estudio nos ocuparemos de la gran multitud que aparece en este capítulo, la
cual nadie podía contar. Esta viene de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Esta-ban
delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas
en sus manos. Analizaremos entonces estos dos grupos, los 144,000 sellados y la multitud
vestida de blanco.
Basado parcialmente en el libro El León y El Cordero de John P. Newport y en el comentario “Apocalipsis: Un Comentario de Refe-rencia”
de R A Taylor. Las citas de las escrituras son tomadas de la Biblia Reina Valera revisión 1995
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