El documento resume la evolución de los homínidos, comenzando con Australopithecus que apareció hace más de 4 millones de años y se desplazaba de forma bípeda. Luego describe varias especies de Australopithecus, la aparición del género Homo con especies como H. habilis y H. erectus, y las especies que precedieron a H. sapiens como H. heidelbergensis y H. neanderthalensis. Finalmente, explica los principales hallazgos en el yacimiento de Atapuerca que incluyen los fós
2. Australopithecus Es un género extinto de primates homínidos que apareció hace más de 4 millones de años. La mayor novedad aportada por los australopi- tecos es que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de su cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de África, alimentándose de frutas y hojas, es decir que poseían una dieta especializada
7. Especies homo Homo habilis - Hombre hábil (extinto) Homo rudolfensis - Hombre del Lago Rodolfo (act. Lago Turkana, y Etiopía(extinto) Homo ergaster - Hombre trabajador (extinto) Homo georgicus - Hombre de Georgia (extinto) Homo erectus - Hombre erguido (extinto) Homo antecessor - Hombre explorador - "el que va delante" (extinto) Homo cepranensis - Hombre de Ceprano (provincia de Frosinosne, Italia) (extinto) Homo floresiensis - Hombre de Flores (Isla de Flores, Indonesia) (extinto) Homo heidelbergensis - Hombre de Heidelberg (extinto) Homo neanderthalensis -Hombre de Neandertal(extinto) Homo rhodesiensis - Hombre de Rodesia (extinto) Homo sapiens - Hombre que piensa - Humano Actual (superviviente)
9. Origen, definición, clasificación y distribución geográfica del orden Primates. Clasificación, descripción y distribución geográfica de los primates actuales; la superfamilia Hominoidea y nuestra especie, Homo sapiens. Origen y diversificación de los primates: caracterización evolutiva del orden. Divergencia ecológica y radiaciones adaptativas de los catarrinos durante el Mioceno: la regresión hominoidea y la diversificación cercopitecoidea; la adaptación al medio terrestre.
11. Los primeros homínidos: los géneros Ardipithecus, Australopithecus y Paranthropus y los nuevos descubrimientos de Chad. La aparición del bipedalismo: encuadre ecológico, ventajas adaptativas y cambios anatómicos. Los más antiguos géneros homínidos (Ardipithecus, Orrorin y Sahelanthropus): ¿un origen del linaje homínido más temprano y de más amplia distribución geográfica?; la nueva especie Ardipithecus kadaba. Los géneros Australopithecus y Paranthropus, y los “nuevos” australopitecinos. Kenyanthropu.
13. Aparición y evolución del género Homo: Homo habilis/rudolfensis y Homo erectus/ergaster. Homo habilis y Homo rudolfensis, ¿una o dos especies?: principales yacimientos en África del Este y Sudáfrica, y datación; características generales y diversidad del grupo. La aparición de industria lítica: la cultura olduvayense. Kenyanthropus: ¿otro género homínido más? Consideraciones sobre las primeras radiaciones homínidas y la aparición del género Homo. Homo erectus: la expansión del género Homo fuera de África; la cultura Achelense. Principales yacimientos en África, Europa y Asia y caracterización anatómica. Homo erectus y Homo ergaster
15. Las especies precursoras de Homo sapiens del Pleistoceno Medio Consideraciones sobre los homínidos del Pleistoceno Medio precursores de nuestra especie: ¿Homo sapiens “arcaicos” u Homo heidelbergensis-rhodesiensis? Homo antecessor: la nueva especie propuesta por el equipo de Atapuerca. Principales yacimientos y características generales de los homínidos de entre 400.000 y 130.000 años de África, Europa, Asia y el Pacífico. Homo neanderthalensis: datación, distribución y características anatómicas y culturales.
16. La emergencia del hombre moderno. Homo sapiens “anatómicamente moderno” del Paleolítico Superior. El origen africano de nuestra especie: los recientes hallazgos de Herto (Etiopía). Principales yacimientos y su datación, y características distintivas de Homo sapiens “anatómicamente moderno”. Recapitulación e hipótesis sobre la filogenia del genero Homo y el origen de nuestra especie: los modelos multirregional y monogenético.
17. El proceso de hominización y el ciclo vital humano. La cerebralización humana en un contexto mamífero y primate. Enmarque ecológico y temporal de los grandes hitos de la hominización: bipedalismo, aumento del tamaño corporal, dieta, fabricación de utensilios, cerebralización y socialización. Requerimientos energéticos de la cerebralización, dieta y socialización. Cerebralización y prolongación del ciclo vital: el “reto demográfico” del género Homo y las nuevas etapas del ciclo vital humano.
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19. Atapuerca Atapuerca, complejo arqueológico español, situado en la sierra y en la localidad homónima, en las proximidades de la ciudad de Burgos, que ha mostrado los más antiguos fósiles humanos de Europa (anteriores a 800.000 años) y una abrumadora colección paleoantropológica, algo más moderna, sin parangón para el estudio de las poblaciones europeas de la edad de piedra, tanto más importante cuanto que su investigación ha permitido conocer las del paleolítico inferior evolucionado.
20. Los principales hallazgoz de Atapuerca El documento estelar es sin duda TD6, el ‘estrato Aurora’, por haber proporcionado una fauna representativa del final del pleistoceno inferior, con la especie Mimomys savini como principal protagonista; por asociarse a él un conjunto de herramientas líticas talladas, todavía no muy relevante al reducirse la superficie excavada a 6 m2, pero que no ha dudado en calificarse como pre-achelense, y, muy en particular, por el sensacional descubrimiento de 36 restos humanos correspondientes a un mínimo de cuatro individuos, que pasan por ser, dada su anterioridad al episodio de inversión magnética de Matuyama-Bruhnes (hace 780.000 años), los huesos humanos más antiguos descubiertos en el continente europeo. Tal vez la pieza más destacada de este conjunto sea el frontal de un adolescente cuya capacidad craneana se estima en 1.000 cm3, algo superior a la de los arcántropos javaneses de Trinil y Sangiran.
22. De otra parte, el tamaño relativamente reducido de las piezas dentales postcaninas ha impulsado a compararlas con las del Homo habilis africano. Pero, al mismo tiempo, ciertos rasgos mandibulares apoyan la relación de estas primitivas poblaciones europeas con los propios moradores mesopleistocénicos de Atapuerca de avanzado el paleolítico inferior (aquellos registrados en la Sima de los Huesos, como veremos), insinuando su condición de antepasados de los mismos. Conocidos ciertos documentos antropológicos de notable antigüedad en el este de Europa y en Oriente Próximo —la mandíbula de Dmanisi, en Georgia (1,5 millones de años) o la estación palestina de Ubeidiya (1,4 millones de años)— faltaban hasta ahora en el oeste del continente fósiles de edad comparable, lo que contribuyó a que ciertos autores, como Gamble, defendieran que su colonización sólo habría tenido lugar hace poco más de medio millón de años. Los descubrimientos de Gran Dolina acreditan una ocupación humana de la península Ibérica de unos 800.000 años de antigüedad, y no descartan fechas aún más antiguas, a juzgar por ciertos indicios de actividad antrópica detectados en TD3 y TD4.
23. La Sima de los Huesos, que rivaliza en celebridad con Gran Dolina, destaca no por la antigüedad del depósito —con ser considerable, ya que remite al pleistoceno medio—, sino por su excepcional contenido: hasta 1994, todavía a medio excavar, más de 13.000 restos esqueléticos, lo que representa, con enorme diferencia, el conjunto de fósiles humanos más importante recuperado nunca en yacimiento alguno del paleolítico inferior. De hecho, la Sima aportaba entonces más del 70% de los restos humanos fósiles de todo el mundo correspondientes al pleistoceno medio, desplazando inesperadamente a un segundo plano a estaciones legendarias como L’Aragó (Francia), Chu-ku-tien (China), Petralona (Grecia), Verteszöllos (Hungría) o Steinheim (Alemania). En realidad, el locus no es más que una minúscula cavidad situada al pie de una sima de 13m de profundidad, pero en la que se acumulaban, junto a huesos de oso de las cavernas —no los hay de otro tipo de fauna, ni tampoco utensilio alguno de piedra—, los restos de cerca de tres decenas de esqueletos humanos, con una antigüedad mínima de 130.000 años, al decir de las dataciones U-Th y ESR de los espeleotemas que cubrían el depósito.