La política educativa, y especialmente aquella orientada al ámbito rural, debe priorizar el fortalecimiento de la instrucción primaria. Estudios internacionales concluyen que únicamente la formación primaria tiene un efecto estadísticamente relevante en el desempeño posterior de la población rural.
1. Nota Técnica
27 de Junio del 2012
LA EDUCACIÓN RURAL EN EL PERÚ: ¿QUÉ DEBEMOS PRIORIZAR?
Las competencias, conocimientos y habilidades particulares que posee cada persona
constituyen su capital humano. La manera más rápida de incrementar nuestro capital humano
es a través de la educación y la adquisición de experiencia en la ejecución de alguna tarea en
especial. Entonces, una mayor inversión en capital humano permite que las personas sean más
atractivas para el mercado laboral -mayor empleabilidad- a la vez que mejora sus perspectivas
salariales. No obstante, los beneficios de la educación pueden ser menos visibles en el
contexto rural.
Las dificultades para atender la educación rural en nuestro país han sido ampliamente
discutidas en diferentes medios y con diversos matices. A nivel general se resalta la
importancia de incrementar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios educativos como
un instrumento para combatir la desigualdad de oportunidades y romper la cadena de
transmisión inter-generacional de la pobreza. Sin embargo, la discusión sobre ampliar la
cobertura y mejorar la calidad educativa en el área rural incluye aspectos que van más allá de
la escuela propiamente dicha.
La realidad de la educación rural en el Perú
En nuestro país, aproximadamente la cuarta parte de la población escolar vive en zonas
rurales, donde los centros educativos son escasos y se encuentran aislados, localizados en
áreas con dificultades de acceso, sin vías de transporte y servicios de comunicación.
En el 2010, la tasa de matrícula de los niños de 6 a 11 años de edad de las escuelas rurales fue
96%; pero 3 de cada 10 niños que culminan sus estudios primarios lo hacen con al menos 2
años de retraso. En el ámbito rural, la deserción escolar se estima en 2.3%; mientras que en la
zona urbana esta cifra es 1%. Asimismo, la Evaluación Censal del 2011 revela que la brecha de
aprendizajes entre la zona urbana y rural ha incrementado. En el 2011, el promedio de niños
de la escuela rural que culmina el 2° grado de primaria con buenas capacidades de
comprensión lectora es 5.8%, treinta puntos porcentuales por debajo de lo logrado en el área
urbana.1
1
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA (INEI) y ESTADÍSTICA DE LA CALIDAD
EDUCATIVA (ESCALE). Ministerio de Educación (MINEDU).
2. Nota Técnica
En lo que respecta a las
instituciones educativas, en el área
rural estas son principalmente
unidocentes y multigrado, a pesar
que la preparación docente no
incluye componentes de
capacitación específica para
atender este tipo de escuelas. No
solo eso, el personal docente que
atiende estas zonas es insuficiente,
recibe bajos sueldos y reporta
elevados índices de ausentismo. De otro lado, los materiales educativos no reflejan la
pluriculturalidad que caracteriza a las escuelas rurales. La carencia de servicios básicos como
luz, agua y desagüe, así como la falta de infraestructura que obedezca a las normas y
estándares de calidad, reflejan la insuficiencia de los recursos disponibles.
Otro aspecto que destaca en las zonas rurales es la percepción que los padres de familia tienen
respecto a la educación de sus hijos. En el entorno rural es común que los padres de familia no
reconozcan el valor de la educación, mostrando poco interés en que sus hijos asistan a la
escuela. Muchos niños y niñas cuando están en sus hogares tienen que ayudar con las tareas
familiares y sus padres por lo general ignoran cómo facilitar el estudio en casa. También es
común encontrar comunidades en las que no hay presencia del servicio educativo, por lo que
muchos estudiantes tienen que caminar largas distancias para asistir a clases.
¿Qué hemos avanzado en la educación rural?
Los problemas de la educación en el mundo rural se deben abordar desde distintos ejes de
acción que abarcan desde medidas para mejorar la infraestructura educativa y reforzar el
desempeño docente, hasta estrategias para alentar la participación familiar en la educación de
los niños y fomentar el acercamiento y colaboración entre comunidad y escuela, entre otros
aspectos.
En nuestro país se han desarrollado diversas iniciativas públicas y privadas orientadas a
atender las necesidades educativas en este ámbito. Entre las experiencias que más destacan
están los programas AprenDes, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional en el Perú (USAID/Perú); las redes rurales de Fe y Alegría, impulsadas con
recursos privados; Construyendo Escuelas Exitosas, ejecutado a través de IPAE; y PROMEB,
promovido por la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI). Estos programas
han abordado diversos aspectos para mejorar la educación básica en las zonas rurales,
poniendo especial énfasis en la formación primaria y en el desarrollo de aptitudes básicas de
2
3. Nota Técnica
comprensión lectora y aptitud matemática, demostrando que la ruralidad no es una barrera
para el aprendizaje.2
En 4 años promedio de
intervención, estas iniciativas
lograron que los niños y niñas
alcancen un desempeño básico o
satisfactorio en los aprendizajes:
52% de los niños y niñas de primer
grado; 55% en tercer grado; y 65%
en sexto grado. Estas cifras son
notables si se tiene en cuenta que
el promedio histórico para la
escuela rural es de 5% a 10%.
Algunas de las razones que explican el éxito alcanzado por estos programas son: i) el desarrollo
de un modelo pertinente de gestión y de escuela; ii) las escuelas toman sus propias decisiones
a partir de sus características y realidad; iii) se afronta la complejidad del desafío; iv) los
déficits y desventajas sociales no se toman como una barrera para aprender; v) la educación se
aborda como un derecho y remontar la adversidad, una obligación; vi) se promueven cambios
en varios planos a la vez.
Si bien estas iniciativas han logrado importantes mejoras en los logros de aprendizaje, a nivel
general persisten muchos cuestionamientos sobre el valor de la oferta educativa disponible y
la poca disponibilidad del servicio de educación secundaria o superior que permitan a los
alumnos tener la posibilidad de dar continuidad a su formación académica. Se han vertido
diversas interrogantes acerca si es realmente necesario invertir en la educación secundaria o si
se debe continuar priorizando la educación en el nivel primario, poniendo en discusión en qué
medida la educación puede ser de utilidad en aquellas zonas más apartadas, dedicadas
principalmente a actividades de poco valor agregado y muchas veces impedidas de participar
en las grandes actividades económicas.
¿Cómo trasciende la educación en las zonas rurales?
A pesar de los cuestionamientos sobre el impacto posterior de las intervenciones educativas
en las zonas rurales, y si es que estas trascienden los aprendizajes adquiridos en clase, diversos
estudios han demostrado que el principal impacto de la educación en las zonas rurales se
manifiesta en mejoras en la eficiencia de la productividad agrícola y, por tanto, en el aumento
del volumen producido por unidad de cultivo. La evidencia empírica a nivel mundial revela que
una formación educativa general facilita el aprendizaje de nuevos conocimientos,
2
CENTRO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS (CEE). “Para la mejora efectiva de la educación básica en el Perú:
Revisión de los principales programas educativos”. IPAE Acción Empresarial. Lima. Agosto, 2011. 84p.
3
4. Nota Técnica
incrementando la productividad de aquellos estudiantes que deciden permanecer en el sector
agrícola en lugar de migrar fuera de su comunidad.3 La educación rural puede impactar sobre
la productividad agrícola por medio de dos canales:
1. La escolaridad o el número de años de estudio finalizados. La escolaridad puede
incrementar la productividad a través de su efecto positivo en las capacidades cognitivas
de la persona.
2. Mejora de las capacidades cognitivas o del conocimiento que el alumno adquiere en el
aula. Este conocimiento puede incrementar la productividad agrícola a través de:
Conocimientos específicos sobre agricultura que pueden ser impartidos en clase.
Mejoras en la capacidad gerencial o administrativa del agricultor e incrementos de su
eficiencia en el trabajo agrícola.
Mayor incentivo personal para buscar información relevante que le permita
incrementar su poder de negociación con sus proveedores de insumos o con los
compradores de sus productos.
Mayor incentivo personal para investigar acerca de nuevas técnicas o tecnologías que
puedan mejorar la productividad agrícola, ahorrar en costos y elevar su producción.
La relación que existe entre la
educación y la productividad
agrícola ha sido comprobada a
través de diferentes estudios. Una
muestra de 95 países
subdesarrollados, para el periodo
1961-2002, demostró que un año
adicional de escolaridad en los
productores agrícolas se asocia con
un aumento promedio de la
producción agrícola estimado en
3.2%. Otra investigación realizada en Camerún reveló que un mayor nivel educativo de los
agricultores permite un incremento de poco más del 11% en el volumen de producción
agrícola por unidad de cultivo.4 Un estudio similar estimó un incremento de 30% de la
producción agrícola en Tanzania, y hasta 35% en Kenia.5 Este mismo trabajo reveló que la
probabilidad que una persona, con primaria completa y habilidades de razonamiento
3
REIMERS, Malte and KLASEN Stephan. “Revisiting the role of education for agricultural productivity”.
Poverty, equity and growth in developing and transition countries: Statistical methods and empirical
analysis”. Courant Research Centre. N° 90. August, 2011. 39p.
4
DJOMO, Jules and SIKOD, Fondo. “The Effects of Human Capital on Agricultural Productivity and
Farmer’s Income in Cameroon”. International Business Research. Vol. 5, N°. 4; April 2012. 11p.
5
PINCKNEY, Thomas C. and KIMUYU, Peter K. “Policy and Rural Development: Two communities in East
Africa”. Center for Development Economics. September, 1996. 7p.
4
5. Nota Técnica
promedio, tenga capacidades cognitivas iguales o superiores al promedio es de 85% en Kenia,
y 73% en Tanzania. Esta misma probabilidad se incrementa en 98% y 90% cuando la persona
cuenta con estudios secundarios, en Kenia y Tanzania, respectivamente.
De acuerdo con estos estudios, estos resultados son producto de la asociación entre el número
de años de escolaridad por el alumno y la mejora de sus capacidades cognitivas. En los casos
de Kenia y Tanzania se demostró que un año adicional de escolaridad tiene un efecto positivo y
significativo sobre las capacidades cognitivas de la persona. La diferencia en la magnitud del
efecto se debe a los distintos niveles de eficiencia alcanzados por los sistemas educativos en
cada país. No obstante, se debe precisar que la productividad agrícola también es influenciada
de forma independiente por las habilidades de razonamiento propias del estudiante. Los
estudios llevados a cabo en Kenia demostraron que en promedio, los agricultores que poseen
habilidades de razonamiento por encima de la media producen hasta 25% más –en términos
de producto agrícola- que sus pares de menor puntaje.
¿Ampliar la oferta educativa?
La mayor parte de los estudios empíricos sobre la asociación entre educación y productividad
agrícola centran su atención en el efecto positivo de la educación básica en el contexto rural.
Pero estos trabajos no abordan el problema de la ausencia de servicios educativos para los
niños que culminan la primaria.
Existe urgencia por atender este
vacío porque la proporción de
niños y niñas del ámbito rural que
culminan sus estudios de primaria y
continúan la educación secundaria
ha ido en aumento durante la
última década. En el 2001, la
matrícula en la educación
secundaria en zonas rurales fue
52.1%; en el 2010, esta cifra llegó a
68.4%.6 No obstante, se debe
precisar que la mayoría de niños y niñas abandonan su comunidad para seguir estudios
secundarios, y 4 de cada 10 niños que culminan la primaria no siguen estudios secundarios.
La evidencia demuestra que la ausencia de oferta educativa que permita dar continuidad al
aprendizaje de la educación primaria y cerrar el ciclo de la educación formal, no es
determinante para que los conocimientos obtenidos en la primera etapa de formación se
pierdan debido al desuso o la falta de aplicación práctica. Un modelo que calcula el incremento
en las capacidades cognitivas de la persona, producto de sus habilidades innatas de
6
ESTADÍSTICA DE LA CALIDAD EDUCATIVA (ESCALE). Ministerio de Educación (MINEDU).
5
6. Nota Técnica
razonamiento y de un mayor número de años de escolaridad, demostró que únicamente la
formación primaria tiene un efecto estadísticamente relevante en el desempeño posterior de
la población rural. Este modelo se aplicó en la población rural de Kenia y Tanzania a lo largo de
toda una década.7 Los resultados demostraron que en Tanzania, los estudiantes con bajas
habilidades de razonamiento -pero que completaron sus estudios primarios- tenían hasta 30%
de probabilidad de lograr el nivel promedio de capacidades cognitivas suficiente para lograr
mejoras significativas de productividad agrícola. En el caso de Kenia, esta probabilidad
asciende hasta 70%. En ambos países, los estudiantes con elevadas habilidades de
razonamiento poseían una probabilidad de 92% de lograr capacidades cognitivas promedio,
únicamente con tener estudios primarios.
Los resultados de estos estudios llaman la atención acerca de la eficacia de la educación
secundaria en el contexto agrícola. Los incrementos en las capacidades cognitivas más allá de
cierto umbral tienen un impacto poco relevante en la productividad de los agricultores de
Kenia, por lo que el estudio realizado para este ámbito concluye que si la mayoría de
agricultores puede alcanzar el nivel mínimo de capacidades cognitivas solo con instrucción
primaria, no existe justificación para incrementar la cobertura de la educación secundaria.
Conclusiones
Una estrategia eficiente para el fomento del desarrollo económico y social en las zonas rurales,
debe incluir políticas de fortalecimiento y expansión de los servicios educativos de nivel
primaria. Las autoridades a cargo, y la opinión pública, no deben perder de vista que el
principal objetivo de dicha estrategia debe ser promover el desarrollo de aptitudes y
capacidades que contribuyan al crecimiento personal de los niños y niñas, y que los dote de las
condiciones necesarias para ser más eficientes y productivos dentro de las limitaciones de su
propio contexto.
El desarrollo sostenible debe buscar incrementar las capacidades de las personas dotándolos
de los instrumentos adecuados para alcanzar objetivos personales. Ello requiere que la política
educativa, y especialmente aquella orientada al ámbito rural, priorice el fortalecimiento de la
instrucción primaria. Sin embargo, el Estado no puede ignorar el derecho de los estudiantes de
zonas rurales a continuar estudios secundarios, técnicos o superiores, que les permitan
acceder a mejores oportunidades en el largo plazo.
Igualmente importante es la promoción de otros servicios básicos como el acceso a la atención
médica para el cuidado de la salud. La única forma de asegurar que los niños y niñas están en
capacidad de aprovechar las enseñanzas impartidas, es a través de la reducción de los índices
de malnutrición y la mejora de la salud general.
7
PINCKNEY, Thomas C. and KIMUYU, Peter K. (1996).
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