Holly Lucille, ND, RN
• Es una autora, educadora y presentadora de programas de radio y
televisión con práctica médica en California. Es una aclamada experta
en el campo de la Medicina Integrativa, la Dra. Lucille tiene una
pasión sincera por el bienestar individual de todas las personas.
• Visite su sitio de internet en www.drhollylucille.com
Introducción
• ¿Cuál es la condición de salud más aterradora que enfrentan las personas a
medida que envejecen? Si pensaste en cáncer o enfermedad cardiaca, piensa de
nuevo. La mayoría de las personas mayores de 50 años ven la enfermedad de
Alzheimer como la única condición que les quita el sueño por la noche. Pero
mientras que la medicina moderna no ha encontrado un remedio efectivo, una
nueva investigación muestra como la dieta, el ejercicio y los suplementos pueden
reducir radicalmente su riesgo, incluso si está genéticamente predispuesto a esta
condición de extravío cerebral. En “Previniendo el Alzheimer” la Dra. Holly Lucille
comparte consejos para poner estos nuevos descubrimientos en práctica.
• Si alguna vez cuidaste a un padre con la enfermedad de Alzheimer, conoces la
angustia de ver a la persona que alguna vez conociste, desvanecerse
gradualmente. También es probable que estés preocupado pues el mismo destino
puede estar en tu futuro. El miedo al Alzheimer es una preocupación común
entre cualquier persona mayor de 60 años, y eso es especialmente cierto entre
aquellos que tienen experiencia de primera mano con esta enfermedad que roba
la mente.
Dentro del Alzheimer
• Si bien puedes esperar una cura para cuando alcances tus propios años dorados,
actualmente no existe un remedio mágico en el horizonte de la industria farmacéutica.
• De hecho, los medicamentos existentes para el Alzheimer solo brindan un beneficio muy
modesto, si es que brindan algún beneficio.
• ¿Cuál es la causa de la enfermedad del Alzheimer?
• La teoría principal sobre la que los investigadores han utilizado como base para
desarrollar fármacos gira en torno a la construcción de una proteína en el cerebro
conocida como beta-amiloide.
• Con el tiempo, se supone que esta acumulación crea placas que destruyen las neuronas y
sus conexiones en el cerebro. Pero hallazgos recientes, arrojan algunas dudas sobre esta
teoría. Eso es porque uno de los principales jugadores que estudian los beta amiloides en
realidad falsificó su investigación en cuanto a un bien conocido tipo de proteína amiloide.
Mientras que esto es un contratiempo, esta revelación no socava totalmente la Teoría
Amiloide básica. Sin embargo, puede explicar por qué cada ensayo modificador del
Alzheimer ha fracasado hasta ahora.
• Niveles no saludables de otra proteína en el cerebro llamada Tau, podría también
contribuir al Alzheimer.
• Toda persona tiene Tau en su cerebro –y esa es una cosa buena. Tau une y estabiliza
estructuras llamadas micro túbulos, los cuales soportan la comunicación entre neuronas.
En el Alzheimer, sin embargo, los cambios químicos provocan que Tau se desprenda de
esos micro túbulos y que se adhiera a otras proteínas Tau, formando enredos que
bloquean la comunicación entre neuronas y afectan la memoria.
• Aun cuando la beta amiloide y la Tau reciben toda la atención, existen otros dos factores
que también juegan un papel en el desarrollo de esta enfermedad progresiva y mortal: la
inflamación crónica y el flujo reducido de sangre. La inflamación crónica se ha
relacionado con una serie de afecciones graves, incluyendo EPOC, diabetes,
enfermedades cardiacas, y problemas inflamatorios del intestino. Ahora la ciencia ha
agregado al Alzheimer a esta lista. En un cerebro que funciona normalmente, las células
dañadas y las proteínas –incluyendo el exceso de proteínas beta amiloides- son
eliminadas por los recolectores de basura celular llamados células gliales de la microglía.
Pero la inflamación crónica puede causar que fallen estas células microglía.
• Esto provoca una acumulación de residuos, escombros, y beta amiloides, disparando aun
más inflamación en el cerebro. Esto crea un círculo vicioso que no solo acelera la
acumulación de proteínas dañadas en el cerebro sino que también destruye neuronas y
socava la integridad de la barrera sangre-cerebro.
• Un flujo pobre de sangre en el cerebro puede también contribuir a la
enfermedad del Alzheimer y otro tipo de demencia llamada demencia
vascular. Una función cognitiva saludable depende de un flujo
constante de sangre ricamente oxigenada al cerebro. Estudios
recientes sugieren que la arterioesclerosis –una condición que
estrecha y endurece las arterias, incluyendo aquellas que van al
cerebro- pueden reducir este flujo vital de sangre y puede ser una
causa independiente del Alzheimer.
PARA REDUCIR EL RIESGO DE ALZHEIMER
Si usted tiene una historia familiar de demencia o porta un gen ligado al Alzheimer
(APOE4), usted se puede sentir condenado a desarrollar la enfermedad. Pero aquí están las
buenas noticias: en realidad, usted tiene más poder sobre su riesgo de lo que podría
pensar. Dos nuevos estudios en la revista Neurología muestran que intercambiar hábitos
poco saludables por mejores opciones puede reducir drásticamente su riesgo de padecer la
enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. En otras palabras, ¡su historia familiar
o perfil genético no determina su destino!
El primer estudio –que incluyó mas de 500,000 personas durante 11 años- se enfocó en la
actividad física y mental.
La actividad física, incluyendo quehaceres domésticos, caminar, subir escaleras, o enrolarse
en ejercicio regular. La actividad mental incluido el uso de computadoras y teléfonos
inteligentes, tanto como participar en actividades sociales. Al final del estudio, los
investigadores encontraron que la gente que se ejercita regularmente o vive un estilo de
vida activo reduce su riesgo de demencia en 35 %. El aseo de la casa reduce el riesgo un 21
%. La visita diaria con familiares y amigos reduce el riego un 15%.
• En el segundo estudio, más de 72,000 adultos saludables
proporcionaron datos acerca de los alimentos que ellos comen
típicamente. Después de 10 años, los investigadores descubrieron
que aquellos cuyas dietas estaban llenas de papitas, galletas,
refrescos azucarados, y otros alimentos ultraprocesados tenían un
riesgo incrementado de demencia, incluyendo el Alzheimer. Pero los
investigadores encontraron que reemplazando el 20% de los
alimentos ultraprocesados con alimentos mínimamente procesados
hacía caer el riesgo de Alzheimer 34% y el riesgo de demencia
vascular un impresionante 39%. Estos descubrimientos proveen otra
razón para optar por alimentos mínimamente procesados, bajos en
azúcar y grasas no saludables.
Agregue estos Nootrópicos
• Los Nootrópicos son definidos como sustancias que mejoran la cognición,
especialmente las funciones ejecutivas como la atención, la memoria, la
creatividad, la motivación y facilitan el aprendizaje. Aunque hay un buen número
de suplementos que dicen ser nootrópicos, los siguientes nutrientes tienen la
investigación científica que respalda su eficacia para mantener saludable la
función cerebral, mientras que potencialmente previenen el Alzheimer y la
demencia.
• CURCUMINA. Este compuesto dorado antiinflamatorio, que se extrae de la
especia llamada cúrcuma que se ha demostrado que beneficia al cerebro en
múltiples formas. Además de reducir la inflamación, se ha encontrado que
mantiene bajo control el estrés oxidativo potencialmente dañino mientras que
aumenta el flujo sanguíneo en el cerebro. Estudios más recientes sugieren que los
compuestos fenólicos de la curcumina podrían no solo proteger contra el daño
oxidativo en el cerebro. También pueden ayudar a prevenir la acumulación de las
proteínas dañadas beta amiloides.
• El problema es que la curcumina ordinaria no es bien absorbida por el cuerpo.
Para asegurar que tu estás obteniendo todos estos compuestos benéficos para tu
cerebro, busca un suplemento que contenga la curcumina que haya sido
mezclada con el aceite esencial que contenga ar-turmeronas.
• Esta forma patentada y altamente absorbible de la curcumina se enlista en las
etiquetas de información de los suplementos como BCM-95
• Ginseng Coreano Rojo (GCR). Largamente usado en la Medicina Tradicional China
para aumentar la energía, el (GCR) se ha encontrado recientemente que protege
contra la enfermedad del Alzheimer previniendo la formación de exceso de beta
amiloides, regulando hacia abajo la inflamación y el estrés oxidativo en el
cerebro, y protegiendo la mitocondria en las neuronas. Otros estudios sugieren
que el (GCR) puede aun ayudar a aquellos que ya están sufriendo la enfermedad.
Uno de esos estudios, que aparecieron en el Journal of Alternative and
Complementary Medicine, encontraron que el (GCR) mejoró la función del lóbulo
frontal en pacientes de Alzheimer. El lóbulo frontal es el responsable del
movimiento voluntario, el lenguaje expresivo, y las funciones ejecutivas
superiores como planeación, organización, y controlar las respuestas.
• Otra investigación sugiere que esta hierba puede mejorar la cognición general, así
como la memoria a corto y a largo plazo. Para mejores resultados, elija un
suplemento biodisponible como el HRG80 que provee (GCR) de amplio espectro,
libre de solventes a partir de la raíz entera.
• Omega-3s. Estos ácidos grasos saludables proveen una multitud de beneficios. Un
omega-3 clave, conocido como ácido Docosahexanoico (ADH), es especialmente
importante para la cognición. Más aún, los estudios reportan que las personas
con Alzheimer tienen niveles decrecientes de (ADH). La investigación muestra
que el suplemento de Omega-3 puede ayudar a corregir esta deficiencia de (ADH)
y puede bajar los niveles de beta-amiloides totales en el cerebro. Además,
algunos estudios han mostrado que la suplementación de omega-3 mejora la
capacidad cognitiva.
• Pero no todos los suplementos de omega-3 son igualmente beneficiosos. Algunos
contienen trazas de pesticidas y toxinas. Otros pueden estar rancios (oxidados).
Obtenga la protección por la que usted paga por un suplemento puro de omega-3
hecho del salmón del Atlántico del Norte. Encuentre uno que esté unido con
fosfolípidos, con péptidos adicionados que mejoren la concentración y el estado
de ánimo.
• Romero. Conocida como la “hierba de la memoria”, el romero aumenta
significativamente la memoria y aumenta el estado de alerta mental. El
secreto de la efectividad de la hierba es el ácido carnósico, que protege el
cerebro del daño oxidativo causado por los radicales libres. Un estudio que
apareció en el Journal of Medicinal Food encontró que una pequeña dosis
de romero mejoró efectivamente la velocidad de recuperación de
recuerdos en sujetos de edad avanzada. Otra investigación sugiere que el
romero también puede ayudar a prevenir el envejecimiento cerebral. Si
bien esta hierba es prometedora para los pacientes de Alzheimer, se
necesitan más estudios antes de usarse como un remedio independiente.
• Salvia. La investigación sugiere que las propiedades antioxidantes y
antiinflamatorias de esta hierba puede mejorar la capacidad cognitiva y
puede proteger contra el Alzheimer y otras formas de demencia. Los
estudios preliminares han encontrado que los compuestos en la salvia
protegen el cerebro contra la inflamación y el daño beta-amiloide,
mejorando así la memoria. La suplementación con salvia se ha encontrado
que incrementa el factor neurotrófico derivado del cerebro (FNTDC), una
molécula clave que ayuda a mantener la habilidad del cerebro para
aprender y recordar.
• Tomar medidas hoy para proteger tu cerebro, puede ayudar a
prevenir el Alzheimer mañana. Y si usted está preocupado de que ya
esté en camino hacia la pérdida de la memoria, las estrategias
enumeradas anteriormente podrían ayudar a estimular la función
cerebral y a liberar sus miedos.
¿Podría ser la enfermedad de Alzheimer?
1. ¿No puede encontrar sus llaves?
2. ¿Extravió sus anteojos?
Mientras que a muchas personas les preocupa que esos momentos de la tercera edad sean un signo temprano
de la enfermedad de Alzheimer, por lo general no es el caso.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento ubica los siguientes síntomas como motivo de preocupación:
1. Problemas manejando dinero y pagando las cuentas.
2. Pérdida de memoria.
3. Pérdida de espontaneidad y sentido de la iniciativa.
4. Tomar más tiempo para completar tareas normales.
5. Mal juicio que conduce a tomar malas decisiones.
6. Vagar y perderse.
7. Aumento de la ansiedad o agresión sin causa.
8. Repitiendo preguntas.
9. Cambios de humor y personalidad
• Si usted experimenta uno o más de estos síntomas, especialmente si
tiene antecedentes familiares de demencia, consulte a su proveedor
de atención médica.