2. Disminución de la transmisión del Paludismo del
Ecuador de 8.194 a 558 casos. Por estos logros
el Ecuador ha sido considerado por varias
ocasiones como Campeón en la LUCHA
CONTRA LA MALARIA EN LAS AMERICAS en
los años 2008 y 2011.
3.
4.
5.
6. En relación a los índices de infestación vectorial
durante el periodo 2007-2012, el índice de Breteau:
(número de depósitos con Aedes aegypti / número
de casas inspeccionadas por 100) ha oscilado en un
rango de 16.7 a 21.9 y
el índice de casa: (número de casas con Aedes
aegypti / número de casas inspeccionadas por
100) de 11.0 a 13.4,
mismos que se consideran altos o compatibles con la
transmisión del Dengue, dado que según la OMS
indica para que no exista riesgo de transmisión el
índice de casa debe ser ≤5% y el de Breteau ≤3%.
7. Los casos registrados de Dengue y Dengue Grave durante el periodo
2002 a 2012, el Dengue ha presentado un comportamiento endémico-
epidémico, ocasionando graves repercusiones sociales y económicas
constituyéndose hasta la actualidad en uno de los principales problemas
de salud pública para el país al igual que en otros países de América y
del Mundo, donde el control de la enfermedad no ha sido posible.
, podrían ser explicadas en base a los siguientes aspectos:
1. La programación de las actividades no se han ajustado a las reales
necesidades operativas de control del Aedes aegypti en el país.
2. Han existido restricciones económicas en las asignaciones
presupuestarias en el Ministerio durante el periodo 2007-2012, a pesar
de haber presentado propuestas ajustadas a las reales necesidades del
país.
3. La persistencia de la transmisión de enfermedad obedece a factores
de carácter: sociales, económicos, culturales y ambientales, sobre los
cuales el proyecto no puede o incide en forma mínima.
8. Las diversas formas clínicas de la Leishmaniasis constituyen
un serio problema de salud pública en los países donde es
endémica. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en la
matriz de énfasis estratégico del programa de investigación en
enfermedades tropicales (Tropical Disease Research), ha
clasificado la Leishmaniasis en la categoría I como una
enfermedad emergente y sin control. En los últimos años
refleja un incremento de la transmisión de la enfermedad, que
se puede atribuir a diversos factores, entre otros, al aumento
de las actividades humanas en ambientes silvestres en donde
existe la transmisión enzoótica, la adaptación de los vectores
al peri domicilio y domicilioi.En la periferias de Alausi, Paute y
Huigra, se han reportados casos en niños menores de un año
sin antecedentes de viajes a zonas rurales (Hashiguchi et al.
1991).
9.
10. 1) brotes asociados a la incursión del humano en un hábitat
silvestre: tala de bosques, construcción de carreteras, áreas nuevas
de colonización, o en el caso de migración a áreas endémicas para
realizar trabajos como la extracción de oro, madera, agricultura,
incursiones militares, entre otros.
2) transmisión en asentamientos urbanos cuando los vectores y
reservorios se acercan a los domicilios rodeados de floresta, en este
patrón, algunos mamíferos domésticos podrían tener un papel
importante como reservorios. (En esta segunda forma es
probable que en el futuro el humano se convierta en
reservorio del parásito).
11. Dado que el vector es de hábitos silvestres
y por ende no es posible su control, la
principal estrategia está orientada a
medidas de prevención de la picadura del
vector para lo cual se debe realizar
actividades permanentes de educación para
la salud, hasta la presente fecha existen 576
líderes comunitarios en medidas de
prevención, control y vigilancia comunitaria
de esta enfermedad.
12. Esta enfermedad se presenta con mayor
frecuencia en las comunidades rurales donde
las condiciones de las viviendas y situación
socio económica son muy precarias, por ello
a la Enfermedad de Chagas se la denomina
también la enfermedad de la pobreza o
enfermedad olvidada. La población
vulnerable y en riesgo de trasmisión de
Chagas se estima en 3´500.000 habitantes,
esto es el 25% de la población del Ecuador.
13.
14. La incidencia de la Enfermedad de Chagas, 36
por 100.000 habitantes, es decir 4400 nuevas
infecciones/año y una mortalidad anual de 1300
personas.
El número absoluto de pacientes con formas
crónicas sintomáticas probablemente se acerca a
los 35.000 casos; de ellos, más de 30.000 casos
sufren cardiopatías y unos 1700 casos de
enfermedad digestiva. La carga social de la
enfermedad se cuantificó en términos de
pérdidas económicas de aproximadamente 23
millones de dólares.
15. La estrategia está orientada a la
interrupción de la transmisión vectorial
de la enfermedad en las áreas con
vectores a nivel nacional mediante
búsqueda intra y peridomiciliaria y
aplicación de insecticidas de acción
residual.
Actividades de vigilancia entomológica
para evitar la reinfestación domiciliaria.