Diego Parés publica sus chistes en el diario La Nación hace más de 6 años con un humor simple y absurdo. El dibujante, formado en la Escuela de Bellas Artes, elige usar allí el camino de la risa sin atajos y deja sus trazos más finos y más polémicos para los trabajos que hace en la revista Barcelona.
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ENTREVISTA!
Diego Parés publica sus chistes en el diario La Nación hace más de 6 años con
un humor simple y absurdo. El dibujante, formado en la Escuela de Bellas Artes,
elige usar allí el camino de la risa sin atajos y deja sus trazos más finos y más
polémicos para los trabajos que hace en la revista Barcelona.
Humor petiso
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C
uando le dijeron que estaba
la posibilidad de empezar a
publicar chistes para el diario
La Nación pensó en hacer algo
clásico que le gustara a todo el mundo.
“Pase lo que pase, sea cual sea la evo-
lución de las personas, siempre van a
haber relaciones de poder entre los ma-
trimonios, entre las parejas. Son cosas
que parecen perimidas pero no lo están.
Es ese humor del palo de amasar que
puede cambiar, pero no va a dejar de
existir nunca”, dice Diego Parés.
a!-¿Cómo manejás la presión de tener
que terminar un chiste todos los días?
DP-Soy ansioso, entonces hacer un chis-
te diario me gusta porque lo empiezo
y lo termino.Tengo revancha todos los
días, lo veo como algo amable. Empecé
a publicar a los 14, así que como que
soy un bicho de esto. No lo sufro, no pa-
dezco esa cosa de “¡Uy no se me ocurre
nada! ¡Qué voy a hacer!”. Algo saldrá,
no me vuelvo loco.
-¿Tenés tus momentos de más inspira-
ción que otros?
-Depende un poco del humor y también
del espacio mental que te hagas. Es abrir
un hueco vacío y decir “bueno, ahora me
voy a dedicar a pensar esto”. No siempre
tenés esa energía. Hay días que sí y en-
tonces hacés varios chistes. Esta semana
todos los que hice eran chistes que ya
había pensado. En otros momentos es-
tás como más fresco y todos los días tirás
algo nuevo que está bueno. Te dura una
semanita. Es medio así. No es lineal. La
hora de cierre es un disparador para ter-
minar. Es el momento en que tenés que
hacerlo. Como cuando estudiás, a veces
tenés un mes para preparar un parcial
y te ponés a estudiar la última semana.
Esto funciona un poco así también.
-¿Cómotemanejásconlafamiliaylasva-
caciones? ¿Acumulás dibujos?
-Bueno, me pasó ahora. Tenía que estar
hace una semana con mi familia en Villa
Gessel y no pude irme. Este año no lle-
gué a adelantar los 15 días de La Nación
más lo de Barcelona y otro laburo que
me pidieron de otro lado. Me iba a ir ma-
ñana y tampoco llego. Por un lado estoy
acá con la familia todo el día. Entonces
mis hijos me ven, saben que estoy, puedo
ir a jugar. Pero también “no estoy”. Es di-
fícil porque si los escuchás reírse querés
estar con ellos jugando y si los escuchás
gritar no podés laburar. Es muy difícil
separarlo. Mi mujer me conoció así pero
con los chicos es distinto. Tengo una hija
de 10 que lo entiende. El de 3 todavía no.
-¿Cómo hacés para trabajar para lectores
tan diferentes como los del diario La Na-
ción y la revista Barcelona?
-Arranqué de muy chico y puedo diferen-
ciar los laburos. Trabajaba, por ejemplo,
en la revista “Humor” y en la “Humi” y
Foto:FranciscoOdriozola
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la “Billiken”, que eran para los más chi-
cos. Son productos distintos que forman
parte de medios que tienen determina-
das características y limitaciones. Tam-
bién estuve en Telam, donde tenía la res-
ponsabilidad estatal y no podía hacer
cualquier cosa. Aunque bueno, yo vivo
en un termo y muchas veces me olvido
un poco como funciona la cosa...
-¿Cómo te informás?
-Vivo encerrado todo el día. No leo los
diarios, no miro la tele, no escucho la
radio. Me informo por el facebook, que
es peor que las otras tres cosas juntas.
A veces no sé qué chiste hacer para
Barcelona por que no sé de qué se está
ENTREVISTA!
hablando. Si no es un tema muy impor-
tante, es como que no estoy al tanto de
qué dijo fulano, qué le contestó Men-
gano. Hay mucho de eso ahora. Todo el
tiempo. Entonces me informo poco. Leo
mucho. Leo otras cosas.
-¿Cómo te manejás con los temas de ac-
tualidad política en La Nación? ¿Hacés
chistes sobre eso?
-Trato de no hacer. No tengo una línea
ideológica parecida a la del diario y
prefiero no ir al choque. No soy un
pibe, ya estoy grande. Me dan un es-
pacio, lo respeto y lo valoro. Trato de
ser lo menos político posible dentro de
lo normal. Todas son elecciones donde
EL SUEÑO DEL PIBE
“Cuando era chico mi abuelo traía
el diario La Nación y yo decía: “yo
quiero hacer mi chiste acá y que
se llame Mundo Parés”. Quería ser
ese dibujante. Ahora estoy ahí, me
pone re contento, lo disfruto mu-
cho. Mi máxima ambición es hacer
un buen chiste todos los días. Ese
es mi objetivo principal”.
vos ganás o perdés algo. Con la coyun-
tura política ganaría inmediatez. En
cambio, si vos hablás, por ejemplo, de
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cló mucho eso, y entonces es todo muy
difícil. Siempre está la posibilidad de
herir la susceptibilidad de alguien que
siente que ese dibujo es irrespetuoso o
hiere. Yo trato de separar bastante eso.
Por eso lo de hacer al “chorro” vestido
como “chorro clásico”. Eso hace que en-
tiendas que eso no es la realidad, que
es un chiste. Es importante hacer la di-
ferencia. Sino siempre vas a discriminar
a alguien y va a llegar el día en que no
un náufrago, el tipo se tiene que remi-
tir a otra cosa. Es un tema, un tópico,
un lugar común. Es distinto.
- Además de náufragos y matrimo-
nios, hacés también muchos chistes
de ladrones. ¿Sigue causando gracia
el “chorro” como la historieta de “Afa-
nancio”? ¿Cómo se toma eso cuando
hay hechos de inseguridad?
-Sí, tal cual. Mientras se hacían estos
chistes clásicos en la década del 40...
el mundo se estaba matando. Morían
miles de personas todos los días en la
guerra. Entonces, yo creo que la gente
tenía claro que una cosa era el dibujo y
otra era la realidad. Hoy en día se mez-
FICHA DE AUTOR
Diego Parés comenzó a publi-
car a los 14 años en la revista
CantaRock. Entre 1987 y 2006
publicó en las revistas Humor,
Sex-Humor, Humi, Billiken, Gen-
te, y otras. Ha trabajado para los
diarios La Nación, Clarín y Página
12. En 1993 publicó el libro Bus-
cando a Charly, de la revista Hu-
mor. En 1995 co-editó la revista
de historietas ¡Suélteme! Publicó
una veintena de libros para ni-
ños, entre los que se destacan
los de Superbúsquedas 1 y 2. En
2002 publicó el libro Literatura
Latinoamericana para principian-
tes junto a la escritora Florencia
Abatte. En 2007 presentó el libro
de historietas El sr. y la sra. Rispo
y lo expuso en el Centro Cultu-
ral Recoleta. En 2008 los libros
Monsterville para público infantil
y La esperanza fue lo último que
se perdió, para adultos, con el
material de la revista Barcelona.
En 2011 publicó el libro de histo-
rietas Correrías del sr. y la sra. Ris-
po. En 2014 publicó el libro 500
dibujos, y en 2015 Las mujeres y
los niños primero, de la serie de
Humor Petiso que promete conti-
nuar muy pronto.
Foto: Francisco Odriozola
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podamos hacer humor. De los 70 para
acá la mayoría de los chistes tienen mu-
cha connotación política social. Yo quise
volver a quitarle esa carga de realidad
y hacer que un chiste sobre un pobre no
sea un chiste sobre la pobreza. Hijitus era
pobre. Condorito era pobre. Y nadie decía
“se está metiendo con la pobreza y hay
gente que sufre”.
-¿CómovivisteloquepasóenFranciacon
los dibujantes de Charlie Hebdo?
EL HUMOR DE LANDRÚ
“Siempre fue una influencia. Al
principio me costaba seguirlo
porque yo vengo de la escuela
de Bellas Artes y él dibuja de una
manera muy simple como si fuera
un tipo que no sabe dibujar. Pero
a los 21 años le empecé a encon-
trar el sentido, el gusto y todo. A
partir de ahí no lo largué más. Lo
valoro como el tipo más punk de
su generación. Junto a Oski ha-
cían lo que se les cantaba. Rom-
pieron con una línea de dibujo
tradicional, más armado. Landrú
tiene una humanidad en su ma-
nera de dibujar que es lo que más
te hace quererlo.”
después le conocés todos los códigos y
se te hace indispensable. Cuando se sale
del código y llega a un público que no
lo conoce, se produce lo que se produce,
que es incomprensión básicamente.
-Tengo una visión particular que va más
allá de lo que ellos hacen. Hay una gue-
rra, el terrorismo y todos los demás, en
las que siempre hay víctimas… y estas
son víctimas tan inocentes como cual-
quier otra víctima inocente. Les tocó a
ellos de rebote. No se, una excusa para
los tipos. Si no eran ellos iba a ser otra
cosa. Los tipos hacen su guerra y toman
acciones. Le tocó a estos pibes pero
podría no haberles tocado. El humor
funciona en Barcelona, en el diario La
Nación o en cualquier medio con ciertos
códigos para sus lectores. Cualquiera
que venga de afuera necesita un tiempi-
to para entender ese código. Vos te po-
nés a escuchar un programa de radio y al
principio medio que no lo entendés pero
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