3. El triangulo de las Bermudas o el limbo de los perdidos lo forman 3 puntos: las islas Bermudas,
Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida),
se encuentra en el océano Atlántico, con un área aproximada
de 3.900.000 kilómetros cuadrados.
4. El Triángulo de las Bermudas, también conocido como el Triángulo del Diablo y El Limbo de los Perdidos, es un área geográfica situada en el Océano Atlántico
entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida) (La unión de estos tres puntos forma, lógicamente, un triángulo). Es famoso porque en esa
zona ha habido numerosas desapariciones de barcos y aviones, muchas de las cuales aún están sin explicación, así como ciertos fenómenos que algunos han
reportado (luces, mal funcionamiento de brújulas, entre otros). El triángulo que forman los puntos antes mencionados es casi equilátero, con un área
aproximada de 1.2 millones de km² (casi medio millón de millas cuadradas).
A pesar de las creencias populares, los Guardacostas de los Estados Unidos y otras fuentes citan estadísticas que indican que el número de incidentes que
involucran aviones y buques perdidos no es mayor que en otra parte del mundo igual de transitada. Mientras que se ha demostrado que muchos de los
supuestos misterios no eran tales al analizarlos con detalle, teniendo inexactitudes que circulan durante décadas, algunos todavía no tienen una explicación.
5. Las naves que viajaban a Europa pasaban continuamente por esta zona para aprovechar
los vientos dominantes y la corriente del Golfo. Luego, con el desarrollo de lasmáquinas de
vapor y los barcos con motores de combustión interna, gran parte del tráfico
del Atlántico Norte siguió cruzando (y todavía lo hace) a través del área del supuesto
«Triángulo de las Bermudas».
La corriente del Golfo, un área con un tiempo muy inestable (conocida por sus huracanes),
también pasa por el triángulo al abandonar el mar Caribe. La combinación de un denso
tráfico marítimo y el tiempo tempestuoso. Otras áreas que a menudo se insinúa que
poseen características inusuales son:
El Triángulo del Dragón, Triángulo del Diablo, o Triángulo de Formosa, conocido por esos
3 nombres ubicado en el mar del Diablo, cerca de Japón. Solo es conocido en la literatura
acerca del Triángulo de las Bermudas. En Japón no es conocido debido a que la mayoría de
los botes perdidos son pequeñas embarcaciones pesqueras sin radio.
El Vórtice de Marysburgh ubicado al este del lago Ontario (entre Estados Unidos y
Canadá).
6. La primera mención documentada acerca del Triángulo de las Bermudas se hizo en 1951:
E. V. W. Jones —periodista de Associated Press— escribió respecto a algunos barcos perdidos
en la zona de las Bahamas. Jones dijo que las desapariciones de barcos, aviones y pequeños
botes eran «misteriosas». Y le dio a esta zona el apodo de «Triángulo del Diablo».
Al año siguiente (1952) George X. Sand afirmó en un artículo de Revista de Destino que en esa
zona sucedían «extrañas desapariciones marinas».
En 1964, el escritor sensacionalista Vincent Gaddis (1913-1997) acuñó el término «Triángulo
de las Bermudas» en un artículo de la revista amarillista estadounidense Argosy. Al año
siguiente publicó el libro Invisible horizons: true mysteries of the sea (‘Horizontes invisibles:
los verdaderos misterios del mar’), donde incluía un capítulo llamado «El mortal triángulo de
las Bermudas». Generalmente, Gaddis es considerado el inventor del término.
7. Popularización del Triángulo de las Bermudas
En 1974 —diez años después de la invención del Triángulo—, el pretendido misterio se
convirtió en un verdadero mito gracias a Charles Berlitz (1914-2003), escritor
neoyorquino de ciencia ficción, que publicó el superventas El Triángulo de las Bermudas,
donde copió bastante texto de Gaddis y recopiló casos de desapariciones (muy
manipulados y mal presentados), mezclados con falsedades y flagrantes invenciones.
El Triángulo de las Bermudas ha recibido el crédito de muchas desapariciones que
ocurrieron en sus aguas extraoficiales (aunque en algunos casos incorrectamente). A la
fecha, la mayoría está de acuerdo en que más de 50 naves y 20 aviones se han perdido en
esa área particular del océano Atlántico. Aunque la mayoría de estas desapariciones
pueden explicarse, otras no pueden serlo, y el tema continúa siendo un debate entre
creyentes y escépticos.
8. 1840: el HMS Rosalie, barco que se dirigía a La Habana (Cuba), fue hallado sin tripulación.
1872: el Mary Celeste (hundido entre las islas Azores y la Península Ibérica, a unos 5000 km de distancia de las islas
Bermudas); se debe tener presente que a cada lado del triángulo se le atribuye solo 1500 km.
1902 (4 o 21 de octubre): el Freya, buque alemán encontrado a la deriva «poco después» de zarpar de Manzanillo (Cuba),
hacia Chile. En realidad había dado la vuelta aSudamérica por Punta Arenas (sur de Chile) y fue encontrado frente a la costa
occidental de México (varios meses después de zarpar de Cuba), arrastrado por las corrientes del océano Pacífico.
1909, noviembre: The Spray, un pequeño yate del aventurero canadiense Joshua Slocum (20 de febrero de 1844 - 14 de
noviembre de 1909, o días después).
1917: se hunde el SS Timandra, que se dirigía a Buenos Aires desde Norfolk (Virginia) con una carga de carbón y una
tripulación de 21 personas. No emitió ninguna señal de radio, a pesar de que tenía la capacidad para ello.
1919: se hunde la nave carguera USS Cyclops (AC-4) con 308 hombres a bordo, debido a un huracán.
1921: se hunde la nave carguera Carroll A. Deering en el cabo Hatteras (a 1050 km al oeste de las islas Bermudas y unos
800 km al noroeste del triángulo).
1925 (21 de abril): el Raifuku Maru se hunde con testigos en medio de una tormenta a 1063 km al norte de las islas
Bermudas) totalmente fuera del Triángulo.
1925, octubre: se hunde el carguero estadounidense SS Cotopaxi, «que desde la costa de Florida transmitió que el clima se
encontraba en calma, y no envió ninguna señal de auxilio». En realidad, Meyers (capitán del barco) informó por radio que el
barco estaba escorando y que tenían la bodega llena de agua.
1926: se hunde el SS Suduffco, debido a un huracán (un capitán que salió en su búsqueda lo llamó «el peor clima que he
visto en mi vida»).
9. En un estudio publicado en el American Journal of Physics los expertos explicaron que las naves
desaparecen en esa zona porque es un lugar donde la condensación de gases, concretamente
los hidratos de metano, forman burbujas que impiden que los barcos se mantengan a flote.
La particularidad de esta zona son las fisuras en el suelo marino que permiten que el metano pueda
ser expulsado en forma de burbujas gigantes que desestabilizan la flotabilidad de los barcos. Las
burbujas de metano se expanden de forma geométrica y cualquier nave que se encuentre en el
alcance de una erupción pierde toda estabilidad y es inmediatamente succionada al fondo del
océano. Está bien, la explicación parece razonable para los barcos, pero... ¿qué pasa con los aviones
en el Triángulo de las Bermudas? Los científicos señalan que si la erupción de metano es lo
suficientemente grande y densa, puede alcanzar grandes alturas sobre el nivel del mar, atrapando,
por lo tanto, también a los aviones.
Las hipótesis de los científicos australianos fueron probadas gracias a experimentos a escala que
demostraron que una erupción de gas metano puede hundir un barco, e incluso alcanzar un avión.
No es la primera vez que se intenta explicar científicamente este extraño fenómeno. Pero estos
científicos parecen haber dado con la solución.
10. el gas metano se encuentra en todas partes del mundo, y por donde sea que
pueda ser expulsado causará una erupción de este tipo. Sucede que en esta
zona del océano Atlántico las fisuras del suelo marino provocan más y más
concentradas, erupciones que pueden ser fatales para cualquier nave.
Es interesante, ¿no lo crees? Parece que al fin se ha encontrado una explicación
científica para lo que muchos creían cosa de brujería. El —mal llamado—
Triángulo de las Bermudas ha dejado de ser un misterio para ser simplemente
una zona de turbulencias.
11. Las explicaciones que han dado muchos investigadores para estas desapariciones van
desde secuestros por parte de piratas modernos a un simple error humano.
Volviendo a las posibles explicaciones, los análisis menos fantasiosos apuntan a que las
fuertes corrientes y la profundidad de las aguas podrían explicar la ausencia de restos,
subrayando que varias de las desapariciones atribuidas a esta zona, ocurrieron en verdad
a más de 600 kilómetros. Además, cada día varios cientos de naves civiles y militares
atraviesan la región sin contratiempos.
Se estima que en los últimos 100 años por esa zona han pasado unas 10 millones de naves
(100 000 por año). Se cree que desde mediados del siglo XIX han desaparecido un total de
50 barcos y 20 aviones.
Las desapariciones dentro de la zona, ya que si bien la zona es una de las que más tráfico
aéreo y marítimo registran, la frecuencia de los accidentes es proporcionalmente muy
baja, en comparación con otros puntos del globo. La aseguradora marina Lloyd de
Londres ha determinado que el triángulo no es más peligroso que cualquier otra área del
océano, y no cobra tarifas adicionales por el paso a través de esta región.
Los archivos de la Guardia Costera confirman esta conclusión. De hecho, el número de
supuestas desapariciones es relativamente insignificante considerado el número de naves
y aviones que pasan regularmente a través del triángulo.
12. Aunque ya existía el precedente de Gaddis, tal como se ha explicado, la tasa de
accidentalidad de la zona no ofrecía casos suficientes de desapariciones que pudiera incluir
en su libro y que tuvieran algún punto no resuelto en la aclaración del accidente. Por este
motivo, Berlitz recurrió a diversas estratagemas para hinchar su obra.
Varios de los barcos que Berlitz mencionó no se encontraban en ese enclave geográfico. Es
el caso del Mary Celeste, que se hundió entre las Azores y la Península Ibérica. El Freya
también lo sitúa en las Bermudas, pero desapareció en el Pacífico, así como el Raifuku Maru,
que desapareció en el Atlántico Norte. A otros los nombra erróneamente, como el Atlanta,
llamado realmente Atalanta.
También hay desapariciones que no son tales, como las del caso de los buques de guerra
Proteus y el Nereus (1941) que está constatado que se hundieron en acciones bélicas. Para el
hundimiento del Rubicon, Berlitz mintió afirmando que desapareció en circunstancias de
clima normal cuando está comprobado que hubo una fuerte tormenta en la zona. En otras
ocasiones, recurrió a escribir sobre barcos ficticios, como el Stavenger.
Además el Triángulo de las Bermudas es una de las zonas con más tráfico aéreo y naval de
todo el mundo y con incidencias climáticas como tormentas y huracanes que hacen muy
factible y explicable la cantidad de naves hundidas, sobre todo antes de la invención de los
sistemas de navegación actuales. Estos han desbaratado la invención de Berlitz, ya que no
se ha vuelto a registrar ni un solo caso de aeronave desaparecida en una de las zonas con
más tráfico aéreo del mundo, aunque supuestos "testigos" hablan de los "incidentes" que
sufrieron con sus avionetas particulares y que acabaron felizmente.
En cuanto se perfeccionen las técnicas de inmersión en aguas profundas es probable que se
recuperen la mayoría de los barcos perdidos.
13. Extraterrestres
- Experimentos anti- gravitatorios
- Pruebas tecnologicas o militares
- Fuerzas sobrenaturales
Pero las investigaciones sobre los sucesos y desapariciones que se han llevado a cabo
hasta la fecha no han producido evidencia científica de algún fenómeno inusual
envuelto en las desapariciones.
14.
15. Con los años, cientos de barcos y aviones se han
perdido en el Triángulo de las Bermudas, debido a estos
sucesos algunas personas, creen que las leyes de la
física no se aplican en esta área y es uno de los dos
lugares del mundo en donde una brújula no indicara el
verdadero norte magnético.
Pero mietras no se llege a una conclusión científica
exacta los misterios en el Triángulo de las Bermudas
continuaran, con las supociciones que hasta ahorita se
tienen sobre las misteriosas desapariciones.