El documento describe el período de silencio divino de 400 años entre el Antiguo y Nuevo Testamento, durante el cual no hubo profetas ni mensajes de Dios. También habla sobre cómo Lucas buscó entender el cumplimiento de las promesas de Dios a través de testigos oculares y su propia investigación diligente. Finalmente, resume brevemente la historia de Zacarías e Isabel para ilustrar estas ideas.