Este documento describe los tres aspectos de la santificación: posicional, progresiva y final. Explica que cada persona de la Trinidad tiene un papel en el proceso de santificación, pero que es el Espíritu Santo quien opera continuamente en la vida del creyente. También señala que aunque la santificación es obra de Dios, el creyente desempeña un papel a través de la obediencia a la Palabra de Dios, la oración y la comunión con otros creyentes.