Este documento proporciona recomendaciones para informar a los niños sobre el COVID-19 de manera adecuada a su edad y ayudarlos a lidiar con sus emociones. Se debe explicar el virus con palabras simples y responder a sus preguntas para evitar que formen ideas erróneas. También se aconseja enseñarles medidas de protección como lavarse las manos y darles seguridad a la vez. En caso de fallecimiento de un ser querido, es importante comunicárselo con honestidad y permitir que expresen sus sentimientos
"La auto-regulación como concepto esencial para la seguridad de la praxis clí...
Cómo informar a niños sobre COVID
1. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
¿CÓMO INFORMAR A LOS NIÑOS SOBRE EL COVID-19?
Tomando como base las “Recomendaciones psicológicas para explicar a niños y niñas el brote de coronavirus”,
elaboradas por el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (1), a continuación, se exponen unas pautas que
pueden ayudarnos a informar a los niños sobre la pandemia actual.
Es importante explicarles a los niños, con palabras adaptadas a su nivel de comprensión, la situación que estamos
viviendo (COVID-19). Tienen derecho a conocer lo que está sucediendo a su alrededor. La ausencia de información,
el hecho de “no hablar” suele provocar que ellos mismos formen sus propias ideas a partir de datos sueltos que
escuchan o ven en la radio, en la televisión, etc. y que complementan con su fantasía o sus ideas infantiles. De modo
que hablar con ellos evitará que elaboren sus propias conjeturas sobre el tema, ya que seguramente éstas no sólo
serán erróneas, sino que pueden añadir un punto de morbosidad o terror que no es real. No esperemos a que nos
pregunten para hablarlo con ellos.
Tenemos que asegurarnos de que la persona encargada de transmitir la información (padre, madre, cuidador)
está tranquila. Antes de nada, conviene saber qué información conoce el niño, posibles temores relacionados con
el virus, e información errónea. Nuestra labor será aclarar las dudas que pueda tener y corregir información que
pueda haber malinterpretado. Si no tenemos todas las respuestas, podemos ser sinceros, transmitírselo, e incluso
preguntarles qué piensan ellos sobre eso.
En niños pequeños (de entre 4 y 10 años), las ideas y conceptos más abstractos requieren una adaptación a
términos más sencillos. Podemos utilizar cuentos adaptados a su momento evolutivo para explicarles qué es el
COVID-19, como por ejemplo, “Rosa contra el virus” (2).
Hemos de ser sinceros en cuanto a que se trata de un virus peligroso porque se contagia con facilidad y, por lo
tanto, debemos protegernos de él. Podemos informar sobre los síntomas más frecuentes: fiebre, tos y sensación de
falta de aire. Además, podemos darles recomendaciones sobre cómo pueden protegerse (darles el “súper-poder”
de protegerse).
Rosa contra el virus.
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
Editorial Sentir.
RECURSOS Y RECOMENDACIONES PARA
PADRES, MADRES Y CUIDADORES DE NIÑOS
https://www.youtube.com/watch?v=Z9w6B_PpYjo
2. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
Junto a la proporción de información sobre el virus, hay que asegurarse de validar las emociones de los niños, así
como identificar y verbalizar las nuestras (“Entiendo que estés nervioso, yo también lo estoy un poco, esta situación
es nueva para nosotros y no nos gusta, pero hay muchas personas trabajando para que estemos todos protegidos y
esto mejore pronto”). Es importante normalizar emociones tales como el miedo o la rabia.
Si el niño tiene crisis de rabia, podemos ayudarle a expresar con palabras los motivos de la rabia (“Entonces
quieres decirme que estás enfadado porque el abuelo está en el hospital y, aunque te gustaría verle, no podemos ir”,
“Entiendo que es frustrante y es normal que estés enfadado, yo también lo estaba”, “Pero nos han explicado que no
podemos ir a ver al abuelo porque si vamos al hospital podríamos contagiarnos también, es una medida de seguridad”,
“Sin embargo, podemos llamarle y hablar con él todos los días”). Esto puede ayudarle a comprender el porqué de
sus sensaciones, adquirir mayor control sobre la rabia y aprender a regularla. Si al niño le resulta muy complicado
verbalizar la rabia o los motivos que la provocan, puede expresarlo mediante el dibujo. Para ello, podemos
facilitarle un papel y un bolígrafo o rotulador y darle la siguiente instrucción: “A ver, enséñame cómo estás de
enfadado”. De este modo, el niño podrá expresar su rabia en el papel, sin palabras, mediante la presión con el
rotulador, las líneas, los colores oscuros, etc.
Si el niño manifiesta sentimientos de culpa, es importante tranquilizarlo haciéndole ver que él es completamente
ajeno a las causas de estos eventos (“No es culpa tuya que el abuelito se haya contagiado, las personas mayores son
más vulnerables, y enferman con más facilidad”).
Es importante no usar frases como: “sé cómo te sientes”; “podría ser peor”; “no pienses en ello”; “serás más fuerte
gracias a esto”. Estas expresiones que todos los adultos utilizamos en algunas ocasiones con la mejor de nuestras
intenciones para calmarnos y para calmar, pueden obstaculizar la manifestación de las emociones dolorosas y
únicamente consiguen calmar nuestra angustia (no la del niño).
En el caso de que al niño o a la niña le preocupe la muerte de un familiar cercano, podemos abordarlo a través
de datos objetivos. No podemos dar una respuesta universal, ni sí ni no, pero sí podemos reconducir nuestra
respuesta hacia una información que conocemos: “La mayoría de los casos se recuperan (80%), pero los mayores
son los que más deben cuidarse de este virus. Las personas mayores y/o con enfermedades graves son las que más
riesgo tienen, pero con las precauciones que estamos tomando y quedándonos en casa, disminuye en gran medida las
posibilidades de contagio”.
Es importante darles seguridad, haciéndoles saber que los vamos a acompañar durante todo este proceso.
Debemos permitirles expresarse (no sólo de forma oral). A edades tempranas, la expresión emocional
posiblemente no se haga espontáneamente a través de palabras, para eso necesitarán nuestra ayuda, pero sí
que se hará mediante el juego. El movimiento, el juego simbólico o el dibujo son los medios que le van a permitir
expresarse, por lo que es importante favorecerlo.
No conviene actuar como si nada estuviera ocurriendo. Es importante reservar espacios para hablar de lo que está
ocurriendo, para poder abordar las preocupaciones del niño y para favorecer la expresión emocional. El regreso
a la rutina es importante porque da seguridad y, hasta que esto no ocurra, es necesario tranquilizar y mantener
dentro de lo posible la rutina familiar (hábitos diarios).
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (2020). Recomendaciones psicológicas para explicar a niños y niñas el brote de
coronavirus- covid 19. Recuperado de http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8626&cat=8
3. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS A PROTEGERSE DEL VIRUS?
Podemos darles a los niños algunas recomendaciones para que puedan desarrollar el “súper-poder” de protegerse
del COVID-19. Esto les ayudará a incrementar su sensación de control. Algunas pautas propuestas por el Colegio
Oficial de la Psicología de Madrid (1), son las siguientes:
✓ Lavarse las manos con jabón durante unos 30 segundos, tratando de hacer que
esta rutina sea divertida: cantando una canción sobre cómo venceremos al virus,
contando de 0 a 30 al revés.
✓ Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con
un pañuelo desechable que tiramos a la basura, como si fuera una llave de kárate o un ataque ninja
contra el virus.
✓ Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca. Podemos presentarlo como un juego, en el que pierde un punto
quien lo hace.
✓ Evitar el contacto físico con otros niños o u otras personas. Son súper héroes, y esta es una misión muy
importante para protegerse a sí mismos y a los demás del virus.
✓ Saber que puede contar con un adulto si no se encuentra bien físicamente o hay algo que le preocupe.
✓ Mostrar cuidado en cómo nos relacionamos nosotros con otras personas, evitando las conductas de rechazo
o discriminación. Nuestro propio temor puede hacer que nos comportemos de forma inadecuada,
rechazando o discriminando a ciertas personas.
¿CÓMO COMUNICAR LA MUERTE POR CORONAVIRUS DE UN SER QUERIDO A LOS NIÑOS?
El hecho de que un familiar con coronavirus fallezca es muy doloroso, tanto para nosotros los adultos, como para
los niños.
La muerte es un hecho inevitable que forma parte de la vida. Todos los seres humanos vamos a tener que
enfrentarnos a ella en algún momento. Sin embargo, la mayoría de los adultos tenemos problemas a la hora de
abordar la muerte con niños o adolescentes: “¿Cómo les explicamos lo que ha sucedido?”, “¿Pueden llegar a entender
lo que es la muerte?”, “¿Es mejor contar o no contar?”, “¿Qué hacemos sin nos preguntan?”.
Solemos alejar a los niños de la muerte porque queremos protegerles de la angustia que provoca y porque
pensamos que les dolerá igual que a nosotros, y queremos evitarnos el sufrimiento añadido de verlos apenados,
llorando o cuestionándose el sentido de la vida. Si no les hablamos de la muerte, les estamos apartando de un
evento fundamental en sus vidas y, en cualquier caso, es imposible evitarles el dolor. De hecho, si crecen sin
exponerse al sufrimiento, serán más propensos a la frustración y no desarrollarán las habilidades necesarias para
afrontar determinados eventos más adelante. Es por todo lo anterior, por lo que resulta muy importante poder
comunicar a los niños la muerte de su ser querido, pese a lo doloroso que pueda resultar. A continuación, se
enumeran algunas cuestiones clave sobre cómo proceder, propuestas por Cid Egea en su “Guía para ayudar a los
adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños” (3) y por el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (4):
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (2020). Recomendaciones psicológicas para explicar a niños y niñas el brote de
coronavirus- covid 19. Recuperado de http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8626&cat=8
4. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
- Comunicarlo lo antes posible, mediante una persona cerca y en quien confíe el niño (padre, madre,
cuidador), en un sitio tranquilo y privado, y prestando atención a la posible necesidad de contacto físico.
- Dar la información de forma gradual, partiendo de lo esencial para después dar detalles, y completando
con preguntas, dudas y observaciones del niño.
- No mentir. Los niños deben saber siempre la verdad, aunque se abordará en función de su capacidad
emocional y cognitiva para poder comprenderla e integrarla.
- Explicar la muerte en términos reales. Podemos apoyarnos en ejemplos de la naturaleza que el niño haya
visto (por ejemplo, un pajarito, un perro).
- Utilizar la palabra “muerte”. Evitar eufemismos como “Se ha ido”, “Nos ha dejado”, etc., pues podríamos
generar en el niño falsas esperanzas de retorno.
- Compartir nuestras creencias religiosas y espirituales, después de haber dado una explicación física de
la muerte. Evitar determinadas frases como "Era tan bueno que Dios ha querido llevárselo", "Hacía más falta
en el cielo que aquí", "Ahora está mejor porque está con Dios".
- Si muestran CULPA: que comprendan que no son responsables de la muerte.
- Si muestran MIEDO a que otro familiar cercano pueda morir: dar seguridad y protección.
- Si muestran INQUIETUD por el futuro: transmitirles seguridad y confianza sobre la continuidad de sus
vidas.
- Si muestran ANGUSTIA al pensar que se olvidarán de la persona fallecida: hacerles ver que la muerte
no significa olvidarnos de esa persona. Para ello es importante poder compartir con ellos recuerdos,
historias, fotos, etc.
- Darles la oportunidad de hablar del fallecido. Ayudarles a expresar lo que sienten. Puede que todavía
no hayan aprendido a hacerlo, y debemos tener en cuenta que los adultos somos su modelo de
aprendizaje de expresión emocional del dolor. Si negamos y ocultamos lo que sentimos, ellos harán lo
mismo. No es bueno fingir que no ha pasado nada ni aparentar una falsa tranquilidad (probablemente
tampoco podríamos conseguirlo). Sólo es necesario proteger a los niños en caso de emociones muy intensas
o desbordantes, dado que les pueden desestabilizar y no sabrán cuál es la reacción adecuada. En
general, es bueno que nos permitamos llorar, juntos y por separado. No esconder el propio dolor le enseña
al niño que los demás también somos vulnerables y que compartimos su tristeza.
- Si el niño muestra mucha preocupación porque la causa de la muerte haya sido el COVID-19, podemos
explicarle que muchas personas con la misma enfermedad se curan, para evitar que sufra en exceso si
algún otro familiar se contagia.
- Especialmente si es la primera vez que experimenta la muerte de una persona allegada, debemos
explicarle que, aunque normalmente se suelen hacer determinados ritos funerarios (velatorio, funeral),
esta vez no se podrán realizar a causa del confinamiento. Pero sí se pueden hacer rituales en casa. A
partir de los 6 años, pueden participar en estos eventos. Participar (previamente informados y
acompañándolos) favorece que se sientan unidos a la familia e integrados en la experiencia de
5. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
despedida. También les ayuda a que la muerte pueda ser concretada en un tiempo y en un espacio.
Necesitan despedirse. Es posible hacer algún tipo de ritual en casa, para que todos los familiares puedan
expresarle al fallecido aquello que les hubiera gustado decir. Para facilitar la expresión emocional de
los niños, les podemos sugerir que preparen algún detalle que muestre su amor y cariño por la persona
fallecida, como un dibujo, una carta de despedida, etc. y preguntarles qué les gustaría hacer con su
creación.
¿CÓMO ACOMPAÑAR A LOS NIÑOS EN EL DUELO?
Es importante no dejar solos a los niños en el duelo y la elaboración de la pérdida. Algunas recomendaciones para
ello, según Cid Egea (3), son las siguientes:
1. Ofrecer compañía y protección. Los niños necesitan vivir arropados e integrados en la familia y en las
dinámicas y rituales de despedida que se lleven a cabo.
2. Restablecer cuando antes la vida cotidiana. Pese a que la situación que atravesamos actualmente es anómala,
es necesario no descuidar sus rutinas y cuidados cotidianos. Han de sentir que su vida no se desmorona y que
quienes le rodean siguen atendiéndoles.
3. Ayudar al niño a que pueda hablar y expresar lo que piensa, duda y siente sobre lo sucedido. Los adultos
debemos servir de modelo de comunicación y facilitar la expresión emocional de los niños.
¿CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS A GESTIONAR SU MALESTAR EMOCIONAL?
Los niños, al igual que los adultos, reaccionan a la situación. Puede que se muestren angustiados, puede que tengan
problemas para dormir o pesadillas, pueden tener dificultades para respirar, mostrarse tristes o irritables, etc.
Conviene normalizar estas reacciones y ayudarles a gestionarlas. ¿Cómo podemos ayudarles a gestionar el
malestar emocional asociado a la situación actual (COVID-19) ?:
1. Haciendo ejercicios de respiración profunda: inspiramos hinchando la barriga,
como si fuese un globo; y expiramos, soltando el aire por la boca muy poquito a
poco, como si soplásemos por una pajita.
2. Manteniendo rutinas de sueño y alimentación.
3. Haciendo ejercicio físico.
4. Reservando pequeños espacios para hablar sobre el COVID-19, los familiares afectados, y las
preocupaciones del niño en torno a ello.
5. Haciendo ejercicios de relajación muscular: técnica de Koeppen (5).
Cid Egea, L. (2011). Explícame qué ha pasado. Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños. Madrid:
Fundación Mario Losantos del Campo.
Cid Egea, L. (2011). Explícame qué ha pasado. Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños. Madrid:
Fundación Mario Losantos del Campo.
Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (2020). Recomanacions per afrontar la mort d’una persona estimada durant el
confinament per l’epidèmia de COVID-19. Recuperado de https://www.copc.cat/ct/noticias/1059/El-COPC-comparteix-i-
Recomanacions-per-afrontar-la-mort-d-una-persona-estimada-durant-el-confinament-per-l-epid-mia-de-COVID-19-i-
6. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
Para que los niños entren en un estado de relajación, lo principal es que nuestro estado sea también relajado y
que el ambiente sea tranquilo. De esta forma, anticipamos y preparamos a los niños para la actividad, creando
un clima de calma y tranquilidad.
*Técnica de Koeppen (5):
Esta técnica se basa en la tensión y la distensión de diferentes grupos musculares. Es breve, dinámica e incluye
ejercicios de visualización.
Es importante que los niños sepan la utilidad del ejercicio. La explicación se realiza a partir de emociones y estados
de ánimo que saben reconocer: “cuando estás nervioso, cuando te enfadas, cuando no puedes dormir… notas cómo
tus músculos se tensan sin darte cuenta, y eso te hace estar muy incómodo. Si consigues aprender a relajarte, cuando
estés nervioso podrás controlar esa tensión y te irás sintiendo mejor.”
Ejercicios de tensión y distensión a partir de visualizaciones
El objetivo es que los niños sean capaces de tensar y relajar los diferentes grupos musculares.
Debe realizarse el ejercicio tres veces con cada mano.
Imagina que tienes un limón en tu mano izquierda, tienes que tratar de exprimirlo para sacarle todo el jugo.
Concéntrate en tu mano y en tu brazo, en cómo aprietan mientras intentas sacarle todo el zumo, en cómo se
tensan. Ahora deja caer el limón. Nota cómo están tus músculos cuando se relajan… Vamos a coger otro limón,
pero lo vamos a exprimir con más fuerza que antes, muy muy fuerte, eso es. Mira qué tensos tienes la mano y el
brazo. Ya está exprimido, ahora déjalo caer. ¿Ves, fíjate qué bien estás cuando estás relajado?, qué bien están tu
mano y tu brazo, ¿a que te sientes mejor? Vamos a coger otro limón más, pero ahora tenemos que exprimirlo con
mucha más fuerza que antes, esta vez no tiene que quedar ni una gota de zumo. Aprieta fuerte, más fuerte, que
no quede nada… Ahora, vuelve a soltar el limón. Vuelve a notar qué tu mano y tu brazo, qué relajados y qué a
gusto están…”.
El proceso se repite con la mano derecha.
El limón: brazos y manos
7. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
Ahora vamos a imaginarnos que somos un gato muy muy perezoso y queremos estirarnos… “Estira todo lo que
puedas los brazos frente a ti. Ahora levántalos, por encima de tu cabeza, con fuerza llévalos hacia atrás. Nota el
tirón tan fuerte que sientes en los hombros. Vamos ahora a dejarlos caer a los lados, que descansen del esfuerzo.
Muy bien. Otra vez, vamos a estirar los brazos otra vez más, más fuerte. Este gatito tiene mucha fuerza. Perfecto.
De nuevo los dejas caer a los lados. Muy bien. ¿Notas cómo están más relajados los hombros? Una vez más, pero
con más fuerza. Estira todo lo que puedas los brazos, vamos a intentar llegar al cielo, con todas tus ganas. Primero
frente a ti, luego los levantas sobre tu cabeza y ahora… ¡arriba! Mira qué tensos estás ahora tus brazos y tus
hombros… El último esfuerzo, el estirón más fuerte. Los brazos hacia adelante, los brazos sobre nuestra cabeza y
finalmente… ¡brazos al techo, con ganas! Déjalos caer a los lados. ¿Ves qué bien se siente un gatito cuando está
relajado? Muy contento y muy a gusto”.
El ejercicio de repite cinco veces.
El gato: brazos y hombros
Ahora eres una tortuga. Estás ahí sentada, sobre una roca, muy a gustito. Relajándote muy tranquila y muy
feliz en un lugar fantástico. Hace sol y calor, hay un estanque muy cerca de ti. Te sientes muy cómoda y feliz…
De pronto… ¿qué pasa? No lo sabes bien, pero sientes que estás en peligro, sientes miedo. ¡Tienes que esconderte!
¡Mete tu cabeza en el caparazón! Lo haces llevando tus hombros hacia tus orejas, con la cabeza entre los
hombros, así, bien escondida, muy protegida. Ya está… no hay peligro, sal de tu caparazón, no tienes nada que
temer. Vuelve a relajarte tumbada al sol, siente sus rayos sobre tu cara. Vuelve a disfrutar plácidamente del
paisaje… Siente tus hombros que ya no están tensos, tu cuello también relajado, estás muy cómoda…
El ejercicio se repite tres veces.
La tortuga: hombros y cuello
Tienes un chicle enorme, quieres morderlo, masticarlo, comerlo, pero es tan grande… Vamos a morderlo con
todos los músculos de tu cuello, con tu mandíbula. Apriétalo bien. Siente cómo se mete entre los dientes.
Mastícalo fuerte, muy bien, lo estás consiguiendo. Ahora relájate, el chicle ha desaparecido. Deja caer tu
mandíbula. Siente cómo está floja. Tu cuello también está suelto, está relajado.
El ejercicio se repite tres veces, con tres “chicles distintos”. Para finalizar se le pide que además de
mandíbula y cuello, trate de relajar el cuerpo entero, quedándose lo más flojo que pueda.
El chicle: mandíbula
8. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
Estás sentado, despreocupado, entretenido. De repente, una mosca, una mosca muy molesta ha venido a meterse
contigo y se ha posado en tu nariz. Tratas de espantarla, pero no puedes usar las manos. Es un poco complicado.
Intenta echarla arrugando tu nariz, todo lo que puedas, lo más fuerte posible. ¡Vamos, tú puedes echarla! Fíjate
que cuando arrugas tu nariz, las mejillas, la boca y la frente también se arrugan, también se ponen tensos.
Hasta tus ojos se tensan… Bien, la mosca ya se ha ido, por fin te ha dejado tranquilo. Ya puedes relajar toda tu
cara: tu nariz, tus mejillas, tu frente… Tu cara está tranquila, sin una sola arruga. Tú también estás tranquilo
y relajado.
Repetimos tres veces el proceso.
La mosca: cara, nariz y frente
Ahora, estás tumbado sobre la hierba, panza arriba, tomando el sol. Estás muy cómodo y muy relajado. De
repente, oyes un pequeño estruendo, son los pasos de algo grande que se dirige hacia ti. En un elefante, el
elefante avanza rápido, velozmente, sin mirar por dónde pisa. Está muy cerca de ti, no tienes tiempo de escapar.
La única solución es poner tenso el estómago, tensarlo tanto que parezca de piedra; así cuando el elefante ponga
su pie encima de ti estarás protegido. Tensa bien tu estómago, nota como tu estómago se pone duro, realmente
duro. Aguanta así, el elefante está a punto de pasar. Mira, parece que ya está apoyando su pie… ¡Vaya!, el
elefante ha salido corriendo en otra dirección. Estás a salvo. Ya puedes descansar y relajarte. Deja tu estómago
blandito. Lo más blandito y relajado que puedas. ¡Muy bien! Ahora te sientes mucho mejor, relajado y
descansado. Siente la diferencia entre el estómago tenso y el estómago relajado, ¿a que ahora te sientes mucho
mejor? El ejercicio se repite dos veces. Ahora nos encontramos paseando por el bosque. Frente a nosotros hay un
fantástico lugar al que queremos entrar. Hierba muy verde, un hermoso estanque donde podremos darnos un
baño. El problema es que, para poder pasar, debemos atravesar una valla muy estrecha. Es tan estrecha que no
crees que puedas lograrlo. La única forma de hacerlo es meter tu estómago todo lo que puedas. Hacerlo tan
delgadito que consigas que tu cuerpo consiga atravesar la valla. Trata de meter hacia adentro todo lo que
puedas tu estómago. Mételo lo más que puedas, que llegue casi a tocar la columna. ¡Venga, un poco más de
esfuerzo! Déjalo muy metido, con todas tus fuerzas. Estás a punto de conseguirlo, no te desanimes. Muy bien,
has conseguido atravesar la valla. Ya está al otro lado. Deja tu estómago flojo. Relájate. Vuelve a tu posición
normal. Siente qué bien estás, qué relajado.
Podemos realizar este ejercicio dos veces.
El elefante: estómago
9. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
Ejercicios de visualización y respiración
Al finalizar el ejercicio, si el niño no se encuentra muy cansado, podemos concluir la sesión de relajación con
algunos ejercicios de respiración y visualización de imágenes que le resulten agradables.
* Ejercicios de regulación emocional:
- Para niños y niñas de 5 a 12 años (y sus padres):
- Ejercicio 1: tranquilos y atentos como una rana
https://www.youtube.com/watch?v=p-umzma80me
- Ejercicio 2: la ranita
https://www.youtube.com/watch?v=sku_zq_gl0s
- Ejercicio 3: atención a la respiración
https://www.youtube.com/watch?v=tspdzeg_vz4
- Ejercicio 4: ejercicio del espagueti
https://www.youtube.com/watch?v=jmp9tz_0zm&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=4
- Ejercicio 5: el botón de pausa
https://www.youtube.com/watch?v=j2m56tqozlm&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=5
- Ejercicio 6: primeros auxilios para sentimientos
https://www.youtube.com/watch?v=n6rxyfcjfs0&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=6
- Ejercicio 7: un lugar seguro
https://www.youtube.com/watch?v=gsdds04bgiw&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=7
- Ejercicio 8: la fábrica de las preocupaciones
https://www.youtube.com/watch?v=bqlf5pxbhka
- Ejercicio 9: levantando la moral
https://www.youtube.com/watch?v=bvah05msq_q&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=9
Koeppen, A. S. (1974). Relaxation training for children. Elementary School Guidance & Counseling, 9(1), 14-21.
Ya no estamos en un bosque acogedor, nos encontramos en la jungla. Es una jungla peligrosa, pero nosotros
somos buenos exploradores y conseguiremos avanzar a través de ella y encontrar la salida. Vamos caminando
decididos cuando ¡atención! Hemos encontrado un barrizal, ¿quieres meter tus pies en él? ¡Vamos a ello! Debes
empujar con toda la fuerza de tus piernas. Empuja hace adentro. Siente como el calor del barro se mete entre
tus pies. Empuja fuerte, parece que el barro se hace cada vez más duro, utiliza toda la fuerza de tus piernas.
Siente cómo tus piernas y tus pies están tensos mientras intentan caminar por el lodo. Ahora sal fuera. Deja de
ejercer fuerza. Suelta tus piernas y tus pies. Nota cómo éstos están flojos, están relajados. Ya no estás tenso,
descansa tranquilo…
El ejercicio se repite dos veces.
El barro: pies y piernas
10. Júlia Prieto, Laura Quiles, Yazmín Riveiro, Mario R. Rivas 01/04/2020
- Ejercicio 10: el secreto del corazón
https://www.youtube.com/watch?v=uavkbiwpely&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=10
- Ejercicio 11: buenas noches
https://www.youtube.com/watch?v=lulvuiqc5i0&list=pltt0lzkhsbfseazwlnpwikefme4e9h6dn&index=11
- Para adolescentes:
- Ejercicio 1: pausa y sintonizar, respirad
https://www.youtube.com/watch?v=epb5_zvxle4&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw
- Ejercicio 2: tranquilo y atento como una rana
https://www.youtube.com/watch?v=w9u_jcntynu&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=2
- Ejercicio 3: escaneo corporal
https://www.youtube.com/watch?v=zof_6oihysw&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=3
- Ejercicio 4: manejar sentimientos difíciles
https://www.youtube.com/watch?v=qqqjmlnzp8&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=4
- Ejercicio 5: empezar bien el día
https://www.youtube.com/watch?v=b_pbhlloq8a&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=5
- Ejercicio 6: la fábrica de las preocupaciones
https://www.youtube.com/watch?v=zahbilcgbpy&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=6
- Ejercicio 7: sólido como una montaña
https://www.youtube.com/watch?v=nqplsbtv7qi&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=7
- Ejercicio 8: autocompasión
https://www.youtube.com/watch?v=djcw1zlux8e&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=9
- Ejercicio 9: el deseo de ser feliz
https://www.youtube.com/watch?v=xpz9csvnzsy&list=plqjvgqnyd6mlpqz98urdcyhr_9ik73pdw&index=10
REFERENCIAS
1. Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. (2020). Recomendaciones psicológicas para explicar a niños y niñas
el brote de coronavirus- covid 19. Recuperado de:
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8626&cat=8
2. Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. (2020). Rosa contra el virus. Cuento para explicar el Coronavirus y
otros posibles virus. Editorial Sentir.
3. Cid Egea, L. (2011). Explícame qué ha pasado. Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo
con los niños. Madrid: Fundación Mario Losantos del Campo.
4. Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (Grups de Treball de Dol i pèrdues, i Atenció pal·liativa de la
Secció Clínica, Salut i Psicoteràpia). (2020). Recomanacions per afrontar la mort d’una persona estimada durant
el confinament per l’epidèmia de COVID-19. Recuperado de https://www.copc.cat/ct/noticias/1059/El-
COPC-comparteix-i-Recomanacions-per-afrontar-la-mort-d-una-persona-estimada-durant-el-confinament-
per-l-epid-mia-de-COVID-19-i-
5. Koeppen, A. S. (1974). Relaxation training for children. Elementary School Guidance & Counseling, 9(1), 14-
21.