Esteroles: La asociación de los esteroles con las membranas favorece su estabilización, pero las hace menos flexibles. Se ha podido comprobar que cuando se añaden esteroles a bicapas lipídicas artificiales, se hacen más compactas e impermeables frente a las membranas que sólo están compuestas de fosfolípidos. La mayor rigidez de la membrana puede ser una necesidad para los eucariotas porque la mayoría de ellos carecen de pared celular. Además, las células eucarióticas son en general considerablemente más grandes, por lo que sus membranas están sometidas a tensiones físicas muy superiores, de ahí que sea necesaria una mayor rigidez para mantener a la célula estable y funcional. Ribosomas: Todas las células, tanto eucarióticas como procarióticas, contienen ribosomas, que actúan como lugares para la síntesis de proteínas. Las células que presentan una elevada velocidad de síntesis de proteínas tienen un número mayor de ribosomas. El citoplasma de una célula procariótica contiene miles de estas pequeñísimas estructuras, que dan al citoplasma un aspecto granuloso. Los ribosomas están formados por dos subunidades, cada una compuesta por proteínas y un tipo de RNA llamado RNA ribosómico (RNAr). Los ribosomas procarióticos difieren de los eucarióticos en el número de proteínas y moléculas de RNA que contienen y son algo más pequeñas y menos densas que los ribosomas de las células eucarióticas. A causa de ello los ribosomas procarióticos se denominan ribosomas 70S y los de las células eucarióticas se conocen como ribosomas 80S. La letra S corresponde a unidades Svedberg, que indican la velocidad relativa de sedimentación durante la centrifugación a velocidad ultraelevada. La velocidad de sedimentación depende del tamaño, peso y morfología de la partícula. Las subunidades de un ribosoma 70S son una subunidad pequeña 30S que contiene una molécula de RNAr y una subunidad grande 50S que contiene dos moléculas de RNAr. Varios antibióticos, como la estreptomicina, la neomicina y las tetraciclinas, ejercen sus efectos antimicrobianos inhibiendo la síntesis de proteínas en los ribosomas. Gracias a las diferencias entre los ribosomas procarióticos y eucarióticos pueden ser destruidas las bacterias por el antibiótico sin afectar a la célula eucariótica hospedadora.