El árbol de Jesé también esta relacionado con la celebración del «Adviento», el tiempo penitencial anterior a Navidad, como lo es la «Cuaresma» anterior a la Pascua. Al «árbol» se le ponen adornos relacionados con este tiempo litúrgico hasta llegar al Nacimiento de Cristo. Se utiliza durante el tiempo preparatorio a la navidad.
Es un árbol seco -- sin hojas ni brotes que a medida que va pasando las semanas y se acerca el tiempo de la navidad se lo va adornado hasta que llega floreciente y lleno de flores.
1. Con el propósito de ambientar y destacar de modo especial éste tiempo litúrgico, y como
estrategia de Evangelización; hemos tomado como recurso éste signo muy particular y de
profundo sentido bíblico, poco utilizado en nuestras comunidades, y lo fusionamos con la
tradicional corona de luces.
“Tronco de Jesé” o “Árbol de Jesé”, es como tradicionalmente se alude al árbol genealógico de
Jesús, partiendo de Jesé, padre del Rey David. En el Apocalipsis de Juan, el mismo Jesús afirma: Yo
soy la raíz y el retoño de David.
Tanto el Evangelio de Marcos, como el de Lucas, parten de Jesé para llegar a José, el esposo de la
Virgen María, dando sentido a la profecía de Isaías (Is. 11-1): “Saldrá un vástago del tronco de
Jesé, y un retoño florecerá de sus raíces”. En éste tiempo de Adviento, y preparación a la Navidad,
la imagen bíblica del Tronco que “reverdece”, simboliza nuestra espera confiada en la venida del
Señor que hace “reverdecer” y florecer nuestra esperanza, dando paso al frescor de la Vida que se
acerca. Así el signo del Tronco, que se va gradualmente cubriendo de verde y de flores -o sea que
va cobrando vida- está ambientando el itinerario de Adviento en nuestras propias vidas.
La idea de éste signo es que sea un tronco grande, bien visible, y ubicarlo en un lugar destacado
cercano al Presbiterio; sobre el tronco desnudo aún, en la primer semana, se acomodan las cuatro
velas, que se irán encendiendo como en la Corona, una por semana, y se irán incorporando de a
poco al tronco, hojas primero y flores después.
Al gesto semanal de encender las velas e incorporar hojas y flores, advirtiendo que la Vida va
abriéndose paso en la corteza del árbol, deberá acompañar una reflexión u oración, semanal,
respecto a lo que el signo quiere transmitir.
SIGNOS DE ADVIENTO
Significado del “Tronco de Jesé”
2. I Domingo de Adviento
AMBIENTACIÓN:
Guía 1: -Hermanos; como familia y pueblo de
Dios, iniciamos hoy con esperanzada alegría,
uno de los tiempo litúrgicos más fuertes del
año: el “Adviento”; tiempo de preparación y de
gozosa espera en la segunda venida del Señor,
y en el que también haremos memoria de su
venida histórica, tiempo en el que, estamos
llamados a asumir nuestra vida cristiana, con
actitud de compromiso y madures.
Guía 2: Para destacar éste tiempo tan
especial, hemos unido dos signos muy
relevantes: la Corona de Adviento con sus
luces, y el “Tronco de Jesé”, de profundo
significado bíblico, que nos remite a la profecía
de Isaías “Saldrá un vástago del tronco de Jesé,
y un retoño florecerá de sus raíces”.
Guía 1: En vigilante espera, nos disponemos a
recibir la gracia de la Vida nueva, caminando
hacia la luz, abiertos a la esperanza y a la
renovación interior.
(Canto… Ingresa la procesión de entrada)
3. -SALUDO INICIAL
-INTRODUCCIÓN PARA ENCENDER EL CIRIO
Guía 2: Jesús es el árbol de la vida, del
crecimiento espiritual y la esperanza que
debemos cultivar ; que ha venido, y sigue
viniendo a iluminar al mundo.
( La oración la dice el sacerdote después
del saludo inicial, en lugar del acto
penitencial, y enciende el primer cirio, o lo
puede encender un miembro de la
comunidad)
ORACIÓN La tierra, Señor, se alegra en estos
días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo,
que se acerca como luz esplendorosa, para
iluminar a los que estamos en las tinieblas de la
duda, del dolor y del pecado. Lleno de
esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado
éste tronco con luces, al que irá incorporando
ramas verdes y flores, como signo de
reverdecer y florecer en la esperanza de la Vida
que se acerca. . Ahora que empezamos el
tiempo de preparación para la venida de tu Hijo,
te pedimos Padre, que mientras se acrecienta
cada día el esplendor del árbol, nos ilumines
con el esplendor de aquel que, por ser la Luz del
mundo; iluminará todas las oscuridades. Él que
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
4. II DOMINGO DE ADVIENTO
(Después del saludo inicial, en lugar
del acto penitencial)
INTRODUCCIÓN PARA ENCENDER EL II
CIRIO
Guía: Que al encender éste II cirio,
caminemos a la luz del Evangelio,
preparando el camino, y allanando los
senderos al rey de la justicia y la paz!
ORACIÓN (Sacerdote)
Señor Jesús, esta segunda luz que vamos
a encender nos avisa que debemos
preparar tu venida en nuestros corazones,
en nuestras familias, lugares de trabajo, y
en esta comunidad cristiana que visitas
sin cesar cuando te celebramos.
Concédenos que este aumento de la luz
que podemos ver, signifique para cada
uno de nosotros, la preparación para
recibir tu amor y la expulsión de las
sombras del pecado. Te lo pedimos a ti,
que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
5. III DOMINGO DE ADVIENTO
(Después del saludo inicial, en lugar
del acto penitencial)
INTRODUCCIÓN PARA ENCENDER EL III
CIRIO
Guía: Jesús es el Mesías esperado! Que el
gozo de ésta noticia; al encender el tercer
cirio, nos convierta en luces, que anuncien
al Señor que viene a restaurar nuestras
vidas, familias y comunidades.
ORACIÓN (Sacerdote)
Avanzando hacia tu encuentro Cristo Jesús,
nos preparamos animados por la palabra
profética del santo Precursor, Juan el
Bautista. Próximos a celebrar la fiesta de tu
nacimiento, crece nuestra alegría porque
sigues con nosotros y no has dejado de
hacerte presente en tu Iglesia para cumplir
la obra inmensa de la salvación del mundo.
Te recibimos, sacerdote eterno, en nuestra
asamblea, santo y dador de la alegría,
Jesucristo. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
6. IV DOMINGO DE ADVIENTO
(Después del saludo inicial, en
lugar del acto penitencial)
INTRODUCCIÓN PARA ENCENDER EL
IV CIRIO
Guía: Al encender hoy el IV cirio,
sentimos la cercanía de la Navidad,
pensamos en María, y con ella nos
preparamos gozosos, disponiendo el
corazón para recibir a nuestro Salvador.
ORACIÓN (Sacerdote)
Alégrate Iglesia, porque María y José
han creído en el Señor. Y así el
Emmanuel, “Dios con nosotros”, viene a
salvar a su Pueblo de todas sus
dificultades y sus pecados. Alégrate
Iglesia, porque caminas con Cristo al
encuentro de todas las personas
necesitadas de luz. Que el Señor nos
conceda seguir avanzando juntos con
Él, luz de luz, que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.