La Edad Media se extendió desde el siglo V hasta el XV y estuvo marcada por la caída del Imperio Romano, el surgimiento del Imperio Bizantino y la expansión del Islam. El Imperio Bizantino preservó la cultura clásica en Europa oriental, Grecia y Asia Menor, mientras que Europa occidental experimentó la fusión de germanos, romanos y cristianismo. Finalmente, Mahoma fundó el Islam en la península arábiga, y este se expandió conquistando España y gran parte de Medio Oriente.