Lilly Soto Vásquez. Universidad Pontificia de Salamanca, Universidad Galileo; Universidad Rafael Landívar y Universidad de San Carlos de Guatemala , Universidad Mariano Gálvez•81.6K vistas
1. Una “auténtica”
filosofía latinoamericana
El gran amor por la sabiduría inicio según los grandes investigadores e historiadores de la
filosofía cerca de la región de Jonia, en la antigua Grecia alrededor del siglo VI a.c cuando
aquellos primeros amantes de la sabiduría y el conocimiento empiezan a preguntarse sobre
una serie de situaciones en la que el hombre estaba sujeto y que hasta aquel entonces estaban
inmersas en las veleidades de los dioses y sus acciones sobre el hombre. Surgía el mito como
la respuesta a la que el hombre disponía de frente a los fenómenos que le rodeaban, sin
embargo, es en esta época que se dará la aparición de ciertos pensadores quienes de primera
mano buscaran respuesta racional a grandes interrogantes: ¿quién soy?, ¿qué es la naturaleza?
y ¿cómo se produce el conocimiento? Es sin duda la filosofía un momento cumbre de cambio
en la concepción racional del ser. De la historia mítica y fantástica al ejercicio del raciocinio
y el conocimiento.
Lo menciona Frederick Copleston en su volumen I sobre Historia de la filosofía” Por lo tanto,
los griegos surgen indiscutiblemente como los primeros pensadores y científicos de Europa,
Ellos por primera vez buscaron el saber por lo que en sí vale, y lo buscaron con un espíritu
científico libre y sin prejuicios.”1
Esto marcará la pauta para, hasta hoy, conocemos como filosofía, rama del saber que ya en
esta época postmoderna ha encontrado múltiples vertientes de donde se diversifica el
pensamiento humano. Sin embargo, nuestro ensayo no pretende esgrimir toda la historia de
la filosofía pues ese no es el motivo que el mismo sino apenas dilucidar una pequeña
introducción al tema. Este ensayo pretende argumentar la existencia posible, real de una
filosofía latinoamericana por la cual señalaremos varios aspectos a considerar en el trascurso
del escrito académico.
La filosofía no son simples opiniones ni exposiciones aisladas de un pensamiento
contextuado que se van acumulando. Hay, más bien, en ella continuidad y conexiones, acción
1
Copleston, Frederick Charles (2000-2004). Historia de la filosofía. Barcelona: Editorial Ariel
2. y reacción, tesis y antítesis, y ninguna filosofía se puede entender realmente del todo si no se
la ve en su contexto histórico y a la luz de sus relaciones con los demás sistemas. No
podríamos entender a Platón sin entrar en contexto con su pasado. Incluso no podríamos
comprender la gesta filosófica de Santo Tomas de Aquino si no miramos hacia atrás el
concepto tomado del mismo Aristóteles.
Es decir, la filosofía y todo sistema filosófico tiene un antes y un después. No podemos
“encajonar” una filosofía como algo sacado del “sombrero de un mago”. Hay una razón vital
en el desarrollo de nuevos sistemas filosóficos que vienen a romper con el paradigma
establecido.
Nuestro ensayo tratará de determinar argumentativamente la existencia de una filosofía
latinoamericana que sin escapar a esta historia universal pueda encontrarse y vislumbrarse
como objeto vivo entre la “europeización” a la cual fuimos inculcados desde nuestra primera
formación. Nuestra hipótesis quiere constatar la existencia de filosofía latinoamericana y
determinar la naturaleza de su existencia: ¿Cuál es el verdadero ser y rostro de la filosofía
latinoamericana?
Ahora intentaremos abrir el panorama ante la posibilidad de la existencia de una filosofía
latinoamericana, aquella que ha surgido desde el pensamiento nativo de nuestra América
originaria, insertándonos en medio de nuestras épocas más convulsas posterior a la conquista,
así como el movimiento independentista hasta la influencia que hoy la tierra de América
Latina recibe de las grandes periferias en el mundo.
Francisco Miró al referirse a este tema en procura de identificar a la filosofía Latinoamérica
como un órgano vivo dentro del pensamiento local habla de tres posturas o elementos que
contribuyen a determinar o no, la existencia de filosofías locales o nacionalistas. “La postura
universalista que nos encierra a un solo modo de hacer filosofía mientras los nacionalistas
determinan un modo de hacer filosofía más específica además de una cosmovisión
determinada. Los de postura intermedia o perspectivista hablan de una posibilidad fehaciente
de hacer filosofía respondiendo a las grandes interrogantes universales pero desde una
3. realidad y perspectiva especifica que la define, la atañe y la caracteriza” 2
.Dirá J Gaos en este
tema:
“Ahora bien, si aceptamos la "nación “como podemos aceptar la "región" en cuanto "hecho
diferencial" en la expresión cultural y filosófica de los pueblos, habremos encontrado el
término medio equilibrado que puede salvar las historias "nacionales" de la filosofía. La
cuestión es evidente y se ve muy facilitada si eludimos el término "nacional" en su significado
más fuerte, eso es precisamente lo que ocurre con la doctrina filosófica de la "circunstancia",
tal como la expusimos anteriormente”3
Este primer contenido que Gaos nos ofrece nos lleva
a argumentar la existencia de una filosofía latinoamericana bajo esta línea. No podemos
monopolizar la filosofía y su quehacer en el “europeísmo” parcial y radical y mucho menos
condicionarla a este punto de partida para validar o no un quehacer intelectual nacionalista o
regional. Decir que no hay forma de hacer filosofía en mi contexto propio sería contradecir
mi propia realidad subjetiva como un ser social que recibe múltiples influencias culturales,
políticos, sociales, de relaciones y por tanto condicionaríamos nuestro conocimiento al mejor
estilo de los empiristas (John Locke) como una “tabula rasa” la cual simplemente recibe la
impresión de una filosofía única y de rostro europeo. Este mismo argumento tendría que
condicionar la experiencia oriental de hacer filosofía a un ”copismo” de la filosofía única.
Por ello el primer punto de este señalamiento es decir apoyando la postura de J. Gaos y de
Miró en cuanto a la postura intermedia-perspectivista del quehacer del pensamiento
filosófico. Bastaría conjuntar a una serie de personas parte de las distintas áreas de un país
para encontrarnos con perspectivas diferentes sobre temas determinados iniciando desde el
lenguaje mismo. De este modo, el pensamiento humano que busca respuestas a las grandes
preguntas universales sin duda alguna pueden verse contextualizadas por el lugar o el
individuo étnico que lo plantea y eso nos hace argumentar sin dudas, que en Latinoamérica
desde los primeros poblados originarios ha habido existente una filosofía autóctona
“autentica”. Debemos remontarnos a los primeros siglos que hoy por hoy se registran de las
2
Francisco Miró Quesada "La filosofía y la creación intelectual" en Pablo González Casanova (coord.)
Cultura y creación intelectual en América Latina, México: Siglo XXI Editores, 1984
3
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras12/col2/sec_1.html
4. sociedades tribales que hacían nuestra América Latina originaria y a ahondar en nuestro
verdadero ser cultural, aquel que aun podía acercarse a sus raíces más profundas sin el dolor
de la esclavitud y el etnocidio colonial a causa del extranjero y de aquel que ha sido un errante
sobreviviente en esta historia de libertad a la que ha sido relegado los últimos 300 años.
Determinar el rostro de la filosofía latinoamericana es determinar el rostro del sujeto
cognoscente que ha hecho de su vivencia una filosofía...Presente entre los pensamientos de
los pueblos y entre las enormes historias que el pasado nos relata al caminar por nuestras
calles. En Latinoamérica ha habido filosofía, una filosofía presente en los pueblos originarios
aquellos que hoy mismos nos hacen ser lo que somos. En este apartado Jorge Gracia e Ivan
Jaksic menciona al respecto: “si existía o había existido una actividad filosófica en nuestros
países, cualesquiera que ésta hubiera sido. La respuesta es obvia porque efectivamente, la
filosofía ha tenido una función en nuestras sociedades a lo largo de la historia. El otro
problema era si podía plantearse un carácter peculiar "latinoamericano" de ésta filosofía. Esta
cuestión llevaba, a su vez, a preguntarnos por el significado e importancia de "lo
latinoamericano" y su equivalencia con "lo griego", "lo alemán, "lo francés" o "lo inglés" de
las respectivas filosofías”4
Leopoldo Zea argumentando esta postura que “Nuestra filosofía comienza con la polémica
sobre la humanidad del indígena, del nativo de estas tierras en el momento de la colonización
española. En Latinoamérica la filosofía ha tenido una función y ésta ha sido una función
ideológica con respecto al orden social y político”.
Ya en esta instancia de nuestro recorrido intelectual hablamos de una característica
determinante sobre el pensamiento filosófico. La filosofía en Latinoamérica ha asimilado el
conocimiento importado recibido de Europa para redirigirlo a sus necesidades, no como una
legitimación de dominio sobre el pensamiento local sino de libertad. Una libertad que se ha
buscado de entre los enormes conflictos que han caracterizado a estas tierras de encanto, pero
también de opresión, de lucha, de dominio.
4
Jorge E. Gracia e Iván Jaksic, Filosofía e identidad en América Latina. Monte Avila, Venezuela, 1983.
5. Nuestra filosofía, que parece no tener el prestigio ni la catedra académica concebida en el
occidente europeo se halla presente, respirando nuestro mismo aire de libertad e intacta en
su esencia. Esa esencia que la hace ser latina, que la hace nuestra.
Nuestra labor sigue intacta en búsqueda de este código latino. Concluimos esta primera
reseña de este ensayo argumentativo con una frase de Mariátegui ;
"SOMOS PUEBLOS NACIENTES, LIBRES DE AMARRAS Y ATAVISMOS, CON
INMENSAS POSIBILIDADES Y AMPLIOS HORIZONTES DELANTE DE NOSOTROS.
EL CRUZAMIENTO DE RAZA NOS DIÓ UN ALMA NUEVA. AL INTERIOR DE
NUESTRAS FRONTERAS ACAMPA LA HUMANIDAD. NOSOTROS Y NUESTROS
HIJOS SOMOS SÍNTESIS DE RAZAS”5
5
MARIÁTEGUI, J. C. [1986]. "Existe un pensamiento hispanoamericano?" In: G. Marquínez Argote
(organizador). Qué es eso de filosofía latinoamericana? Bogotá: El Buho, pgs. 60-65
6. Bibliografía
Copleston, Frederick Charles (2000-2004). Historia de la filosofía. Barcelona: Editorial Ariel
MARIÁTEGUI, J. C. [1986]. "Existe un pensamiento hispanoamericano?" In: G. Marquínez Argote
(organizador). Qué es eso de filosofía latinoamericana? Bogotá: El Buho, pgs. 60-65
Jorge E. Gracia e Iván Jaksic, Filosofía e identidad en América Latina. Monte Avila, Venezuela, 1983.
Francisco Miró Quesada "La filosofía y la creación intelectual" en Pablo González Casanova (coord.)
Cultura y creación intelectual en América Latina, México: Siglo XXI Editores, 1984
Fuentes de información
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras12/col2/sec_1.html tomado el 13 de septiembre
a las 3:59pm