Cada nombre se usaba según el origen de las personas con las que hablaban.

Si le preguntaba un romano, decía: Soy Pablo, ciudadano de Tarso.

Si le preguntaba un hebreo decía: Soy Saulo, fariseo de Jerusalén.

Esto implicaba:

seguridad contra los azotes;

no se le podía aplicar la sentencia de muerte sin un juicio;

derecho a votar;

derecho a hacer contratos;

tener un matrimonio legal;

Muchos cristianos conocidos han conocido la salvación en Cristo a través de las páginas de esta carta, por ejemplo, Agustín de Hipona y Martín Lutero, Juan Calvino y John Wesley.

En la época del NT se encontraba en pleno apogeo de su crecimiento con una población de más de un millón de personas procedentes de todas partes.

Se puede entender que la carta era un medio para introducirse a los creyentes en Roma.

Estaba solicitando apoyo para su proyectado viaje misionero a España. (15:24, 28)

Deseaba explicar su teología a los romanos y aplicarla a las cosas practicas de la vida diaria.

“en la cual un maestro trataba de persuadir a los estudiantes de la verdad de una filosofía mediante un diálogo imaginario, usualmente en la forma de preguntas y respuestas”.

Clemente Romano

Ignacio

Justino Mártir

Poilicarpo

Hipólito

El Canon Muratori

Irineo

Tertuliano