Las marcas de comida rápida buscan satisfacer la demanda de los consumidores por rapidez, precios bajos y calidad constante mediante la estandarización de sus productos y procesos. Se enfocan en ofrecer valor agregado a través de la atención al cliente y promociones para diferenciarse de la competencia. Su relación con los consumidores se basa en la velocidad de servicio y proximidad.