1. MANUAL DE MANTENIMIENTO
FRENO DE DISCO
Los frenos de una moto son quizás el componente
más importante a nivel de seguridad. No vale solo
con tener un buen equipo, también hay que
mantenerlo en perfecto estado para que si llega el
caso, nos pueda salvar el pellejo.
No hay nada más desagradable y sobre todo más
peligroso que una moto que frene mal. Salvo que la
moto tenga más de 40 años, lo más probable es que
si esto sucede, sea por un mal estado del sistema de
frenos, así que vamos a ver como solucionarlo.
Además de sustituir las pastillas de freno cuando están gastadas, hay una par de operaciones de
mantenimiento que ayudan mucho a tener una buena frenada.
Lo primero, vamos a hacer un breve repaso de cómo funciona un sistema de freno de disco, el más utilizado
en las motos modernas.
Cuando apretamos la maneta de freno, desplazamos el embolo interior de la bomba, lo que provoca que la
presión del líquido hidráulico que hay dentro del sistema de frenos aumente.
Como este líquido no se puede comprimir, transmite esa presión dentro del circuito, es decir, el interior de
los latiguillos y de las pinzas de freno.
2. Como todo el circuito de frenos es
resistente a la presión, la única parte móvil
(los pistones), cede ante esta fuerza,
desplazando con ellos a las pastillas y
apretándolas contra los discos de freno.
En la foto se aprecia el alojamiento de los
pistones en una pinza de freno de dos
pistones simples. A mayor número de
pistones, mejor se distribuye la energía
sobre las pastillas, y por tanto mejor es la
frenada.
A diferencia de esta pinza que solo lleva los
pistones en un lado, la mayoría de las
pinzas de altas prestaciones llevan los pistones opuestos (dos o tres en cada lado) para aprovechar al
máximo la fuerza de frenado.
Cuanto más apretemos la maneta, más apretamos las pastillas contra los discos, provocando un rozamiento
que, convierte la energía cinética de la moto en calor, haciendo que la moto se pare.
Como es lógico, este rozamiento hace que las pastillas se
desgasten en forma de polvo.
Estos restos se quedan pegados al interior de la pinza, y si no
los limpiamos cada cierto tiempo, se llegan a endurecer y a
convertir en una capa dura que no hay manera de eliminar
como se puede ver en la foto de la izquierda, nada que ver con
la pinza limpia de la foto anterior.
Materiales necesarios:
1 bote de líquido de frenos DOT 5
1 trozo de macarrón de plástico transparente. (40 cm aprox)
1 bote de cristal con tapa.
1 spray de limpiador de frenos (contactcleaner)
Papel de limpieza
Herramientas para desmontar la pinza de freno: llaves allen y un juego completo de llaves acodadas
Un lugar estable y nivelado para colocar la moto. Si tiene caballete central, perfecto, en caso de no tenerlo es conveniente pedir
3. un caballete de carreras para asegurar la moto.
Lo primero que hay que hacer es sacar las pastillas. Solo desmontaremos las pinzas de frenos si queremos
limpiar a fondo el sistema, teniendo mucho cuidado de no doblar ni retorcer los latiguillos.
En la foto se aprecia claramente el pasador de retención de las pastillas. Suele ir tapado por una pieza de
plástico y no debe ser apretado en exceso cuando lo montemos para no dañarlo.
Si la moto no monta latiguillos metálicos, puede ser el momento indicado para hacer este cambio, pero hoy
aquí nos limitaremos a cambiar pastillas, líquido de frenos y a revisar todo el sistema a fondo.
Una vez retirado el pasador ya podremos sacar las pastillas.
Si no podemos sacarlas con la mano habrá que hacer palanca
con un destornillador plano entre el disco y las pastillas para
separarlas. Mucho ojo al hacerlo para no dañar el disco, es
conveniente protegerlo con un cartón o
similar.
La mejor forma de limpiar las pinzas de freno
es usando un limpiador de contacto en spray,
no son caros y son fáciles de encontrar en
cualquier tienda de recambios de automóvil.
Este tipo de productos se evapora muy
rápidamente y no deja nada de residuo. Nada
de ahorrar producto, hay que pulverizar
generosamente para que el limpiador
4. arrastre con el la suciedad.
Como se ve en la foto es conveniente poner un papel o similar para recoger el líquido que cae y evitar poner
el suelo perdido.
Para asegurarnos bien de que los pistones se deslizan correctamente por sus guías, bombearemos muy
despacio hasta que salgan ligeramente de su alojamiento, siempre muy despacio para evitar que se salgan
del todo aplicando limpiador en el proceso.
Para asegurarnos de que los pistones no se salen podemos usar las pastillas de freno gastadas como tope y
con un destornillador plano y mucho cuidado los volveremos a introducir en su sitio haciendo palanca en las
pastillas, nunca directamente sobre el pistón.
Repetiremos la operación las veces que sea necesario hasta que veamos un tacto suave y continuo, sin
saltos ni puntos duros.
Ahora que ya se supone que tenemos el sistema limpio podemos
montar las pastillas nuevas y proceder al cambio de líquido.
En el mercado hay cientos de marcas de líquido de frenos y todas ellas son buenas,
lo importante es asegurarse de la calidad del líquido a través de su clasificación
DOT.
Esta clasificación tiene varios sistemas para medir la calidad de un liquido, pero la
más importante es el punto de ebullición, es decir, la temperatura a la que el líquido
comienza a hervir. Cuando esto sucede, se generan burbujas de gas que provocan el
famoso tacto “esponjoso”. A diferencia de un líquido, el gas sí se puede comprimir,
de tal forma que cuando apretamos la maneta, la fuerza que hacemos comprime las
burbujas en lugar de apretar las pastillas contra los discos, por lo que perdemos
potencia de frenado y la mayor parte del recorrido de la maneta se vuelve inútil,
pudiendo incluso en casos graves, hacer tope con el manillar.
Para evitar esto hay que usar siempre líquidos de clasificación DOT 4 y mejor aún,
DOT 5.
5. Otra característica de los líquidos de freno es que son muy
corrosivos, se llevan por delante casi cualquier pintura y
suelen dañar los plásticos, por lo que hay que evitar como
sea que caiga sobre la moto.
Antes de abrir el depósito de líquido de frenos del manillar
es necesario protegerlo con un trapo, un calcetín viejo o
algo similar. Si el líquido cae sobre la moto, dejará una
huella difícil de borrar.
Para cambiar el líquido debemos rellenar el depósito de
frenos con liquido nuevo.
Ojo, cuando digo nuevo quiero decir NUEVO, de un bote a estrenar. Al poco
tiempo de abrirlo el líquido de frenos adsorbe humedad del ambiente y pierde
propiedades, hasta el punto de ser peligroso su uso. Nunca reutilicéis un bote
viejo.
En las pinzas de freno encontraremos uno o varios
purgadores. Tienen forma de tuerca con un tetón taladrado
para dar salida al líquido y generalmente se accionan con una
llave de 6 mm.
Para purgar el sistema hay que abrir el depósito de líquido.
Para ello es necesario tener la moto bien asentada sobre una
superficie estable y nivelada, con la rueda sujeta para evitar
que por un golpe derramemos todo el líquido del depósito
abierto., y una vez hecho presionaremos la maneta varias veces hasta notar un tacto duro.
En ese momento y sin soltar la maneta aflojaremos el purgador de la pinza lo justo para que salga el líquido
usado y tan pronto como la maneta ceda lo volveremos a cerrar.
Al aflojar los purgadores, abrimos el circuito de frenos y el líquido sale por ellos, por lo que es necesario
poner un macarrón de goma en el extremo de estos para que el líquido caiga en un lugar controlado y no
por toda la moto. Lo ideal es un bote de cristal de mermelada, o similar como se ve en la foto superior. Este
líquido lo llevaremos a un centro de recogida de residuos.
Repetiremos todo el proceso hasta que el líquido que salga
por el macarrón se vea limpio.
Entre purga y purga hay que rellenar el depósito con nuevo
líquido, teniendo mucho cuidado de que nunca baje el nivel de
la mitad del mismo. Si esto ocurre podría entrar aire en lugar
6. de líquido, y tendríamos que purgar el circuito desde el principio.
Una vez acabado el proceso y cerrado el depósito comprobaremos el apriete de todos
los tornillos y pasadores, verificaremos en parado que el tacto es correcto y daremos
una vuelta despacio y tanteando el tacto de freno con mucho cuidado.
Antes de salir a carretera revisaremos a fondo que no haya pérdidas de líquido y aún
así es necesario extremar las precauciones los primeros kilómetros y es conveniente
revisar de nuevo tras una salida o viaje para asegurarnos que no se haya podido aflojar nada. Con los
frenos no se debe jugar.