1. R. DESCARTES. Meditaciones Metafísicas<br />“Cerraré ahora los ojos, me taparé los oídos, suspenderé mis sentidos: hasta borraré de mi pensamiento toda imagen de las cosas corpóreas, o, al menos, como esto es casi imposible, las reputaré vanas y falsas; de este modo, en coloquio sólo conmigo y examinando mis adentros, procuraré ir conociéndome mejor y hacerme mas familiar a mi propio. Soy una cosa que piensa, es decir, que duda, afirma, niega, conoce unas pocas cosas, ignora otras muchas, ama, odia, quiere, no quiere , y que también imagina y siente, pues, como he observado más arriba, aunque lo que siento e imagino acaso no sea nada fuera de mí, y en sí mismo, con todo estoy seguro de que esos modos de pensar residen y se hallan en mí, sin duda. Y con lo poco que acabo de decir, creo haber enumerado todo lo que sé de cierto, o, al menos, todo lo que he advertido saber hasta aquí”.<br />Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto.<br />Explicar el problema del conocimiento en Descartes y desarrollar sistemáticamente las principales líneas de su pensamiento.<br />Relacionar el pensamiento de Descartes con su marco histórico, sociocultural y filosófico.<br />Explicar el tratamiento del problema del conocimiento en un autor o corriente filosófica que no pertenezca a la época moderna.<br />Pregunta 1.<br />En el texto busca la definición del yo, y se inicia con la posibilidad de suprimir los estímulos recibidos por los distintos sentidos, y por ello la ausencia de datos sensibles para poder examinar su interior y quedarnos con la mente, con el espíritu, la conciencia... con el cogito. Esto se justifica porque, según Descartes, los sentidos nos engañan y hay que dudar de ellos. De este modo nos conoceremos mejor eliminando lo sensible y prestando atención a lo sensible. Alcanza así la conclusión de que yo soy una cosa que piensa, que duda... esto es, que el hombre existe, primeramente como cogito. De esta conclusión continuará su argumento hasta alcanzar la certeza absoluta e independiente de la realidad sensible que guiará su pensamiento y doctrina: cogito, ergo sum.<br />Pregunta 2<br />Descartes quiere construir mediante la razón un sistema de proposiciones verdaderas, fundamentado en unos principios indudables. El modelo de sistema son las matemáticas, ciencia en la que la razón pasa de verdades evidentes a verdades deducidas. El objetivo es que todo el universo pueda ser entendido al modo matemático, con certeza y seguridad, es decir, unificar todos los conocimientos que tiene el hombre hasta su época bajo ese modelo. Todo lo que esté dentro de este sistema será verdadero, y lo que no quede incluido, será falso. Para alcanzar dicho objetivo Descartes cree que lo primero que tenemos que conocer es cómo funciona la razón. Este tipo de conocimiento se basa en dos operaciones: la intuición, luz natural que permite conocer un concepto de una manera “clara y distinta”, y la deducción, que consiste en unir estos conceptos verdaderos entre sí. Pero no será únicamente este tipo operaciones lo que nos dará el conocimiento verdadero, sino que necesitaremos de un método.<br />El método son las reglas que garantizan el empleo correcto de las dos operaciones de la mente. Estas reglas son: la evidencia, el análisis, la síntesis y la enumeración. La evidencia nos dice que tan sólo se admita aquel conocimiento que se presenta como evidente, es decir, que sea “claro y distinto”, o lo que es lo mismo, que se conoce sin obstáculos y distinto porque se diferencia de otros conocimientos, no se confunde con ellos. El análisis consiste en descomponer los conocimientos en sus partes más simples, intuiciones y comprobar haber si hay algún error en ellas. En este momento se produce la duda metódica, que consiste en poner en cuestión todo el conocimiento que parecía seguro hasta entonces de un modo universal y radical. Esta duda es constructiva y provisional, tiene como objetivo llegar al final del proceso a la verdad. Esta duda es necesaria dado que los sentidos nos pueden engañar, tampoco podemos distinguir sueño y realidad y podríamos engañarnos, puede existir un genio maligno que nos haga engañarnos. La síntesis: consiste en recomponer el concepto inductivamente, de lo más simple a lo más complicado. Por último la enumeración es la revisión global final para asegurar el conocimiento definitivamente.<br />Una vez definido cómo conocen los hombres queda por definir qué es lo que pueden conocer: la sustancia. Hagamos un recorrido por la experiencia cartesiana y su método, pero primero aclaremos que es la sustancia: la sustancia se define como “aquello que no necesita de otra cosa para existir”, es decir, aquello que tiene en sí mismo la causa de su existencia. Toda sustancia tiene características esenciales o atributos y secundarias o modos. Hay dos tipos de sustancias: las finitas y las infinitas.<br />Según decíamos antes la “Res cogitans” o sustancia pensante (atributo) es la primera verdad que alcanza el método. No podemos dudar de que existimos porque pensamos: dudamos, afirmamos, negamos, recordamos: “cogito, ergo sum”, pienso, luego existo. Por otro lado podemos conocer la “Res extensa” o sustancia extensa (atributo): la extensión es la capacidad de ocupar un lugar en el espacio. Esta sustancia está formada por cualidades primarias, que son tratadas por procedimientos matemáticos. Todo el mundo extenso es materia y movimiento, es decir, Descartes es mecanicista. La materia se mueve por el principio de inercia, tiende a moverse en línea recta y a conservar el movimiento. Ambas son sustancias finitas.<br />La última sustancia que podemos conocer es Dios, única sustancia infinita. Es una idea innata. Para demostrar su existencia, Descartes recurre a un argumento parecido al de S. Anselmo de Canterbury: si yo digo términos como perfección, infinito, entiendo su significado, pero no lo puedo aplicar a ninguna realidad sensible ni racional. Por lo tanto tiene que existir alguien con esas características que la haya puesto en mí, y de ahí se deduce que Dios existe. Además, si digo que Dios es perfecto, dentro de la perfección está la veracidad y la bondad, por lo que Dios se convierte también en la garantía de la veracidad de las otras dos sustancias. <br />De este modo el alma humana tiene como característica fundamental la del deseo, la voluntad, y la de ser libre. Por eso puede dudar y llegar a la verdad. El error se produce cuando elegimos lo que no es evidente o nos dejamos llevar por las pasiones, acciones bien involuntarias (no son libres) o bien irracionales. Con la finalidad de no caer en el error crea la llamada “moral provisional” que queda definida como la aplicación de la “duda metódica” al terreno moral. Hasta que tenga una moral definitiva, que nunca llegó a completar, Descartes se basa en cuatro reglas: la primera nos dice que hay que obedecer las costumbres y tradiciones aceptadas y moderadas; la segunda que una vez que se acepta una opinión, hay que ser coherente y seguirla; después no señala que hay que controlarse uno mismo antes de intentar controlar el mundo; por último nos aconseja revisar las ocupaciones para elegir la mejor a la que dedicar la vida (para él no será otra que la filosofía).<br />Pregunta 3<br />El XVII es un siglo de profundas trasformaciones. Ejemplo de ello son la Reforma Protestante que produjo un cisma en el Cristianismo o las llamadas “Guerras de Religión” entre católicos y protestantes, que influyeron durante dos siglos en la filosofía. De estas guerras, la más importante fue la Guerra de los Treinta Años, en la que lucha el filósofo que nos ocupa, Descartes. Esta guerra divide y empobrece a Alemania, provoca una catástrofe demográfica e impide el desarrollo de las economías agrícolas de la mayor parte de los países de Europa. Sin embargo Francia e Inglaterra logran fortalecerse política y económicamente y sustituyen a España como potencias hegemónicas. Gracias al Mercantilismo, la burguesía tiene un papel económico fundamental y, a nivel político, las Monarquías Absolutas, que centralizaron el poder y mantuvieron los estamentos medievales, hicieron que Francia, bajo el poder de Luis XIV, se convirtiese en la primera potencia europea.<br />En lo relativo al entorno filosófico en el que se desarrolla el pensamiento cartesiano nos encontramos esencialmente con el Racionalismo es la llamada “filosofía continental”. A continuación señalaré a los principales pensadores del momento y explicaré su filosofía. Nicolás de Malebranche, que relaciona cuerpo y alma mediante el Ocasionalismo, teoría que afirma que Dios actúa como intermediario entre ellos, produciendo una idea a partir de un dato sensible, y viceversa. Blaise Pascal, físico y matemático, considera que hay ciertos límites en la razón humana, que debe convivir con lo que denomina “espíritu de finura”, parte emocional del hombre única de captar a Dios. Baruch de Spinoza, su “Ética” es una de las principales obras del Racionalismo. En ella aparece una teoría llamada Panteísmo: reconoce a Dios como única realidad que existe, mientras que el hombre y el resto de la naturaleza sólo son manifestaciones de la Divinidad, que se producen en un ORDEN que la razón es capaz de comprender. A nivel moral, es la razón la que debe guiar la conducta humana dominando las pasiones y en política es partidario de un modelo de Estado que garantice el ORDEN SOCIAL, y que él cree que es la democracia. Por último, Gottfried W. Leibniz, a diferencia de Spinoza, Leibniz afirma que la realidad está formada por infinitas sustancias creadas por Dios a las que llama mónadas, totalmente independientes unas de otras, y que se unen para formar las cosas en un mundo que considera “el mejor de los posibles”, un mundo ordenado con una “armonía pre establecida”. El conocimiento humano se basa en verdades de razón, necesarias, evidentes y basadas en el principio de “no contradicción”. Son las verdades propias de las matemáticas y la lógica.<br />Pregunta 4.<br />Las Ideas de Platón como conocimiento seguro<br />