Osteocondritis del Astrágalo en Jugadores de Hockey
1. Universidad Abierta Interamericana
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud
Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría
Kinesiología Deportiva
Osteocondritis del Astrágalo en el Hockey
Baez, Alejandra
Favaretto, Lucia
Gabba, Savina
Ibargüengoitia, Daniela
2010
2. Índice
Estado del Arte…………………………………………………………………..3
Introducción……………………………………………………………………...4
Reseña Anatómica……………………………………………………………….4
Definición………………………………………………………………………..5
Biomecánica de la lesión………………………………………………………...5
Etiopatiogenia……………………………………………………………………6
Factores de Riesgo……………………………………………………….7
Causas……..……………………………………………………………..7
Epidemiología……………………………………………………………7
Clínica y Sintomatología………………………………………………………...8
Exámenes Complementarios………………………………………….....8
Evaluación Semiológica………………………………………………...10
Tratamiento……………………………………………………………………..12
Quirúrgico………………………………………………………………12
Kinésico………………………………………………………………...12
Etapa 1…………………………………………………………..12
Etapa 2…………………………………………………………..13
Etapa 3…………………………………………………………..13
Etapa 4…………………………………………………………..14
Etapa 5…………………………………………………………..15
Etapa 6…………………………………………………………..15
Bibliografía……………………………………………………………………..16
2
3. Estado del Arte
El hockey sobre césped es un deporte en el que dos equipos rivales de once
jugadores compiten para meter la bocha en el arco del equipo contrario con la ayuda de
un stick que permite controlar la pelota. El objetivo consiste en marcar más goles que el
equipo contrario al finalizar el tiempo de juego reglamentario.
El hockey está integrado por cuatro componentes principales: técnica, táctica,
preparación física y cualidades psiquicas para la competencia. Con respecto a la técnica,
esta implica el desarrollo coordinado de los movimientos del jugador y su seguridad en
el manejo con el palo y la bocha, este es uno de los factores centrales del juego y es el
rasgo decisivo de la capacidad del juego. La táctica comprende fundamentos, reglas y
métodos del juego. Su esencia está dada por el empleo efectivo de los medios del juego
y la lucha bajo constantes cambios de las situaciones del juego y su disputa con el
contrincante. La preparación física, es el componente físico del rendimiento de juego.
Abarca todas las cualidades condicionantes y coordinadas que influyen de distinta
manera sobre el rendimiento. Las cualidades psíquicas para la competencia son reglas
de conducta propias de cada jugador.
Mientras que una lesión física en general puede ser definida como cualquier
tensión en el cuerpo que impide que el organismo funcione adecuadamente y da como
resultado que el cuerpo precise un proceso de reparación, una lesión deportiva se puede
definir además como cualquier tipo de lesión, dolor o daño físico que se produce como
resultado del deporte, la actividad física o el ejercicio. Aunque el término lesión
deportiva puede ser utilizado para definir una lesión ocasionada como resultado del
deporte, se suele usar para lesiones que afectan el sistema musculoesquelético,
compuesto por músculos, huesos, tendones, cartílagos y tejidos asociados.
La osteocondritis disecante del astrágalo es una patología infrecuente. Ocurre en
pacientes jóvenes y puede estar ligada a la práctica deportiva. El esguince traumático de
tobillo es el principal factor etiológico propuesto, seguido de causas genéticas,
endocrinas y vasculares. La forma de presentación habitual es el dolor que se exacerba
con la actividad, con o sin la presencia de sinovitis o disminución de la movilidad
articular.
3
4. Introducción
El término osteocondritis disecante fue introducido en la literatura por Röning en
el año 1888 como una afección de la rodilla caracterizada por el desprendimiento de un
fragmento de hueso subcondral y cartílago articular que puede o no convertirse en un
cuerpo libre articular. Posteriormente Kappis aplicó este término a la articulación del
tobillo.
Aunque la verdadera causa de esta afección permanece en discusión, la
inflamación no ha demostrado ser un factor significativo, por esta razón algunos autores
prefieren llamarla “lesión osteocondral”.1
Reseña Anatómica
HUESOS DEL TOBILLO
La articulación del tobillo está formada por tres huesos:
el peroné,
la tibia y
el astrágalo.
Los dos primeros conforman una bóveda en la que encaja la cúpula del tercero.
Permite, sobre todo, movimientos de giro hacia delante y hacia atrás, que son
movimientos de flexo-extensión del pie. En el sentido lateral, los topes del maléolo
peroneo y maléolo tibial, que son los dos apéndices óseos que continúan peroné y tibia a
ambos lados, impiden un movimiento completo de giro lateral aunque sí permiten su
inicio.
El astrágalo se apoya sobre el calcáneo formando una articulación bastante
plana, sin gran movimiento. Esta articulación subastragalina es fuente de conflictos ya
que soporta la transmisión de fuerzas del peso corporal y rige movimientos finos de
estabilidad del pie. Cuando se deteriora el cartílago de esta articulación, se produce una
degeneración artrósica y dolor, que en ocasiones obliga a la intervención quirúrgica para
suprimirlo o aliviarlo.
El astrágalo se articula, siguiendo la dirección que lleva a los dedos, con el
escafoides y el cuboides, situado en la zona interna y externa del pie, respectivamente.
Entre el escafoides y la línea formada por los metatarsianos, están las tres cuñas. Los
metatarsianos tienen unas bases casi planas y unas cabezas esféricas para articularse con
las primeras falanges de los dedos.2
El astrágalo
Situado en el vértice del tarso posterior, es el hueso distribuidor del peso del cuerpo y de los
esfuerzos sobre el conjunto del pie:
1
Alvarez López, A. (2003). Osteocondritis disecante del astrágalo. Disponible desde: URL:_
http://bvs.sld.cu/revistas/ort/vol17_1-2_03/ort151-203.htm
2
Biolaster. Apoyo científico y tecnológico para el deporte. Anatomía. Huesos del tobillo. Disponible
desde URL: http://www.biolaster.com/ traumatologia/ tobillo/ anatomia.
4
5. Por intermedio de su cara articular posterior, la polea astragalina, recibe el peso del
cuerpo y las fuerzas transmitidas por la pinza bimaleolar y las distribuye en tres
direcciones:
• Hacia atrás el talón, es decir, la tuberosidad a través de la articulación calcáneo-
atragalina posterior.
• Hacia adelante y adentro, en dirección al arco interno de la bóveda plantar por
medio de la articulación astrágalo-escafoidea.
• Hacia delante y afuera, en dirección al arco externo de la bóveda plantar, a través de
la articulación calcáneo-astragalina anterior.3
Figura 1. Huesos del Tobillo: Extraido desde: http://www.abcfisioterapia.com/fisioterapia-
fractura-estres-astragalo.html
Definición
En la Osteocondritis Disecante del Astragalo se produce un desprendimiento de
un fragmento de hueso subcondral y cartílago articular que puede o no convertirse en un
cuerpo libre articular. Habitualmente, es el resultado de un traumatismo agudo o de
microtraumatismos repetidos, o de una isquemia local en esa zona del hueso.
Frecuentemente es una asociación de ambas causas; sobre una base traumática se
instaura una isquemia que con el tiempo da lugar a la fractura subcondral.4
Biomecánica de la lesión
Una mecánica de trauma común de lesión de tobillo es la de inversión con
rotación externa de la tibia que proporcionaran lesiones por tracción y compresión de
las estructuras anatómicas que componen el compartimiento lateral. Se define como
zona de inversión la parte externa de tobillo, que va desde la base del maleo peroneo
hasta la metafisis proximal del quinto metatarsiano. En profundidad ocupara hasta el
canto interno de la bóveda astragalina.
La inversión del pie se lleva a cabo a partir de un descenso de la porción
anterior del calcáneo, colocándose en equino; desplazamiento del calcáneo hacia dentro,
colocándose en varo; giro hacia dentro del calcáneo, mirando la planta del pie hacia
3
Kapandji, I. Cuadernos de Fisiología Articular. 4ta. Edición. España. Ed. Masson, s.a. 1991.
4
Biolaster Apoyo Científico y Tecnológico para el Deporte (2005) Osteocondritis Disecante de
Astrágalo. Disponible desde: URL:_http://www.biolaster.com/news/1109938382
5
6. adentro colocándose en supinación y desplazamiento hacia tras del calcáneo, quedando
la parte anterior en una situación mas posterior que el astrágalo. Además, a nivel de la
articulación medio tarsana, el escafoides se desplaza hacia dentro con un ligero
movimiento de supinación y el cuboides, al mismo tiempo que supina, se desliza hacia
dentro del calcáneo.
Cuando se pierde el soporte ligamentoso, la rotación externa de la
tibiastragalina aumenta, en ese movimiento los peroneos se activan
electromiograficamente a los 54 msec de iniciado el movimiento para controlar el gesto
pudiendo así ocasionar fractura transversal del maléolo externo; lesión de los
ligamentos externos del tobillo; fracturas osteocondrales externas del astrágalo;
osteocondritis interna del astrágalo y necrosis del mismo; arrancamiento de la bese del
quinto o primer metatarsiano y fractura trabecular en cualquier hueso que componga la
articulación.
Una vez instalada la lesión, dependiendo de la magnitud y lado afectado
(dominante o no dominante), es muy probable que se desarrolle una inestabilidad
anatómica seguido de una inestabilidad mecánica (disminución de los estímulos
propioceptivos y debilidad de los peroneos) y que finalmente ocasionará una
inestabilidad funcional.5
Etiopatogenia
Aunque la mayoría de los autores coinciden en que la causa más aceptada es la
traumática, esto no ha sido completamente demostrado. Existen otras hipótesis como:
alteraciones óseas y cartilaginosas, alteraciones endocrinas, isquémicas y alteraciones
genéticas.
Clasificación
Desde el punto de vista práctico, la osteocondritis del astrágalo puede ser de 2
tipos, laterales y mediales. Las laterales son generalmente de causa traumática por un
mecanismo de inversión y dorsiflexión y se localizan en la región anterolateral del
astrágalo, son superficiales, tienen una gran diversidad de síntomas y los cambios
degenerativos son muy frecuentes. En las osteocondritis mediales la etiología es
generalmente atraumática y en ocasiones traumáticas por un mecanismo de inversión,
flexión plantar y rotación lateral de la tibia sobre el astrágalo. Se localizan en la región
posteromedial, son lesiones profundas en forma de cúpula, los síntomas son escasos y
los cambios osteoartríticos son poco frecuentes.6
5
Peçanaha, C. Conceptos neuro fisiológicos y biomecanicos en la rehabilitación de la inestabilidad
funcional de tobillo. (2002). Disponible desde:
URL:_http://www.rubensvalenzuela.com/descargas/art348.pdf
6
Op. cit.
6
7. Tipos Mec Localiza Form Sintomat C
de anismo de ción a ología ambios
osteocondritis producción degenerat
ivos
Lateral Inver Anterolat Superf Abundant M
es sión y erales iciales e uy
dorsiflexión frecuente
Medial Inver Posterom Profu Escasa P
es sión, flexión ediales ndas cúpulas oco
plantar y frecuente
rotación
lateral de la
tibia sobre el
astrágalo
TABLA 1. Diferencias entre osteocondritis medial y lateral. Extraído
de:http://bvs.sld.cu/revistas/ort/vol17_1-2_03/ort151-203.htm
Factores de Riesgo
Intrínsecos:
Dependen de:
-las características fisiológicas
-características psicológicas de cada atleta.
Extrínsecos:
Dependen de:
-errores de entrenamiento
-tecnopatías
-condiciones ambientales
-terrenos de juego en mal estado, o no adecuados para la práctica de
determinado deporte.7
Epidemiología
Las lesiones osteocondrales de tobillo constituyen una patología relativamente
rara. Suponen únicamente un 4% de todas las osteocondritis. La mayoría de las lesiones
osteocondrales del tobillo se localizan en la cúpula astragalina y son extremadamente
raras las lesiones localizadas en la superficie articular tibial. A pesar de que muchos
pacientes refieren historia clínica de traumatismo, su etiología permanece aún incierta.8
La lesión es más frecuente en chicos que en chicas en razón 2:1 y que se puede
afectar por igual el miembro izquierdo que el derecho, siendo relativamente frecuente la
afectación bilateral.9
Causas
1) Los factores hereditarios parecen factores bastante importantes porque:
- Hay familias con predisposición a padecer esta enfermedad.
7
Piatigorsky, O. (1998) Lesiones osteocondrales en deportistas Disponible desde:
URL:_http://www.aatd.org.ar/revista_aatd/1998_n1/1998_n1_art3.htm
8
Op. cit.
9
Gascó, J. Necrosis ósea. (2004) Osteocondrosis. Osteocondritis Disecante. Disponible desde:
URL:_http://heinerandresgarciafragozo.blogspot.es/img/osteocondritis.pdf
7
8. - Se ha observado asociada con otras enfermedades tales como enanismo, tibia
vara, enfermedad de Perthes.
- Un 30% de los pacientes tienen lesiones múltiples y un 13% tienen estatura
Corta.
- Presencia de núcleos epifisarios accesorios.
2) Isquemia: Interrupción del aporte vascular a un área del hueso subcondral y
la consiguiente necrosis.
3) El traumatismo juega también un papel importante en la causa de la
osteocondritis disecante, el 40% de los casos recoge una historia de trauma previo. El
área de necrosis avascular en la superficie convexa de la epífisis no suele ser superior a
los 2 cm de diámetro. Cualquiera que sea la causa, los osteocitos mueren, pero el
cartílago articular que cubre al hueso, nutrido por el líquido sinovial, sigue vivo. El
crecimiento de tejido de granulación en el lecho del fragmento diseca al fragmento
necrótico y lo aísla. Si el cartílago articular permanece indemne suele acabar por
curarse. Si se produce un traumatismo, se puede fracturar el cartílago y desprenderse el
fragmento convirtiéndose en un cuerpo libre intrarticular osteocartilaginoso llamado
“ratón articular”.10
Clínica y sintomatología
Existen dos formas clínicas de presentación de esta entidad; trauma agudo por
inversión del tobillo y dolor o inestabilidad persistente que no responde al tratamiento
conservador.
El síntoma fundamental es el dolor localizado en la región afectada y
acompañado de episodios de inflamación, además el paciente puede referir bloqueo e
inestabilidad de la articulación del tobillo. En el examen físico de pacientes con lesiones
posteromediales se encuentra dolor a la palpación especialmente con el tobillo en
dorsiflexión en el área posterior al maléolo medial. Cuando la afección es anterolateral
se encuentra dolor lateral a la palpación con el tobillo en flexión plantar, la crepitación
se detecta en movimientos activos o pasivos de la articulación, además puede detectarse
hiperlaxitud asociada.11
Además de las formas clínicas mencionadas, también se las puede separar
aquellas que afectan a los niños y adolescentes y otra a los adultos. Esta clasificación
está en función de que aún permanezcan abiertos los cartílagos de crecimiento y en
función de ello variará el pronóstico.
Normalmente no existen síntomas durante las fases iniciales de necrosis. En la
fase de revascularización el paciente puede tener dolor local intermitente con alteración
leve en la función articular. Durante esta fase inicial muchos casos son hallazgos
casuales al realizar exploración radiográfica por otros motivos. La exploración clínica
en estas fases puede mostrar un ligero derrame sinovial, ligera atrofia muscular por
desuso y no existe limitación de la movilidad. Luego estos síntomas no deben valorarse
como signos de desprendimiento del fragmento. Cuando el fragmento sufre disección y
figuración del cartílago el dolor y las molestias se hacen más constantes y pueden llegar
a aparecer bloqueos articulares intermitentes.12
10
Ibíd.
11
Alvarez López, A. Osteocondritis disecante del astrágalo. Revisión del tema. Archivo Médico de
Camagüey 2003; 7(5) 1025-0255
12
Ibíd.
8
9. Exámenes Complementarios
La exploración radiográfica se caracteriza por la aparición de una línea
radiolúcida que rodea un segmento óseo más o menos denso. A veces para su
visualización se requieren proyecciones oblicuas o tangenciales. En las radiografías no
es posible determinar si el cartílago está o no intacto. Tampoco en la Tomografía Axial
Computarizada.
2A
2B
9
10. 2C
w
Figura 2 a-c. Osteocondritis disecante del astrágalo. Fragmento óseo a nivel de la cúpula
astragalina medial. a) Rx simple. b) TC c) RM. Extraído de: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-
93082005000200008&script=sci_arttext
La artroscopia y la Resonancia Magnética con o sin ayuda de medio de
contraste, si son las exploraciones útiles para valorar si hay fisuración o fractura en el
cartílago.
Según estas exploraciones se clasifican en cuatro estadios o grados:
Grado I. Lesión visible en las radiografías como área de compresión del hueso
subcondral
Grado II. Fragmento osteocondral parcialmente desinsectado
Grado III. Fragmento completamente desinsertado pero que permanece en el
cráter
Grado IV. Fragmento completamente desinsectado con desplazamiento fuera del
lecho (cuerpo libre)
Evaluación semiológica
Para detectar el sitio de lesión pueden realizarse tres maniobras:
1.Dorsiflexión de tobillo: el paciente refiere dolor en el área posterior del maléolo lo
que indica lesión postero-medial .
2.Flexión plantar: a la palpación el paciente indica dolor lateral que evidencia una
lesión antero-lateral.
3.Movimientos activos o pasivos de la articulación: se puede detectar crepitación
e hiperlaxitud asociada.
10
11. Para detectar lesiones ligamentarias:
Prueba de cajón anterior de tobillo
Objetivo. Valorar el grado de inestabilidad anterior del tobillo.
Posición del paciente. Decúbito supino, con el pie relajado.
Posición del examinador: De pie, a los pies del paciente.
Ejecución: El examinador recoge en su mano caudal el calcáneo, de
modo que la planta del pie queda enfrentada a la cara anterior de su
antebrazo. Con la mano cefálica abarca el tobillo del paciente sobre la
cara anterior de los maleolos. Provoca una tracción anterior del pie
evitando cualquier movimiento del segmento de la pierna.
Hallazgo positivo. Excesivo desplazamiento anterior del astrágalo bajo la
mortaja tibioperonea.
Prueba de cajón anterior de tobillo II
Objetivo. Valorar el grado de inestabilidad anterior del tobillo.
Posición del paciente. Decúbito prono, con el pie fuera de la mesa.
Posición del examinador: De pie, a la altura del maleolo lateral, sitúa una
mano sobre la cara posterior de la pierna, por encima de los maleolos. La
otra mano aplica la primera comisura sobre el calcáneo y lo abraza..
Ejecución: mientras la mano cefálica estabiliza el segmento tibioperoneo,
con la mano caudal ejerce un empuje vertical y descendente
Hallazgo positivo. Excesivo desplazamiento anterior del astrágalo, que
suele acompañarse de una succión de la piel a ambos lados del tendón.
Prueba de inversión forzada de tobillo
Objetivo: Manifestar afección del ligamento peroneoastragalino anterior.
Posición del paciente: Decúbito supino, con los pies fuera de la mesa.
Tobillo en posición neutra.
Posición del examinador: De pie, frente al pie a examinar. La mano
cefálica fija el tercio distal de la pierna y con la mano caudal abarca el
antepié.
Ejecución: Se induce una inversión forzada del tobillo.
Hallazgo positivo: Presencia de dolor.
Signo de la cola del astrágalo.
Objetivo: Detectar la presencia del síndrome de la cola del astrágalo.
Posición del paciente. Decúbito supino, con los pies fuera de la mesa.
Posición del examinador: De pie, frente al pie a valorar. Coloca el dedo
índice sobreapoyado por el dedo medio bajo la falange distal del 1º dedo
del pie.
Ejecución: Se solicita una flexión resistida del 1º dedo.
Hallazgo positivo: Dolor retromaleolar.13
13
Jurado Bueno, A. Manual de Pruebas Diagnosticas. 1º Ed. Barcelona. Editorial Paidotribo; 2002.
11
12. Prueba de Romberg
El Test de Romberg detecta alteraciones de la sensibilidad propioceptiva
demostrando la pérdida del control postural en la oscuridad.14 El examinador explora la
estabilidad del sujeto mientras este se para en una pierna con la otra levemente
flexionada a nivel de la rodilla. El sujeto cruza sus brazos sobre el pecho con la mirada
al frente. Si logra mantener el equilibrio durante un minuto con los ojos abiertos, los
tendrá que cerrar y tratar de mantener durante quince segundos más.15
Tratamiento Quirúrgico
El tratamiento a utilizar depende del estadio en el que se encuentre el fragmento
y de que el paciente sea joven o adulto. Cuando el cartílago está indemne total o
parcialmente (Estadios I y II), el objetivo debe ser evitar su desprendimiento. Para ello
hay que limitar temporalmente las actividades deportivas e incluso la descarga temporal
del miembro. No parece que la inmovilización enyesada de mejores resultados. No
deben realizarse perforaciones en este estadio ya que además de no acelerar la curación
aumenta las posibilidades de desprendimiento.
Cuando el fragmento está desprendido (Estadios III y IV), si es pequeño y el
cartílago está alterado o se trata de un cuerpo libre, puede realizarse la extirpación del
fragmento y el curetaje del lecho para facilitar la neoformación de un tejido
fibrocartilaginoso.
Si el fragmento es grande debe fijarse con injertos o bien materiales
reabsorbibles de poliglicósidos. Cuando el defecto es grande, localizado en zona de
carga y el cartílago está muy deteriorado se puede recurrir a cubrir la zona con
autoinjertos osteocartilaginosos obtenidos de zonas de no carga (técnica de la
mosaicoplastia).16
Tratamiento Kinésico
1° Etapa: FASE AGUDA (semanas 1 - 3)
Objetivos:
Disminuir el dolor
Proteger el área lesionada
Disminuir la inflamación
Medios:
Crioterapia: 20 min.
Compresión: venda elástica
Elevación
Reposo
Magnetoterapia: Frecuencia 3 a 12 hz. Potencia 70 a 100 gauss. Emisión:
continua. Tiempo de aplicación: 30 min.
Movilizaciones pasivas de tobillo
Movilizaciones activas de tobillo, con piernas elevadas sobre pelota
14
Izquierdo Redín, M. Biomecánica y bases neuromusculares de la actividad física y el deporte.1° Ed.
Madrid. Editorial Medica Panamericana S.A.; 2008.
15
Bahr, R . Lesiones Deportivas. Diagnostico tratamiento y rehabilitación. 1º Ed. Madrid. Editorial
Medica Panamericana S.A.; 2007.
16
Ibíd.
12
13. 2º Etapa: FASE SUB-AGUDA (semanas 4 a 6)
Requisitos para iniciar la etapa:
Disminuir signos y síntomas inflamatorios.
Objetivos:
Disminuir el dolor
Aumentar la movilidad
Iniciar el tratamiento propioceptivo sin soporte del peso
Comenzar con el entrenamiento de la fuerza muscular.
Medios:
TENS: estimulación eléctrica 10 min. Intensidad lo que tolere el
paciente.
US: 0.5- 1.5 w/cm2, 10 min.
Masajes de fricción.
Magnetoterapia: Frecuencia: 16 a 25 hz. Potencia: 100 a 130 gauss.
Emisión: pulsante.
Ejercicios de propiocepción con estímulos táctiles.
Ejercicios con pelota de esferodiniamia.
Ejercicios activos resistidos de tobillo de poca intensidad.
Baño de contraste: Frío 3 min. – Calor 1 min. Varias veces al día.
Flexibilidad asistida de la musculatura implicada, mantener de 6 a 10
seg., tres veces a la semana.
3º Etapa: REEDUCACION ANALÍTICA DE LA FUNCIÓN (semanas 7 a 12)
Requisitos para iniciar esta etapa:
Disminución de la sintomatología dolorosa en un 50%.
Disminución de signos y síntomas inflamatorios.
Objetivos:
Aumentar fuerza muscular
Continuar con el entrenamiento de la propiocepción
Entrenar la resistencia
Incorporar el entrenamiento de la flexibilidad
Medios:
Ejercicios de propiocepción en superficies estables.
Pliometría. Ejercicios de grado 0 y I. (el nivel I se podrá realizar al
final de esta etapa)
Ejercicios para el entrenamiento de la fuerza muscular en cadena
cerrada.(bicicleta fija)
Ejercicios de flexibilidad:
o Método asistido. 3 a 4 veces por semana.
o FNP:
• Patrón de flexión aducción y rotación externa para elongar gemelo
externo
13
14. • Patrón de extensión abducción y rotación interna para tibial
anterior
• Patrón de flexión abducción y rotación interna para peroneos.
• Patrón de extensión aducción y rotación externa para gemelo
interno.
Estos patrones se realizan con tecnica de contraer – relajar.
Ejercicios de propiocepción con superficies inestables.
Ejercicios de propiocepción en el mini tramp.
4° Etapa: REEDUCACIÓN POR EL MOVIMIENTO INTEGRADO
Requisitos para iniciar esta etapa:
ROM Normal.
Ausencia de inflamación en la zona de lesión.
Acuerdo terapeuta-medico-deportista.
Ausencia de dolor durante la marcha.
Objetivos
Mantener la fuerza muscular.
Progresar con el entrenamiento de la propiocepción.
Entrenar la resistencia, velocidad y potencia.
Incorporar el entrenamiento de la flexibilidad.
Reeducar las actividades con los elementos propios del deporte.
Medios:
Marcha:
• Lineal
• Cambios de dirección y ritmos
• Con ojos vendados
Trote
Giros
Carreras en velocidad:
• Lineales
• Slalom
• Zig – Zag
• Multidirecionales
Pliometría: Ejercicios de grado I y II. (el nivel II se podrá realizar
sobre el final de esta etapa)
Ejercicios con elementos propios del deporte
Vendajes funcionales.
Progreso del trabajo de fuerza a mayor exigencia.
Incorporación de actividades de propiocepción con elementos de
juego en bases de mayor inestabilidad.
Se continúa con el trabajo de flexibilidad.
5°Etapa: CAMPO – RETORNO A LA COMPETENCIA
14
15. Requisitos para iniciar esta etapa:
Lograr ROM dinámico completo sin dolor, con adecuado nivel de
fuerza muscular.
Niveles de fuerza apropiados en relación a las exigencias
deportivas.
Optima relación entre grupos musculares agonistas y
antagonistas.
Niveles propioceptivos necesarios para el máximo nivel
deportivo
Objetivos:
Mantener la fuerza muscular
Progresar con el entrenamiento de la propiocepción
Entrenar la resistencia, velocidad y flexibilidad
Comenzar con actividades propias del entrenamiento del deporte
Medios:
Fortalecimiento muscular analítico y global.
Entrenamiento de los gestos deportivos.
Reinserción del deportista al campo de juego.
Vendajes funcionales.
Se continua el entrenamiento de la propiocepción con bases
inestables
Ejercicios con elementos propios del deporte.
6°Etapa: EDUCACIÓN DEPORTIVA Y PREVENCIÓN DE RECIDIVAS
Objetivos:
Lograr la reinserción del deportista a la competencia deportiva.
Enseñar conductas preventivas
Controlar al deportista en las diferentes actividades para evitar las
recidivas.
Terapéutica:
Entrenamiento deportivo.
Control del kinesiólogo en el campo de juego.
Vendajes funcionales.
15
16. Bibliografía
• Alvarez López, A. Osteocondritis disecante del astrágalo. Revisión del tema.
Archivo Médico de Camagüey 2003; 7(5) 1025-0255
• Bahr, R. Lesiones Deportivas. Diagnostico tratamiento y rehabilitación. 1º Ed.
Madrid. Editorial Médica Panamericana S.A.; 2007.
• Biolaster. Apoyo científico y tecnológico para el deporte. Anatomía. Huesos del
tobillo. Disponible desde URL: http://www.biolaster.com/ traumatología/ tobillo/
anatomia.
• Izquierdo Redín, M. Biomecánica y bases neuromusculares de la actividad física y
el deporte.1° Ed. Madrid. Editorial Médica Panamericana S.A.; 2008.
• Gascó, J. (2004) Necrosis ósea. Osteocondritis. Osteocondritis Disecante.
Disponible
desde:URL:http://heinerandresgarciafragozo.blogspot.es/img/osteocondritis.pdf
• Jurado Bueno, A. Manual de Pruebas Diagnosticas. 1º Ed. Barcelona. Editorial
Paidotribo; 2002.
• Kapandji, I. Cuadernos de Fisiología Articular. 4ta. Edición. España. Ed. Masson,
s.a. 1991
• Peçanaha, C. Conceptos neuro fisiológicos y biomecanicos en la rehabilitación de
la inestabilidad funcional de tobillo. (2002). Disponible desde:
URL:http://www.rubensvalenzuela.com/descargas/art348.pdf
• Piatigorsky, O. (1998) Lesiones osteocondrales en deportistas Disponible desde:
URL:http://www.aatd.org.ar/revista_aatd/1998_n1/1998_n1_art3.htm
• Mesón, J. Ramos, O. La fuerza explosiva de miembros inferiores en los jugadores
de hockey. Efdeportes. [Revista en línea] 2001 dic; 43 [2 pantallas] Disponible
desde: URL: http://www.efdeportes.com/efd43/hockey.htm
• Walker, B. La Anatomía de las lesiones deportivas.1° Ed. Barcelona. Editorial
Paidotribo; 2009.
16