2. ALIMENTACIÓN:
La alimentación de Panthera onca se basa de animales
grandes (incluyendo tapires, ganado vacuno, caimanes,
pecaríes, ciervos) y de otros animales no tan grandes como
tortugas (y sus huevos) y peces.
3. HÁBITOS:
Panthera onca caza durante las horas del amanecer y atardecer. Son muy activos durante la noche, aunque no
es extraño verlos activos durante el día. En algunos lugares son principalmente nocturnos, en otros lugares
diurnos y en otras partes no demuestran preferencias en el horario.
Esta pantera tiene gran afinidad por el agua. Excepto tal vez por el Tigre, el Jaguar es la pantera que más se ve
en el agua; y nada tan bien como el Tigre.
El Jaguar es también buen trepador. La mayor parte del tiempo se mantiene en la tierra, pero no es extraño que
se suba en algún árbol. Maniobra con gran destreza caminando por troncos y ramas caídos.
4. NOMBRE ETIMOLOGICO:
El jaguar, yaguar o yaguareté (Panthera onca)
es un carnívoro félido de la subfamilia de los
Panterinos y género Panthera y la única de las
cuatro especies actuales de este género que se
encuentra en América.
5. FAMILIA:
Subfamilia de los Panterinos y género Pantera y la
única de las cuatro especies actuales de este género
que se encuentra en América.
Se encuentra emparentado y se asemeja mucho en
apariencia física al leopardo (Panthera pardus), pero
generalmente es de mayor tamaño.
Pertenece al género Panthera al igual que el león, el
tigre y el leopardo, y todos ellos presentan un hueso
Hioides cartilaginoso que les proporciona la
capacidad de rugir.
6. CARACTERÍSTICAS:
Cuenta con una constitución más robusta y su comportamiento y hábitat son
más acordes a los del tigre (Panthera Tigris). La Panthera onca es el mayor
de los felinos de América, mide entre 1.1 y 1.85 metros de longitud cuando
adulto; puede llegar a medir 80 cm de altura en los hombros y pesa entre
57 y 113 Kg, aunque, algunos enormes machos han alcanzado los 131 - 151 Kg.
Posee la estructura mandibular más poderosa de entre los felinos, y el
mayor peso relativo de la cabeza, lo que le proporciona su perfil
característico.
7. HABITAD:
Panthera onca es un gran felino nativo de Sudamérica, Centroamérica y
parte de Norteamérica, donde se le conoce por múltiples nombres según la
zona. Su habita varía desde la selva tropical de Centro y Suramérica al
campo abierto, pero muy rara vez son vistos en zonas montañosas, en donde
predomina el puma. Conocidos por su habilidad para nadar y trepar,
generalmente prefieren vivir cerca de ríos, pantanos y en bosques
frondosos con vegetación espesa para acechar a sus presas.
8. MODO DE VIDA:
Las Panthera onca son cazadores solitarios y no se relacionan con otros de su
especie Masaya de la época de apareamiento; generalmente cazan presas grandes:
sus poderosas mandíbulas los prepara para cazar venados, tapires, carpinchos o
pecaríes, pero son grandes oportunistas y pueden atrapar cualquier animal, desde
ranas y ratones a aves, peces y animales domésticos.
Comportamiento y hábitat son más acordes a los del tigre (Panthera Tigris). Si bien
prefiere las selvas densas y húmedas, puede acomodarse a una gran variedad de
terrenos boscosos o abiertos. Está estrechamente asociado a la presencia de agua y
destaca, junto con el tigre, por ser un félido al que le gusta nadar.
9. COMPORTAMIENTO:
Como la mayoría de los félidos, es un animal solitario (exceptuando el conjunto
madre-cachorros). Por lo general los adultos sólo se encuentran para el cortejo y el
apareamiento (aunque se han constatado casos anecdóticos de socialización)
y suele establecer un amplio territorio y defenderlo. En el caso de las hembras
estos territorios, que miden entre 25 y 40 km², pueden superponerse, pero los
animales suelen evitarse entre ellos. Los de los machos cubren aproximadamente el
doble de superficie, con una extensión que varía según la disponibilidad de presas y
espacio, y no se superponen.
Utilizan vocalizaciones, arañazos en los árboles, orina y heces para marcar su
territorio.
10. EPOCA DE REPRODUCCION:
Madre a punto de asir a una cría por el cuello.
Las hembras alcanzan la madurez sexual aproximadamente entre los 12 y 24 meses de edad y
los machos entre los 24 y 36 meses. Se cree que en estado salvaje se aparean durante todo el
año, aunque el número de nacimientos se incrementa durante la estación lluviosa, cuando las
presas son más abundantes. Investigaciones realizadas con machos en cautividad apoya la
hipótesis de que se emparejan durante todo el año, sin variaciones estacionales en las
características del semen y la calidad eyaculatoria; también se ha observado un éxito
reproductivo reducido en cautividad. El celo de la hembra dura 6-17 días de un ciclo completo
de 37 días; las hembras indican que son fértiles con marcas odoríferas urinarias y una mayor
vocalización. Durante el cortejo ambos sexos cubren un territorio más amplio del habitual.
Las parejas se separan después del coito y las hembras se encargan del cuidado de los
cachorros. El periodo de gestación dura entre 93 y 105 días; las hembras paren habitualmente
2 crías, aunque el número puede oscilar entre una y cuatro. La madre no tolera la presencia de
machos después del nacimiento de las crías, por el riesgo de canibalismo infantil; este
comportamiento también se observa en el tigre.
Las crías nacen ciegas e indefensas y dependen por completo de su madre; empiezan a ver
después de dos semanas. Los cachorros son destetados a la edad de tres meses, pero
permanecen en la madriguera donde han nacido hasta los cinco o seis meses, momento en el que
empiezan a salir para acompañar a la madre cuando va de caza. Permanecen en compañía de la
madre durante uno o dos años antes de abandonarla para establecer su propio territorio. Los
machos jóvenes son inicialmente nómadas, enfrentándose con ejemplares más viejos hasta que
consiguen hacerse con un territorio. Se estima que su longevidad típica en libertad es de unos
11-12 años; en cautividad puede vivir hasta 25 años, habiéndose registrado incluso una hembra
que alcanzó los 32 años, lo que lo sitúa entre los félidos más lonjee.
11. Estado poblacional
Las poblaciones de este gran félido se encuentran actualmente en declive. El animal está
catalogado como especie casi amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN), lo que quiere decir que podría estar amenazado de extinción en un futuro
próximo. La pérdida de parte de su ámbito de distribución, incluida su práctica eliminación de
sus áreas históricas en el norte, así como la creciente fragmentación de las zonas restantes,
ha contribuido a su estatus actual. Durante los años 1960 hubo un declive especialmente
significativo, con más de 15 000 pieles de jaguar extraídas de la Amazonia brasileña cada año;
gracias a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje
Amenazadas (CITES) de 1973, se produjo una drástica disminución del comercio de pieles. Un
estudio detallado que se realizó bajo los auspicios de la (WCS) reveló que ha perdido el 37% de
su distribución histórica y se desconoce su situación en un 17% adicional. Un aspecto más
favorable fue que la probabilidad de supervivencia a largo plazo fue considerada elevada en un
70% de la distribución actual, especialmente en la cuenca del Amazonas y las regiones
adyacentes del Gran Chaco y el Pantanal.
12. Amenazas
Entre sus principales amenazas se encuentran la deforestación de su hábitat, un
creciente incremento de la competencia por la comida con los humanos, la caza
furtiva, los huracanes en la parte septentrional de su distribución y los
enfrentamientos con los rancheros, que a menudo matan a los jaguares en las zonas
donde éstos cazan ganado. Cuando se adapta a la presa, se ha comprobado que caza
ganado bovino como parte importante de su dieta; sin embargo, mientras que la
deforestación para crear zonas de pasto es un problema para la especie, su
población podría haber aumentado tras la introducción de ganado bovino en
Sudamérica al aprovecharse los félidos de esta nueva fuente de presas. Esta
tendencia a cazar ganado ha llevado a los propietarios de ranchos a contratar
cazadores de jaguares a tiempo completos
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