Beber agua a horas específicas del día puede maximizar sus beneficios para la salud. Un vaso de agua después de despertarse ayuda a activar los órganos internos, 30 minutos antes de las comidas ayuda a la digestión, antes de un baño ayuda a bajar la presión sanguínea, y antes de acostarse evita un derrame cerebral o un ataque al corazón.