LA MISIÓN DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL DÉPTIMO DIA.pptx
LA PATERNIDAD DE DIOS
1. LA PATERNIDAD DE DIOS
Y LA DE LOS HOMBRES
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó.
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread
en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la
tierra”. Génesis 1: 27-28
2. la paternidad va ligada con
la herencia espiritual, esto
implica que los padres sean
conscientes o no, afectan y
marcan la vida espiritual de
sus hijos, pues desde la más
tierna edad asociamos la
imagen de Dios con la
imagen que tenemos de
nuestros padres.
4. Tenemos la tendencia inconsciente a comparar
la imagen de nuestros padres humanos con la
Paternidad de Dios. Todas estas situaciones nos
condicionan negativamente.
5. Las barreras emocionales y raíces de amargura
que se acumulan en nuestra alma, obran como
cadenas de incredulidad, que nos aprisionan
paralizando nuestra capacidad para recibir y dar
amor; además nos llenamos de temores e
inseguridades
ídolos” y falsas creencias
6. Nuestra necesidad de amor es tan grande que
sólo el ilimitado e incondicional amor de Dios
puede suplirla
Ninguna relación humana
de amor, por grande que
sea, dejará satisfecha el
alma del hombre
Jeremías 31:25
7. La ausencia del amor que
necesitamos, nuestra
insuficiencia para brindarlo,
nos convierte en “enfermos” y
“paralíticos emocionales”, en
medio de un mundo
igualmente incapacitado para
amar. Los sentimientos que se
generan producto del vacío y
la insatisfacción son variados:
resentimientos, odios,
reclamos, y entonces,....
¡levantamos el dedo acusador hacia nuestro padre!
8. APLICACIÓN TEOTERAPICA
Al escuchar la expresión “Papá Dios”, se levanta
el mismo dedo acusador, el mismo callado dolor, el
mismo sentimiento de frustración; sin embargo la
misma callada tolerancia... pues al fin y al cabo, es
mi “padre”!. Pero no podemos pensar así, no es
definitivamente la escena que su amor nos
plantea, no es en definitiva, ni su plan, ni la
manera en que El desea relacionarse con nosotros
sus hijos.
9. Su amor es diferente, su amor libera, su amor
nos conduce a un verdadero conocimiento de la
vida, y del universo creado para el disfrute del
hombre. Es por ello, que nuestra salud, la salud
que se opera sobre la base de su amor paternal,
se origina en nuestra “cuna espiritual”, pues es
allí en donde sus fuertes brazos colocarán el
cimiento de la Seguridad que necesitamos para
triunfar.