RELACIÓN EMPRESA-MEDIO AMBIENTE
1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
En los últimos 30 años, la protección de la salud de los humanos y la
responsabilidad ambiental han sido preocupaciones prioritarias para las naciones
industrializadas en el mundo. Es así, como la puesta en marcha de acciones que
protejan el medio ambiente, lejos está de ser una utopía o un ideal refrendado en
el lema de un movimiento verde, como muchos lo creen. De esta forma, en
tiempos pretéritos, ya se conjugaban las primeras acciones en el ámbito de las
Naciones Unidas, Empresarios, Gobiernos, Científicos, etc., en torno al tema
medio ambiental.
En el plano Empresarial y Económico, no menores han sido los esfuerzos
desarrollados en estos últimos treinta años, es así, que se tiene un sinnúmero de
conferencias en torno al tema ambiental, como lo son:
1. Conferencia Mundial sobre el Manejo del Medio Ambiente, Paris, 1984, 1989.
2. Declaración Ministerial de la Comisión Económica para Europa de las Naciones
Unidas (Bergen 1990).
En este contexto, podemos citar en torno a los esfuerzos gubernamentales, en
1972, la primera conferencia de las Naciones Unidas (ONU) Sobre el Medio
Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, Suecia. Esta conferencia fue la
primera iniciativa hacia el control ambiental global y en ella se establecieron una
serie de principios guía para inspirar y guiar a los pueblos del mundo en la
conservación y fortalecimiento del entorno humano.
En 1987, la Comisión Mundial para el medio ambiente y del Desarrollo, presidida
por el Primer ministro de Noruega, Ghro Harlem Brundtland, en su informe
"Nuestro Futuro Común", destacó la importancia de la protección del medio
ambiente para el logro del "desarrollo sostenible", concepto que describiré mas
adelante.
Finalmente, la más importante conferencia de Las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, por el número de países participantes, es la
realizada en 1992, en Río de Janeiro, Brasil ("Cumbre para la Tierra"). El concepto
central de esta conferencia fue el "Desarrollo Sustentable", o sea crecimiento
económico, equidad social y preocupación por el medio ambiente.
2. LA NUEVA ERA AMBIENTAL
En la actualidad se están dando numerosas tendencias globales que permiten
mirar hacia el futuro con esperanza. Desde la segunda mitad de este siglo, tanto
las expectativas de vida como la salud y la educación han mejorado
espectacularmente. La producción de alimentos ha permanecido notablemente por
encima del crecimiento de la población. Los ingresos promedios per capital han
aumentado a tasas sostenidas y constantes, dadas la tecnología existente, los
expertos plantean que los suelos del planeta pueden suministrar más que lo que
se requiere para satisfacer las necesidades básicas de alimentación de
poblaciones muchos más grandes que la actual.
Sin embargo, ni los Gobiernos, Empresarios, ni ningún otro líder puede pretender
ver solamente lo positivo. Luego, es necesario considerar la otra cara de la
moneda. En primer lugar, la población humana está creciendo de manera
sumamente rápida. Los daños ocasionados al medio ambiente tienen diversas
causas, pero todas ellas se agudizan por la presión que ejerce el elevado número
de seres humanos.
En segundo lugar, las décadas pasadas han sido testigos de un consumo
acelerado de recursos naturales, un consumo que a veces es ineficiente y mal
planificado. A aquellos recursos que los biólogos llaman renovables, no se les
concede el tiempo necesario para que se renueven.
Entrelazando las apreciaciones antes descritas tenemos que, tanto el crecimiento
de la población como el consumo derrochador de los recursos desempeñan un
papel en la degradación acelerada de muchas áreas que atañen al medio
ambiente. Por su parte, el uso excesivo y el mal uso de los recursos va
acompañado de la contaminación de la atmósfera, de las aguas y de los suelos,
muchas veces por substancias difícilmente degradables.
Por otro lado tenemos que el desarrollo y crecimiento económico de la humanidad
se ha basado en el producto de la naturaleza. La tierra ha sido fuente y sustento
de todo nuestro desarrollo. La creación de grandes metrópolis, industrias, medios
de transportes, etc., son el reflejo de que hemos ido creciendo y avanzando en
pos de la modernidad.
Pero aquí es donde surge el problema, este vertiginoso desarrollo no ha sido
ecuánime en todos los sentidos, pues, al parecer hemos olvidado un aspecto de
máxima relevancia, como es la preocupación por el medio ambiente. El lema ha
sido Acrecer, crecer, pero sin considerar los costos que esto conlleva.
El tema MEDIO AMBIENTAL ha sido una constante preocupación y en la historia
de la humanidad no han sido pocas las personas que en sus distintos discursos lo
hayan planteado como una inquietud, es así como el tema ha sido tocado por
Filósofos, Economistas y Pensadores de todas las tendencias y estilos. Sin
embargo, el tema logra tomar importancia tan sólo en los últimos treinta años en
que ha logrado posicionarse en el interés de los Gobiernos, organizaciones no
gubernamentales, Empresariado y en general, de toda la Sociedad.
Lo que ha motivado este inusitado interés en el tema ha sido sin duda la creciente
degradación, pérdida y contaminación de la fuente de recursos naturales. Se ha
entendido de alguna manera que, el progreso y crecimiento de las naciones no ha
sido gratis y que a estas alturas es nuestra propia vida, entendido esto como
sustentabilidad, la que se encuentra amenazada. Las lluvias ácidas están
destruyendo lentamente los bosques, los lagos, etc.; La temperatura ha venido
aumentando, está disminuyendo la diversidad biológica y acelerando la
desertificación del planeta. O sea hemos llegado aun punto en que surge la
disyuntiva entre el crecimiento económico a costa del entorno ambiental. De aquí
que se plantee la necesidad de generar los medios necesarios para restablecer el
equilibrio entre el hombre y su medio, y establecer una sana relación entre el
progreso económico, naturaleza y equidad social, lo que se denomina
DESARROLLO SUSTENTABLE.
En la anteriormente mencionada "Cumbre para la tierra" es donde el término
DESARROLLO SUSTENTABLE cobra mayor difusión (por la cantidad de países
participantes) y significado, definiéndose como: "Un desarrollo que responda a las
necesidades del presente al ritmo de la renovación de los recursos (naturales), es
decir, que no comprometa al de las generaciones futuras".
Esta definición, según mi punto de vista, tiene una inspiración de sentido común y
otra valórica. Es de sentido común, puesto que se basa en el hecho de que si los
recursos naturales son agotados no se podrá seguir creciendo, lo que es lógico. Y
es valórica, dado a que, si bien considera las necesidades presentes, también,
considera el bienestar que nosotros le debemos heredar a las generaciones
futuras. De aquí nacen ciertas interrogantes tales como: (por qué preocuparnos de
gente que ni siquiera vamos a conocer? o )por qué preocuparse del futuro, siendo
que en la actualidad hay gente que se está muriendo de hambre?. No es mi tarea
responder estas interrogantes, dado a que por su calidad valórica tendrán
múltiples respuestas, lo que sí me importa es lo que yo pueda hacer respecto de
mi propia conciencia en el tema.
3. FUTURO DE LAS RELACIONES EMPRESA-MEDIO AMBIENTE
No se puede ignorar lo que representa actualmente el rol de las empresas, su
operatividad en el entorno, medio ambiente en donde se desenvuelve, Se requiere
que realmente se cumpla con la responsabilidad social a la que están obligada,
entre ello preservar el medio ambiente, evitar su contaminación, todo lo que pueda
deteriorar con la operatividad de la empresa.
Hay que tener presente, que la vida del hombre se ve afectada por su medio
ambiente, en la medida en la que su supervivencia y desarrollo dependen de éste,
y como las monedas, tiene dos caras: por una parte el medio ambiente le
suministra los recursos y la energía para su sustento, el hábitat en el que se
desarrollan sus actividades y el vertedero donde se depositan los residuos que
genera; por otra, la vida del hombre también está expuesta a las agresiones de la
naturaleza, que tienen manifestaciones de diversa índole: enfermedades, privación
de recursos, inclemencias climáticas, plagas, inundaciones, etc.
No nos debe sorprender que se diga, que como cualquier otra especie, el hombre
tiene un derecho inalienable de luchar por su supervivencia, de utilizar los
recursos naturales en su propio provecho. Las metas primordiales de la actividad
humana deben ser el "progreso", la mejora del "nivel de vida" y la búsqueda del
"bienestar". Son metas legítimas y merecen la pena.
La gente tiende imperiosamente hacia el consumo de bienes y la inmediata
satisfacción de necesidades. El "bienestar" se ha asociado a la idea de alcanzar
niveles cada vez más elevados de producción, abastecimiento, comunicaciones,
transportes... "Cuanto más se produce y se consume se está mejor".
El problema estriba, en que cuanto más se produce más recursos se necesitan y
cuanto más se consume más desperdicios se generan. Los problemas no han sido
inventados para atemorizar a la gente. Están ahí: el adelgazamiento de la capa de
ozono, la deforestación, la desertización, la destrucción de los bosques tropicales,
la degradación del aire, del agua y del suelo, la contaminación acústica, nuclear y
electromagnética. Las perniciosas consecuencias son inevitables: lluvia ácida,
efecto invernadero y cambios climáticos, pérdida de la biodiversidad y del
equilibrio ecológico... Y lo que es peor, finalmente se traducen en un daño para la
salud de los propios seres humanos: cáncer, dolencias respiratorias, mutaciones
genéticas, problemas digestivos, estrés, etc. En el panorama actual, las nuevas
inquietudes de los clientes, tanto internos como externos, se identifican cada vez
más con la protección al medio ambiente.
Desde hace algunos años resulta común asociar, al menos parcialmente, "calidad
de vida" con el disfrute de un medio ambiente lo más integro y lo menos
contaminado posible. Agua clara, aire limpio, silencio, paisajes,... son valores de
singular relieve en el concepto actual de desarrollo de las sociedades humanas y
son tenidos cada vez más en cuenta a la hora de planificar o ejecutar cualquier
actividad económica. Todo país a través del Estado que lo gobierna, debe
comprometerse en que se garantice la preservación del medio ambiente, estar
atento, por ejemplo el comportamiento del sector empresarial, de que cumpla con
las normativas legales, obligaciones que garanticen.
El medio ambiente debe ser protegido, y es tarea de todos: de las
administraciones, de los mercados, de las empresas y del público en general.
Como dijo Margaret Thatcher en el discurso, que pronunció en 1988 "La Tierra no
puede ser el feudo de ninguna generación. Lo único que tenemos es un
arrendamiento de por vida, con la obligación de mantenerla en perfectas
condiciones".
En lo que están de acuerdo muchos es que no se puede dibujar un horizonte
razonablemente ecológico a espaldas de la industria, ya que sin su colaboración
no se desarrollará la tecnología que permita satisfacer las necesidades humanas
con el menor deterioro medioambiental posible. La industria cuenta con los medios
para desarrollar esa tecnología y no le falta estímulo para la innovación, pero
¿cómo incentivar a la industria?.
Tradicionalmente industria y medio ambiente han sido y en ciertos aspectos
siguen siendo antagonistas: los principales daños medioambientales los acarrea la
industria y la industria percibe al medio ambiente como un obstáculo en sus
actividades y un freno para su desarrollo y para la creación de empleo.
Sin embargo, los tiempos modernos llevan a reflexionar sobre este tema, en el
cual nos conseguiremos sin duda alguna con el concepto de desarrollo
sustentable y responsabilidad social, que en algunos países son conceptos
primarios en esta relación pero que en el país (caso venezolano) parece que han
sido olvidados, aunque se tenga una reciente Constitución que lo indica. Es
necesario sumarse a la lucha de unos pocos a quienes se les llama
conservacionistas y sólo se les conoce como manifestantes de oficios, por el sólo
hecho de recordar a las grandes potencias que necesitamos un ambiente para
poder vivir y que nuestra casa "la tierra" se está muriendo en nuestras manos.
Este artículo simplemente quiere llamar a la reflexión sobre este apasionante
tema que puede tener tantas implicaciones en nuestras vidas desde lo cotidiano
hasta niveles de supervivencia mundial.
El medio ambiente se está convirtiendo en una fuente de ventajas competitivas:
racionaliza el consumo de recursos naturales, impulsa el desarrollo tecnológico,
mejora la imagen de la marca de la empresa y del producto, aumenta las
posibilidades para introducirse en otros mercados, y casi siempre aumenta la
satisfacción de sus empleados y clientes.
Insistimos que debe haber una vinculación más de las empresas con la protección
del medio ambiente, en donde su gerencia se comprometa realmente a garantizar
que los procesos de producción, los mismos productos que fabrican no son
contaminantes en el entorno en donde operan.
Los administradores que consideren el medio ambiente como un factor estratégico
clave han dado en el blanco. Gerenciar se traduce en la actualidad en tener claro
y presente en todo momento el concepto de responsabilidad social y no es de
imaginarse a una organización rodeada de vegetación y fauna haciendo contraste
con una edificación de hierro y concreto; se trata de internalizar la cultura de
proteger el ambiente en la organización, no importa las dimensiones de la misma
ni el numero de empleados que esta posea, lo importante es lograr que no sólo se
identifiquen con los objetivos de la empresa sino que adopten la cultura de
preservación pues esto origina no sólo beneficios económicos sino que
proporciona beneficios personales con respeto a la salud y bienestar mental de los
individuos.
Algunas empresas pioneras se han anticipado y han adoptado cambios profundos
y muy importantes en su cultura medioambiental, en el modo de abordar los
problemas y de buscar las soluciones. Utilizan su apuesta por el cuidado del
medio ambiente como un activo de la organización. Un buen gerente siempre
proseguirá el beneficio de su organización pero si se utilizan los recursos naturales
adecuadamente este puede obtener: Ahorro de desgrávameles, tasas, cánones,
impuestos medioambientales, etc.; ahorro en multas y sanciones; ahorro en
primas de seguros; deducciones por inversiones "verdes"; Acceso a condiciones
crediticias ventajosas.
Se puede economizar cantidades importantes definiendo una adecuada estrategia
de compras y los posibles ámbitos de colaboración con proveedores y clientes
para cambiar especificaciones de los ingredientes, de los componentes, del
proceso productivo, del producto final, su envasado y empaquetado, su transporte
y de su consumo final.
En relación con el mercado laboral, las empresas "limpias" suelen atraer a
empleados de gran calidad y suelen evitar que se marchen o que se tengan que
rotar. Las empresas "limpias" suelen estar bien gestionadas y saben que cuidar la
salud de los empleados y del entorno es cuidar de la salud propia de la empresa.
Una empresa respetuosa con el medio ambiente es una empresa con futuro y eso
también lo saben los empleados.
Por otra parte, la oferta de bienes y servicios medioambientales tienen buenas
perspectivas de crecimiento y generación de empleo, a nivel de formación,
información, consultoría o asesoría, auditorias, ingeniería, implantación de
sistemas de gestión y en las propias Administraciones Públicas se necesitan
expertos en la materia.
En la actualidad no sólo se trata de ser competitivos sino de ofrecer calidad pero
no sólo cumpliendo con estándares de la misma sino teniendo en cuenta la
responsabilidad de cuidar el medio ambiente y de la incidencia de los productos
que ofrecen las empresas en él. Las estrategias optimas son adoptar
continuamente nuevos enfoque en la forma de hacer negocios y gestionarlos,
nuevas políticas y estrategias, lo que exige tomar decisiones, coordinar acciones y
dirigir actividades, todas ellas encaminadas a asegurar el futuro de la gestión
ambiental. Aunque el problema radica en la cultura de los individuos que
conforman este planeta, son tiempos para tomar conciencia de dónde venimos,
donde vivimos y de qué vivimos. Venimos de la Tierra, vivimos en la Tierra.
4. COSTES MEDIOAMBIENTALES EN LAS EMPRESAS
Se considera que el costo de cumplimiento con las regulaciones ambientales
influye sobre la competitividad relativa de la industria y sectores productivos. Las
políticas ambientales están basadas en el principio del que contamina paga. Quien
contamina está obligado a tomar medidas para evitar y controlar la contaminación,
los costos y los precios pueden subir y se pueden perder clientes y mercados. Por
otro lado se espera que existan efectos positivos sobre la productividad y la
competitividad como resultado de la implementación de cambios a los procesos,
métodos de producción, innovación y cambios a los productos, y el mercadeo de
subproductos, inspirados por razones ambientales. Entonces, a pesar de que el
cumplimiento con las regulaciones representan un costo en el corto plazo, existe el
potencial para obtener efectos beneficiosos en el largo plazo. En general, falta
evidencia concluyente de la existencia de un compromiso entre las regulaciones
ambientales y la competitividad. Las empresas y países de alta competitividad
pueden adaptarse mas fácilmente a las regulaciones y absorber los costos de
cumplimiento. En Europa (regulaciones son uniformes) por ejemplo, existe
preocupación con el potencial impacto de las regulaciones ambientales sobre la
competitividad de la industria de sus regiones más pobres.
5. CONTABILIDAD AMBIENTAL
La «contabilidad de costos totales» describe cómo poner precio a los bienes y
servicios de modo que estos reflejen sus costos ambientales verdaderos,
incluyendo los de producción, uso, reciclaje y desecho. Este método llegará a ser,
inevitablemente, un factor crucial en la sobrevivencia de la industria en el largo
plazo, puesto que si ella no enfrenta sus propios desafíos ambientales los
gobiernos, indudablemente, intervendrán Cuando se habla de contabilidad de
costos totales nadie tiene todas las respuestas. Ciertamente los autores no las
tenemos. Lo que sí sabemos, sin embargo, es que al aire, el agua y el suelo no
son los «bienes libres» que la sociedad alguna vez supuso. Todos ellos deben ser
redefinidos -para que sean utilizados de un modo eficiente- como una forma de
capital: idealmente, debiéramos vivir de sus «intereses» y no del consumo del
capital mismo. Como uno de los muchos instrumentos que se han propuesto
recientemente para diseñar incentivos de mercado adecuados, la contabilidad de
costos totales describe de qué modo se puede poner precio a los bienes y
servicios para que estos reflejen sus costos ambientales verdaderos, incluyendo
los de producción, uso, reciclaje y desecho. Con este nuevo paradigma, entramos
en un área poco familiar de la economía. En este «nuevo mundo» los pasos que
se den deben ser pequeños y bien pensados. Por ejemplo, si se comenzara a
cobrar el costo total del agua en California a contar de mañana mismo, gran parte
de la industria agrícola de ese Estado quedaría destruida.
La primera etapa en la implementación de una contabilidad de costos totales es el
sano debate entre diversos sectores sociales acerca de las opciones y
posibilidades a que este tipo de contabilidad da lugar. Hoy día, economistas del
World Resources Institute, las Naciones Unidas y otros, están explorando cómo
las naciones pueden incluir los recursos naturales en sus Sistemas de Cuentas
Nacionales y en sus estimaciones de Producto Interno Bruto. Mientras resulta
relativamente simple ponerle un valor en dólares a los recursos minerales o al
petróleo, es significativamente más difícil hacer lo mismo con una marisma, un
bosque o una especie biológica. A pesar de esto, un panorama real del bienestar
de un país debiera, en último término, incluir una contabilidad de todos sus
recursos. Del mismo modo, la industria debe tomar en cuenta tanto los recursos
que utiliza en sus procesos productivos, como el impacto ambiental de sus
productos o servicios. Una herramienta clave para iniciar la contabilidad de costos
totales será el análisis del ciclo de vida.
Este proceso, también en sus primeras etapas de desarrollo, identifica y describe
en forma sistemática cada etapa de la vida de un producto, desde la materia prima
hasta su disposición final. El proceso de desarrollo de esta nueva herramienta
requerirá del consenso entre la industria, el gobierno, la comunidad académica y
los grupos ambientales. En Europa se ha formado recientemente un grupo para
alcanzar este consenso: la Sociedad para la Promoción del Desarrollo del Análisis
del Ciclo de Vida. Esfuerzos como este requerirán ser coordinados a través del
mundo para lograr una acabada comprensión de cómo poner precios verdaderos a
nuestros productos.