TEMA 4 EL SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874) :
INTENTOS DEMOCRATIZADORES.
I- INTRODUCCIÓN
El reinado de Isabel II supuso la consolidación del estado liberal, censitario y conservador,
que sirve a los intereses de la oligarquía.
La Revolución de 1868 y el Sexenio revolucionario significan el intento de implantar un
liberalismo democrático, en el que las claves son el sufragio universal y la plena soberanía
nacional. Participan en la política las clases medias y populares y los partidos protagonistas
son el progresista, el demócrata y el republicano.
Este intento fracasará tras seis años de inestabilidad en los que se suceden: la Constitución
de 1869, el reinado de Amadeo de Saboya y la Primera República. Tras estos años se
produce la Restauración borbónica en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II, lo que
supone la vuelta al dominio de la oligarquía.
II- LA REVOLUCIÓN DE 1868. “LA GLORIOSA”
•En 1868 hay una crisis política, económica y social (según Labrousse):
- La crisis política viene dada por la marginación durante el reinado de Isabel II de los
partidos progresista y demócrata (nacido éste tras las revoluciones de 1848) y también por el
deseo de participación política de la mediana y baja burguesía y de las clases populares.
- La crisis social la provocan la lucha de la pequeña contra la alta burguesía, las
insurrecciones campesinas y un proletariado que se manifiesta cada vez con más fuerza (la
Primera Internacional fue en 1864).
- La crisis económica se debió a problemas en las finanzas estatales, crisis de subsistencia y
la creación del ferrocarril, que resultó más cara de lo previsto y produjo beneficios más tarde
y menores de los esperados, con los consiguientes problemas para la siderurgia, la minería,
la banca, la bolsa, etc.
• En este contexto se produce el Pacto de Ostende (final tema 2) y se emprenden las acciones
para derrocar a Isabel II.
• El 19 de septiembre de 1868 se subleva en Cádiz el almirante Topete, al que pronto se
unen los generales Prim, Serrano y Dulce. Publican un manifiesto que acaba con un “¡Viva
España con honra!” (pág. 150), en el que exponen los motivos del levantamiento. Piden
sufragio universal, supresión de quintas, abolición de los "consumos" y sustitución por una
contribución directa y elecciones a Cortes Constituyentes.
La sublevación se propaga en Andalucía y en muchas ciudades se constituyen Juntas
Revolucionarias. Prim derrota a las tropas de la Reina en el Puente de Alcolea, cerca de
Córdoba (pág. 151). La revolución se extiende rápidamente gracias a la acción de las Juntas
Locales y Provinciales. Isabel II huye a Francia.
La Junta Revolucionaria de Madrid toma el poder y se lo otorga al general Serrano.
III - EL GOBIERNO PROVISIONAL
Lo preside Serrano y de él forman parte Prim (Ministerio de Guerra), Sagasta (de
Gobernación), Topete (de Marina) y Ruiz Zorrilla (de Hacienda), entre otros. El gobierno
controla rápidamente la situación centralizando el poder, frenando las acciones de la Junta,
disolviendo la Milicia nacional y evitando que las posturas se radicalicen. Se trata de una
revolución con mas carácter político que social (“De la revolución de septiembre a la
desilusión de octubre”, hubo quien dijo.)
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Empieza un programa de reformas: Se decretan las libertades fundamentales (prensa,
asociación, enseñanza y culto), se disuelven las órdenes religiosas y se suprime la esclavitud
en las colonias.
Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino para
mayores de 25 años, por primera vez en España
Gana la coalición de progresistas, unionistas y demócratas, hay una amplia representación de
republicanos, 71 diputados, y algunos absolutistas.
El Republicanismo es la principal novedad en el Parlamento y su ideología proviene del
liberalismo demócrata. Proponen un modelo de Estado diferente: el jefe de estado será un
presidente elegido para ese cargo y no un monarca. Defienden el sufragio universal y la
realización de profundas reformas sociales y económicas a favor de las clases sociales mas
desfavorecidas.
Sus bases sociales se encuentran en la pequeña burguesía y las clases populares urbanas.
Atraen a una parte del movimiento obrero y campesino, si bien poco a poco entre éstos se
extienden más las ideas socialistas y anarquistas.
La Constitución de 1869 (pág. 152) es la primera realmente democrática de la historia
española. Estos son algunos de sus caracteres:
-Monarquía hereditaria, democrática y parlamentaria. De momento, mientras se busca un
rey, es nombrado regente Serrano y Prim presidente del gobierno.
-La soberanía nacional (art. 32) reside en unas Cortes bicamerales, Congreso y Senado se
eligen (art.38).
-Sufragio universal para varones mayores de 25 años (art. 60).
-El poder legislativo lo tienen las Cortes (art.34), el judicial los tribunales, independencia
que se garantiza creando oposiciones a jueces, y el ejecutivo lo tiene el rey, pero lo ejerce a
través de sus ministros, que responden de su tarea ante las cortes y no ante el rey.
-Los poderes del rey están bien delimitados (art.32), su papel es el de moderador.
-Descentralización política y administrativa (Ley Municipal, 1870: se eligen alcaldes y
concejales).
-Derechos individuales muy amplios (art.17): reunión, asociación, expresión, libertad
religiosa… Sin embargo, el estado mantendrá económicamente el culto católico (art. 21).
-Se reanudan las medidas desamortizadoras.
Los problemas a los que debe hacer frente el gobierno son muchos:
•Externos: insurrecciones en las colonias, Cuba (Grito de Yara) y Puerto Rico (Grito de
Lares), que se reprimen con dureza.
•Internos: resistencia de las Juntas a disolverse, crisis agraria, desempleo, ocupación de
tierras por campesinos, revueltas carlistas, fuerza creciente del partido republicano,
reivindicaciones populares como la abolición de quintas, etc.
A todo esto, hay que añadir las dificultades para encontrar rey. Los candidatos son varios:
-Fernando de Sajonia-Coburgo, portugués, que rechazó la oferta.
-El duque de Montpensier, Antonio de Orleans, casado con la hermana de Isabel II, que fue
rechazado tras matar en un duelo al cuñado de Isabel, hermano de Francisco de Asís.
-Leopoldo de Hohenzollern Sigmaringen, alemán, apodado en España “¡Ole, ole si me
eligen!”. Fue vetado por Francia (Napoleón III) y su candidatura desembocó en la Guerra
franco-prusiana, 1870.
-Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II, que será el futuro Alfonso XII, pero que por el
momento es rechazado.
-Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel II, primer rey de la recién unificada Italia.
Este será el elegido tras una votación en las Cortes, con 191 votos de 334 votantes. El
general Prim será quien lo proponga y lo avale.
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IV- EL REINADO DE AMADEO DE SABOYA (1871-1873)
Acepta la corona y viene en enero de 1871, pero su reinado tuvo mal comienzo: nada más
llegar recibe la noticia del asesinato de Prim, su principal apoyo, aún no muy bien resuelto
(¿republicanos, agentes de Serrano, anarquistas?).
La situación es difícil:
•Se le oponen los republicanos, los Alfonsinos (partidarios de Alfonso, hijo de Isabel II,
liderados por Cánovas), la iglesia católica y los carlistas, quienes en 1872 inician la 3ª
Guerra Carlista, que continuará durante la República y no se resolverá hasta 1876, ya en
tiempos de Alfonso XII.
•Lo apoyan progresistas y demócratas, pero para colmo los progresistas se dividen en dos
grupos:
-Constitucionales: dirigidos por Sagasta (Unionistas y sector progresista más moderado).
-Radicales: dirigidos por Ruiz Zorrilla (Progresistas mas avanzados y demócratas).
Se suceden dos años de inestabilidad, en los que hubo seis gabinetes ministeriales y tres
elecciones generales.
El primer experimento de monarquía democrática en España fue un fracaso. El 11 de febrero
de 1873 Amadeo abdica y se va. Ese mismo día las Cortes proclaman la República.
V- LA 1ª REPÚBLICA (1873-1874).
“Con Fernando VII murió la monarquía tradicional, con la fuga de Isabel II, la monarquía
parlamentaria; con la renuncia de Amadeo de Saboya, la monarquía democrática. Nadie ha
acabado con ella; ha muerto por si misma. Nadie trae la República, la traen las
circunstancias, la trae una conspiración de la sociedad, de la naturaleza, de la historia.
Saludémosla como al sol que se levanta” (Emilio Castelar).
La República nace para hacer frente al vacío de poder y porque no hay otra alternativa; no es
una decisión popular y por ello no tiene un buen comienzo.
La situación es bastante desfavorable y los problemas a los que desde el comienzo ha de
hacer frente son numerosos:
•Sublevaciones obreras y campesinas, sobre todo en Andalucía, para que se cambie la
estructura de la propiedad de la tierra.
•Guerras carlistas y coloniales (Cuba 1868-1878, Guerra de los diez años).
•Oposición de los conservadores: Cánovas conspira para restaurar la monarquía.
•Manifestaciones y acciones anticlericales.
•Continuos pronunciamientos: el ejército es de mayoría monárquica y ha virado hacia
posiciones más conservadoras tras la revolución del 68.
•División interna entre los republicanos. Hay tres tendencias:
a)- Federalistas “moderados”, liderados por Pi y Margall. Defienden los cambios por la
vía legal y sin violencia.
b)- Federalistas extremos: anticentralismo radical, impuesto si era necesario por la vía
revolucionaria. Su líder era José María de Orense.
c)- Unitarios (o unionistas), los más conservadores y partidarios de una administración de
carácter centralista. Destaca Castelar.
En menos de un año se suceden 4 presidentes: Estanislao Figueras, Pi y Margall, Nicolás
Salmerón y Emilio Castelar.
•Estanislao Figueras: Federalista moderado, establece una república federal pero cuenta
con una doble oposición: la de los republicanos unitarios, que quieren una república
centralista, y la de los federalistas extremos, que consideran insuficiente el modelo
realizado.
El presidente dimite convencido de que era imposible gobernar y abandona España.
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•Pi y Margall: Convoca elecciones que le resultan bastante desfavorables, y se enfrenta con
dos graves problemas:
-Recrudecimiento de la Guerra Carlista (que no será liquidada hasta 1876 por el general
Martínez Campos) y de la guerra independentista en Cuba.
-Cantonalismo: movimiento radical anticentralista (independencia de ciudades al estilo de
las polis griegas, pequeños núcleos autónomos, versión radical del federalismo. Actualmente
en Suiza). Se declaran cantones independientes lugares como: Cartagena, Ávila, Salamanca,
Sevilla (pág. 154), Bailén, Andujar, Cádiz, Algeciras, Granada, Tarifa, Loja, etc.
Aunque el cantonalismo es una ideología de corte burgués, en este caso el movimiento
obrero participó activamente. También participan anarquistas y socialistas.
•Nicolás Salmerón: Breve gobierno de signo mas conservador. Autorizó al ejército a
combatir el cantonalismo, lo que junto con la guerra carlista y la cubana, le devuelven a los
militares el protagonismo en la política.
Dimitió, “Abandonó el poder para no firmar una sentencia de muerte”, según reza en su
tumba, en Madrid.
Era natural de Alhama (Almería) y un hombre de gran honestidad y fuertes convicciones
personales y políticas.
•Emilio Castelar: Suprime el federalismo con firmeza e instaura una república unitaria.
Temiendo ser destituido por los federalistas, gobernó de forma autoritaria y se apoyó en los
sectores mas conservadores, utilizó el ejército y la pena de muerte, incluso suprimió las
garantías constitucionales. Los generales Martínez Campos y Pavía logran un importante
protagonismo.
•El final de la República:
En diciembre de 1873 un sector importante de los diputados quería plantear una moción al
gobierno y forzar la dimisión de Castelar. El tres de enero de 1874 se abren las Cortes y
Castelar es derrotado (120 votos contra 100). Era inminente la formación de un gobierno de
centro-izquierda.
Para impedirlo se produce el golpe de estado del general Pavía, capitán general de Madrid.
Disuelve las Cortes (en las que irrumpe con el ejército y la Guardia Civil) y Castelar dimite.
A causa de la debilidad de la República apenas hubo resistencia política ni popular
Por el momento, el general Serrano es nombrado presidente, al mando de una coalición de
unionistas y progresistas. Hasta diciembre, la “república del 74” será una república
presidencialista, en manos de un general impuesto. Serrano gobierna con plenos poderes,
suspende la Constitución de 1869, disuelve las Cortes e intenta mantener un régimen
republicano conservador.
Mientras tanto Cánovas del Castillo va preparando la restauración monárquica por la vía
legal y negociada: logra la renuncia de Isabel II en favor de su hijo y elabora el Manifiesto
de Sandhurst, compromiso constitucional que presenta a Alfonso.
Sin embargo, el 29 de diciembre, el pronunciamiento militar del general Martínez Campos
en Sagunto termina definitivamente con la república y proclama rey a Alfonso XII. Ello
supondrá la Restauración borbónica y la vuelta al poder de la oligarquía.
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