El tráfico de órganos es un gran negocio y una forma moderna de esclavitud que obliga a algunas personas a vender sus órganos. Esto causa problemas globales como consecuencia de la desigualdad en el mundo y pone en riesgo la salud de los pacientes antes y después de las operaciones. Para resolverlo, se proponen actualizar los principios que guían las donaciones de órganos, ayudar a los países en desarrollo a iniciar programas legales de trasplantes y ofrecer atención médica a los pacientes