Messaggio della Consigliera per le Missioni _14 novembre 2018_Spagnolo
1. Compartirelpan
Roma, 14 de noviembre de 2018
Queridas hermanas,
Muchos saludos desde Manaos (Brasil), donde me encuentro en este momento para una visita breve
a unas comunidades de las dos Inspectorías: “Santa Teresita” (BMT) y “Laura Vicuña” (BMA). En
esta última, además, he tenido la posibilidad y la alegría de participar en la Asamblea Inspectorial.
Al inicio del mes de noviembre, cuando todavía se respiraba “el aire fresco” de la conclusión del
Sínodo de los Obispos – Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, nos hemos reunido en
la “Casa Mornese”, en Manaos, un significativo grupo de misioneros y misioneras, Salesianos,
hermanas de otras Congregaciones, laicos, diáconos indígenas y jóvenes, para el Encuentro
Panamazónico Salesiano en vista del Sínodo Panamazónico convocado por el Papa Francisco,
programado para Octubre 2019. Cada vez más se experimenta que la Iglesia es una Iglesia sinodal,
es una Iglesia en camino, con todos y hacia todos. Próximamente escribiré una carta contándoos
esta bella experiencia de Familia Salesiana y de Iglesia, para compartir el camino que, como
Instituto, deseamos recorrer hacia el próximo Sínodo de los Obispos: ‘Amazonía: nuevos caminos
para la Iglesia y para una ecología integral’.
Como ya sabéis, en este 2018 la opción fue reflexionar profundamente sobre el fenómeno
migratorio, ofreciendo a todas las comunidades la oportunidad de abrirse a esta realidad, viviendo
en la dinámica del proyecto: “Para una casa común en la diversidad de los pueblos”. ¡Qué
hermoso es aprovechar el don del Espíritu Santo que indica la dirección de nuestro ser y de nuestro
hacer!
En el año 2002, cuando se lanzó el proyecto, el Ámbito Misiones miraba y soñaba el mundo como
una CASA COMÚN para todos. Hoy, iluminadas por el Magisterio del Papa Francisco, nos
orientamos hacia un Sínodo que mira y sueña el mundo como una CASA COMÚN para todos ¡sin
excluir a nadie! Agradecemos a Dios por este don y pedimos Su gracia para que todas las personas
puedan comprender que nuestro mundo tiene un espacio, un espacio de vida, para cada uno y para
todos.
Queridas hermanas,
Os invito a vivir dos experiencias muy concretas este 14 de noviembre, para ampliar todavía más la
mente y el corazón mirando el fenómeno migratorio.
Antes que todo os invito a leer –personal y comunitariamente– los números del 25 al 28, y el 147
del Documento final del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes, la Fe y el Discernimiento
Vocacional (anexo), que habla, propiamente, del tema migración. Compartir sobre este argumento
ayuda a ampliar la mirada en esta gran frontera misionera, que toca directamente la vida y el
corazón de los jóvenes. También el Documento preparatorio al Sínodo Panamazónico desarrolla
esta temática, pero, sobre esto hablaremos en otra ocasión.
2. Compartirelpan
La segunda invitación que os hago es todavía más concreta y tiene sabor eucarístico: os invito, por
tanto, a abrir la puerta de vuestra Casa a una persona o a una familia migrante y a compartir con
ellos una comida, en la sencillez y en espíritu de acogida, donde cada uno pueda sentirse
verdaderamente parte de la familia humana. Compartir el “pan” con una persona migrante es el
modo evangélico para “salir, encontrar y ser prójimos”, que es el horizonte del proyecto: “Para
una casa común en la diversidad de los pueblos”.
Aprovecho la ocasión para comunicar que el Ámbito Misiones, en colaboración con el Archivo
Fotográfico del Instituto, ha elaborado un brochure, en cinco lenguas, no solo para divulgar el
proyecto, sino, sobre todo, para reforzar y hacer crecer la convicción que el mundo es CASA para
todos y ayudar a nuestras comunidades, a las personas con quienes estamos en contacto, a ver en los
migrantes nuestros hermanos y hermanas. Dentro de poco os enviaremos el brochure y así
creceremos todavía más en sinergia y en sensibilidad hacia el mundo de la movilidad humana.
Un abrazo muy fraterno, con el augurio de una feliz misión allá donde Dios ha soñado nuestra
presencia y la fecundidad del carisma salesiano: entre los más pequeños, los más necesitados ¡sus
predilectos!
Con cariño, en comunión y oración recíproca,
Consejera para las Misiones