Este documento proporciona una definición del parto prematuro y clasifica los tipos de parto prematuro. Explica los factores de riesgo para el parto prematuro, incluidos factores relacionados con la madre, el embarazo y antecedentes médicos. También describe los síntomas, el diagnóstico, el tratamiento con tocolíticos y corticoesteroides, y medidas para prevenir el parto prematuro.
1. FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS
DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE
ENFERMERÍA
SALUD DE LA MUJER Y EL RECIEN NACIDO
Atención de parto inmaduro
Olenka Dueñas Mandamientos
AREQUIPA – PERÚ
2016
2. CASO CLINICO
Atención de parto inmaduro
Definición
Según la OMS, es el parto que ocurre despues de la semana 20 y antes de las
37 semanas completas. La amenaza de parto pretermino se define como las
contracciones que ocurren a esta edad gestacional y que se acompañan de
cambios cervicales.
Clasificación
prematuros extremos (<28 semanas)
muy prematuros (28 a <32 semanas)
prematuros moderados a tardíos (32 a <37 semanas)
Etiología
Hay muchas causas relacionadas con los nacimientos prematuros. A pesar de
ello, la naturaleza de la relación entre las causas y el nacimiento prematuro no
están claras.
No obstante, a pesar de que no se conocen las causas, sí se han identificado
algunos factores de riesgo en la aparición de la prematuridad. En la mayoría de
las mujeres que tienen un bebé prematuro coinciden más de un factor de riesgo
a la vez.
Factores de riesgo generales:
Edad y raza de la madre. Las embarazadas adolescentes tienen más
riesgo de presentar un parto prematuro (menor de 19 años).
Además, cuando la madre tiene más de 35 años, también hay mayor
riesgo de parto prematuro.
Con respecto a la raza, se ha constatado mediante estudios
epidemiológicos que las madres de raza negra sufren mayores tasas de
partos prematuros.
Clase social baja. Cuando el embarazo no está controlado médicamente
(lo que ocurre con mayor frecuencia en estratos desfavorecidos de la
sociedad), hay más riesgo de que el bebé acabe naciendo de forma
prematura.
Baja estatura y bajo peso maternos. Cuando la madre mide menos de
1,55 metros tiene más probabilidades de parto prematuro.
Con respecto al peso de la madre, se ha comprobado que cuando es
inferior a 55 kilogramos en la semana 20 de embarazo, hay más
posibilidades de que el bebé nazca de forma prematura.
Tabaco y drogas. Fumar durante el embarazo aumenta las posibilidades
de que el niño nazca de forma prematura.
3. Además, el consumo de drogas, como la cocaína, está fuertemente
relacionado con el parto prematuro. También las anfetaminas afectan muy
negativamente al embarazo y su duración.
Tipo de trabajo. El trabajo a turnos y por la noche durante el embarazo
aumenta considerablemente el riesgo de tener un parto prematuro, según
se ha constatado en distintos estudios.
Antecedentes reproductivos de la madre. Haber tenido anteriormente
partos prematuros o si ha habido abortos previos. Por otra parte, el
número de hijos también influye: si la madre no ha tenido hijos o si ya
tiene tres o más, el riesgo de prematuridad se eleva.
Factores de riesgo con el embarazo
Embarazo múltiple. Cuando la gestación es de dos o más bebés, las
fibras musculares sufren una sobredistensión que puede anticipar el inicio
de las contracciones, provocando un parto prematuro. Cuando la
gestación es de trillizos o más, los porcentajes de prematuridad se
acercan al cien por cien.
En los últimos años, debido a que un mayor número de parejas recurre
a técnicas de reproducción asistida, los embarazos múltiples están
experimentando un gran aumento y, con ellos, también el índice de partos
prematuros.
Anomalías en la placenta. Cuando la placenta no se sitúa correctamente
se habla de placenta previa. Además, la placenta bien colocada puede
desprenderse de forma prematura (abruptio placentae o desprendimiento
prematuro de placenta), lo que supone un alto riesgo de parto prematuro.
Infecciones vaginales, urinarias o del líquido amniótico. La infección
del líquido amniótico o corioamnionitis puede precipitar un parto
prematuro.
Igualmente, también las infecciones urinarias o las vaginales, también son
un factor de riesgo para que se adelante el parto.
Insuficiencia cervical. El cuello uterino debe permanecer cerrado para
salvaguardar el saco gestacional hasta el final del embarazo. No obstante,
a veces no ocurre así, produciéndose una insuficiencia cervical, por la que
el cuello uterino o cérvix se va dilatando progresivamente antes de tiempo.
Enfermedades autoinmunes. Algunas enfermedades autoinmunes,
como el lupus eritematoso sistémico, pueden hacer que el parto se
presente de forma prematura.
Anomalías del útero y tumores uterinos. Las alteraciones uterinas de
la madre pueden ser congénitas o adquiridas con el tiempo, pero, en
cualquier caso, parece que tienen un efecto claro sobre la prematuridad.
Exceso de líquido amniótico (polihidramnios). Puede desencadenar el
parto prematuro al dar lugar a una distensión excesiva del útero.
Enfermedades propias de la gestación. Hay algunas patologías del
embarazo que afectan directamente a la duración del mismo. Es el caso
de la preeclampsia.
Traumatismos durante el embarazo. Las caídas, los golpes o los
traumatismos sufridos durante los nueve meses de gestación pueden dar
lugar a un parto prematuro.
4. Por ese mismo mecanismo de respuesta ante agresiones externas, si
durante el embarazo hay una intervención quirúrgica, especialmente en el
abdomen, se pueden generar contracciones que precipiten y adelanten el
parto.
Sígnos y sintomas
Sangrado y/o cólicos en el abdomen.
Contracciones con lumbago o presión en la ingle o los muslos.
Líquido que se filtra desde su vagina en gotas o en chorro.
Sangrado vaginal rojo y brillante.
Una secreción espesa y mucosa con sangre proveniente de la vagina.
Usted rompe fuente (ruptura de membranas).
Más de 5 contracciones por hora o contracciones que son regulares y
dolorosas.
Contracciones que se vuelven más prolongadas, más fuertes y más
cercanas.
Diagnostico
Modificación cervical: se ha asociado con el parto prematuro la existencia
de una dilatación cervical > 2 cm y/o un borramiento > 80%. La
exploración clínica del cérvix es subjetiva e inexacta, por lo cual tiene una
reproducibilidad limitada entre los examinadores. Por este motivo se
recomienda no utilizar el examen clínico del cérvix de manera rutinaria
para evaluar pacientes con riesgo de amenaza de parto prétermino.
Ecografía transvaginal y Longitud cervical: Se realizará entre la semana
20 y 34 de gestación , si es posible como complemento del examen
cervical, si la contractibilidad no es franca o las modificaciones cervicales
son dudosas. Una longitud cervical < 25 mm se asocia con un riesgo
relativo de parto prematuro de 4,8. El mayor valor predictivo positivo se
obtiene con una longitud cervical inferior a 18 mm y el mejor valor
predictivo negativo con una longitud superior a 30 mm. Por lo tanto, una
longitud cervical de 25 mm en presencia de contracciones con las
características mencionadas anteriormente es diagnóstico de APP. Si la
longitud cervical es mayor, la probabilidad de APP es muy baja
independientemente de la frecuencia de contracciones.
Test de fibronectina: Se realizará entre las semanas 24-34 de edad
gestacional en pacientes con riesgo de parto pretérmino. La fibronectina
es una proteína extracelular que se encuentra en las membranas, decidua
y líquido amniótico, con una función adhesiva entre el feto en desarrollo y
la superficie interna del útero (interfase coriodecidual). Tras la
implantación del saco gestacional aparece fibronectina en las secreciones
cervicovaginales. Puede encontrarse normalmente en ellas antes de la
5. semana 20ª-22ª y al final del embarazo. Su presencia entre las semanas
24ª y 34ª es poco frecuente, y puede indicar separación de las membranas
fetales de la decidua. Un valor mayor a 50 ng/ml representa un riesgo
incrementado de amenaza de parto pretérmino. Ambas pruebas tienen un
alto valor predictivo negativo, de ahí su importancia, por lo tanto el uso
único o de ambas permite determinar cuáles pacientes necesitarán ser
hospitalizadas y recibir tratamiento tocolítico.
Tratamiento
Medidas generales: se ha demostrado que el reposo en cama y la
hidratación no disminuyen la frecuencia de nacimientos pretérmino, por lo
cual no deben recomendarse rutinariamente.
Progesterona: debe ser usada para la prevención del parto pretérmino en
pacientes con antecedente de dicha entidad. Su función es mantener la
quiescencia uterina mediante la supresión de los efectos proinflamatorios
de los estrógenos. Es preferible utilizarlo vía vaginal, iniciando entre la 16-
24 semana de gestación. Su uso ha demostrado disminución en las tasas
de parto pretérmino de 45% en pacientes con cuello corto.
Tocolíticos: El uso de tocolíticos no se asocia con la reducción de la
mortalidad perinatal y neonatal o de la morbilidad neonatal. Su principal
indicación es para las mujeres que están en amenaza de parto pretérmino,
y de esta forma prolongar el nacimiento, por lo menos en 48 horas, para
permitir el efecto óptimo de los glucocorticoides antenatales que
disminuyen la morbilidad y mortalidad de los recién nacidos prematuros.
No está definido un tocolítico de primera elección para el manejo de parto
pretérmino. Las circunstancias clínicas, la preferencia y experiencia del
médico dictarán el tratamiento. Los tocolíticos disponibles para el manejo
de la amenaza de parto pretérmino son: calcioantagonistas,
antiinflamatorios no esteroideos (AINES), agonistas de los receptores
beta adrenérgicos (terbutalina), sulfato de magnesio, e inhibidores de los
receptores de oxitocina (atosiban). El Colegio Americano de Ginecología
y Obstetricia recomienda como tratamiento de elección los
calcioantagonistas; el nifedipino es el más utilizado por tener menos
efectos colaterales, los AINES y los agonistas B adrenérgicos. Sin
embargo, el atosiban y la indometacina, que deben usarse antes de las
32 semanas y no más de 48 horas, son los que presentan menos efectos
adversos, por lo cual son en muchas ocasiones el tratamiento de primera
línea. Dentro de las contraindicaciones de tocolisis se encuentran:
preeclampsia y eclampsia, malformaciones congénitas o cromosómicas
letales, abruptio placenta, dilatación cervical avanzada, insuficiencia
placentaria y sangrado materno con inestabilidad hemodinámica.
Corticoides: según revisiones de Cochrane, los corticoides reducen la
morbilidad y mortalidad neonatal en 34% y 31%, respectivamente , ya que
estimulan el desarrollo pulmonar por medio de la síntesis de factor
surfactante, aumentan la compliance pulmonar y disminuyen la
6. permeabilidad vascular. Son candidatas a corticoides toda mujer
embarazada con alto riesgo de parto pretérmino entre las 24 y 34
semanas de gestación. Se pueden incluso indicar corticoesteroides sobre
las 34 semanas si existe evidencia de inmadurez pulmonar fetal. Toda
mujer que curse con las condiciones mencionadas anteriormente debe
serratada siempre que el parto no sea inminente (menos de una hora).
Pueden tratarse mujeres embarazadas con ruptura prematura de
membranas siempre que no existan signos de corioamnionitis, tampoco
es contraindicación la diabetes gestacional pero requiere estricta
monitorización de la glicemia. La terapia recomendada es betametasona
12 mg IM separadas por 24 horas. Otra terapia alternativa es la
dexametasona, 6 mg cada 12 horas cuatro dosis. Según la Academia
Americana de Ginecología y Obstetricia no está recomendado cursos
repetidos de corticoesteroides.
Prevención
Prevenir las infecciones vaginales
Hacerse chequeos de rutina a lo largo de su embarazo
Comer alimentos saludables
No fumar
No consumir alcohol ni drogas
Reducir el estrés