2. Por romanización entendemos el proceso de conquista e imposición de
los principios de administración, cultura, organización social y
autoridad militar a los pueblos que habitaban la Península por parte de
Roma.
Fue un proceso largo e implacable que comenzó cuando los romanos
derrotaron a los cartagineses (hacia el 206 a. C.), y que no terminará,
oficialmente, hasta el sometimiento de los pueblos cántabros y astures
en el 19 a. C.
3. La Romanización de Hispania por Roma empezó en el 218 a. C. Cuando
Aníbal (cartaginés) destruyó la ciudad de Sagunto, aliada de Roma.
Hacia el 209 a. C. Cornelio Escipión tomó la ciudad de Cartago Nova y poco
después Gadir (Cádiz), antigua colonia fenicia.
Puede considerarse que la romanización determinó y fijó el destino de
Hispania, destino dudoso hasta entonces debido a las entrecortadas
influencias oriental, helénica, celta y africana que había tenido.
Por lo que respecta a la latinización hay que decir que no fue un proceso
agresivo ni forzado. Los habitantes colonizados vieron rápidamente las
ventajas de hablar la misma lengua que los invasores puesto que de ese modo
podían tener un acceso más eficaz a las nuevas leyes y estructuras culturales
impuestas por la metrópoli.
4. La primera fase se inicia con el desembarco romano en Ampurias
(218 a.C.) y termina con la conquista de Numancia (Soria, 133 a.C)
La segunda fase va desde la caída de Numancia hasta el inicio de
las guerras cántabras y astures (29 a.C.)
La tercera fase (29 – 19 a.C.), y última, fue mucho más breve y se
limitó a la sumisión, más o menos efectiva, de los irreductibles
galaicos, cántabros y astures por el emperador Octavio Augusto, tras
una cruenta campaña.
5. El derecho de ciudadanía que constituía la aspiración común de todos los pueblos
sometidos ya que conllevaba grandes privilegios.
La fundación de las colonias y el régimen municipal: cada colonia estaba
integrada por ciudadanos romanos que se organizaban y vivían como si estuvieran en
la propia Roma y por indígenas que estaban en contacto con ellos.
La influencia del ejército en la romanización fue decisiva: resultó ser el transmisor
fundamental de la lengua latina.
La lengua latina logró imponerse a las demás lenguas nacionales excepto al
euskera y era la lengua universal en los países del Mediterráneo.
La extensa red de comunicaciones que proporcionaba el conjunto de calzadas
romanas facilitó la comunicación entre las distintas regiones, tanto en la costa como
en el interior.
6. Siglo II a.C. Siglo I a.C. Siglo III d.C.
En el siglo III d.c Hispania en su conjunto estaba dividida en siete
provincias: Tarraconense, Gallaecia, Lusitania, Bética,
Cartaginense, Tingitana y Baleárica.
1ª división 2ª división 3ª división
7. o Administrativamente: las provincias de Hispania estaban formadas por ciudades, que los
romanos las diferenciaron en dos grupos dependiendo de su origen:
Municipios: los ya existentes
Colonias: fundadas por ellos.
o Políticamente las ciudades se dividían en tres tipos:
Libres: autonomía interior pero con dependencia de Roma en política exterior .
Federadas: unidas a Roma mediante un tratado (foedus); prestaban ayuda militar pero no
pagaban tributos.
Estipendiarias: lo contrario a las anteriores, pagaban un tributo (stipendium) y a cambio
mantenían cierta autonomía.
o Socialmente: dependiendo de su nacimiento la población se dividía en:
Cives o municipes: eran los nativos, podían ejercer cargos públicos.
Allecti: adoptados como hijos del municipio, no podían ejercer cargos públicos.
Adventores y hospites: habitantes temporales, visitantes o huéspedes.
Incolae: en las colonias era el nombre que le daban a los antiguos pobladores.
Duumviros: eran los gobernantes de la ciudad
8. A mediados del siglo I d.C., Vespasiano concedió el derecho latino a todas las ciudades
de Hispania (desaparece así el trato indígena).
El proceso de asimilación se completa con Caracalla que a principios del siglo III d.C.
concede a todos los habitantes del imperio la ciudadanía romana, quedando así
igualados a los de Roma. Pero se mantuvo la gran división entre esclavos y libres, y,
dentro de los libres, entre patricios y plebeyos.
Con la romanización Roma consigue ampliar sus fronteras, y las ciudades de Hispania
rompen su aislamiento y amplían su cultura.
9. Entre sus legados tenemos:
El derecho romano: son leyes escritas en las que se establecen los derechos y deberes de los
ciudadanos. Muchos de sus principios están todavía hoy en vigor en Europa.
El idioma latín: da origen al idioma castellano, galego, catalán
Sus construcciones: teatros, anfiteatros, circos, templos, termas, acueductos y puentes.
El cristianismo: nació de una división del judaísmo y se extendió con rapidez. Fue perseguida y
prohibida hasta el 313 D.C. en el año 380, se convirtió en religión del Imperio
10. Escritores y filósofos:
Quintiliano, nació en Calagurris (Calahorra-La Rioja) hacia el 35 a.C . Su gran obra fue De
Institutio Oratoria
Lucio Anneo Séneca, (de Córdoba) destacó como pensador, tanto como intelectual y político.
Consumado orador.
“El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo”
Marcial, poeta nacido en Bilbilis (Calatayud) alrededor del 40 d.C. Su obra más famosa fueron
los Epigramas
Emperadores:
Trajano (nacido en Itálica cerca de Sevilla), fue el primer emperador de origen no itálico
Adriano (Nació probablemente en Itálica en el actual término municipal de
Santiponce (Sevilla), en su época el imperio alcanzo la máxima extensión territorial
Teodosio (nacido en Cauca, Coca-Sevilla), impuso el catolicismo como religión oficial y dividió
el Imperio entre Oriente y Occidente