UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA
SISTEMA NACIONAL DE NIVELACION Y ADMISION
AREA DE LA SALUD
ESTUDIANTE: María José Apolo Jiménez.
DOCENTE: Bioq.Carlos García.
TEMA: Virus del ébola.
FECHA: 13-08-2014.
HISTORIA DEL VIRUS DEL ÉBOLA.
El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre
hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), causada
por el virus del Ébola, que se describió por primera vez en el año 1976 por
el Dr. David Finkes, cuando se presentaron varios casos de fiebre hemorrágica
en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, geográficamente
ubicado en Zaire.
El virus del Ébola es uno de los dos miembros de una familia de virus de ARN
(ácido ribonucleico) llamado Filoviridae .Existen cinco serotipos del virus del
Ébola: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil y Ébola-Bundibugyo.
El quinto serotipo, el Ébola-Reston, ha causado enfermedad en los primates,
pero no en humanos. Es una infección que se caracteriza por una alta tasa de
mortalidad, que oscila entre el 50% y el 95% de los afectados. Debido a su
naturaleza letal, este virus es considerado como un arma biológica.
La prevalencia del ébola es difícil de determinar, porque suele presentarse en
forma de brotes o epidemia, sin embargo, en países como Estados Unidos la
infección por este virus no es endémica, aunque existen registros de varias
personas que trabajan en contacto directo con primates y que han adquirido la
infección por el tipo Ébola-Reston; afortunadamente, este tipo de virus no ha
demostrado efectos patogénicos en seres humanos. Otras personas en riesgo
potencial son los trabajadores de laboratorio que trabajan con animales
infectados o con cultivos del virus en tejidos.
Actualmente, se considera que las personas en riesgo de contraer fiebre
hemorrágica por virus del Ébola son aquellas con antecedentes de viajes a
África subsahariana, las personas que cuidan a los pacientes infectados, así
como los trabajadores que se encuentran en contacto con primates infectados
de origen africano.
TRANSMISIÓN DEL VIRUS DEL ÉBOLA.
El virus del Ébola está considerado como sumamente infectivo, debido a su alta
tasa de mortalidad, la rapidez con la que provoca la muerte y las zonas
remotas donde se producen las infecciones. Se transmite a los humanos a
través del contacto con un animal huésped infectado vivo o muerto (monos,
murciélagos, antílopes…) y se disemina de persona a persona por el contacto
con la sangre, tejidos, secreciones y los fluidos corporales del sujeto infectado,
y por el contacto con equipo médico contaminado, tales como agujas.
Las infecciones por virus del Ébola son agudas y no existe el estado de
‘portador’. Debido a que el reservorio natural del virus es desconocido, la
manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano en el inicio
de un brote no se ha determinado aún.
La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad
dentro de un centro hospitalario, este tipo de transmisión ocurre con frecuencia
durante los brotes de virus del Ébola. En la mayoría de los centros de salud de
África los pacientes son atendidos sin mascarilla, batas o guantes. Además,
cuando las agujas o jeringas que se utilizan pueden no ser del tipo desechable,
si se contaminan con el virus y luego se vuelven a utilizar, muchas personas
pueden ser infectadas.
SINTOMAS.
El período de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y 21 días,
después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del ébola, aunque lo más
habitual es que aparezcan entre el octavo y el décimo día:
Fiebre alta y repentina.
Dolor de cabeza.
Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.
Dolor de garganta y debilidad generalizada.
Diarrea, vómitos y dolor de estómago.
Aparición de una erupción rojiza en la piel.
Congestión conjuntival (ojos rojos).
Alteración de la función renal y hepática.
En algunos afectados pueden observarse hemorragias internas y externas.
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA
SISTEMA NACIONAL DE NIVELACION Y ADMISION
AREA DE LA SALUD
ESTUDIANTE: María José Apolo Jiménez.
DOCENTE: Bioq.Carlos García.
TEMA: Enfermedad Leptospirosis
FECHA: 13-08-2014.
¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD LEPTOSPEROSIS?
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa, de distribución universal, que se
transmite de forma natural de los animales al ser humano (zooantroponosis).
Afecta a varias especies de animales domésticos y salvajes, y los humanos se
pueden infectar por contacto directo con un animal infectado o con un medio
ambiente contaminado con el germen. La infección en humanos puede producir
cuadros clínicos que van desde solo fiebre hasta la afección de múltiples
órganos, causando incluso la muerte.
La leptospirosis es una zoonosis que afecta a muchas especies animales
salvajes y domésticas; se ha descrito en más de 160. Estos animales
constituyen el reservorio (es decir, que el germen se mantiene en ellos) y la
fuente de infección para el ser humano. Las especies salvajes más afectas son
los roedores, y los animales domésticos más afectos son los perros y el ganado
bovino, equino, ovino y porcino. Los animales infectados eliminan leptospiras
por la orina y los humanos se infectan cuando entran en contacto con estos
animales o con las aguas infectadas, especialmente aguas estancadas y
terrenos húmedos contaminados con la orina de estos animales.
En la persona infectada, el sistema inmunitario produce anticuerpos frente al
serotipo (categoría del microorganismo basada en sus antígenos. Dentro de un
mismo tipo de bacteria –también ocurre con las leptospiras, puede haber
diferentes serotipos o bacterias con diferentes moléculas en su superficie;
estas son las moléculas que el sistema inmunitario detecta como antígenos
ajenos al cuerpo) de leptospira que ha ocasionado la infección. Es decir, que
una persona que padece y se recupera de una infección por leptospira, aunque
haya creado anticuerpos frente a esa leptospira, no está protegida frente a
posibles infecciones por otras leptospiras con otro serotipo y, por lo tanto, la
misma persona no está libre de sufrir otras leptospirosis.
CAUSAS DE LA ENFERMEDAD LEPTOSPIROSIS.
La bacteria Leptospira se puede encontrar en aguas dulces que han sido
contaminadas por la orina de animales. La infección ocurre en climas cálidos.
No se propaga de una persona a otra, excepto en casos muy raros cuando se
transmite a través de la leche materna o de una madre a su feto.
Algunos de los factores de riesgo son:
Exposición ocupacional: agricultores, granjeros, trabajadores de los
mataderos, cazadores (tramperos), veterinarios, leñadores, personas
que trabajan en las alcantarillas, personas que trabajan en los arrozales
y el personal militar.
Actividades recreativas: nadar en aguas dulces, hacer canotaje,
kayaking y ciclo montañismo en áreas cálidas.
Exposición en el hogar: perros mascota, ganado doméstico, sistemas de
recolección de agua de lluvia y roedores infectados.
SINTOMAS.
El periodo de incubación, es decir, el tiempo que va desde que entra la
leptospira en la sangre y la aparición de síntomas de la leptospirosis, suele ser
de 7 a 12 días (pero puede oscilar entre 2 y 20 días). La infección se puede
mostrar de tres maneras:
En la mayoría de los casos, aproximadamente un 90%, se produce una
enfermedad leve, sin ictericia (coloración amarillenta de la piel y de las
mucosas debida al depósito de bilirrubina en las mismas, causada por la
presencia elevada de bilirrubina en la sangre).
En algunos casos, aproximadamente un 15%, la infección pasa desapercibida
–infección subclínica– y solo se puede diagnosticar al analizar los anticuerpos:
la persona pasa de no tener anticuerpos frente a leptospiras a tenerlos
(seroconversión).
En una minoría de casos –menos del 5%–, se desarrolla una forma grave de
la enfermedad, que puede incluso causar la muerte, llamada leptospirosis
ictérica o enfermedad de Weil.