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DOMINGO CUARTO DE PASCUA
CICLO A Las ovejas oyen la voz del
pastor y el pastor llama por su
nombre a las ovejas
Hechos de los
Apóstoles, 2, 14-41
El día de Pentecostés, Pedro con los Once se presenta
delante de la gente.
Pedro habla con voz fuerte y dice: “Todas las personas
de Israel deben saber esta verdad:
El mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha
hecho Señor y Mesías”.
Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron
a Pedro y a los demás apóstoles:
“¿Qué tenemos que hacer, hermanos?
Pedro les contesta: “Convertíos y bautizaos todos en
nombre de Jesucristo. Así se os perdonarán los pecados
y recibiréis el Espíritu Santo.
Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros
hijos y, además, para todas las personas que Dios llama,
aunque estén lejos”.
Con estas y otras muchas palabras Pedro les daba prisa y
los animaba diciendo: “Escapad de esta generación
perversa”.
Las personas que aceptaron sus palabras se bautizaron y
aquel día tres mil personas se unieron a la comunidad.
Primera carta de San Pedro 2, 20-25
Queridos hermanos:
Vosotros hacéis algo hermoso delante de Dios cuando sufrís por haber hecho el bien.
Dios os ha llamado para eso porque también Cristo padeció su pasión por nosotros. Él nos ha
dado ejemplo para que sigamos sus huellas.
Jesús no ha hecho ningún pecado. Él no ha dicho ninguna mentira.
Cuando insultaban a Jesús, Él no devolvía los insultos; cuando sufría su pasión Él no gritaba
amenazas.
Al contrario, Jesús se ponía en manos de Dios que juzga justamente.
Él, cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, nosotros, muertos al pecado,
vivamos para la justicia.
Sus heridas nos han curado.
Vosotros andabais como ovejas perdidas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de
vuestras vidas.
El mismo Jesús, a quien
vosotros crucificasteis,
Dios lo ha hecho Señor y
Mesías”.
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Sus heridas nos han curado.
Vosotros andabais como ovejas
perdidas, pero ahora habéis vuelto
al pastor y guardián de vuestras
vidas
Evangelio según San Juan, 10,
1-10
Jesús dice:
“El que entra por la puerta del corral de
las ovejas es el pastor, pero si alguien
entra por otra parte, saltando, es un
bandido y un ladrón.
Las ovejas oyen la voz del pastor y el
pastor llama por su nombre a las ovejas
y las saca fuera.
Cuando el pastor ha sacado todas las
ovejas camina delante de ellas y las
ovejas le siguen porque conocen su voz.
A una persona desconocida no la
seguirán, huirán de ella, porque las
ovejas no conocen otras voces”.
Jesús dice esta parábola, pero los que
escuchaban no entienden de qué habla
Jesús.
Entonces Jesús añade: “Yo soy la puerta
de las ovejas. Todos los que han venido
antes de mí son ladrones y bandidos
pero las ovejas no les escucharon.
Yo soy la puerta: quien entra por mí se
salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará comida (vida).
El ladrón entra para robar, matar y
dividir. Yo he venido para que tengan
vida y vida en abundancia”.
El ladrón entra para
robar, matar y dividir.
Yo he venido para que
tengan vida y vida en
abundancia
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Hechos de los Apóstoles, 2, 14-41
El día de Pentecostés, Pedro con los Once se presenta
delante de la gente.
Pedro habla con voz fuerte y dice: “Todas las personas de
Israel deben saber esta verdad:
El mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis,
Dios lo ha hecho Señor y Mesías”.
Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron
a Pedro y a los demás apóstoles:
“¿Qué tenemos que hacer, hermanos?
Pedro les contesta: “Convertíos y bautizaos todos en
nombre de Jesucristo. Así se os perdonarán los pecados y
recibiréis el Espíritu Santo.
Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros
hijos y, además, para todas las personas que Dios
llama, aunque estén lejos”.
Con estas y otras muchas palabras Pedro les daba prisa y
los animaba diciendo: “Escapad de esta generación
perversa”.
Las personas que aceptaron sus palabras se bautizaron y
aquel día tres mil personas se unieron a la comunidad.
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Primera carta de San Pedro 2, 20-25
Queridos hermanos:
Vosotros hacéis algo hermoso delante de Dios
cuando sufrís por haber hecho el bien.
Dios os ha llamado para eso porque también Cristo
padeció su pasión por nosotros. Él nos ha dado
ejemplo para que sigamos sus huellas.
Jesús no ha hecho ningún pecado. Él no ha dicho
ninguna mentira.
Cuando insultaban a Jesús, Él no devolvía los insultos;
cuando sufría su pasión Él no gritaba amenazas.
Al contrario, Jesús se ponía en manos de Dios que
juzga justamente.
Él, cargado con nuestros pecados subió al leño, para
que, nosotros, muertos al pecado, vivamos para la
justicia.
Sus heridas nos han curado.
Vosotros andabais como ovejas perdidas, pero ahora
habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.
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Evangelio según San Juan, 10, 1-10
Jesús dice:
“El que entra por la puerta del corral de las ovejas es el
pastor, pero si alguien entra por otra parte, saltando, es
un bandido y un ladrón.
Las ovejas oyen la voz del pastor y el pastor llama por
su nombre a las ovejas y las saca fuera.
Cuando el pastor ha sacado todas las ovejas camina
delante de ellas y las ovejas le siguen porque conocen
su voz.
A una persona desconocida no la seguirán, huirán de ella,
porque las ovejas no conocen otras voces”.
Jesús dice esta parábola, pero los que escuchaban no
entienden de qué habla Jesús.
Entonces Jesús añade: “Yo soy la puerta de las
ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones
y bandidos pero las ovejas no les escucharon.
Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y
podrá entrar y salir, y encontrará comida (vida).
El ladrón entra para robar, matar y dividir. Yo he venido
para que tengan vida y vida en abundancia”.
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San Juan
El domingo cuarto de Pascua es siempre el del Buen
Pastor.
En el ciclo A se proclama la primera parte : Jesús se
presenta como la Puerta.
Puerta significa entrada, acogida, mediación, acceso.
Cristo es la entrada a los verdaderos pastos: la Vida que ha
enviado el Padre.
San Pedro
Pedro, después de la venida del Espíritu en Pentecostés,
sale a la calle con los Once y grita: Cristo es el único
Salvador. El crucificado es Dios.
Salvarse es: Creer en Él, convertirse a Él, bautizarse y
agregarse a su comunidad
Convertirse es: Oír su voz, seguirle, formar parte activa
de su comunidad.
La salvación es ofrecida a todos los pueblos.
El número tan alto (3000) es un símbolo: significa la fuerza
de la predicación que reúne a los hijos de Dios divididos por
el pecado.
Soportar con paciencia el sufrimiento provocado por otros es
hacer una cosa hermosa ante Dios.
Es demostrar la capacidad interior de “escuchar” la voz del
Pastor. De haber sido “conocido” por el Pastor.
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Los pastores
Hay pastores verdaderos: son los que entran por la
puerta (siguen a Cristo y son de su iglesia). Llevan a las
ovejas a la comunidad.. No se sienten dueños de la
Palabra, ni de la gracia ni de la comunidad. Sirven al único
Pastor.
Hay otros que no entran por la puerta (Cristo y su
Iglesia), entran saltando. Son falsos profetas que se han
dado un encargo a si mismos que no es el encargo de
Cristo y se sienten dueños y no servidores de las ovejas.
Entrar a la Vida no es encerrarse. Es liberarse: se puede
entrar y salir.
Los pastores de Cristo liberan. Los falsos pastores
encierran.