3. • En la mayoría de las catedrales góticas, las
gárgolas no representan a seres felices, sino que
tienen en general un aspecto lúgubre, lo que está
en concordancia con su función: la de ser
canalizaciones para el agua de la lluvia desde los
techos, lo que hace que “lloren, se quejen o
hagan gárgaras”, es decir, la función
arquitectónica o práctica va en relación con un
sonido que podemos asociar
onomatopéyicamente con el sonido gutural de un
quejido humano, o bien con los ruidos de agua
dentro de una cueva.
4.
5. • Si pensamos en las noches de
invierno, lluviosas, del frío
Amiens del siglo XIII y
posteriores, nos encontramos
con una imagen bastante
lúgubre para el caminante
próximo a la catedral, entre
juicios finales, monstruos y
gárgolas
7. • Si bien es preponderante el tímpano del juicio final en el portal principal de la
fachada oeste, si nos fijamos bien, no todo es lúgubre en la catedral gótica.
8. • La fachada muestra un gran programa iconográfico de escultura que comprende
buena parte de los episodios del Antiguo y Nuevo Testamento
• además del calendario agrícola, signos del zodiaco
10. Un sinnúmero de esculturas
conmemorativas, decorativas
y/o moralizantes donde los
santos y vírgenes han perdido la
dureza románica y han ganado
en dulzura y movimiento,
hablando solamente del exterior
de esta gran “ciudad de dios”,
pues por dentro hay otro tanto.
Santos y mártires aplastando el mal
12. Por otra parte, la policromía de las esculturas, daban color y luz, cercano
a como en la actualidad se puede ver gracias a la tecnología láser
13. Amiens, tenemos que recordar, era en el siglo XIII una ciudad muy próspera,
dedicada a vender una tintura textil proveniente de una planta cultivada en
la región, aprovechando su cercanía de Flandes y el auge del comercio de
paños. Esa fue la prosperidad que hizo posible la construcción de nuestra
catedral.
15. Las gárgolas de la catedral de Amiens son una
multitud de figuras, zoomorfas, antropomorfas y
de híbridos. No contamos con el dato exacto, pero
vemos que ya sobre cada portal, en el caso de la
fachada oeste –la principal, del juicio final- se
ubica una a cada lado, teniendo a una altura
relativamente baja, 6 gárgolas.
16. Luego, en cada uno de los pilares, sobre la galería de los reye y más
arriba, acompañando de a pares a los reyes músicos. No deben ser
menos de 100 gárgolas, todas diferentes en esta catedral.
17. La mayoría de ellas son de fines del siglo XIII y otras del siglo XIV,
habiendo también reconstrucciones de Violet Le Duc en el siglo XIX.
19. Se pueden distinguir entre estas huestes de gárgolas que se asoman hacia afuera de
la catedral de Amiens a algunas especies en particular (aunque no existen dos
gárgolas iguales): varios leones, leones con alas, hienas con alas…
20. lobos con alas de murciélagos y otros con alas de águilas, monos, híbridos
totalmente imaginarios (como este con pelos y cola de reptil)
22. …un hombre con forma
totalmente humana y sombrero,
y un monje-lobizón
23. Es importante considerar
que en estos espacios
marginales, las gárgolas no
se encuentran solas: en
unos rincones, comparten
lugar con reyes músicos,
en otros, con quimeras o
con atlantes, además de la
decoración vegetal.
24. Un estudio iconográfico de
ellas, se debería hacer en
relación con estos pequeños
espacios de contexto. La
pregunta es: ¿se trata de
unidades temáticas o son
figuras independientes
esparcidas por la catedral?
25. II. Problemas del significado
¿Qué hacen estos “monstruos” en las catedrales? Qué llevó a los
canteros y maestros escultores a dar esas figuras y no otras a
estos dispositivos?
Pues también pudieron ser representadas allí otro tipo de figuras
y no monstruos (los pececillo so angelitos tirando agua en las
fuentes de las plazas barrocas), incluso pudieron ser híbridos con
connotaciones más alegres
26. Es el caso de los juegos ornamentales de los espacios marginales de los libros
góticos. Espacios igualmente marginales que los de las catedrales que se llenan
con gárgolas y quimeras, pero con connotaciones bastante más lúdicas y alegres.
Libro de Horas de María de
Navarra, s. XIV
28. • En ese sentido, el espacio que las gárgolas dan a la
imaginación, no puede asimilarse a figuras sin
significado, sino que son figuras que representan el
mundo, la naturaleza, tal como el hombre medieval la
ve: un lugar de una diversidad infinita, donde todo es
posible, lo conocido y lo desconocido. La maravilla, el
portento, asombran, pero existen, lo vemos en el
discurso de San Agustín, por ejemplo.
• Para San Agustín existían criaturas excepcionales, que
entraban en el plan divino aunque los hombres
ignorarían si su naturaleza era humana o animal”.
29. Conviven animales reales y
conocidos por nosotros como
otras representación
“imaginarias”. Incluso en la ciencia
no tiene problema en aceptar
como dato certero a ciertas
mezclas de la naturaleza, como lo
muestra esta mandrágora con
raíces antropomorfas
Así encontramos
a los híbridos en
las enciclopedias
como De
Universum de
Rabano Mauro ,
en las Etimologías
de san Isidoro, en
copias de libros
“científicos” como
los Dioscórides
(Materia Medica
Izq.: Mandrágora, Dioscórides de Nápoles, (Codex neapolitanus Ms. Ex Vindob. Gr. 1 Salerno) , copia del
s. VII de la Materia Medica del s. I / Derecha: Rabano Mauro, De Universo. Copia s. XII
30. … La idea
totalizadora del
mundo está
representada en el
Arca de Noé, donde
precisamente
conviven todas las
creaturas, incluidas
pegasos, centauros y
una probable
mantícora.
Beato de Fernando, s. XI
31. • Sin embargo, en esta
concepción del mundo,
los monstruos – aun
siendo parte de la
Creación– están
relegados a los espacios
marginales, como es el
caso de esta figura a la
derecha que habita las
zonas tórridas en que
posee un pie
desproporcionado que
le sirve de sombrilla
(Sciápodo).
32. Por lo tanto, estos seres esculpidos, al menos muchos de ellos, representan
la amplia naturaleza de las cosas terrenas, la natura creada de Escoto
Eriúgena (siglo IX) y otros seguidores de preceptos parecidos, ahí, cercanos
al panteísmo y cercanos a las catedrales góticas, como Amaury (1150), de
Chartres
33. Emile Mâle afirma que el
hombre gótico amaba la
naturaleza y en la naturaleza
veía a Dios, y por ello es que la
recreaba cuando quedaba en
libertad de hacerlo. Por eso
encontramos en rincones más
o menos apartados, vegetales
y animales simples y conocidos
Sin embargo, unas veces estos tienen
connotaciones más simbólicas y otras
menos. Por ejemplo, una enredadera
de vid que nace de una crátera y
asciende, al costado de la Jerusalén
celeste, es difícil que no aluda a la vida
eterna…
34. No obstante, también hay
representaciones marginales que bien
podrían no tener significado alguno,
más allá de ser una representación del
mundo natural. De esta manera, estas
representaciones en las catedrales
bien podrían ser verdaderos “Espejos
de la naturaleza” como sostenía
Vicente de Beauvais.
36. La catedral gótica quiere
representar al universo.
Quiere ser una figura de la
Jerusalén celeste, pero
también presentar la
historia humana que es la
historia de la redención y
la historia de la creación y
del espacio, de las
relaciones entre arriba y
abajo, pequeño y grande,
entre la tierra y el cielo, en
definitiva, el cosmos.
37. • Como Jerusalén
celeste ha de
mostrar las
maravillas que nos
depara Dios a los
salvos y que están
descritas en el Ap.
XXII: mostrar en
piedra terrena,
como decía Honorio
Augustidensis, las
piedras celestes, es
síntesis, el cielo en la
tierra.
• Por otra parte, la
catedral gótica debe
ser honrada, debe
ser vestida
espléndidamente,
que es lo que
pretende Suger de
Saint Denis
38. • Las catedrales, construidas
como se imaginaban la
Jerusalén celeste, tienen
torres, ¿torres custodiadas
por estos guardianes? ¿Son
las gárgolas, entonces,
también grotescos
guardianes, explícitamente
feos para asustar a los
demonios que quieran
entrar al templo?
• Esta es una de las tesis más
difundidas acerca de la
función de las gárgolas, la
función apotropaica, pero no
justifica todas las figuras,
especialmente no justifica a
las figuras antropomorfas.
En cambio, estos dos
animales con forma de
hienas o hienas aladas, sí
parecen ser los custodios de
los reyes músicos arriba de
ellos.
39. Hipótesis de la amenaza
Las gárgolas como demonios fuera
del imago mundi
40. El mal. Amiens
Pero otras veces, los
monstruos o híbridos
han servido para figurar
a los demonios o al mal,
a las tentaciones, los
pecados.
41. Puertas de Hildesheim, s. XII. Dragón aconseja a Herodes, Dragón de Eva
Especialmente los dragones que son nombrados de esa manera en el Apocalipsis que
tuvieron su lugar en el infierno y en la representación de los pecados
42. Especialmente significativos para
nuestras gárgolas es la
representación de la bestia que
surge del abismo. Allí la bestia
ronda el templo con el arca. El
templo es representado todo
enjoyado, como la Jerusalén
celeste y asimismo, como la
catedral.
Beato del Arroyo, siglo XIII. BNF
“El templo con el arca de la Alianza y la bestia que surge del
abismo”, Ap.11:7
43. Estos monstruos que tenemos aquí, ¿están en el imaginario de hombres
constantemente acechados por la idea del infierno y de sus pecados? ¿o son parte de
un programa iconográfico moralizante?
44.
45. Pero el infierno ya se ha representado en el tímpano –cuyo monstruo favorito es Leviatán
con su hocico engullendo pecadores.
47. ¿qué están haciendo las gárgolas: están acechando a los transeúntes y/o a los
demonios, o ellos mismos son seres que están prisioneros?
48. • Asociamos esta idea a dos
representaciones de
Minotauros modernas que
tenemos en mente: la de Watts
(dia 35) y la de Rubens (dia 36).
Tres, si pensamos en la de
Asterión de Borges. Sobre todo
este monje arrodillado con
cabeza de mono (dia37). ¿No
estamos frente a la
resignificación de la imagen del
Minotauro, un hombre
perdido, atrapado en el
laberinto de la existencia,
monstruoso, no porque es
híbrido (ya vimos que se puede
ser híbrido no monstruoso,
solamente animal), sino
porque es un hombre al que le
falta lo mejor de sí, su cabeza
para pensar… ¿Y por qué otro
motivo pierde el ser humano
su libertad y su vida eterna si Watts. Georges F
no es por su “mala cabeza”? 1885
Óleo sobre lienzo
117 cm x 93 cm
49. • Y he aquí otra conexión:
quien construyó el laberinto
fue Dédalo, que además le
construyó el disfraz a
Pasífae para que se hiciera
pasar por vaca en su locura
de amor por el toro de su
marido, Minos. Y según el
mito, Dédalo, el arquitecto,
queda atrapado en su
propio laberinto
Rubens, 1636, óleo sobre tabla
26 x 16,5 cm. Museo de La Coruña
50. • Los arquitectos de las catedrales góticas sabían esto y se identificaban con
Dédalo, no en vano cada catedral tuvo su laberinto en el suelo (dia 39),
con los nombres de los arquitectos plasmados allí y muchas veces con la
cabeza del Minotauro al centro. El mismo infierno es concebido por Dante
como un laberinto y el Minotauro se encuentra en él en el séptimo círculo.
51. El laberinto figuraba una forma de peregrinación “corta”, era un símbolo de las dificultades para
llegar a la salvación, al fin, de la vida humana, y los fieles se arrastraban por él de rodillas.
Fijémonos en nuestro lobizón: es un hombre que se arrastra de rodillas ¿en este laberinto para
salvarse después de pecar? Porque, como dijimos antes, la catedral era el universo y el
laberinto, ¿qué es sino otra figuración del universo para el alma humana? Su centro ¿no es el
centro cósmico a la vez que la Jerusalén Celeste? En ese camino están los arquitectos de Notre
Dame de Amiens, en el de su propia salvación, pero los maestros canteros, deben buscar otro
lugar donde ubicarse, también en el mismo camino-laberinto que es la catedral completa, allí
está ese hombre buscando su salvación.
52. Hildegard Von Bingen, s. XIIEl hombre
Universal, Fol. 9, Liber Divinorum
Operum I, 2.
http://www.youtube.com/watch?v=fRrjFUGeNCE&feature=related