1. LA PRÁCTICA EDUCATIVA, UN ELEMENTO NECESARIO EN LA FORMACIÓN DOCENTE.
El presente ensayo está dirigido al docente en formación que tiene como objetivo compartir
las experiencias y el proceso que nos conlleva alanálisis dela práctica, ejercicio que se deduce
de lareflexión de laobra, tomando en cuenta elsistemaeducativo vigente, con los propósitos,
contenidos y cómo se organiza el plan y programa de estudios de la educación normalista.
Lapráctica educativa como lo menciona eltítulo es un elemento de necesidaden la formación
de los futuros docentes, ya que, durante nuestro paso por la formación normalista se estudia
la teoría didáctica de contenidos para la enseñanza de los alumnos, la cual nos conlleva a
intervenir en los jardines de niños y experimentar de manera propia lo aprendido y
contextualizado por los maestros de la normal, que nos llevará a aplicar la teoría y analizar
desde nuestras propias vivencias el proceso de enseñanza de los contenidos curriculares, las
estrategias didácticas y por último, la evaluación de los avances de los alumnos, así mismo el
poner aprueba nuestras habilidades para dirigir en aulay desenvolvernos con los niños verbal
y socialmente.
Para Zabala (2007) en el libro “La práctica educativa: Cómo enseñar” menciona que:
“Entender la intervención pedagógica exige situarse en un modelo en el que el aula se
configura como un microsistema definido por unos espacios, una organización social,
unas relaciones interactivas, una forma de distribuir el tiempo, un determinado uso
de los recursos didácticos, etc; donde los procesos educativos se explican como
elementos estrechamente integrados en dicho sistema” (p.15)
Es necesario recalcar que, lo que acontece en el jardín de niños o en el aula sólo se puede
deducir por la propia interacción y aplicación de los elementos que se emplean en la práctica,
debe tener un carácter reflexivo sobre el proceso educativo en el aula, ya que, debe existir un
análisis sobre lo visto, prever las futuras intervenciones y las adecuaciones que pudiesen ser
necesarias para la mejora de la práctica, las expectativas que se tuvieron al inicio de la
intervención y qué contenidos se recuperaron con respecto a los contenidos que se aplicaron
o mejor dicho la evaluación o valoración de los resultados de la enseñanza-aprendizaje.
Estas observaciones se relacionan con la aplicación de actividades que son el centro de la
práctica educativa, estas designan el mayor o menor valor de aprendizajes adquiridos por el
alumno y que tanto se debe avanzar o retomarse los contenidos o temas.
Teniendo en cuenta el valor que adquieren las actividades cuando las colocamos en
una serie o secuencia significativa, hay que ampliar esta unidad elemental e
identificar, también, como nueva unidad de análisis, las secuencias de actividades o
secuencias didácticas como unidad preferente para el análisis de la práctica, que
permitirá el estudio y la valoración bajo una perspectiva procesual que incluya las
fases de planificación, aplicación y evaluación. (Vidiella, 2007, p.16)
2. Inevitablemente, a fin de abordar el quehacer del docente, es esencial considerar lo
referente a la didáctica, esto es, pensar sobre la manera en la que cada maestro decodifica y
codifica los saberes para ser trabajados con y por sus estudiantes, sobre la forma como
conduce las situaciones didácticas en este espacio educativo, tal como los problemas
académicos que enfrentan.
El profesor tiene que ver con los valores institucionales que definen las directrices del
sistema educativo, que a su vez están presentes en los planes de estudio, los cuales sirven
para diseñar sus situaciones didácticas, de igual manera permite examinar la vida cotidiana
de la institución, con la intención de reconocer el tipo de valores que se están viviendo en el
plantel.
En congruencia con los argumentos recién presentados, interesa partir, a fin de situar el
concepto en la dimensión correcta, de la aportación realizada por Davini (2015), quien afirma
que:
Cuando hablamos de «prácticas» no nos estamos refiriendo exclusivamente al
desarrollo de habilidades operativas, técnicas o para el «hacer», sino a la capacidad
de intervención y de enseñanza en contextos reales complejos ante situaciones que
incluyen distintas dimensiones y una necesaria reflexión, a la toma de decisiones y,
muchas veces, hasta al tratamiento contextualizado de desafíos o dilemas éticos en
ambientes sociales e institucionales. En otros términos, en las prácticas se trata con
situaciones y problemas genuinos. (p. 29)
Por lo que se puede decir, el significado de la práctica docente se encuentra íntimamente
relacionado con los aspectos y realidades que lo enmarcan, pues en palabras
de Evangelista (2015), los profesores parten de su quehacer para enlazarlo con diferentes
aspectos de la realidad social, a fin de construir la representación de su ejercicio. Este
sujeto en su saber, en su saber hacer y en su querer hacer, se encuentra inmerso en un
sinfín de presupuestos que va generando a lo largo de su profesión y ello obedece a la
naturaleza subjetiva de su labor y al carácter social de los contextos mencionados.
Para los profesionales de la educación estudiados, su quehacer representa ese conjunto de
actividades y acciones que desarrollan no solo en el espacio áulico, pues más bien se viene
gestando desde el diseño de la planificación hasta el proceso valorativo de su actuación; en
otras palabras, su labor se encuentra lejos de limitarse a su «hacer», pues involucra su
pensamiento, su razonamiento y su valoración sobre el mundo, así como sus nociones y
percepciones de lo que es la enseñanza y el aprendizaje, mismas que determinan la
implementación de su trabajo en los entornos educativos.
A partir de las experiencias, vivencias, la historia y las percepciones personales de cada
maestro, es que la práctica tiene sentido y puede otorgar significado, no obstante, se
reconstruye cuando se comparte, se regula y se reflexiona con otros maestros, tal como se
manifiesta en este comentario:
3. Pues indiscutiblemente, pienso que nuestra actuación pedagógica tiene que ver en
gran medida con las decisiones que tomamos no solo de manera individual dentro de
las aulas, sino con los compañeros, con el director, y esto va desde las reuniones que
tenemos programadas, hasta las pláticas informales que tenemos en los pasillos, lo
que me hace pensar que eso dice mucho del compromiso que tenemos para con
nuestros alumnos y alumnas. Es que siempre estamos pensando cómo hacerle con
fulanito que falta mucho, o con zutanito que no entiende esto. (D39).
Y si bien sabemos la práctica educativa no solo es escenario de los docentes, pues así
mismo las instituciones educativas son los principales en los cuales se busca ceder,
defender y cuidar los valores del contexto que nos rodea, incentivar cambios y contribuir
a la formación de ciudadanos capaces y profesionales; aunque no solo estas
establecimientos son los encargados de los problemas que suceden dentro de ellos sino
también tiene un gran impacto en los en cada mal acción que ocurre en la sociedad (Díaz
2006).
Como se mencionó anteriormente la práctica educativa es una labor muy importante la
cual se desenvuelve dentro de toda una institución educativa y día con día, pero si nos
ponemos a pensar más alláde ello podemos mencionar que existenlapráctica pedagógica
en la cual Díaz (2006) menciona que es:
“La actividad diaria que desarrollamos en las aulas, laboratorios u otros espacios,
orientada por un currículo y que tiene como propósito la formación de nuestros
alumnos” (p. 90).
Es importante reconocer que la formación de los docentes debe ser esencial y deliberada,
además no solo seconsidera única para ellos,sino que también puede ser primordial para
cada personaje que se encuentra dentro del entorno educativo, los cuales colaboran en
distintos procesos de desarrollo acerca de los individuos que se pretenden formar dentro
de una sociedad integral.
Para lograr los objetivos que se tienen es importante realizar una buena práctica
educativa que integre cada uno de los puntos que se han mencionado anteriormente y
según Nieva y Martínez (2016):
El aprendizaje se construye en una dinámica de interacción de sujetos, generación
y transformación de cultura. Al estar consciente del papel fundamental que
cumplen los docentes en lasociedad, suformación debe revisarsedesde el interior
de la actividad de aprendizaje y los ámbitos sociales externos a ella.
En conclusión y de manera personal, la práctica educativa tiene distintos factores que
influyen en ella y es muy importante tener en cuenta cada una de las características de
los alumnos ya que como menciona Gómez (2018), los profesores brindan sus
conocimientos acerca de las diversas teorías existentes enfocadas en la enseñanza, para
poder realizar sus planeaciones, aplicarlas y afrontar toda dificultad que se presente y
todo esto con la finalidad de realizar una buena labor como docente.
4. REFERENCIAS:
Vidiella, A. Z. (2007). La práctica educativa. Cómo enseñar (13th ed.). Graó, de IRIF,S.L.
Davini, M.C. 2015. La formación en la práctica docente. Paidós.
Evangelista-Díaz, R. 2015. La práctica en las políticas curriculares iberoamericanas para la
formación docente. RMIE Revista Mexicana de Investigación Educativa, 20(65), 443-
459. https://bit.ly/2Rgyhvs
Gómez, L. Los determinantes de la práctica educativa. Universidades. (2008). 38. pp 29-39.
Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=37303804
Diaz Q, V. Formación docente, práctica pedagógica y saber pedagógico. Laurus (2006)
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Caracas, Venezuela.
Nieva, J, Martìnez, C. (2016). UNA NUEVA MIRADA SOBRE LA FORMACIÓN DOCENTE. Revista
Universidad y Sociedad. 8(4), 14-21 Recuperado de:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202016000400002