4. PÁGINA 6 LA PASIÓN
GRUPO HEGO BERRIA-COMPROMISO SUR
Todos conocéis el grupo Hego Berria-
Compromiso Sur de la parroquia de San Vi-
cente Mártir de Abando y su relación con la
Fundación Amigos de Mufunga, y a través de
ella su colaboración con los proyectos de de-
sarrollo que se llevan a cabo en Mufunga (R.
D. del Congo).
Sin embargo, esa colaboración con Mu-
funga consiste en muchas acciones a lo largo
del curso, que en ocasiones no tienen toda la
publicidad que merecen.
En años normales, sin confinamientos y
restricciones de aforo del templo, se llegan a
celebrar dos Conciertos Solidarios con la
colaboración de los propios Coros que inter-
vienen y el apoyo económico de la Cofradía
de la Pasión. Se celebran en los meses de
enero (festividad de San Vicente Mártir) y en
mayo.
En el mes de mayo tienen lugar la Sema-
na de la Solidaridad y Voces del Sur. En la
primera tiene lugar alguna charla sobre un
tema de actualidad (inmigrantes, teatro, tes-
timonios) y en ocasiones ilustrada con una
exposición fotográfica en el pasillo de Bengo
Leku. En Voces del Sur algún joven de la
parroquia nos narra su experiencia de soli-
daridad en algún país en vías de desarrollo.
En esta ocasión los asistentes principales
suelen ser los jóvenes de la parroquia.
Por esas fechas de fin de curso un nutrido
grupo de jóvenes han llevado a cabo varios
años una Alubiada Solidaria con la finali-
dad de “hacer parroquia” y destinando lo
recaudado a beneficio de Mufunga.
Con el inicio de curso, en torno a octubre,
se convoca a todos los Colaboradores e inte-
resados en general, para recibir noticias de
primera mano de Mufunga a través de al-
guien que haya viajado allí, y se nombra al
Amigo Incondicional de Mufunga, entre
los muchos colaboradores de la Fundación.
Además, se aprovecha la ocasión para hablar
de la situación económica y los proyectos de
la Fundación.
Una vez más, los jóvenes de la parroquia
aprovechan las fiestas navideñas para entre-
tener a los jóvenes y “más jóvenes” con dos
sesiones de Cine Solidario.
A lo largo de todo el año, y con una ayuda
destacada de la Catequesis y de las Hermanas
de la parroquia, se recogen Tapones Solida-
rios a favor de un niño de Urduliz. En 2020,
y siendo un año especialmente difícil por
estar los grupos de la parroquia a medio gas,
se han recogido más de 200 kilos de tapones
de envases, lo que tapón a tapón son muchos
tapones.
Y durante todo el curso conocéis nuestra
actividad de Comercio Justo, los primeros
domingos de mes, y en alguna ocasión, dos
veces por mes. Se trata de colaborar con los
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BOLETÍN INFORMATIVO DE LA COFRADÍA DE LA PASIÓN
productores para que reciban un salario dig-
no por su producto. Lo realizamos a través
del proyecto diocesano de Kidenda.
Junto al Comercio Justo aprovechamos a
poner un puesto de Artesanía del Congo
traída expresamente desde Mufunga. Tradi-
cionalmente se aprovechan las fechas de
mayo (Semana de la Solidaridad) y en Navi-
dad.
Y en Navidad el grupo de Hego Berria edi-
ta una Tarjeta Navideña original de algún
artista de Mufunga que se pone a la venta en
la parroquia y que regala la catequesis, a be-
neficio una vez más de Mufunga. Con oca-
sión de la venta de Navidad se organiza tam-
bién la Fiesta de la Artesanía.
¿Y desde cuándo se hace todo esto? Pues
podemos deciros que el Boletín bimensual
Hego Berria (cinco números al año) ha cum-
plido ya sus Bodas de Plata (25 años ininte-
rrumpidos).
Y cada una de estas acciones va acompa-
ñada siempre de sus correspondientes car-
teles (realizados desinteresadamente por
San Vicente Komunika) junto a folletos y oc-
tavillas.
Algunos miembros de Hego Berria colabo-
ran aportando noticias y contenido a la pá-
gina web de la Fundación Amigos de Mu-
funga (fundaciónamigosdemufunga.org). En
2019 se colgaron 304 noticias, y en 2020 fue-
ron 311 noticias, además de videos, fotos, y
enlaces de interés.
Igualmente, los miembros de este grupo
colaboran en la recogida de material para
enviar al Congo. En 2019 se enviaron 18 ca-
jones de un metro cúbico además de azadas
y herramientas en general, con un peso total
de 5.000 kg (5 Tn). En 2020 han sido 29 ca-
jones y 1800 azadas, con un peso de 8.000
kg (8 Tn).
Como podéis comprobar, el grupo Hego
Berria colabora y lleva a cabo un montón de
acciones a favor de Mufunga, pero también a
favor de otros proyectos solidarios.
¿Y con quién colaboramos? Pues el curso
pasado ha sido con Asociación nos unimos-
Unissons nous que tiene proyectos en los
alrededores de Kinsasha, capital de la R. D.
del Congo; con Eden Humanitari Elkartea
que mantiene proyectos de Núcleos Familia-
res en Cuba, con la ONGD Huanca que apoya
proyectos en (Perú) y en el centro de la R. D.
del Congo, con LIBU Librería Solidaria pro-
movida por Zubietxe que apoya la incorpo-
ración social de personas en exclusión.
Y tú, ¿no te animas a colaborar con Hego
Berria-Compromiso Sur?
Colabora con la
Fundación Amigos de Mufunga
c/ Bailén, 29 - Bilbao
Tfno.: 944 163 705 - 615 764 132
www.fundacionamigosdemufunga.org
EL MUNDO CAMBIA
CON TU EJEMPLO,
NO CON TU OPINIÓN.
6. Una vez más… en Bunkeya!
Hace unas semanas he vuelto del Congo, más exactamente de Katanga, de una de
nuestras antiguas misiones diocesanas vascas. Ya son más de veinte viajes los que he
hecho desde que salí de allí para incorporarme a mi Diócesis de San Sebastián. No es,
pues, una “experiencia” ni un “viaje de turismo” o de inspección de los proyectos que
seguimos llevando allí. Voy como quien va a su casa, a ver a los suyos. Conozco a la
gente y la gente me conoce y hasta los más jóvenes, para que los sitúe bien en su
árbol genealógico, me dicen. “Yo soy el hijo o el nieto de tal persona”
Aquí, a la vuelta, la pregunta siempre es “¿Y
cómo está aquello?” Pregunta difícil de
contestar. En una simple mirada parece que
todo está más o menos igual, pero cuánto más
voy y más hablo (y mucho) con la gente me doy
cuenta que nuestra manera de pensar y actuar
es muy diferente a la suya. Desde que llegas al
aeropuerto te das cuenta de eso. Yo esta vez
tuve mucha suerte. Me esperaba un chico,
desconocido para mí, al pié de la escalerilla del
avión, enviado por el arzobispado, que sabía de
mi viaje, con un gran cartel con mi nombre. Le di
mis papeles, mi pasaporte y se acabó, ya no
tuve que ocuparme de nada, pasé por todas las
ventanillas como por un paseo triunfal. Le dí 20
dólares. Todos contentos. Esto es África.
La primera sorpresa con que se encuentra uno
es el tráfico en la ciudad. Nada que ver con
nuestras ciudades. Ni prioridades ni nada. Los
coches pasan rozándose unos a otros, a ver
quien es más rápido y llega antes al cruce. Las
rotondas son aglomeraciones de coches y he
visto, en medio de este follón, a los policías de
tráfico vendiendo cocacolas a los conductores…
7. Esto no es lo peor en la ciudad. Lo peor es la inseguridad. La noche es peligrosa,
grupos de mai mai o simplemente de bandidos atacan las casas con destrozos, robos
y todo lo demás. Una de estas noches, la casa de las Hermanas Carmelitas se vio
envuelta en una de esas batallas entre rivales. Yo estaba ya en las montañas, en
Bunkeya, pero a través del teléfono oíamos los gritos de angustia de la gente y las
ráfagas de ametralladoras de los dos bandos. Más tarde, al volver a la ciudad, pudimos
ver las marcas que las balas perdidas habían hecho en las puertas de la casa. Terrible.
Y esto pasa muchas veces en los barrios un poco marginales de la ciudad. He sido
testigo indirecto de estos ataques y he tenido que ayudar material y psicológicamente
a algunas personas.
Pero, bueno, dejemos la ciudad y vayamos a las
montañas, a Bunkeya más exactamente. Fui el
primer párroco, después de los Benedictinos
belgas de esa misión/parroquia, casi tan grande
como todo Euskadi con multitud de pueblos.
Sorpresas: hay luz en algunas calles con paneles
solares puestos por el Jefe. Hay una Universidad,
sí, una Universidad, muy bien construida. En un
sitio precioso. Con internado para los de fuera,
con casas para los profesores, con Aula
magna…Está por ver si funcionara bien porque
acaba de inaugurarse, pero las perspectivas no
son malas. Vienen jóvenes incluso de la ciudad.
Los jóvenes tienen un móvil en sus manos para
sacar fotos (se pasan el día sacándose fotos en
los alrededores de la Misión) Esos móviles son
todos los móviles viejos que aquí desechamos y
que crean una falsa sensación de progreso. Cada
vez hay más motos que campan a sus anchas y
crean multitud de accidentes en el pueblo e
incluso muertes de niños. Se sigue la Liga de
futbol español como si en ello les fuera la vida.
Hay dos o tres lugares en el pueblo donde se
pueden seguir algunos partidos.
En fin todo maravilloso, pero….no hay agua en
las casas, hay que ir al río o a los pozos
artesanales (tres o cuatro para una población de
más de 10.000 habitantes) no hay luz, muchos,
muchos duermen directamente en el suelo, sobre
una manta vieja o unas telas improvisadas. Los
campos están cada vez más lejos porque el
pueblo ha crecido mucho y cada familia tiene su
parcelita para su casa con lo que los campos de cultivo, como digo están cada vez
más lejos, Algunos tardan más de dos horas en llegar al campo. Si hay una tormenta y
el río se desborda olvídate de volver a casa para la noche. Mejor te quedas en la
pequeña chabolita de barro y paja. Pero sobre todo y lo que más nos llama la atención
a los blancos es ese tema de “los espíritus”. Si estás enfermo, antes de ir al Hospital
(por cierto, Bunkeya tiene un formidable Hospital comarcal propiedad de la Hermanas
8. Carmelitas Misioneras) hay que ir al hechicero, no para remedios naturales sino para
que te diga, quien te ha enviado la enfermedad y sepas a quien tienes que pedirle
cuentas. Cuidado también con que tus “negocios”: tus campos, tu casa, tus
hijos…vayan demasiado bien, te dirán que eres hechicero. Más vale pasar
desapercibido, ni demasiado bien ni demasiado mal. Esto limita mucho la libertad y las
iniciativas de la gente. Cuidado con disgustar al Jefe. El espíritu jerárquico está muy
presente en la sociedad africana, y el clan. El jefe del clan domina muchos aspectos de
la vida.
Pero gente buena y valiente hay. La comunidad
cristiana, en algunos aspectos es capaz de
vencer estos tabúes. El párroco actual que es
un africano joven, no tiene mucha salud. Me
tocó reemplazarle varias veces. Me tenía que
levantar a las 5 de la mañana para celebrar la
misa diaria a las 6. Todo oscuro, muy oscuro.
Velas y linternas en la Iglesia y siempre había
una docena de niños, unos cuantos jóvenes,
maestros, enfermeros y unas valientes “mamás”
y “papas” del pueblo. ¿De donde salían?
¿Cómo venían a oscuras con peligro de
serpientes y escorpiones? Los cristianos se
reúnen, hablan de los enfermos del barrio, de
los niños sin recursos, de las necesidades.
Leen y comentan el evangelio, preparan la
liturgia del domingo.
Los domingos, de acuerdo con el
párroco iba a los pueblos de las
cercanías: Mpade, Kikobe, Nkala, Me
hubiera gustado ir a otros más
lejanos, pero las lluvias y los ríos lo
impedían. Otras veces me quedaba
yo en la Parroquia. Me encanta ir por
las casas, hablar con la gente, saludar a unos y a otros, conocidos y desconocidos.
He organizado un campeonato de futbol como todos los años. Un éxito sin
precedentes. Los jóvenes no tienen muchas perspectivas de futuro en una sociedad
tan rural y tradicional. Se apuntan a lo que sea. Ese es el peligro, que se apunten a
cosas peores: luchas, guerras, violaciones….Dios les libre de todo eso y puedan
realizar un futuro mejor. En fin, termino. Me despido, como siempre, “hasta el año que
viene”. Si voy y vuelvo os contaré lo vivido.
José Luis Ormijana de Neira