Unidad 1: Encuentro de dos Mundos
Situación previa a la conquista:
Mapamundi de Abraham Ortelius (1570), en el que
figura la inmensa tierra austral fundida a la Isla Grande
de Tierra del Fuego.
Y el arte
Precolombinoen América
Arte de los siglos
XVI y XVII
en Europa
En Europa, dentro del complejo
contexto social y político que
generó el humanismo, el
renacimiento recuperó y rehabilitó
la cultura clásica grecorromana de
la antigüedad. Incorpora nuevos
repertorios de temas y recursos,
originando nuevas formas
regionales que luego se expanden
por occidente. El Manierismo,
considerado como un estilo de
transición; comienza en Roma,
tomando la manera de pintar de
Miguel Ángel, entre otros maestros
del renacimiento pero tratan de
romper ese equilibrio clásico entre
forma y contenido, en beneficio de
la forma, utilizando la metáfora o la
alegoría. Luego el Barroco aparece
con formas más dramáticas y
abarrotadas.
Relieve en el museo de sitio de Palenque
Cabeza Olmeca, La Venta
Pequeña vasija antropomorfa
en cerámica de la
Cultura "Condorhuasi". Un suplicante, escultura monolítica
de la Cultura El Alamito.
Urna de la Cultura Santa María.
Conquista de América
Situación colonial: Arte del siglo XVIll en
Iberoamérica. Desarrollo de la conquista hispánica y
portuguesa, en un primer momento, y luego Británica y
Francesa, en América: desarrollo de un nuevo espacio
Social y político urbano. Arte Colonial: pintura y escultura.
Arquitectura colonial: catedrales y conventos. Valoración
de la participación indígena. Fundación de las ciudades en
el Nuevo Mundo. Tipologías y características de las
mismas. Ejemplos más relevantes.
Transculturación en el arte
americano. Conceptos de
asimilación, incorporación,
marginalización, integración
y síntesis.
La pintura y escultura en Iberoamérica del siglo XVII. Río de La Plata y
Norteamérica.
Llamamos arte colonial al efectuado en América bajo el dominio de España
durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
• De raíz medieval, lo traen desde España al
Nuevo Mundo numerosos artistas que forman
talleres en las principales ciudades americanas,
donde enseñan a criollos, indios y mestizos. Sus
temas religiosos y didácticos tratan diferentes
episodios de la vida de Jesús, de la Virgen y de
los santos más populares.
• Los talleres siguen en manos americanas cuando
desaparecen los maestros europeos, expresando
con mayor o menor grado la cosmovisión nativa y
logrando un arte propio de gran expresividad,
buscando especialmente dar gloria a Dios. Se
mantienen las técnicas y los modelos europeos
en temas religiosos que atacan las normas de la
Iglesia Católica y su fin evangelizador.
• En pintura conservan el claroscuro y se aprecia la
influencia de pintores españoles (Velázquez,
Zurbaran, Murillo entre otros), italianos y
flamencos.
• El arte colonial alcanza
su apogeo durante el
siglo XVIII cuando los
talleres no dan abasto
con los pedidos; en
escultura, las
mascarillas permiten la
fabricación rápida de
rostros y los bastidores
o armazones de madera
que reemplazan las
tallas de bulto - tallas
completas en tres
dimensiones y
ahuecadas - , facilitan el
transporte de obras de
gran tamaño.
• Desde mediados del siglo XVIII, las clases más
cultas de las colonias hispanoamericanas van
lentamente transformando su mentalidad a
causa de la propagación de las ideas de
Ilustración francesa. Las manifestaciones
artísticas van cambiando su finalidad
estrictamente religiosa del modelo hispano por
otras temáticas.
PERÍODO COLONIAL
• El rasgo que caracteriza a las obras de este período es, como sostiene
Héctor Schenone, "El predominio de lo religioso... y la funcionalidad
que se otorgó al arte como instrumento persuasivo y transmisor de
ideas". Artistas y artesanos trabajaron en función de una comunidad cuya
vida social estaba centrada en el templo. La Iglesia misma era una
manifestación de esos valores: fachadas-retablo eran el nexo entre los
hombres y el espacio sagrado, al interior, los retablos repetían esta función
y en ellos los artistas coloniales lograron notables exponentes. Numerosos
artistas de origen español e italiano, llegaron a estas tierras y realizaron
pinturas y esculturas religiosas y retratos de personajes de la Iglesia y de
funcionarios civiles. Merece destacarse que desde el siglo XVII, también
llegaron a Buenos Aires numerosos envíos de obras provenientes de
talleres europeos.
Una mención especial merece la labor de la Compañía de Jesús: sus
arquitectos hicieron templos y edificios para su orden, pero también para
otras, e incluso edificios civiles. Entre esos hombres cabe destacar a
Andrés Bianchi (1677-1740).