1) El documento describe diferentes tipos de personas tóxicas y sus características, incluyendo personas egoístas, envidiosas, manipuladoras y más.
2) Se mencionan los cinco tipos más comunes de personas tóxicas: quejosos, agresivos, culpabilizadores, envidiosos y sus respectivos antídotos.
3) Las personas tóxicas generalmente provocan emociones desagradables, se quejan constantemente y son muy negativas.
Relaciones Interpersonales - Investigación de Personas Tóxicas.docx
1. Artigas Karen
Noguera Bárbara
Troconis Eliuska
Seijas Valentina
Solano Lisbeilis
Personas Tóxicas
Una persona tóxica, por lo general, agota la energía de la gente que se encuentra
a su alrededor. Convivir laboralmente con alguien así es un problema, ya que
provocan diversos conflictos.
Cuando te encuentras con personas tóxicas en el ámbito laboral, tu trabajo se hace
cuesta arriba y puede cambiar hasta tu forma de ser.
Hay gente que desgasta, intimida, cosifica, embrutece, culpabiliza, enfanga,
ningunea, envenena. Son tóxicos.
Tienen dos puntos en común:
1. sus armas son el miedo y la culpa.
2. tienen baja autoestima y necesitan destruir la de los otros para sentirse bien.
"Su droga emocional es ver al otro mal". Y para tener su dosis adoptan dos papeles:
o autoritario o víctima.
Los celos, el ansia de éxito y el amor de los demás en exclusiva, están en el origen
de los vínculos dañinos.
Para la psicóloga estadounidense Lillian Glass, la raíz de toda toxicidad en las
relaciones humanas son los celos. ¿Por qué algunas personas cercanas, queridas
o amigas, nos hieren, se enfadan con nosotros, tratan de vencernos, buscan
disgustarnos o intentan dañarnos con frases sarcásticas o respuestas que
desaniman o al alegrarse falsamente de nuestra felicidad o éxito?
¿Por qué nos hacen críticas destructivas?, Debido a los celos y su concomitante
envidia?, para quien el descontento y los sentimientos de insuficiencia provocan el
ansia de posesión, del éxito y del amor de otras personas, así como el deseo de
tenerlas para uno mismo, en exclusividad.
Los Celos La frustración de otras personas que nos ven como ganadores y se
consideran a sí mismas como perdedoras, las impulsa a golpearnos mental y
verbalmente, y a veces incluso mediante la violencia física. También les lleva a
involucrarnos en juegos molestos, palabras crueles y comportamientos sucios.
2. Los celos o la falta de amor propio son la razón de muchos comportamientos
negativos hacia nosotros, pero también la causa encubierta de conductas similares
de nosotros hacia los demás.
Cuando las personas tóxicas forman parte de la propia familia, pueden plantear un
verdadero problema psicológico, debido a la continuidad de la convivencia y el
vínculo. Si están en el trabajo, pueden poner en riesgo nuestra continuidad laboral,
debido a que se resiente nuestro rendimiento a los continuos conflictos.
La fórmula magistral para desintoxicar nuestras relaciones consiste en comunicarse
para afrontar lo que nos molesta del otro y decirlo sin tapujos.
Una solución consiste en mantener el sentido del humor. Relajar las tensiones y
divertirse, con ello permite responder al sujeto tóxico y conseguir el beneficio de la
risa. Primero hay que relajarse, respirando lentamente unos segundos y exhalando
mientras se recuerdan las palabras y acciones tóxicas, como si se las expulsara del
cuerpo junto con el aire. Después hay que decir algo divertido, que ponga en
evidencia al agresor verbal. Esto sirve para expulsar la tensión acumulada.
También es importante dejar de pensar todo el tiempo en el problema, los cual sólo
contribuye a amplificarlo, ya que la mente es cómo una lupa: aumenta aquello que
enfoca. Existen momentos en que una persona tóxica parece colapsar nuestra
mente, convirtiéndose en lo único en que podemos pensar, lo cual es perjudicial.
Hay que gritar o decir mentalmente ¡Basta de pensar! y apoyar esta expresión con
frases positivas, como: soy importante, mi vida es valiosa o me siento feliz.
El tóxico no abusa de quien quiere; sino de quien puede. Huele a los que tienen
miedo a decir no, a ponerle límites. Cuando los detecta, entra en su círculo de
confianza y despliega toda la artillería.
Características de las personas tóxicas
Provocan emociones desagradables en nosotros. Es posible que no
sepamos muy bien por qué ocurre esto, pero lo que sí está claro es que no
nos sentimos tranquilos en su compañía. Su presencia nos incomoda, nos
cohíbe, no nos mostramos 100% naturales ante ellos, y en la mayoría de las
ocasiones preferiríamos no interactuar con ellos.
Se quejan de la mayoría de las cosas. Están continuamente molestos por
cosas que no pueden hacer y ni siquiera han probado a intentarlo. Su foco
suele estar centrado en el problema y rumian de manera constante sobre
ello.
3. Son muy negativos. Lo ven todo desde el punto de vista negativo y nunca
desde una realidad más positiva. Para ellos el vaso siempre está “medio
vacío” y no “medio lleno”.
Se muestran como víctimas. Ellos no tienen nunca la culpa de nada y nada
es su responsabilidad. Atribución externa de todo lo malo. Sus problemas o
preocupaciones siempre están por encima de las del resto y obligan a los
demás a atender todas sus necesidades, aunque estas sean irreales,
insignificantes y/o banales.
Son pasivos. No arriesgan nunca por miedo, por vergüenza, no intentan nada
diferente, nunca son fuente de inspiración, no prueban nuevas experiencias
y pareciese que les molestase cuando los otros sí lo hacen. Su vida es “sota,
caballo y rey”.
La envidia está muy presente. Les cuesta mostrarse agradecidos con lo que
tienen y han logrado y además suelen criticar y envidiar lo que los otros sí
han alcanzado. No pueden evitar anhelar y desear lo que otros tienen.
Siempre están hablando de lo mal que lo han pasado. De lo duro que fue
aquella experiencia, de lo complicado de sus vidas, y pareciese que en su
vida no hubieran pasado nunca cosas positivas y buenas. Viven anclados en
“su dolor.” Se sienten bien y se les nota más contentos y relajados cuando
las personas que les rodean se unen a ellos y comparten sus quejas.
Son personas egocéntricas. El “yo” está muy presente en sus discursos. Al
hablar se marcan monólogos muy extensos en los que suelen hablar
continuamente de ellos mismos, alimentando así su propio ego. Yo, yo y más
yo.
Por naturaleza cotillas y critican muchísimo a los demás creando y dando
vida a posibles rumores.
Se muestran en muchas ocasiones arrogantes y prepotentes. Al escucharles
pareciese que lo saben todo y muchas veces se sienten superiores a otros.
Tergiversan la realidad, ocultan y mienten.
Tienden a juzgan a los demás nada más conocerlos y desde un inicio sin
saber, sin tener información objetiva, basándose en sus propios prejuicios,
ideas preconcebidas e intereses propios.
Les gusta manipular Para satisfacer sus propias necesidades.
Son saboteadores natos. Son capaces de decirte de manera directa que esto
no lo vas a conseguir, … sabotean ilusiones, planes, objetivos que ellos ni de
lejos se plantean.
Cero autocríticas. Les cuesta mucho, muchísimo asumir sus errores, o
reconocer que se han equivocado, nunca se paran a analizar las situaciones
que muchísimas veces ellos mismos han provocado.
4. Son infelices. Se percibe en ellos un aura de infelicidad. Les cuesta disfrutar
de las pequeñas cosas, se frustran fácilmente, la envidia no les deja pasar
página, están constantemente pendiente de los otros, tratan de aparentar, se
comparan, juzgan, critican, les falta ese tacto y empatía que su propio ego
no deja salir.
Tipos de personalidades tóxicas
1. Egoísta. Un rasgo de personalidad tóxica es el egoísmo. Las personas
egoístas son aquellas que no quieren compartir nada con nosotros, pero que
cuando algo les interesa se muestran agradables.
2. Envidiosa. Las personas envidiosas siempre desean lo que tiene otra
persona y ellos no pueden tener, y, por tanto, nunca se alegrarán de que a
los otros las cosas les vayan bien. Esta situación no es saludable ni para la
persona que es víctima ni para el envidioso, y detrás de la envidia siempre
hay una autoestima baja, la frustración y el dolor.
3. Manipuladora. Los manipuladores roban tiempo y energía de las personas
bajo la fachada de que “no pasa nada malo”. Tienen la facilidad para
convencerte incluso en aquellos temas que no te convienen y de llevarte por
el camino que ellos desean, sin reparos y sin importarles las consecuencias
negativas que para ti pueda tener una situación.
4. Maltratadora. Sin duda, una de las peores personalidades que nos podemos
encontrar es la del maltratador, pero, desafortunadamente, el maltrato es un
fenómeno que puede ocurrir no solo en las relaciones de pareja, sino en la
escuela (lo que se conoce como bullying) o en el trabajo (lo que se conoce
como mobbing). Mejor alejarse de estas personas porque suelen esconder
un gran odio en su interior.
5. Intolerante. Las personas intolerantes son personas que están llenas de
prejuicios y, por tanto, se dejan influenciar por los estereotipos y por las ideas
de algo o alguien aceptadas como patrón de cualidades o comportamientos.
6. Autoritaria. La personalidad autoritaria es la que impera en dictadores, pero
estos rasgos también pueden presentarlos las personas que no están en el
gobierno (a pesar de que actúen como si tuviesen una cuota de poder muy
alta).
7. Sociópata. Los sociópatas son aquellas personas que no muestran empatía
por otros ni remordimientos por sus acciones, y aunque tengan un
temperamento normal, no han adquirido una serie de habilidades sociales
debido a la crianza negligente e incompetente por parte de su familia, que en
muchas ocasiones involucra situaciones de violencia
8. Neurótica. El neuroticismo es lo que se conoce como inestabilidad emocional.
Todos podemos tener un cierto grado de neuroticismo, pero aquellas que
presentan un alto grado de ella y no hacen nada para regularla e intentar
hacer que sus relaciones interpersonales funcionen, suelen suponer un gran
problema para los integrantes de sus círculos sociales.
5. 9. El narcisista: Tienen una extrema sensación de auto-importancia y creen que
el mundo gira en torno a ellos. No son sagaces como el manipulador, pero
en cambio, tienden a ser poco abiertos acerca de cómo satisfacer sus
necesidades.
10. El deprimido: No pueden apreciar lo positivo de la vida. Si uno se presenta
optimista, ellos harán todo lo posible hundir nuestras expectativas
confundiéndonos con intimidaciones emergentes que nos hostigan por todos
los costados, impíamente y sin pesar alguno por su parte.
11.El juzgador: Cuando ves las cosas de una manera ellos, invariablemente la
verán de manera contraria.
12. El matador de sueños: Cada vez que tienes una idea, estas personas te
dicen que no se puede llevar a cabo, que es imposible y que no conseguirás
en la vida lograrlo. Cuando ven que podrías conseguirlo, que sería factible,
ellos tratan de tirarte abajo, sumirte en la duda y en la desmoralización
constante.
13.El mentiroso: Son aquellas con las que sentimos que nunca son sinceras.
Son excesivamente simpáticos y suelen tener una permanente sonrisa de
oreja a oreja, pero que están sobrecargados de falsedad.
14. El irrespetuoso: Estas personas dicen o hacen cosas en el momento más
inadecuado y en la mayoría de las veces, en forma inapropiada. En esencia,
son más sutiles, pero son matones en potencia.
15. El insatisfecho: A estos, nunca se les puede dar lo suficiente como para que
estén bien y sean felices. Suelen tener expectativas poco realistas, siempre
ven que todo a su alrededor los boicotea y nunca asumen la responsabilidad
de sus propios actos.
16.El victimista-querulante: que te hace sentir culpable de no ser tan
desgraciado como él.
También se incluye al parlanchín, el chismoso, el cortante, la víctima sombría y
condenada, el apuñalador de dos caras, el bromista, el matón rencoroso y
autoritario, y el mentiroso. Todas son distintas formas de personalidades que
coinciden en intoxicar la vida ajena.
Otras versiones de individuos tóxicos, que podemos descubrir en nuestro entorno,
son el individuo entrometido, el fanático, el presumido, el competidor, el maniático
del control, el crítico acusador o el arrogante sabelotodo.
Los cinco tóxicos más frecuentes y el antídoto contra su veneno:
1. El Quejoso. Es el que si llueve le molesta y si sale el sol, también. Hacen de
la queja un hábito. No tienen sueños, son dependientes, viven enojados. El
antídoto: quejarse aún más que ellos. Por ejemplo: ante un "¡este país es una
mierda!", oponer un "este país no, ¡toda la comunidad internacional se va a
hundir, todo va a explotar en cualquier momento!". Si se le intenta
contrarrestar con un "no es para tanto", el quejoso se crece.
6. 2. El Agresivo. Mordaz, intimidante, ofensivo, maltratador. Es un inseguro que
siempre quiere echar un pulso y acaba provocando una espiral de violencia.
El antídoto: ignorarlo, levantar un escudo invisible. Otras técnicas son la de
los monosílabos la del disco rayado: contestar sistemáticamente con un "no
me interesa".
3. El Culpabilizador. Es el que cree que cuando le va bien es por él, y cuando
le va mal, es por los otros. Es el que invita a amar el sufrimiento y el dolor.
También entran aquí ese tipo de madres que dicen: "Te parí con dolor y
ahora, cuando más lo necesito, deberías de estar a mi lado". El antídoto:
aparte de levantar la autoestima y darnos permiso para disfrutar, hay que
recitar a modo de mantra: "No tenemos la culpa de las decisiones de los
demás"
4. El Envidioso. Es el sujeto tóxico que vive en la comparación permanente. Al
pensar que no puede lograr algo, siente una profunda angustia. Y la única
manera de calmarla es descalificando. Necesita ver mal al otro. El antídoto:
"no hay que contar nuestras bendiciones a todo el mundo, hay que elegir a
los que se alegren por nosotros".
5. El Jefe Autoritario Tóxico en alza. Mete miedo y necesita sentir que tiene el
control. El antídoto: si su acción es puntual adularle. Necesita caricias.
¿Cómo lidiar con personas tóxicas?
Cuando se presentan esta clase de actitudes la productividad tiende bajar, y esto
se debe a la incomodidad y molestia que sienten los demás compañeros al
compartir espacio o trabajo con esa persona tóxica. Igualmente, la calidad de
atención decae por las constantes molestias y desagrados que se originan.
Además, si eres una persona un poco susceptible, puede llegar a afectarte a niveles
donde te sientas triste o deprimido e, inclusive, se han visto casos donde los niveles
de tensión y estrés son tan altos, que muchos padecen de ansiedad e insomnio.
Pon límites para lidiar con personas tóxicas. Los límites son necesarios,
sobre todo cuando nos encontramos en presencia de personas que no los
conocen y no los respetan. Las personas tóxicas tienden a sobrepasar límites
y a no importarles, por lo tanto, es de suma importancia que tengas la
determinación para establecerlos tú. Expresa y da a entender cuáles son los
comportamientos y actitudes aceptables para el entorno de trabajo y de igual
modo, rechaza los comentarios negativos o los rumores hacia los otros
compañeros. Los límites también los puedes colocar tú a nivel personal,
distanciándote de dicha persona o diciendo "¡basta!" cuando ya es suficiente
de quejas.
No te lo tomes como algo personal. Ten en cuenta que las personas tóxicas
son así con todo el mundo y que no es exclusivamente para ti, por lo tanto,
evita tomarte de forma muy personal los malos comentarios o quejas hacia
7. tu persona. Recuerda que esta clase de personas tienden a sentirse víctimas
de cualquier cosa, incluso si el error fue de su parte y hacernos sentir a
nosotros como los culpables de dicha situación. En la mayoría de los casos,
los comentarios son auto-reflexivos y dichos al azar solo con el afán de
criticar o quejarse de algún error, así que ten paciencia y has oído sordo a
palabras con la intención de desprestigiar o desacreditar.
Habla con la persona tóxica sobre sus actitudes. La comunicación es
fundamental en estas situaciones para no perder la cordura y es importante
que enfrentes a esa persona y le comentes lo que sientes tú y el equipo con
respecto a sus actitudes. Con respeto ante todo y delicadeza para evitar
susceptibilidades, exprésale lo incómodo que te sientes con sus quejas,
chismes y falta de interés en el trabajo. Dale a entender de la manera más
gráfica posible, como sus actitudes afectan a todo el grupo y que reflexione
de cómo se sentiría él o ella en la posición de las demás personas del entorno
de trabajo. No olvides que la comunicación es la clave y si te expresas
adecuadamente, hay muchas probabilidades de que entienda y cambie su
actitud. También puede ayudarle a ver cómo dejar de ser una persona tóxica
ofreciéndole algunos conejos prácticos para gestionar sus emociones y
aprender a comunicarse mejor y de forma más asertiva.
Desconéctate cuando haya personas tóxicas en el entorno. La mejor manera
de aliviar toda esa tensión es tomándote un pequeño descanso o break de
esa persona tóxica. Si tienes buenos amigos dentro del trabajo, sal a tomar
un café después del almuerzo o a la hora de salida o reuniros para almorzar
y así hablar y distraeros un poco. Igualmente es importante realizar alguna
actividad recreativa después del trabajo; puedes optar por deportes,
estudio o simplemente algo tan cómodo como el cine. Recuerda que estas
situaciones nos colocan bajo mucho estrés y presión y es necesario
deshacernos de eso antes de llegar a casa. Practica deportes, sal con tu
pareja o con amigos fuera de la oficina, ve a clases de guitarra o cualquier
otra actividad que te apasione.
Frases
Al igual que el arsénico, las personas tóxicas te matarán lentamente. Matan
tu espíritu positivo y juegan con tu mente y emociones. La única cura es
dejarlo ir.
La vida es demasiado corta como para estresarse con personas que ni
siquiera merecen ser un problema
La gente infeliz continuamente evalúa a los demás. Las personas felices se
evalúan y mejoran a sí mismas.
Ningún disfraz podrá ocultar durante mucho tiempo a una persona tóxica.
Sé sabio; rompe con juegos y con conductas que solo te mantienen atado y
dependiente del otro.
Sé libre de la opinión de la gente tóxica y serás libre del todo.
El respeto por nosotros mismos y por nuestros valores debe anteponerse a
cualquier temor o deseo de agradar.
8. Referencia
Personas Tóxicas, Muñoz Serra, Victoria Andrea, Sitio Web: Victoria Andrea Muñoz
Serra (http://www.victoria-andrea-munoz-serra.com/coaching_integral.htm),
Concepción, Chile, marzo del 2012.