1. “La saludo con decidido
afecto y unida al espíritu de
nuestra Madre la Santa
Iglesia que en estos días
todo respira amor, ternura,
reconoci-miento por los
tiernos, encantadores y
conmovedores Misterios, le
diré con los ángeles que
rodearon la cuna del dulce
Niño de Belén “Gloria a Dios
en las alturas y paz en la
tierra a los hombres de