1. 1
ETICIDAD Y JUVENTUD:
Caracterización de los valores en universitarios de Manizales-
Colombia. Un estudio de caso
Olga Lucía Fernández Arbeláez1
“El ser humano, tal como el punto de un holograma, lleva el cosmos en sí.
Lleva en sí sus multiplicidades interiores, sus personalidades virtuales, infinidad de personajes quiméricos,
una multiexistencia en lo real y lo imaginario, el sueño y la vigilia, la obediencia y la transgresión, lo
ostentoso y lo secreto, los hormigueos larvarios en sus cavernas, principios insondables.
Cada uno contiene en sí Galaxias de sueños y de fantasmas, impulsos insatisfechos de deseos y desamores,
abismos de desgracia, inmensidades de indiferencia congelada, abrazos de astro en fuego,
desencadenamientos de odio, extravíos débiles, destellos de lucidez, tormentas dementes”.
Citado por Edgar Morin en Mis Demonios
“Cada hombre lleva la forma entera de la humana condición”.
Montaigne
ABSTRACT
El estudio de la ética se considera con frecuencia dedicado a resolver
cuestiones como: “¿Qué tipo de acciones debe evitar el ser humano”?
“¿Qué tipo de acciones debe realizar el ser humano?”, se concibe como
algo que trata de la conducta humana. El fin de la ética es, por sí
mismo, descubrir proposiciones verdaderas acerca de la conducta; y
tales proposiciones forman parte de la verdad.
La circunstancia de que la ética se construye para orientar los destinos
humanos, exige que ésta sea repensada permanentemente, de tal
manera que se incorporen dimensiones no estructuradas, flexibles y
diferenciadas, como aquello que emerge de la indagación constante y
que no necesariamente se reproduce con certeza. En el texto se ubican
como antecedentes, hechos claves en la relación entre el concepto de
juventud como una construcción histórica y su vínculo a las decisiones
éticas; se analizan los resultados de una caracterización de los
estudiantes de dos universidades en Manizales.
1
Profesora investigadora en Educación y Juventud. Doctora en Educación Universidad de
Salamanca-España. www.luciafernandezarbelaez.com
2. 2
Construcción de juventud
La juventud en diferentes épocas y momentos históricos ha sido
entendida como una expresión colectiva social en donde participa la
comunidad en la que se encuentran inmersos; la cual determina su
forma de sentir, pensar y actuar; los jóvenes son ubicados en su propio
tiempo y contexto a través de símbolos, costumbres, rituales que
cambian de acuerdo a la historia, la cultura, la sociedad y la experiencia
personal como manera de construir sus propias identidades individuales
y colectivas2. Ritos y costumbres que varían según las expectativas
culturales que se tengan con el joven y su papel como ciudadano; por
ejemplo, los ritos de iniciación de los guerreros; los ritos de fecundidad
y de caza; las alianzas; los pactos establecidos a nivel de la sociedad y
la familia entre otros.
En el caso de los griegos,3 en la época clásica, la paideia,4 entendida
como la búsqueda y la realización que el ser humano hace de si, la
educación del cuerpo y de la mente era el eje articulador de la vida en
sociedad. El ser humano no puede realizarse como tal sino a través del
conocimiento de sí mismo y de su mundo. Ello les permitía a los jóvenes
tener acceso a un saber compartido, además de establecer y fortalecer
las relaciones solidarias entre ellos, sin las cual la ciudad no podría
existir. La paideia contribuía a revelar las cualidades humanas
presentes en todos los jóvenes, futuros ciudadanos, para garantizar a la
comunidad un cuerpo de ciudadanos aptos y el respeto las leyes de la
ciudad ideal. El joven gozaba de un estatuto de ciudadano de pleno
derecho, podía formar una familia y tomar parte en la vida política de la
ciudad. En la educación ateniense y espartana los jóvenes
representaban un modelo de poderío político y social; la ciudad vigilaba
y cuidaba especialmente a los jóvenes (néoi)5 que se identificaban con
comportamientos muy específicos: ejercicios corporales, caza atlética (la
cual era enfocada a la persecución o al lanzamiento de la jabalina) y
entrenamientos militares; eran comportamientos que apuntaban a
formar a ciudadanos completos de pleno derecho que correspondieran a
la ciudad ideal basada en componentes urbanos y reglas de
comportamiento.
2
Harris, Marvin (1.996). Antropología cultural. Alianza editorial.
3
Schnapp, Alain (1.996). “La Imagen de los Jóvenes en la Ciudad Griega”, Historia de los
Jóvenes. De la Antigüedad a la Edad Moderna. Madrid: Santillana, S.A. Tauros.
4
Jaeger,Werner ( 1.992). Paideia: Los Ideales de la Cultura Griega. Santafé de Bogotá:
Fondo de Cultura Económica.
5
Idem.
3. 3
Los Romanos por su parte, dieron origen a su ciudad a través de un
grupo de jóvenes que determinaron el grupo que formó parte de la
supervivencia de la ciudad; entre ellos los gemelos Rómulo y Remo
cuyas características de rebeldes y salvajes, amantes de la caza de
fieras; entrenamiento para la trampa, la sorpresa y la astucia 6 marcaron
la diferencia con los griegos. Los rituales de iniciación de los jóvenes de
la nobleza romana “La Fiesta de los Lupercales”7. Posteriormente a la
toma de “la toga viril”8 se iniciaba un aprendizaje militar basado en las
características típicas de los iuvenes: coraje, arrogancia y ferocidad.
En la edad media, entre los siglos XI y el XVI el sistema de valores que
servía de guía a la vida de los jóvenes era la caballería9, cuya misión era
el desarrollar hazañas militares fundamentalmente a través de los
combates por la cristiandad. La característica principal era la de ser un
buen guerrero, además de ser bello y valiente. Ser caballero era
destinado a los jóvenes de la más alta nobleza cuyo fin era el de
integrarlos en la categoría de nobles y de jefes guerreros, además de
ser los futuros sucesores de los señores que ostentaban el poder. Por su
parte, la función de los jóvenes sin rasgos de nobleza era ayudar en la
conquista de tierras. La imagen medieval de la juventud fue
representada de manera pasiva, con el orden social y moral establecido
por la sociedad de la época.
Por su parte, la juventud de comienzos de la era moderna10 siglos XVI y
XVII siguió con el estereotipo de perturbadores del orden y como
amenaza a las normas morales.
Una mirada de época
Estos modelos han influido sobre su concepción de vida y han marcado a
los jóvenes en su actuar, sentir y pensar. Durante el periodo de
modernización, sobre todo en la década de los sesenta y los setenta, los
hombres jóvenes se insertaron en instituciones de educación y de
capacitación. Las mujeres en la década de los 80 y 90 accedieron a
6
Augusto, Fraschett (1.996). “El Mundo Romano”, Historia de los Jóvenes. De la
Antigüedad a la Edad Moderna. Madrid: Santillana, S.A, Tauros.
7
Relacionado con la fecundidad, consistió en correr desnudos alrededor de la ciudad con
un trozo de piel de cabra sujeto a la cintura y otro pedazo en la mano
8
Ceremonia de inicio que consistía en el cambio de atuendo
9
Nizia, Christiane Marchello (1.996). “Caballería y Courtoisie”. Historia de los Jóvenes I.
De la Antigüedad a la Edad Moderna. Madrid: Editorial Tauros.
10
Schindler, Norbert (1.996). “Los Guardianes del Desorden. Rituales de la Cultura
Juvenil en los Albores de la Era Moderna”. Historia de los Jóvenes. I. De la Antigüedad a la
Edad Moderna. Madrid: Editorial Tauros. .
4. 4
empleos, esto marcó para ellas una etapa de juventud diferente; se
pospuso la edad para el matrimonio y la principal demanda del
momento fue la educación.
Aunque los cambios biológicos y psicológicos que se producen en la
juventud son similares en los miembros de todas las sociedades, no en
todos los contextos sociales estos cambios tienen el mismo significado.
La juventud toma relevancia a través de los procesos de interacción
social y cultural. Incluye actitudes, valores, modos de sentir, de pensar,
de actuar, se construye en contexto, dando lugar a que dentro de un
mismo espacio territorial se den diversidad de manifestaciones
culturales, formas múltiples diferentes de ser en el mundo.
El joven inicia un proceso complejo de construcción y reconstrucción de
símbolos y significados; estos, están inmersos en su mundo cotidiano
(contexto y dinámica familiar, escolar) y en su nuevo mundo de
relaciones (grupo de pares, nuevos escenarios) la nueva relación
socializadora que inicia, al igual que cualquier proceso en la vida
humana, no es un evento lineal ni simple; no compete sólo a la
transmisión de información, sino que implica vivencia e interrelación. Así
el joven no sólo se construye como tal, sino que en una construcción
bidireccional, afecta e involucra tanto al joven como al medio.
Los descubrimientos de la caracterización
Teniendo en cuenta la importancia de conocer la realidad juvenil
universitaria, las investigaciones buscaron identificar los rasgos
característicos del joven estudiante de la Universidad de Caldas y de los
estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad de Manizales a
través de su configuración como joven en la cotidianidad. Se trató de
dos investigacipnes con un enfoque exploratorio descriptivo, mediante la
recolección de información a través de una encuesta con preguntas
abiertas y cerradas. La unidad de análisis y de trabajo la conformaron
los estudiantes matriculados en la Universidad de Caldas inscritos en el
año 2004, la muestra estuvo conformada por 172 estudiantes
pertenecientes a todos los programas de la Universidad y todos los
estudiantes matriculados en el primer semestre del 2.005 en la Facultad
de Psicología de la Universidad de Manizales.
Los datos recogidos fueron objeto de análisis descriptivo y análisis
multivariado, con esto se obtuvo evidencia cuantitativa sobre las
tendencias sociodemográficas y económicas, valorativas, percepción de
la carrera y la Universidad, así como participación universitaria, uso del
tiempo libre y uso de los servicios de bienestar que les ofrece la
5. 5
Universidad. Con el análisis de conglomerados se configuraron unos
perfiles para cada uno de los grupos de variables, lo cual orienta la
distribución de la población en algunas tendencias comportamentales,
de opinión y actitudinales.
Los resultados obtenidos apuntan a la apropiación social del
conocimiento y por tanto dan cuenta de quién es el estudiante de la
Universidad de Caldas y de la Facultad de Psicología de la Universidad
de Manizales.
En la actualidad, cuando se indaga a los jóvenes universitarios por sus
valores, concepto de sí mismo, y su opinión frente a temas diversos de
la sociedad11, le dan mucha importancia a los valores humanos12. Temas
como la honradez, la lealtad, el respeto hacia los demás y la tolerancia
tienen una aceptación alta en la mayoría de los encuestados (mayor del
80%). mientras que la fe religiosa, la obediencia y tener sentido del
ahorro reciben una menor importancia.13
Según Canteras14, las dimensiones valorativas básicas de los jóvenes
pueden agruparse en cuatro tipos o clases:
Comunitarista: son los jóvenes que dan mayor importancia a la
lealtad, la sencillez, la humildad, la tolerancia, el respeto a los
demás, la generosidad, la honradez, el dominio de sí mismo, el
sentido de justicia y la responsabilidad.
Economicista: son jóvenes que dan prioridad a cualidades como la
competitividad personal, el espíritu de superación social, la
disposición a trabajar duro, la perseverancia y el sentido del ahorro.
Autoconciencia: las cualidades más importantes son la
independencia, la sensibilidad y la imaginación.
Institucionalista: se consideran más importantes la fe religiosa y
la obediencia.
11
Fernández Arbeláez, Olga Lucía (2.006). Caracterización del Estudiante de Psicología
Universidad de Manizales.
12
Le dan mucha importancia al respeto hacia los demás 251 (92.3%); en segundo lugar a la
honradez 246 (90.4%); en tercer lugar a la lealtad 236 (86.8%); a la tolerancia 225 (82.7%); a tener
dominio de sí mismo 221 (81.3%); a la responsabilidad 212 (77.9%); a la independencia 204
(75.0%); a tener perseverancia y tesón 204 (75.0%); a tener generosidad 189 (69.5%); a la
competitividad personal 184 (67.6%); a la sensibilidad 183 (67.3%); a tener sentido de justicia 179
(65.8%) y a tener imaginación 178 (65.4%).
13
En cuanto al grado de mediana, poca y/o ninguna importancia le dan especialmente a la fe
religiosa con 191 respuestas (70.2%); le sigue la obediencia con 156 personas (57.3%); el sentido
del ahorro con 136 (50.0%) y la disposición a trabajar duro con 114 estudiantes (42%).
14
Canteras Murillo, Andrés (2005). Sentido, Valores y Creencias de los Jóvenes. Edición electrónica: INJUVE.
6. 6
En cuanto a la dimensión moral de los valores los datos son
correlacionables con los encontrados en las encuestas de la
Caracterización del Joven Estudiante de la Universidad de Caldas y la
Facultad de Psicología de la Universidad de Manizales.
En el extremo de máxima aceptación y consenso están “la tolerancia y
el respeto a los demás”, “la honradez”, y la “responsabilidad”; en el
extremo opuesto se encuentran “la obediencia” y “la fe religiosa”.
Valores como la honradez, la responsabilidad, la lealtad, la sencillez, el
dominio de sí mismo y la sensibilidad muestran un predominio de los
valores subjetivamente “blandos”, frente a otros más duros y
competitivos como son la disposición a trabajar duro, la perseverancia y
la competitividad, el sentido del ahorro, la obediencia y la fe religiosa. El
73% de los jóvenes perciben el presente de manera hostil y
competitiva. Los jóvenes no comparten la idea de un mundo jerárquico
y se inclinan más bien por ideales que representan en sí mismos
valores. Por respeto se entiende el reconocimiento del valor inherente y
los derechos innatos de los individuos y de la sociedad. La lealtad se
entiende, como un valor de confianza, fidelidad y respeto que inspiran
las personas que se quieren o las ideas con las que se identifica cada
persona. La lealtad es un valor de confianza, es todo aquello con lo que
se ha comprometido aún entre circunstancias cambiantes. Se podría
explicar que este valor tiene una fuerza significativa en la vida de los
estudiantes debido a que va muy ligada con el respeto y la honradez; el
joven exige lealtad en todos los contextos como en las instituciones, en
las amistades, la familia, la pareja y la sociedad en general.
El grado de relación entre la religiosidad y estas inclinaciones se expresa
en la importancia que la mayoría de los jóvenes le da a la educación en
valores (7 de cada 10) es inversamente proporcional al grado de
religiosidad de los entrevistados; lo cual sugiere que la pérdida de la
importancia en la fe religiosa o la obediencia no indica una clara pérdida
de los valores mismos sino un desacuerdo con el modo jerárquico de
transmitirlos. No se puede hablar de una crisis generalizada de valores
sino únicamente de aquellos que implican ciertas cualidades
relacionadas con la obediencia y la fe religiosas afines a la ortodoxia
religiosa.
Por lo general, las vivencias o sentimientos religiosos suelen expresarse
mediante una serie de comportamientos formalizados. Pero esta
asociación entre sentimiento o comportamiento religioso no se da,
necesariamente siempre: puede haber comportamiento religioso sin
sentimiento religioso, y sentimiento religioso que no se exprese por los
cauces de comportamiento religioso establecidos. Algunos estudiantes
7. 7
dicen creer pero no se consideran practicantes. Otros dicen estar en un
proceso de acomodación de creencias y búsquedas, que quizás no
supone una disminución o pérdidas de valores. En alguna medida puede
tratarse más de un rechazo de la religiosidad oficial o establecida que de
lo religioso en sí mismo. Dentro de las prácticas religiosas que los
estudiantes realizan se encuentran en su mayoría asistir a misa (43%),
el segundo porcentaje (37%) lo representan aquellos estudiantes que no
realizan ninguna práctica.
No parece arriesgado pensar que en la actualidad el nivel de práctica en
los jóvenes responde mucho más directamente a la manifestación de
sentimientos reales y profundos más que de la presión del ambiente
social. De igual forma, el grado de influencia de los padres sobre el
comportamiento religioso de los hijos ha descendido a lo largo de los
años.
La obediencia por su parte es un valor poco considerado hoy dentro de
la mayoría de los estudiantes universitarios encuestados, las nuevas
generaciones al contrario de las generaciones pasadas no participan de
ese valor que en otra época no tenía sin discusión dentro de la escala de
valores familiares. El criterio de conducta era aquello que los adultos
consideraban “mejor” para el bienestar personal o colectivo. Se “debía”
obedecer a los mayores, fueran estos padres, profesores o adultos en
general como valor sin condición. Actualmente y debido a las diferentes
formas de socialización como el televisor, el internet, el teléfono celular,
entre otros; se tienen otros argumentos con que entrar a debatir estas
demandas de obediencia sin explicación; es decir, los jóvenes solicitan
sustentación o explicación frente a la exigencia y esta debe tener
sustento conceptual válido para el joven. La obediencia porque si, es
tema de generaciones pasadas.
Entre los valores que en la actualidad, curiosamente, están en discusión
para los jóvenes encuestados, además de la fe religiosa y la obediencia
que ya mencionábamos, se encuentran el tener sentido del ahorro y la
disposición a trabajar duro. Son valores que han venido dando un giro
frente a las nuevas formas de socialización y exigencias del medio
social. Si antes se consideraba importante ahorrar como forma de salir
adelante; hoy se confronta de un lado a la ausencia de dinero para el
ahorro; y de otro a la desvalorización del dinero en el día a día. Los
impuestos bancarios frente a lo ahorrado son algunas razones de peso
para considerar con preferencia la opción de la inversión o consecución
de bienes a través de las deudas adquiridas especialmente con esos
bancos. El sentido del ahorro pierde sentido frente a las nuevas formas
exigidas por la sociedad actual.
8. 8
De igual manera la disposición a trabajar duro se encuentra en
entredicho por los jóvenes de hoy. Si antes las generaciones
consideraban dentro del inconsciente colectivo que una de las forma de
salir adelante era el tener disposición a trabajar duro; la juventud actual
a través de las diferentes formas de socialización y de comunicación que
facilitan el trabajo requerido, evidencian nuevas formas de pensar con
aquello que en otro momento se podía considerar, sin mayores
conflictos, como lo adecuado.
Figura 1. Grado de importancia que se da a los siguientes temas
Tener Fe religiosa
La obediencia
Tener sentido del ahorro
La sensibilidad
Tener Generosidad
La independencia
Tener imaginación
Tener sentido de la justicia
La competitividad personal
La disposición a trabajar duro
Tener dominio de sí mismo
Tener perseverancia, tesón
La sencillez y humildad
La responsabilidad
La tolerancia
Respecto hacia los demás
Mucha
La lealtad Mediana
Poca
La honradez Ninguna
No respondió
0% 20% 40% 60% 80% 100%
Por su parte, la dimensión ética de los valores, evalúa también la
opinión a diversas cuestiones sociales, mostró resultados diferentes en
los jóvenes españoles encuestados por Canteras, frente a los datos: en
el estudio español, a nivel general, se observo la predominancia de
actitudes a favor de todas aquellas cuestiones que tienen que ver con la
autonomía y el libre albedrío del sujeto frente a otras que tienen que ver
con la pérdida de esa autonomía o la imposición de criterios ajenos; por
ejemplo, ser padre o madre sin tener pareja estable15, ayudar a morir a
un enfermo terminal16, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el
15
A ser padre o madre sin tener una pareja estable 119 (43.8%).
16
Ayudar a morir dignamente 210 (77.2%).
9. 9
aborto17 y el cambio de sexo son aprobados por la 2/3 partes de los
jóvenes18. Con respecto al rechazo a algunos temas si se observa
similitudes en los resultados de los dos estudios, aspectos como la pena
de muerte, la clonación, la selección genética de seres humanos o la
superioridad de una raza sobre otra son rechazados por la mayoría de
los jóvenes. Otro criterio que destaca en ambos estudios es el de
igualdad o equidad; en la igualdad entre hombres y mujeres19, el
rechazo a la superioridad de una raza sobre otra que es aceptada por la
gran mayoría de los jóvenes. El suicidio y las sectas tienen un nivel muy
bajo de aceptación20.
Figura 2. Posición de los estudiantes frente a diferentes situaciones
Embarazo en menores de edad (12-17 años)
A la superioridad de unas razas sobre otras
C onsumo de sustancias psicoactivas y prácticas
sexuales en after party
A las sectas
Suicidio
A la selección genética de las personas
A la clonación de seres humanos
Servicio de acompañante (Prepago-VIP)
Al aborto libre y voluntario
Embarazo juvenil (18-24 años)
A ser padre o madre sin tener una pareja estable
Al matrimonio entre personas del mismo sexo
A la pena de muerte
Al cambio legal de sexo
A la defensa por la fuerza de ideas políticas o
religiosas
A la enseñanza religiosa en las escuelas
Acuerdo
A ayudar a morir a un enfermo incurable que lo Desacuerdo
solicita
Indiferente
A la igualdad entre hombres y mujeres No respondió
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100
%
17
En el caso del aborto la opinión se va en una gran negativa entre el depende de y el no acepta
con el 73.9% de los estudiantes. Sólo el 25.4% las acepta sin condicionamientos.
18
Homosexualidad 183 (67.3%) y la bisexualidad 169 (62.1%) la acepta. El 36.4% de los
estudiantes no acepta la bisexualidad y el 32% no acepta la homosexualidad.
19
Los estudiantes expresaron mayoritariamente estar de acuerdo en la igualdad entre hombres y
mujeres 242 (89.0%) y en ayudar a morir dignamente 210 (77.2%).
20
En desacuerdo estuvieron mayoritariamente con el embarazo en menores de edad (12-17 años)
238 (87,5%), la superioridad de unas razas sobre otras 230 (84.6%), las sectas 195 (71.7%), el
suicidio 186 (68.4%); el consumo de sustancias psicoactivas 165 (60.7%).
10. 10
Se permite entrever la influencia marcada por preceptos religiosos y/o
morales; familiares y/ o sociales. Sin embargo, estos dilemas entran a
cambiar de acuerdo a la particularidad de cada situación o vivencia. La
toma de decisiones frente a las anteriores situaciones se basan en los
valores asumidos o no, transformados o quizá perdidos en la
subjetividad de cada joven.
Por su parte, cuando se indaga sobre su percepción de sí mismos21, Se
observa que la mayoría de los estudiantes son personas satisfechas
consigo mismas, con su forma de ser y en sus relaciones con los
compañeros (más del 70%). Alrededor del 20% son indiferentes. Sin
embargo, se destaca que aproximadamente un 50% no está satisfecho
con su rendimiento académico.
En los estudiantes universitarios la depresión puede constituir un
problema importante, pues al malestar psicológico del individuo se
agrega la imposibilidad de obtener un rendimiento académico
satisfactorio, considerando que las funciones cognoscitivas se alteran
sensiblemente cuando se presenta esta entidad nosológica. Puede ser
que la población universitaria tenga patrones de depresión y ansiedad
diferentes a la población general. La literatura científica demuestra que
la prevalencia de depresión en jóvenes universitarios es mayor que en
los adultos, pero al igual que en estos la depresión afecta más a las
mujeres que a los hombres22.
La depresión es el trastorno afectivo mas frecuente en la población
general y de acuerdo a estadísticas mundiales la prevalencia de
depresión es del 6.4%. Estas estadísticas están muy alejadas de los
estudios nacionales que oscilan entre el 15 y el 16%23. El que los
estudiantes encuestados se definan como depresivos en un 7.5%, se
relaciona más con las estadistas mundiales de un 6.4% de prevalencia,
y es menor que las halladas a nivel nacional y local que oscilan entre 15
y 50%.
21
Los jóvenes encuestados en su mayoría se describen como personas alegres 103 (37.9%); 43
(15.8%) estudiantes se describen como ansiosos; 38 (14.0%) como optimistas, 14 jóvenes se
describen como depresivos. Cuando se indaga cómo es la relación consigo mismo, 237 (87.1%) se
encuentran en su mayoría satisfechos con su forma de ser; con su capacidad intelectual 224
(82.4%); con sus relaciones sociales 214 (78.7%), con su cuerpo 206 (75.7%).
22
Estudio Nacional de Salud Mental Colombia 2.003, La depresión afecta más a las mujeres que a
los hombres en cuanto al 14.9% frente al 8.6% en los hombres.
23
Posada VJA. y colaboradores, Estudio Nacional de Salud Mental Colombia 2003
www.minorteccionsocial.gov.co
11. 11
Los amigos tienen un lugar preponderante en las relaciones24 que
establecen los jóvenes, especialmente para compartir espacios de
entretenimiento, como escuchar música, ver televisión, consumir
alcohol, conversar, ir al cine, salir a comer o asistir a bares o fiestas. La
exploración de la diada: amigos-consumos culturales permite vislumbrar
la existencia de un fuerte sentido de pertenencia grupal entre los
jóvenes, existe todo un conjunto de códigos y normas implícitas (formas
de vestir, sitios que frecuentan) que marcan la diferencia entre unos y
otros25. Estas nuevas formas de agrupación llevaron a Maffesoli26 a
enunciar el concepto de “comunidad emocional”, para otros
“comunidades de sentido”, donde los grupos no tienen una conciencia
reglada por la racionalidad de acuerdos e intereses, sino que es
mantenida por la comunidad de sensibilidades y afectos. Las
agregaciones juveniles no se rigen por un “para qué” sino que se reúnen
más por eventos situacionales y de carácter pulsional.
Según el Informe Juventud España 2004 el 90% de los jóvenes
encuestados declaró tener amigos íntimos, mientras solo un 1% de la
muestra dijo no tener amigos. Para los entrevistados las funciones más
importantes que cumplen los amigos son ofrecer apoyo o ayuda mutua
(95%), para pasar el tiempo libre (94%), intercambio de opiniones
sobre problemas (92%), realizar actividades juntos (80%), compartir
intereses deportivos, culturales o políticos (58%)27. Estos resultados son
equiparables a los obtenidos en nuestra muestra donde más del 80% de
los jóvenes describieron la relación con sus amigos como de apoyo, y
fue el grupo con el que principalmente discutieron sus problemas de
pareja o de familia.
El punto de partida para que una persona disfrute de la vida, inicie y
mantenga relaciones positivas con los demás, sea autónomo y capaz de
aprender, se encuentra en la valía personal. Los estudiantes
encuestados se encuentran satisfechos con su forma de ser, su
capacidad intelectual y sus relaciones sociales, todo esto ligado al auto-
concepto que ellos tienen de si mismos y la imagen que proyectan hacia
los demás.
En las interacciones con los amigos conforman redes de apoyo y a la vez
confrontan situaciones de insatisfacción como el rendimiento académico.
24
Las relaciones establecidas con los amigos 229 (84.2%) ocupan el segundo lugar después de la
familia, le sigue las relaciones con la pareja 203 (74.6%) y los compañeros 164 (60.3%).
25
Cerbino M, Chiriboga C, Tutiven D (2001). Culturas Juveniles. Cuerpo, Música, Sociabilidad y Género.
Quito: Ed. Abya-yala.
26
Maffesoli, Michael (2000). “Nomadismo Juvenil”. Revista Nómadas Nro 13. Bogotá: Universidad Central.
27
López Blasco, Andreu (2004). Informe Juventud en España Familia y Transiciones.
12. 12
La percepción de su cuerpo, lleva a establecer lazos de amistad reales,
con aquellos amigos que han hecho parte del crecimiento y desarrollo de
su mismidad, contrastando con la relación entre compañeros
universitarios, los cuales son frecuentados básicamente para situaciones
de corte académico, reuniones esporádicas en la cafetería, hall de la
universidad o en las zonas verdes. Es un espacio de esparcimiento
diferente, donde el estudiante reconoce y diferencia el rol de sus amigos
y compañeros frente a el, dando cuenta del acompañamiento que estos
le proporcionan en sus proceso formativo.
Por su parte, la familia sigue siendo un valor de primer orden en los
jóvenes universitarios encuestados. Dentro de los procesos de
interacción intrafamiliar ocupan una parte fundamental aquellos que
tienen como objetivo socializar a los hijos en un determinado sistema de
valores, normas y creencias; es decir, el intento de los padres por
configurar un determinado tipo de persona en sus hijos. Estos procesos
de socialización son sin duda una de las funciones más ampliamente
reconocidas de la familia; de hecho en torno a la función de socialización
se distribuyen los roles familiares y se delimitan las expectativas y las
conductas paternofiliales28. Se resalta que el mayor porcentaje de las
madres de los estudiantes universitarios encuestados no trabaja fuera
de casa y, por consiguiente se limita al trabajo doméstico. En otro
importante porcentaje se encuentra la mujer asalariada y jubilada e
independiente en sus trabajos.
A su vez, el vivir en pareja es un proyecto a largo plazo, sin embargo, la
mayoría de los jóvenes adoptan una actitud pragmática aceptando que
siempre existe la posibilidad de ruptura, contrariamente el valor de la
pareja en la sociedad es cada vez mayor, pues en esta época de
individualismo la pareja es la que brinda los mayor estabilidad
emocional al individuo29. Tradicionalmente se ha considerado la familia
como una unidad estática, cuyas características distintivas estarían
establecidas de una vez por todas. A pesar de los modelos, las
diferentes concepciones y aspiraciones de la juventud, la familia tiene
una gran importancia para los jóvenes, demostrado en diferentes
estudios europeos, que han investigado este aspecto a profundidad. Una
vida familiar y equilibrada, parece ser la esperanza mayoritaria de los
jóvenes30.
28
Musitu Ochoa, Gonzalo (2006). Programa Lisis: Las Relaciones entre los Padres e Hijos en la
Adolescencia. Madrid: Ediciones Pirámide.
29
Alberdi, Inés (2004). “Las parejas jóvenes”. Revista de Estudios de Juventud. Madrid: Editorial Instituto de
la Juventud.
30
López Blasco, Andreu (2004). “Familia y Transiciones: Individualización y Pluralización de Formas de Vida”.
Revista Estudios de Juventud. Madrid: INJUVE.
13. 13
Los estudios sociológicos han demostrado que las formas de relación
entre hombres y mujeres, la formación de la pareja, el establecimiento
de la convivencia y la estabilidad del matrimonio han ido cambiando
fuertemente; a pesar de que las diferencias de género en cuanto a
expectativas y ambiciones vitales han ido atenuándose - y de que esto
tiene una repercusión indudable en las relaciones, generalmente
postergando el establecimiento en pareja al establecimiento laboral de
ambos-, la imagen ideal de felicidad individual en nuestra sociedad pasa
por tener una pareja; la decisión de vivir juntos sea casados o no ocupa
un lugar prioritario en las relaciones de la gente joven31. Lo anterior
explica que más del 90% de los encuestados en los estudios hechos
consideren la posibilidad de vida en pareja.
El esquema sexual tradicional que se asentaba en la legitimación
exclusiva de las relaciones sexuales dentro del matrimonio y en función
de la procreación, en las pautas protectoras de la virginidad femenina,
en la fidelidad, e indisolubilidad conyugales, y en la institucionalización
legal de la unión matrimonial, ha ido cambiando en los últimos tiempos.
Desde esta perspectiva la familia no ha perdido fuerza pero sí se ha
diversificado y a la vez el matrimonio continúa siendo una meta normal,
casi indiscutida de los jóvenes en su mayoría, especialmente en las
mujeres. Ya no existe la confianza de que el amor va a durar para toda
la vida, el pragmatismo impregna la sociedad actual y los jóvenes saben
que siempre existe la posibilidad de ruptura. En los datos más del 80%
de los jóvenes aceptan la separación legal como opción de ruptura. Sin
embargo, la fidelidad conyugal continúa siendo muy valorada por los
jóvenes universitarios que la señalan como un valor indiscutible, al
indicar en un 86.8% la lealtad como principal valor importante.
Hay un acuerdo entre los observadores sociales en afirmar que se asiste
a una relativización de la moral sexual; la lista incluye el sexo
interactivo en internet, el intercambio sexual, la multiplicación de las
parejas, la instrumentalización de la familia –únicamente considerada
como un seguro frente a todo riesgo–, la prostitución juvenil, el turismo
sexual, etc. Cada una de estas expresiones no son excluyentes, por
ejemplo, puede encontrarse una pareja de jóvenes establecidas que
cohabitan y que ocasionalmente pueden participar en prácticas de sexo
colectivo o intercambio de parejas. La alta aceptación de la bisexualidad
que mostraron los estudiantes universitarios encuestados podría reflejar
este cambio en el comportamiento sexual observado en otras
sociedades.
31
Alberdi, Inés (2004). “Las parejas jóvenes”. Revista de Estudios de Juventud. Madrid: Editorial Instituto de la
Juventud.
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Actos justos y morales
Muchos se inclinan a pensar, con Hamlet, que “nada hay bueno o malo,
sino que tal lo hace nuestro pensamiento”. Se supone que las
preferencias éticas son cuestión de gustos; y que si X piensa que A es
bueno y Y piensa que es malo, entonces se puede decir que A es bueno
para X y malo para Y. Esta opinión se hace plausible por la divergencia
de opinión acerca de lo que es bueno y malo, y por la dificultad de hallar
argumentos para persuadir a la gente que disiente en tal punto.
Por su parte, “bien” y “mal”, son ideas que todo el mundo posee. Bueno
puede ser definido como la cualidad de las cosas que se deben tratar de
producir. Si algo es bueno, debe existir por sí mismo, no en razón de
sus consecuencias ni de quién pueda disfrutar de el; entonces se afirma
que algo es bueno en sí mismo, con independencia de la opinión, de los
deseos propios o de los de otras personas. Al enjuiciar la conducta, se
encuentra un sentido en el que una persona se comporta justamente
cuando hace lo que probablemente produzca las mejores consecuencias;
y otro en el que se comporta justamente cuando sigue los dictados de
su conciencia.
Por su parte, el sentido moral consiste en una cierta emoción de
aprobación respecto de la acción que decide realizar. Existe ciertamente
un sentido por el que un joven realiza cualquier acto que apruebe, y se
abstiene de cualquier acto que desapruebe. Existe un juicio de
aprobación, y éste ha de consistir en enjuiciar si un acto es, en un
nuevo sentido, justo.
En el lenguaje común se presupone usualmente el código de reglas
morales recibido, y solamente se califica de inmoral a una acción cuando
infringe una de estas reglas. Se considera permisible lo que no las
infringe, de modo que en muchas ocasiones de la vida no se encuentra
ante una sola acción caracterizada como la única justa posible. Si un
joven emprende una acción que, aunque no sea contraria al código
recibido, vaya a tener probablemente malas consecuencias, se le califica
de imprudente más que de inmoral.
Un acto es inmoral cuando lo desaprueba la conciencia de la persona;
cuando el joven lo juzgaría injusto tras el grado de reflexión apropiada.
Y se le considera imprudente e insensato cuando su conciencia lo
aprueba, aunque se juzgue que ha de tener malas consecuencias.
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El acto justo es el acto más prudente y es cuando se toman en
consideración todos los datos disponibles y proporciona en comparación
la mayor expectativa de bien. El acto objetivamente justo es el que,
entre todos los actos posibles, tendrá probablemente las mejores
consecuencias.
Cuando un joven se pregunta: “¿Qué debo hacer?”, se pregunta cuál es
la conducta justa en sentido objetivo. Una acción es moral cuando el
joven la juzgaría justa tras un grado apropiado de reflexión sincera. Una
acción es justa cuando, entre todas las acciones posibles, es la que
probablemente tendrá mejores resultados. Cuando un joven arguye que
determinada acción es justa, aduce siempre las consecuencias que tiene
o que se puede esperar que tengan. Y si se busca una decisión, se la
busca generalmente considerando si las consecuencias de las acciones
pertenecientes a estas clases son en conjunto buenas o malas. Por
tanto, al juzgar qué acciones son justas se necesita saber qué
resultados son buenos.
A manera de conclusiones las opiniones con respecto a diferentes
situaciones de vida muestran que las más aceptadas son la equidad de
género (90%) y la eutanasia (75%); las menos aceptadas son la
superioridad de razas, el embarazo en menores y el suicidio (más del
80% están en desacuerdo). En los valores se observa un cambio hacia
una alta importancia de la honradez, lealtad y respeto hacia los demás
(más del 80%); en desmedro de valores tradicionales tales como la
obediencia, la fe religiosa y el sentido del ahorro. Esto contrasta con un
sistema educativo basado en la autoridad. Se destaca que en la
personalidad y manera de ser de los jóvenes encuestados universitarios
son personas alegres, entusiastas, que valoran la amistad y el
compañerismo. Lo cual pone de manifiesto la calidad humana de ellos
como un potencial a favor para su formación.
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