El documento resume la transfiguración de Jesús en el monte, donde su rostro se volvió resplandeciente y conversó con Moisés y Elías. También incluye un poema que pregunta dónde está Dios, sugiriendo que Dios está presente en todas partes, especialmente en los pobres y necesitados, y que uno debe sentir a Dios internamente más que buscarle externamente. Finalmente, el documento insta a los lectores a transformarse durante la Cuaresma siguiendo el ejemplo de Jesús.
1. Domingo
24 febrero 2013
2 domingo
PASTORAL PENITENCIARIA - DIOCESIS DE ASIDONIA JEREZ
Lecturas Bíblicas:
1ª—GÉNESIS 15, 5-12.17-18: Dios exige a Abrahán un cambio radical. (SALMO 26 )
Cuaresma ciclo C.
2ª—Flp 3,20–4,1: Cristo nos transformará
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 9, 28b-36– Transfiguración de Jesús.
REFLEXIÓN DE LA PÁLABRA
Unos ocho días después de estas pala- La Cuaresma es para nosotros el tiem-
bras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, po privilegiado para el cambio, la transfor-
y subió al monte a orar. Y sucedió que, mación, la transfiguración.
mientras oraba, el aspecto de su rostro se Nuestros rostros complacientes y cul-
mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, pables tienen que transformarse en rostros
y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran de alegría, amor y servicio. El rostro de
Moisés y Elías; los cuales aparecían en gloria, y hablaban nuestro mundo tiene que transformarse
de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. también de injusticia en integridad, de odio
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero en bondad y amistad.
permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos
Nosotros tenemos miedo al cambio, es-
hombres que estaban con él.
pecialmente si es a costa de nosotros mismos.
Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a
Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer Hoy Jesús nos muestra el camino. Él vio
tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para El- cómo el sufrimiento y la muerte le espera-
ías», sin saber lo que decía. ban, y por eso su rostro y su corazón estaban
Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y tristes. Pero entonces el Padre volvió el ros-
los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llena- tro de Jesús radiante, porque iba a encon-
ron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: trarse con la vida y la resurrección; su ros-
«Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.» tro se hizo resplandeciente de alegría y de
Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. gloria. Si seguimos a Jesús y le dejamos que
Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nos transforme, nuestro propio rostro se vol-
resplandeciente.
verá también resplandeciente
¿DÓNDE ESTÁ EL TABOR? ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? UN HOMBRE PREGUNTA... (Gloria Fuertes)
¿Dónde está Dios? Le tienes en la lengua cuando cantas., n la voz cuando blasfemas,
Se ve, o no se ve. y cuando preguntas que dónde está, esa curiosidad es Dios, que camina
Si te tienen que decir dónde está Dios, por tu sangre amarga.
Dios se marcha.
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En los ojos le tienes cuando ríes, en las venas cuando amas,
De nada vale que te digan ahí está Dios, en ti,
que vive en tu garganta.
Que Dios está en las flores y en los granos, Pero tienes que verle tú,… de nada sirve que te lo señale,
en los pájaros y en las llagas, que te diga que está en la ermita, de nada,
en lo feo, en lo triste, en el aire, en el has de sentirlo tú, trepando, arañando, limpiando las paredes de tu casa.
agua.
De nada vale que te diga que está en las manos de todo el que trabaja,
que se va de las manos del guerrero, aunque éste comulgue o practique
Dios está en el mar y a veces en el templo.
cualquier religión, dogma o rama; huye de las manos del que reza y no
Dios está en el dolor que queda
ama, del que va a misa y no enciende a los pobres velas de esperanza;
y en el viejo que pasa,
suele estar en el suburbio hasta altas horas de la madrugada,
en la madre que pare y en la garrapata,
en el hospital, en la casa enrejada.
en la mujer pública y en la torre
de la mezquita blanca.
Dios está en eso tan sin nombre que se sucede cuando algo te encanta,
pero de nada vale que te diga que Dios está en cada ser que pasa.
Dios está en la mina y en la plaza.
Es verdad que está en todas partes,
Si te angustia ese hombre que se compra alpargatas,
pero hay que verle,
si te inquieta la vida del que sube y no baja,
sin preguntar que dónde está
si te olvidas de ti y de aquellos, y te empeñas en nada,
como si fuera mineral o planta.
sin que una angustia se te enquiste en la entraña,
si amaneces un día silbando a la mañana
Quédate en silencio, mírate a la cara.
y sonríes a todos y a todos das las gracias,
El misterio de que veas y sientas,
Dios está en ti, debajo mismo de tu corbata.
¿no basta?