1. UniversidaddeConcepción
FacultaddeMedicina
DepartamentodeSaludPública
Programa deSalud yMedicina Familiar
GRUPOS DE AUTOAYUDA CON ARTE-TERAPIA (VIF-DEPRESION): “LAS
VIOLETAS” Y “LAS PRINCESAS”. CESFAM TALCAHUANO SUR.1
Autoras:
Psa. Tania Salvatierra Fernández
T.S. Leyla Saka Vivallos.
El Convenio Integral de Salud Mental suscrito entre el Servicio de Salud Talcahuano y la
Municipalidad de Hualpén, incorpora dentro de sus metas la existencia de un grupo de autoayuda
en VIF desde el año 2009. Hasta el año 2010 hubo variados intentos por generar dicho espacio,
sin embargo, no se lograba la continuidad necesaria, al no lograr motivar a las participantes,
generando abandono y poca adherencia a los grupos.
En octubre de 2010 la trabajadora social Paula Quiñones propone una nueva forma de trabajo
aprovechando sus conocimientos artísticos y el financiamiento proveniente del convenio, el cual
permite compra de materiales de escritorio. Así surge la oportunidad de rediseñar estos grupos
incorporando el arteterapia como instrumento facilitador para la expresión emocional y como
elemento motivador para la adherencia a los grupos. Así inicia nuestro primer grupo “Las
Princesas” y posteriormente un 2º grupo “Las Violetas”.
Proceso de implementación de la experiencia.
Objetivos:
•
Generar espacios protegidos que permitan compartir experiencias de vida y la búsqueda
en conjunto de estrategias de enfrentamiento de sus problemas cotidianos.
•
Desarrollar distintas técnicas artísticas como estrategia de desarrollo personal y
autocuidado.
•
Fomentar la creación de lazos afectivos y redes de apoyo.
Descripción de la práctica.
Etapas y actividades para su ejecución:
Comenzamos como equipo de salud mental analizando la factibilidad de gestionar los recursos
físicos y humanos para la implementación de la idea de Paula. Luego, iniciamos una primera
etapa de gestión en la que se generó un listado de materiales que incluía todo lo necesario para
trabajos artísticos variados (lápices, block, témpera, greda, etc.) además de los materiales para
realizar mosaicos (cerámicas, herramientas, cajas y marcos de madera, etc.). Se gestionó además
la posibilidad de contar con un espacio físico permanente que reuniera las características
necesarias: amplitud de movimiento, privacidad para el grupo, disponibilidad de mesa amplia,
1
Esta práctica ha sido asesorada por el equipo de Gestión del Conocimiento del Programa de Salud y
Medicina Familiar, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Chile.
Segundas Jornadas de Buenas Prácticas en APS y Salud Familiar UdeC:
“Trascendiendo fronteras, haciendo historia”, Agosto 2013.
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lavamanos y espacio para presentación de DATA cuando fuera necesario. El comedor del
CESFAM que funciona como sala multiuso cumple con todos los requisitos.
Se decide contar permanentemente con dos facilitadoras en el grupo con el fin de asegurar la
continuidad de éste, al contar siempre con al menos una profesional presente. Además, la
presencia de una psicóloga y una trabajadora social en las reuniones aporta los puntos de vista de
ambas profesiones y permite que ante alguna necesidad puntual de cualquier participante, una de
las funcionarias pueda realizar una contención individual y la otra permanezca con el grupo.
La siguiente etapa en la gestión fue abrir la convocatoria a usuarias del programa que estuvieran
en tratamiento por VIF y/o Depresión. Se establecieron como criterios de inclusión que tuviera
una o ambas patologías mencionadas y que tuviera tiempo para asistir de forma permanente. El
único criterio de exclusión fue la presencia de trastorno de personalidad y/o descompensación de
patologías agudas (depresión grave, intento suicida) con el fin de facilitar el proceso a las demás
participantes.
Así, el primer grupo inicia sus actividades en octubre de 2010 con la trabajadora social Paula
Quiñones y la psicóloga Tania Salvatierra como facilitadoras. Inicialmente se trabajaron
diferentes técnicas artísticas tales como: mandalas, dibujo libre, pintura y música. Además se
trabaja inicialmente con dinámicas de presentación y otras dirigidas al conocimiento entre las
participantes y afiatamiento del grupo. Se establecieron en conjunto las normas de
funcionamiento del grupo. Alrededor de 2 meses después se cuenta con la totalidad de los
materiales solicitados, dando inicio al trabajo con mosaicos, lo cual ha sido muy bien valorado
por nuestras usuarias, decidiendo ellas mantener esta técnica artística el resto del tiempo, hasta
hoy.
Inicialmente Paula enseña mosaicos a todas las participantes (funcionaria y usuarias) y las más
aventajadas en la técnica van apoyando al resto en sus aprendizajes. Este proceso ha sido
rescatado por su valor de autoayuda, tanto en lo artístico como en temas personales que surgen
cada día. Las participantes se apoyan mutuamente, se llaman por teléfono, a veces se juntan
después del grupo a tomar once. Las facilitadoras hemos intencionado la participación, la
escucha activa y los consejos entre todas, en lo posible sin mantener un rol “experto”.
Cuando surge la necesidad de contar con otro grupo en horario diferente, se incorpora una dupla
psicosocial a estas reuniones con el fin de aprender la técnica de mosaicos. Cuando estaban
capacitadas fueron trasladadas a los otros dos CESFAM de la comuna. Una de ellas se lleva la
experiencia y la replica en el CESFAM La Floresta. Posteriormente se incorpora otra dupla
psicosocial a aprender la técnica, generando el segundo grupo que funciona desde junio de 2011
en la mañana con las trabajadoras sociales Leyla Saka y Angélica Rubilar, actualmente como
facilitadoras.
Ambos grupos (“Las Princesas” y “Las Violetas”) han logrado permanencia en el tiempo y se
visualizan diferencias en las dinámicas y tipo de participantes. El Grupo “Las Princesas” cuenta
con participantes de mayor edad, con un perfil de mayor dependencia de las facilitadoras y con
necesidad de mantener la misma actividad en el tiempo. Se les ha ofrecido otro tipo de
actividades que complementen el trabajo, tales como: talleres o educaciones de distintos temas
de salud y ellas han preferido mantener el trabajo con mosaicos de forma permanente. Han
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“Trascendiendo fronteras, haciendo historia”, Agosto 2013.
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acordado realizar rifas en cada reunión con el fin de juntar dinero para una actividad de fin de
año (almuerzo o similar).
El Grupo “Las Violetas” está formado (no intencionadamente) por usuarias más jóvenes, la
mayoría con hijos escolares, y han generado más independencia de las facilitadoras. Ellas
proponen temas diversos a tratar y han acordado terminar cada mes con un desayuno, el cual
realizan gracias a las donaciones de cada una. En esta instancia se detienen a conversar temas
personales, cómo está cada una y se tratan temas de interés general con otros funcionarios de
salud.
Ambos grupos tienen sus representantes que participan regularmente en reuniones de
agrupaciones de autoayuda en VIF del Servicio de Salud Talcahuano y han presentado sus
trabajos en ferias de promoción y de Salud Mental, en las que también han entregado trípticos
sobre VIF y Depresión a la comunidad. Además ambos grupos participan en casas abiertas
organizadas desde el Servicio de Salud, en las que se comparten experiencias de las distintas
agrupaciones en VIF.
El convenio exige solamente la existencia de un grupo de autoayuda de forma permanente, por
lo tanto, se duplica la meta formalmente establecida. Como medida de evaluación permanente,
en ambos grupos se realizan rescates de inasistentes de forma regular, en algunos casos por parte
de las usuarias y en otros a través de llamados telefónicos por parte de las facilitadoras. Así
mismo, en las reuniones se recibe retroalimentación permanente sobre lo bueno que es para las
usuarias la permanencia en grupos y cuánto les gusta participar.
Actualmente el equipo ejecutor de esta buena práctica está conformado por integrantes del
Programa de Salud Mental del CESFAM Talcahuano Sur (Hualpén): Las trabajadoras sociales:
Claudia Cid Sandoval, Angélica Rubilar González y Leyla Saka Vivallos, más la psicóloga
Tania Salvatierra Fernández.
Síntesis de actores y recursos:
ACTIVIDAD/ETAPA
ACTORES
INVOLUCRADOS
Planificación de la actividad
Equipo Salud Mental:
Paula Quiñones
Tania Salvatierra
Análisis
de
factibilidad Directora
CESFAM:
(recursos humanos, espacio y Marlene Valenzuela
materiales)
Paula Quiñones
Tania Salvatierra
Solicitud de compra de Paula Quiñones
materiales
Tania Salvatierra
RECURSOS
FECHA/DURACIÓN
- R. Humano
- Septiembre 2010
- R. Humano
- Septiembre 2010
- R. Humano
- Financiamiento
desde el convenio
con SST
Convocatoria a usuarias de Equipo completo de salud - R. humano
acuerdo
a los
criterios mental
(médicos,
definidos
psicólogas,
asistentes
sociales)
Inicio de actividades grupo Ps. Tania Salvatierra
- Espacio físico
- Septiembre y Octubre
de 2010
- Anualmente cuando se
renueva el convenio
- Octubre 2010, se
mantiene hasta la fecha
- Desde octubre 2010 a la
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“Las Princesas”
As.
Paula
Quiñones
(Actualmente AS Claudia
Cid)
Capacitación en MOSAICOS a - Paula Quiñones
profesionales para crear el 2º
grupo
Inicio de actividades grupo As. Leyla Saka
“Las Violetas”
Ps.
Suky
Coloma
(actualmente
AS.
Angélica Rubilar)
- R. humano
fecha.
Materiales
solicitados
- R. Humano
- 1º semestre de 2011
Participación en reuniones - Una representante de
SST de agrupaciones VIF
cada grupo
- Una facilitadora
Participación en ferias de - Las 4 facilitadoras
promoción, carnaval de la - Todas las participantes
salud mental, casas abiertas de de los grupos
agrupaciones
- R. Humano
- Movilización
Rescate de inasistentes
- Espacio físico
- Desde junio 2011 a la
- R. humano
fecha.
Materiales
solicitados
- R. Humano
- Movilización
carteles
y
muestras
preparadas para
tal efecto
- Las 4 facilitadoras
- R. Humano
- Todas las participantes - Teléfono con
de los grupos
salida a celular
- Desde año 2012,
reuniones cada 3 meses.
- Variable durante la
existencia de ambos
grupos.
- Variable durante la
existencia de ambos
grupos.
Elementos clave de la experiencia
Consideramos que es de vital importancia la motivación de todos los miembros del equipo de
salud mental, quienes promueven la participación de las usuarias y realizan la selección de
participantes de acuerdo a los criterios planteados, lo que permite la mantención permanente
del grupo.
Por otra parte, la disposición a movilizar recursos (humanos y económicos) de parte de la
administración es imprescindible, ya que estamos hablando de importantes montos de dinero
y horas profesionales.
Ha sido clave la decisión de formar grupos con 2 asesoras permanentes y la definición como
grupo abierto, en el que se permite ingreso y egreso de usuarias de acuerdo a sus deseos y
necesidades. Esto ha permitido la permanencia por más de 2 años de los grupos con
renovación de las participantes.
Condiciones favorecedoras de la práctica
El hecho de que las participantes puedan acceder gratuitamente a estos grupos permite un
acceso sin discriminación. Además, la experiencia nos ha demostrado que es muy facilitador
para las usuarias mantener periodicidad semanal y un horario y lugar fijo. Cualquier
modificación las confunde y fomenta la deserción.
Pensamos que lo más favorecedor ha sido la consolidación del taller como un espacio de
autocuidado, donde ellas son dueñas del grupo y pueden tomar decisiones y ser valoradas por
sus compañeras y facilitadoras.
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Resultado valioso.
Beneficio percibido por el usuario.
Los principales beneficios percibidos por parte de las participantes se relacionan con el tener un
espacio propio, de autocuidado y que se hace parte de sus rutinas de vida. Este espacio es
valorado por ellas mismas y también por sus cercanos, quienes en muchas veces las impulsan a
permanecer en las actividades, además de aumentar la adherencia de éstas al generar lazos
afectivos y de amistad, hablando el resto de la semana por teléfono, juntándose a tomar once
después del grupo y realizando rescates de forma espontánea, porque se preocupan por su
compañera inasistente.
A esto se suma el desarrollo de habilidades manuales y de interacción social, lo cual afecta
positivamente su autoestima, sorprendiéndose a sí mismas con los resultados y lo bello de sus
trabajos. Esto es especialmente importante en participantes con VIF quienes además demuestran
a sus maridos una habilidad desconocida.
Por otra parte, el desarrollo de habilidades sociales y estrategias para enfrentar y resolver
conflictos es valorado por las participantes como un aprendizaje importante. Ello contribuye
directamente al tratamiento de cada una y su empoderamiento.
Un descubrimiento inesperado fue constatar que para las facilitadoras también es un espacio de
autocuidado, convirtiéndose en el día más esperado de la semana laboral y envidiado por otros
profesionales, quienes han solicitado crear un grupo similar dirigido a funcionarios.
Evidencia de resultados
Los resultados expuestos se basan en la retroalimentación permanente de las usuarias respecto a
la actividad, además del análisis periódico en reuniones del equipo de salud mental. Los
resultados objetivamente medibles son los de participación activa (número de asistentes por
sesión, número de reuniones realizadas) y la mantención de dos grupos, lo que duplica la meta
formal del convenio que motivó esta actividad.
Análisis y reflexión
Esta actividad nos parece valiosa como estrategia para el cumplimiento de una meta del
programa que es muy difícil de cumplir en muchos centros de salud por la complejidad de las
usuarias a las que va dirigida. La creación de grupos gratuitos con una oferta de técnicas y
materiales poco común es motivadora para las participantes. Por otra parte, se sorprenden al
descubrir que poseen habilidades desconocidas.
Una fortaleza de estos grupos es la definición como grupo de autoayuda, no como “taller de
manualidades”, lo que permite valorar el espacio en un contexto terapéutico y además mantener
normas de funcionamiento e inclusión, destinadas a permanecer como grupo ameno y agradable,
no concentrarse en quejas y problemas, los cuales pueden tener cabida en sesiones individuales.
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Esta práctica es sostenible en el tiempo mientras exista el financiamiento proveniente del
convenio de Salud Mental Integral y la disposición de la autoridad. Es fácilmente replicable, de
hecho, está siendo replicada en otro CESFAM de la comuna.
La principal debilidad de la práctica es que al ser abierto, está siempre el riesgo de que se derive
a usuarias que no cumplen criterios y que desestabilizan las dinámicas de grupo. Esto ha
ocurrido y se ha enfrentado oportunamente. Por otra parte, se debe trabajar la autonomía de los
grupos, ya que algunas tienden a ser bastante dependientes de las facilitadoras.
Recomendaciones para replicar
Esta práctica es fácilmente replicable siempre que se cuente con los recursos necesarios (horas
profesionales, espacio físico adecuado y recursos económicos). La inversión monetaria es alta
(cercana a 1 millón de pesos inicialmente) y luego mantención ($500.000 aprox. anual) que es
posible obtener desde el convenio, pero que sin él sería bastante difícil de obtener con montos
percapitados, y muy caro si se traspasa el cobro a las usuarias.
Es importante asegurarse de contar siempre con los materiales necesarios, hacer las solicitudes
anticipadamente para no tener que suspender la actividad, lo que termina siempre con deserción
de algunas participantes.
Los grupos de autoayuda tienen dinámicas propias y al replicar se pueden generar variadas
experiencias con ellos; sin embargo, se recomienda poner énfasis en la exclusión de usuarias con
trastornos de personalidad o cursando episodios graves, quienes desestabilizan al resto de forma
significativa.
Una buena estrategia para dar continuidad a los grupos es la participación permanente de dos
facilitadoras por grupo, ya que si falta una de ellas siempre estará la otra para acompañar y dar
continuidad. Además, esto permite que ante descompensaciones puntuales una de las
facilitadoras continúe en el grupo y la otra pueda realizar una intervención en crisis individual.
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