Este documento presenta un resumen de la teoría de la enunciación de Émile Benveniste. Benveniste supera los límites de la lingüística saussureana al estudiar el discurso en lugar de la lengua y al reconocer la importancia del sujeto enunciador. Define la enunciación como el acto de producir un enunciado y analiza conceptos como el yo, tú y las modalidades del decir para explicar cómo se construye la subjetividad en el discurso. Su teoría se centra en comprender la relación del sujet
2. Recorridos posibles
Si nos interrogamos por las nociones de signo
Si nos interrogamos por la productividad de la teoría saussureana
para estudiar otros sistemas de signos:
Si nos interrogamos por las teorías que siguen la línea lingüística y
producen conceptos importantes para la semiótica:
Saussure (signo
ling.)
Peirce (signo como forma de
conocimiento
a
Saussure Barthes (modelo estructuralista
saussureano para leer
imágenes)
De la LENGUA de
Saussure
La enunciación
de Benveniste
El discurso de
Bajtína a
Semiótica de 2da.
generación
3. UNIDAD II- Cuestiones que vamos a abordar
- Relación del sujeto con el discurso
Corpus teórico: Teoría de la Enunciación- E. Benveniste
(1902-1976)
Obra: “Problemas de lingüística general”(1966-1974)
La teoría de la enunciación puede definirse, de manera
general, como aquella teoría del lenguaje que se ocupa de
la relación del sujeto con su discurso.
4. Límites de la teoría saussureana y
la lingüística estructural
Límites de la oración.
La exclusión del hablante
La superación del principio de
inmanencia.
5. Lengua- Discurso
Teoría Saussure:
- Discrimina el plano de la lengua del plano del habla.
- Establece objetivos: definir la lingüística como ciencia; describir la lengua y
establecer sus leyes.
- elimina el contexto, el referente, el sujeto.
Teoría de Benveniste:
- Decide no estudiar la lengua sino el discurso- o lengua puesta en acción..
Problematiza la función referencial, reconociendo la capacidad del lenguaje de
construir el mundo al que se refiere.
-
6. Paso de la lengua (sistema virtual)
al discurso( lengua puesta en acción)
Saussure estudia la lengua y busca los elementos que no
varían.
Benveniste: estudia el discurso y el acto de enunciación,
buscando explicar cómo se construye el sujeto
en el discurso.
Discurso: Lengua puesta en acción entre partes, asumida
por el hombre que habla en condiciones de
intersubjetividad.
7. ¿Qué es la enunciación?
“ La enunciación es poner a funcionar la lengua
por un acto individual de utilización (…) es el
acto mismo de producir un enunciado y no el
texto del enunciado lo que es nuestro objeto.
Este acto se debe al locutor que moviliza la
lengua por su cuenta… ( Benveniste, Problemas
de lingüística general, 2007:83. Cursiva nuestra)
8. Focalizamos en el sujeto en el
discurso (subjetividad)
Focalizamos en las modalidades del
decir: relaciones del enunciador con
el enunciatario, con el enunciado y el
referente.
9. Sujeto y lenguaje
“¿Cuál es pues la `realidad´a la que se refiere yo o tú?
Tan solo una `realidad del discurso´ que la contenga, y
solo por ella. Solo vale en la instancia en que es
producido (…) La definición puede entonces ser
precisada así: yo es el individuo que enuncia la presente
instancia del discurso que contiene la instancia
lingüística yo. Por consiguiente, introduciendo la
situación de alocución, se obtiene una definición
simétrica para tú como individuo al que se dirige la
alocución en la presente instancia del discurso que
contiene la instancia lingüística tú” (2007: 172). El
subrayado es nuestro.
10. Aparato formal de la enunciación
Enunciador- yo-
Enunciatario- tú- figuras
discursivas que organizan un centro
de referencia:
Tiempo-Espacio-Referente( él no
persona).
11. Las modalidades del decir (Dictum-
Modus)
Relación del locutor con:
El/los interlocutores
Con su enunciado
Un discurso siempre exhibe las marcas del
proceso de enunciación; el sujeto con su
punto de vista, su visión del mundo, su
posición ideológica siempre está tras los
bastidores de la enunciación.
12. El lenguaje tiene la capacidad de construir el mundo al
que se refiere
Pero: “La realidad designada no es la
realidad” (Ducrot-Todorov. Diccionario de las ciencias
del lenguaje, 1991:287).
Cada relato es una visión parcial y fragmentada de la
realidad.
13. «DNI»
Miguel Vitagliano
En julio de 1977 cumplí dieciséis años pero dejé pasar unos meses antes de iniciar los
trámites para obtener mi DNI. La demora obedecía a un compromiso con un amigo: nos
habíamos propuesto tener números consecutivos en nuestros documentos. Como si fuera poco,
llegado el día nos cortamos el pelo de igual manera y posamos para la foto con camisas
idénticas, la misma corbata y el mismo saco. No recuerdo haber pensado algo especial para
ese gesto, aunque creo que el hecho hablaba por sí solo: quería escribir una marca personal en
el librito del DNI que se imponía como un todo ya finiquitado.
La foto siguió recordándome aquel día mucho tiempo después, cuando ya había llenado una
página de la sección «cambios de domicilio» y mis amigos no eran los mismos. En realidad,
todo había cambiado a mi alrededor en el ´82, menos el DNI que, aunque un poco ajado y con
la tapa deshilachada, seguía siendo igual a sí mismo. Era lo único invariable, y el único objeto
que me había acompañado todos los días, minuto a minuto. Ni mi reloj era el que había sido,
tampoco mis zapatillas rojas ni mi morral; en cambio el DNI insistía con su presencia
obligatoria, siempre debía estar conmigo. Lo tanteaba en el bolsillo antes de salir de mi casa
para asegurarme que estaba allí.
Porque la policía podía exigírmelo en la calle, o un retén militar mientras viajaba en colectivo, o
en el cine —como me había sucedido ya una vez— en plena función cuando, de golpe, las luces
se encendieron y los soldados aparecieron apostados junto a las butacas.
En cada uno de esos casos no hacía más que entregar mi DNI y poner «cara de nada», lo
mejor que podía. Una cara en la que nadie pudiera leer lo que pensaba, una cara en la que
deseaba no ser yo el yo que buscaban, o el que hacían que buscaban.
14. ¿Todavía me parecería a la foto? ¿El de la foto se parecía a mí? ¿Habría algún yo parecido al yo
de la foto?
El pánico de esos momentos sólo fue comparable al orgullo de ver estampado el sello por mi
primer voto en octubre del 83. La misma sensación experimenté al año siguiente con el sello
que confirmaba mi participación en la consulta popular por el litigio limítrofe con Chile, y meses
después con el registro de mi voto ante las elecciones de legisladores.
Contemplaba las páginas finales de mi DNI y estaba convencido que en cada uno de los sellos
estaba yo, no un yo detenido sino en movimiento, libre, cambiante en cada voto. Podía
recorrer los últimos años de mi vida en cada voto, aquello que había creído y ya no creía, lo
que nunca había creído, y lo que nunca quería dejar de creer. Por eso vacilé poco en el 87, en
el momento de iniciar la renovación de mi DNI (me resisto a llamarlo un «duplicado»), y
arranqué la página con mis votos para guardármela. Apenas si volví a mirar aquella foto de los
dieciséis que había pasado lluvias, pascuas y primaveras, sólo tuve atención para esa página
incompleta que habría de continuarse en el nuevo DNI.
Como suele suceder en estos casos, terminé por guardarla tan bien que no la volví a encontrar.
No me preocupa, pienso que lo peor sería tener la necesidad de buscarla
Cómo construye el locutor el yo de su discurso (enunciador)
Cómo construye sus interlocutores (enunciatarios)
Cómo se posiciona ideológicamente ese yo (modus), cuál es la visión del mundo que
construye en su discurso
Cómo construye la temporalidad del discurso, con qué marcas.