Las Reformas Borbónicas introducidas entre 1760 y 1808 por los monarcas españoles buscaban centralizar el poder en la corona, aumentar la recaudación fiscal y controlar la economía. Esto incluyó cambios administrativos, la expulsión de los jesuitas que se oponían, y una redefinición de la relación entre España y sus colonias americanas para beneficiar a la metrópoli. Aunque aumentó la tributación, el descontento entre las elites criollas aceleró los procesos de emancipación y España perdió la