Los monasterios se caracterizan por estar aislados para dedicarse plenamente a Dios, aunque también están cerca de pueblos para evangelizar. Los monjes siguen un horario estricto de oración y trabajo. Viven en comunidades donde desarrollan sus vidas religiosas a través de la oración, el culto y la penitencia para alcanzar la perfección espiritual y ayudar a los necesitados. Además de sus funciones religiosas, los monasterios desempeñan un importante papel cultural a través de la copia y conservación