El documento describe la visión del profeta Ezequiel de los cuatro seres vivientes y las ruedas que los acompañaban, símbolos de la presencia de Dios. También relata cómo Nebuzardán, comandante de la guardia babilónica, tomó prisioneros a líderes judíos y deportó a más habitantes de Jerusalén al exilio en Babilonia. Finalmente, cuenta que el rey de Babilonia liberó a Joaquín, rey de Judá, del exilio y le permitió vivir en su corte el resto de su vida
LA MISIÓN DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL DÉPTIMO DIA.pptx
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, EZEQUIEL, PARTE 21 DE 47
1. JEREMIAS 52
dentro. ¿ Encima tenían un capitel de bron-
ce de cinco codos de altura, rbdeado total-
mente por un trenzado con granadas, todo
de bronce. Ambas columnas eran iquales.
zi Había noventa y seis granadas de"relieve
en tomo a ellas. Y había"clen granadas alre-
dedor del trenzado
2o
El comandante de la guardia tomó pri-
sionero al sumo sacerdotá Seraya, a su'vi-
cario Sofonías y a los tres guardianes del
Templo.
25
Entre los ciudadanos hizo apresar a un
oficial del palacio que mandabá a los sol-
dados, a si'ete familiares del rey que fueron
encontrados en la ciudad, al s-ecietario del
jefe del ejército, encargado del reclutamien-
io. v a sésenta oersoñas de condición que
se'Líallaban en lá ciuda d.'6 Nebuzardán, éo-
mandante de Ia quardia, los mantuvo dete-
nidos y los llevó al rey de Babilonia, que
estaba en Ribla, 27 quién los mandó matar
en Ribla, en la reqión de Jamat. Entonces
fue destérrado Juda lejos de su tierra.
650
2E
Este es el númer.o de las p
gue desterró Nabucodonosor:
"oulf,ol:':É?,ifo,r,?.0?? jyl,_"¡ '1
"n
el uñó a-i.[[l
cho de Nabucodonosor fueron sacadac ,¡^
Jerusalén 832 personas; 'o en el año;"I'
titrés de Nabucbdonosor, Nebuzardán ;:'
mandante de la gyardia, mandó al dé!ti_:-
rro 7 45 iudíos.- Lo que da un totái"O=e
4.600 peísonas.
3r Pero en el año treinta y siete dei clo"
tierro de Joaquín, rey de Judá, el-ji,
veinticinco del iJuodécimo mes, gúitil,"l,lo
9g:,f_ey !e FuQllonia, durante el pri*I,
año de reinado, indultó a Joaquim, rev d.
Jr4á,,y, lo sacó de Ia cárcel.-32 Le náUfE
amigablemente y le concedió un trat" ;ü:
3:l' % ?'. "§
"';'i"
: [: :"3I:¿,1H," .:.jll ?U
rop.a: de prisionero y, en ?delanig,-Ju
sentó a comer eñ ia mesa ciei rey. n §;
mantenimiento fue siempre asesuráao ioiel rey de .Babilonia, .díá a dial f,aJta'si
muerte, mientras vivió.
*
A este profeta se suele recordarlo como se recuerda a la Cuaresma- Vivió y
profetizó en el exilio, y si bien anunció un futuro prometedor para su pueblo
arn¡inado, lo hizo después de haber denunciado, durante años, las falsas esperan-
zas a las que se aferraban sus compañeros. Dios mismo le ha impuesto largos
ayunos y pruebas, además de la humillación de pertenecer a grupos marginales,
en una ciudad segura de sÍ misma. Mientras que el "segundo Isaías" parece con-
templar la tropa de los exiliados desde la altura que le inspiran sus grandes pers-
pectivas, Ezequiel comparte la vida de un suburbio escuálido donde se enfrenta
óada día a las miradas escépticas u hostiles de los exiliados
Ezequiel es sacerdote y Dios sale a su encuentro cuando tenia treinta años, la
edad legal para comenzar su servicio en el templo. Como Jeremías, Ezequiel
será a Ia vez sacerdote y profeta, lo que nos invita a no oponer demasiado estas
clos funciones complementarias. El ministerio del sacerdote no se agota en el
templo; el sacerdote enseña, juzgay precisa la aplicación de las leyes. El profe-
ta, por su parte, es un carismático capaz de discemir a través de sueños, visiones
y signos diversos, la palabra más actual de'Dios. Los profetas Que Dios ha lla-
mado de una manera especial suelen tener su personalidad propiá. Jeremías, por
ejemplo, es un solitario y apenas se percibe en él al sacerdote, fuera de su prime-
ra predicación. Ezequiel, por el contrario, sigue muy preocupado acerca de lo
puro y lo impuro; ejerce una actividad pastoral, y la restauración del templo
constituye para él un elemento esencial del huevo Israei.
Ezequiel ha estado entre los primeros grupos de deportados, en el 597,. y toda
su vida conocida la pasó en Babilonia. Algunos comentaristas han pensado que
la llamada de Dios la recibió estando aun en Jerusalén y que esta llamada, que se
puede leer en2,9 - 3,9, habría sido fusionada después con Ia visión del capítulo
l. Se trata, sin embargo, de una hipótesis rnás que de una conclusión bien funda-
da. La gran visión del Nuevo lsrael (caps. 40-48) es del 572, es decir, 25 años
posterior.
La predicación de Ezequiel se ha conservado mejor que las de otros profetas
bíblicos ya que se desarrolló en una comunidad viva cuya condición de exiliada
en una ciudad prospera, ha protegido las enseñanzas del profeta. El hablaba a
"ancianos" de los que la mayoría debían ser conocidos suyos, preocupándose de
darles una formación adecuada. Sin lugar á duda, los primeros que regresaron
del Exilio habÍan tomado su enseñanza como regla de vida y no tenían razón
alguna para revisarla.
2. Ezequiel en nuestra historia
. Tanto Ezequiel como Jeremías han dejado en la Biblia una de las más ultu, o.r".^^
tivas desde la que contempiar la historia del pueblo de Dios. Ser infiel v reUel¿!
",L"^'que forma pane de la vocación de esre pueblo. Es asimismo parte de lá acción dI;::.
el destruir lo que se había construido con é1, desde- el *o*"nio en que
"r
p..üiJ!ffi
instalarse en este mundo, siguiendo las huellas de los otros pueblos.
Hay períodos de Ia historia.en qu.e todo parece dem:mbarsé y sólo se ve a la muen"
campeando por doquier. Es, sin embargo, en estos momenros en los que Oios atuiij^"
una nueva etapa de su. plan
.siempre imprevisible. Aunque es arriesgado f,o".. upii.ol
ciones demasiado particularizadas a la época en que vivimos, es ahora presente. esh-
cialmente en la Iglesia Católica, la sensación de- un dermmbamiento qu" uf..rJril'.
sectores aparentemente esenciales de la misma Iglesia, y que nos fraría recor¿a.-1.*
época en que desapareció el reino de Judá. Para muchos creyéntes, el tiempo o.l eilli^'
ha comenzado ya. sea que se refieran a la Babilonia de está *undo, ciego a lu ,Jül'
o bien a la Iglesia convertida ella misma en Babilonia. E¡, coirsecuencla, muchos
miran por doquier, a la espera de un profeta o de un rayo de luz.
- Jeremías y Fzequiel se complementan. Jeremías pertenecía al grupo de judíos oue
habían tenido la suerte de escapar a Ia deporración y sabía que .,ida-se poáiu .roJ,ii
de_ ellos. Por esra razón, desconbce la etapi siguienté, lu ¿.1 i"g..ro y ," air".,""í*ll
a lo esencial, es decir, a la alianza nueva. Ésra estará siempre-más áUa Ael .ununol
más allá de Ias instituciones. Ez-equiel, por el contrario, acompaña a los
"^ifiado.
qui
constituirán el retoño del nuevo Israel. El profeta está bien anclado en su tarea pur,oiui
y prepara'la etapa siguiente- Con esto corre el riesgo tal vez de creer que los i"g..ru-
dos del exilio serán mejores que sus predecesoreJ y que se construirá
"n
pr"ülo J.
Dios con leyes o con pi.,dras y cemento. Esdras y Nehemías serán los t.ño".oi J.
Ezequiel y construirán el Judaísmo.
.
Jeremías se ha convertido en la gran figura del profeta perseguido, Ezequiel en cam-
bio no tiene brillo ni belleza, y a veces desearíamos que füera ün poco menos excesivo
y grosero, pero esto no puede disimular la fuerza que lo anima- EI Espíritu lo IIenó,
igual que a Elías, de un amor celoso al Dios no reconocido.
Esto Iibro se divide fácilmente en seis secciones:
t. Ln vocncloN DEL pRoFET e: l,l-3,27
2. AcrvrpRp pRoFÉTrcA ANTES DEL sEcuNDo srrro DE JenusalÉN : 4,1--24,2-l
el sitio,y el juicio (4,1-8,2)
Ias abominaciones en el templo (8,3_l1,25)
mentiras-de los profetas y responsabilidad personal (12,1_14,23)
los pecados acumulados de la historia de-Islael (lS,l_24,27).
3. Pnorsc¡es coNrRA LAs NACToNEs :25,1-32,32
4. L,q sRlvecroN DE IsRAEL :33,1-37,2g
5. Goa y Mncoc :38,1_39,29 " I
6. Le visloN DEL NUEvo Isne,rl : 40, l-48,30
el nuevo templo (40,1-43,27)
el nuevo culto (44,1-46,24
el nuevo Israel (47,1-48,35)
ft"rrudos, a orillas del río Q,uebar, se
l)e".-, ^l ,^ialn , ,^/^rntarnnlÁ rricirrnac rlirrinac
iiíi¡,"I,: i
"] :, L ^t
o.Lt
" : ? lt :¡'i?1" :. 9'rr 1t:')'it a¡u qu.into, del me.s, el ?ño quinto dquinto de
g^':?".it;¿'i,5?'l
d"l. r.ey,Jolguim, ', 19 pjla-
l!,1 dl" Yavé fue diriglda al sacerdote Eze-
'-',iol hiio de Buzi, eo el país de los calde-'o'':':'ilil"
i:.??'il' áX"B'"p
a ís de ros ca I de -
ii]:',?ill, ío Quebar.
519
,-a, ' El año treinta, el dia quinto del
l! cuaf1
".,^"'r i,?t9niTn99q" :tT: l?:
EZEQUIEL 1
1r Sus alas estaban despl.egadas
hacia arriba; cada uno tenía dos alas
qug se juntaban con las de sus com-
pañeroS, y dos alas que le cubrían el
cuerpo. '' Cada uno de ellos iba dere-
cho siguiendo una de sus caras, iban
hacia Zonde el espíritu los ernpuiaba
y al caminar no se daban üuélta.- 13
Entre los seres había como car-
bones ardientes: se diría que había un
baile de antorchas entre esos seres; el
fuego iluminaba, y del fuego surgían
relá-rnpagos.. '' Es'os seres Tban y ve-
nÍan como el relámpago.
15
Al mirar bien a esos seres, Vi
que, eñ el suelo, había una rueda al
lado de cada uno de ellos. 16
Esas
ruedas centelleaban como piedras
preciosas, v las cuatro tenían'la rnis-
ina forma. Cada rueda era doble: pa-
recía como dos ruedas entrecruza-
das. '' De ese modo podían avanzar
en las cuatro direcciones, sin tener
que dar vuelta. '8 Tenían una llanta
muy grande y de aspecto aterrador,
porque las cuatro tenían ojos por to-
do ét derredor. re Cuando los seres
avanzaban, las ruedas avanzaban al
lado de ellos; cuando los seres se
elevaban desde la tierra, las ruedas
también se elevaban.
n Los seres iban adonde el Espíritu
quería, y las ruedas también iban allá
porque el espíritu que estaba en los
üequiel ve la Gloria de Yavé
. Yu."É puso. su mano sobre mÍ.
, Yo miré: un viento huracanado ve-
n|a del norte. Vi una gran nube: En
medio .de ella un fuego ardiente irra-
'Áiaoa luz, y el centro era como de
lretal incandescente. 5 En medio del
ir.go había cuatro seres vivos. Tenían
i; ñisma forma: 6 cada uno tenía
cuatro caras y cuatro alas. ' Sus pier-
nas eran rectas, con pezuñas como
irs de buey; brillaban como bronce
oulido.
t Bajo sus alas (e., los cuatro
iostados) tenían manos de hombre.
[as ulas de los cuatro e se tocaban
unas col otras. Al andar no se vol-
vían a ningún lado: iban derecho si-
cuiendo una de sus caras.r ro Vistos de frente, Ios cuatro se-
res tenían asPecto humano, pero la
cata derecha de su cuerpo era cara
de león, ! su cara izquiefda, cara de
toro. Los cuatro tenían también una
cara de águila.
- 1.1 El libro comienza con dos introducciones
Cistintas. ,Nadie sabe 3 gué .corresponde el año
ireinta del prirner verslculo: tal vez a un error de
ün cgpista.'El año cinco de Joaquim nos lleva al
áno 59+ antes de Cristo.- Yaú puso su mon o sbre mí (4). Ezequiel es lle-
rado en ?xtasis: como deiando el Lúerpo,
'su
espíritu
se encuentra con- Dios rñisteriosamente. Recibe su
rnisión, y es transformado en otro hombre.
. 4. Un uiento huracanado uenía del norte.
Ezequiel fue abrumado por fuertes imáqenes que
acorirpañaban las palabias de Yavé. L-a-üsión ilel
Carro de Yavé se-encontrará de nuevo en el ca-
cítulo 10, en que vemos a Yavé deiando su Tem-
blo de Jerusa[én para ir a Babilohia a vivir en
inedio de los desteirados.
Los pueblos de ese tiempo pensaban que sus
dioses
'estaban sometidos á sailtuarios v fuqares
determinados. Así, los iudíos pensaban óue Yavé
no se encontraba fuerá de la'üerra de Palestina.
Los desterrados a Babilonia. sin patria v sin Tem-
olo donde adorar a su Dios. podían óensar que
Yavé los había olüdado v qúe'solamehte los q'ue
habían quedado en su pás 'podian
disfrutar de'su
atención
Por eso, precisamente, Yavé enseña a-Ezequiel
que, no pof tener en Jemsalén el lugar de su'cul-
to, está menos presente en la tejana Babilonia.
Yavá sigue a su pueblo y habita c§n é1.
Había cuatró seres '¿tiuos... Cada uno tenía
cuatro coras v cuatro alos (5-6)- L-a üsión da a
entender la qrándeza de Dios por medio de imá-
genes de esé tiernpo. En los palacios.de Caldea
se veían estatuas qrandiosas de seres fantásticos-
llamados «qu€Rrbiñes", en que se mezclaban loé
rasqos de lci que es más fuerte en la naturale za: el
hombre, el á§uila, el león y el toro. Aquí pasan a
ser seres üvos, impetuoso-s, que rodean y prote-
qen el misterio de'Yavé. Las' ruedas entietruza-
das que van en todas las direcciones, indican la
accióh de Yavé a través del universo. En ellas se
juntan los ojos, ,que lo ven, todg,. { h moülidad,
que no conoce oescanso. trl apostot duan usara a
su manera las imágenes de la'presente visión en
Aoocaliosis 4.'(Jna 'c_qmo_
plataforma. de cristo I resplande-
ciente (22). El'arco'iris, el fueqo en que'está su-
mergido el ser divino , é1. y la-bóveda de cristal
que -soporta el trono, tarnbíán hablan del misterio
de Yav?
- -U_n er que tenía uno aponencia humana (26)-
Y, llegado á lo más íntimo de Dios, la ütima imá-
gen sera una apariencia de hornbre, porque todo el
[oder de Dios üene de su ser rnisteribso y personal
á cuya imagen fue hecho el hombre.
3. E,ZEaUIEL 1
seres estaba también en las ruedas.
2t Cuando ellos ava nzaban, éstas
avanzaban; cuando se detenían, se de-
tenían éstas; cuando se elevaban des-
de la tierra, Ias ruedas igual se eleva-
ban, porque el espíritu del ser estaba
también én cada una de las ruedas.
22 Por encima de los seres se veía
una como plataforma de cristal res-
plandecientg; " bajo, l? plataforrna sus
alas se erguían paralelas unas a otras.
24 Oí entonces el ruido de sus alas,
como el ruido de aquas caudalosas,
como la voz del Dio"s Todopoderoso.
Cuando caminaban se sentia un rui-
do como de tempestad, como el es-
truendo de una multitud; cuando se
detenían reDleoaban sus alas.
25
Un ruido s-e oía desde la platafor-
ma gue estaba encima de sus cabe-
zas. 26 Sobre ésta se veía como una
piedra de zafiro en forma de trono y,
én esta forma de trono, a un ser que
tenía una apariencia humana en su
parte superior. 27
Lo vi como rodeado
de metal incandescente, de Ia cintura
para arriba, y de la cintura para aba.
io. era un fueqo oue Drovectaba luz.
1o 'La
luz que fo ró¿eába'tenía el as-
pecto del arco iris que se ve en las
hubes en los días de lluvia.
Esa visión era una imasen de la'
Gloria de Yavé, cuando lo li me tiré
de bruces al suelo; oí entonces una
voz que me habló
Ezequiel recibe su misión
¡ Me diio: *Hiio de hombre. ponte de
pie, te voy a'habl a,r.»' En'dl mismo
660
momento en q,ue me habla, entra €r-l r-ñí ¡,",
espíritu y rne hace ponerme de pie:'l"j't
tonces, oigo qPe,me.dice:.:Hijo de hó.nU-Jl'
te envío donde los Israelitas, a un oi',.il:
de rebeldes qqe se han rebelado .oniü#I
ellos y,su? padres me han sido infielei h;§:
ta el día de oy. ' Te,envío donde eso raza
de cabezas duras ,y de corazones ouit¡illl
3:Vg;::..?r.
les digas: ¡Esta es la p.láÜli
5 Te escucharán o no te, escucharán
-porque
son una raza de rebeldes- ha.^
sabrán que hay un profeta en mea¡5il
eltos. 6 Y'tú, hijó de Liombre, no iéiHi:
no temas a sus amenazas; serán para ti ci]mo zarzas u ortigas, como un escorpffi
donde te hayas séntado. No tengas m¡eá"
de sus .palabras, oo temas ante-ellos,-lñX
son más que una raza de rebeldes! z f::
transmitirás mis palabras, te escuch.ñ ino, porque son qna raza de rebeldes.
u Ahora., hijo de.hombr.", escucha lo gue
te voy a decir,. oo te rebeles como esa ,áii
de rebeldes, sino que abre la boca y co.ni
lo que te doy.,
e Miré: hacia mí se tendió una ma-
no que sostenía el rollo del libro. ,o
Ló
desénrolló .ante- mí; estaba escrito }j
fgvé: y al derecho, y sólo eran cantos
runeDres, lámentactones y gemidos.
IEI ' I M.e d[o: oHijo de hombre, co-
I ./ I me lo que te presento, cómelo
y luego_ anda'a hablarle a la' cara Aé
Israel., 2
Abrí la boca para que me hil
ciera comer ese rollo, ' y me diio:
-Hijo de hombre, come ahb¡a y llehi
tu estómago, con este rollo qru te
4oy., Lo comí pu.e-s, ) en mi boca era
oulce como la mtel.
o Me dijo: *Hijo de hombre; anda a
la casa de Israe-l y diles mis palabras.
. 3.1 Come este líbro. L-a üsión del libro des-
cribe en_forma . simbólica el llamado de Yavé,
dando a Ezequiel su misión.
Tiene:n la cabeza d,ura v el coraz:ón obstina-
do /71. Esto se Darece a ló exoresado oor otros
profetas. Cuandó Yavé envía a Isaias. ló advi erte
óue el pueblo no se convertirá. En'el caso de
E eqpigl huy más optimisrno; e¡üado a los rebel-
des iJebe hácerse niás firme v tenaz oue ellos Da-
ra romp€r la coraza de su dúro coraión. De he-
cho , Ezequiel no cesará de discutir , peléar,
areurnentai. Pablo también dirá oue el oue evan-
geTiza d^gb" enseñar a tiempo y'a destíempo (2
- Ltella tu estómago go-n este libro que te doy
(3). EI profeta no e5 un loro oue reDit'e palabra-s
üenidad del cielo: ha recibido una üsióh olobal
de los acontecimientos, Ia comprensión deJ sen-
tido de la historia,. €D ál hab¡tá un furor que es
el mismo de Yavé contra el pecado. Todo esto
es [o qu? significa el rollo (aómo eran los libiói
antiguós) que debe-€orT¡er. Durante varios anói
todas las pledicciones de Ezequiel serán amena-
zantes: por eso, se nos habla aquí de desdichos
y_ Iamentaciones (2,9). Pero Ez-equiel h¿toma:
do el partido de Dios y acept? p[enamdrte sus
proyectos; de ahí que sus predicciones le pare}-
can outc€s: tenla un saoor clulce como la miel.
[saías, Jeremías, Ezequiel, y.después los discí-
pulo-.s de Jesús (Mt 10,34) óorioóen el mismo
conflicto: la Palabra de Dios no es paz sino esDa-
da para quienes la quieren servir. No dicen lo óue
Ia gente desearía oír, ni tampoco se deian impie-
sionar.por los clamores de [os cobardés y de los
cómodos que'suplican los dejen üür a sú gusto.
Et ggyente verdadero acepta ponerse de parte
de Dios, perder la sequridail qu'e uno tiene cuan;
do se siente de acuerElo con lós demás y luchar a
veces solo contra la corriente-
661
i No te envío a un pueblo extranjero
",tvd
lengua te sería difícil, sino e la
Zá'tu.de,Israel.
6 Si te enviara donde
,.nrqhedumbres extranjeras, cuyo
habl.ar, es oscuro y cuya lengua es
difíc¡t, Id cual no comPrenoerla?, Po-
irian tal vez escucharte. ' Pero la ca-
;; de Israel no querrá escuchar.te,
óórque,no qyiqre e.scucharpe; todos
Íonán la cabeza dura y el corazón
IÜitinudo.
I Por eso, he vuelto tu ca-
;; tan dura como la de ellos, y tu
ilente tan dura como la de e[los.
i'Haré de tu frente un diamAnte, más
duro que la roca.; no les ternerás, no
tendrás miedo de ello.s, Porque son
'o Me dijo: -Hijo de hombre, recibe
en tu cora zÓn, escucha con tus oídos
lodas las Palabras que te voy a decir;
i¡ luego, anda, vuélvete donde los
desteirados, donde la gente de tu
áueblo, les hablarás y les dirás: ¡Así
habla Yavé... ! te escuchen o DO.»
tz Entonces el espíritu me levantó
mientras oía detrás de mí una formida-
ble aclamación: «¡Bendita sea la Gloria
de Yavé en todo lÚgar!, '' Oí el batir de
las alas de los seres unas contra otras,
oí también el ruido de las ruedas: todo
era un enolrne estruendo.
t1 El espíritu me había levantado,
me había arrebatado. Quedé lleno de
amargura, con el espíritu afiebrado,
Dorque la mano de Yavé pesaba
fuertémente sobre mí. '5 Cuahdo lle-
gué a Tel Aviv, donde estaban los
EZEQUIEL 3
desterrados a orillas del río Quebar,
permanecí siete días como atontado
en medio de ellos.
Te he puesto como centinela
. '6 Al cabo de esos siete días se me
dirigió la palabra de Yavé: t7 -Hijo de
hombre, te he puesto como un
-viqía
para la casa de [srael: si oves una paJa-
bra que salga de mi bocá, inmediata-
mente se [o advertirás de mi parte. 't Si
le digo al malvado: ¡Vas a rnorir! y si tú
no sé lo adviertes, 'si no hablas de tal
manera que ese malvado deje su mala
conducta y así salve su vida, ese mal-
vado moriiá debido a su falta, pero a ü
te pediré cuenta de su sangre. re En
cambio, si se Io adviertes al malvado v
él no quiera renunciar a su maldad v á
su rnafa conducta, rnorirá debido a'su
falta, pero tú habrás salvado tu vida.
'o Si el justo deja de hacer el bien y
comete lá injustióia, pondré una. píe'-
dra delante de él para que se caiqa v
morirá. Si tú no ie lo has adveríidd,
morirá a causa de su pecado, se olvi-
darán de las buena§ acciones que
haya hecho, pero a ti te pediré cuen-
ta de su sangre. '' Pero, si tu advier-
tgr al justo pala.que lo peque y siga
sin pecar, vivirá gracias a tu adver-
tencia, y tú habrás salvado tu vida.
Ezequiel se queda rnudo
22
La mano de Yavé se puso so-
bre mí y me dijo: nlevántate, dirÍgete
. 16. El rálato de la vocación de Ezequiel. que
leímos en 3,1:15, tiene su continuación'en 3,22-
27. Pero aquí se interpuso un párrafo. (q,16-2U
oue expresa uno de los-qrandes fernas de Ia predi-
c'ación'de Ez.equiel: DioE no quiere la muerie {el
oecador, sino óue se conviena v ür.a (ver c. 18).
' Bien es cierto qLle a los oye-ntes de Fzequiel se
les viene encima la catástrofe que prepararon
con sus errores. Pero no es una razon óara de-
s€sDerar: aunque uno solo se diera cuenta de su
rnaldad,
'sus-
e§fuer-zos no se perderían, sino que
ie daríah üda, por lo menos a'él mismo.
Te he ouesio como un uíqía (17). El profeta
ha recibido de Dios una lucide"z qüe lós demás no
tienen frente al pecado en la vida de los indiü-
duos y de la sociedad. Y sólo él diüsa los peligros
que se acercan según lo ha dispuesto Dibs, -1u".
del pecado..El prciTeta lucha. nó solamente'óon-
tra [os incrédulós, sino también contra Dios-juez,
llamando a su rnisericordia (Ex 32,lLi Jer
14-11). como Moisés v Jeremías.
Ese' maluado moí¡rá. Dero a ti te-oediré
cuenta de su sangre (18). Responsabilidad del
qu.e ha recibido de Dios la lucide z; la recibió para
sah¡ar a otros v no ouede callarse.
§j rl justo '4.1g'dg h,gcer el bíen (20). En. la
crisis que amrinó a Judá, aparenternente todos
padecían igual. Pero Ezequíel afirrna que estos
padecimientos, comunes a todos, traerán üda o
muerte a cada cual seqún lo rnerece. Es que üür
y estar mue.rto -
no tie-ne el ryismo sentido para
Dios v Dara los hombres (Ao 3.1):
t-a
-misma
parábola d"l éentinela se encuentra
mejor presentada en 33,1.
. Se giodrá¡ ,notar varios detalles que correspon-
den al profeta (o al creyente) en-todo tierñpo:
-
E§to r alerta, tenef -
presentes las palabras
de Dios para ver lo que él'piensa de nueitra mál
nera de acfuar. ..
-
Estar en la muralla, sentirnos responsables
de los problemas de nuestro medio en iez de ig-
norarlos para estar más tranquilos.
. 22- Vienen a continuación las profecías de
Ezequiel en Caldea. durante los seis años oue
preiedieron al sitio y la caída de Jerusalén.
4. EZEQUIEL 3
al valle, allí te hablaré., a Me levanto
entonces y me diriio al valle. Veo allÍ
Ia Cloria de Yavé: éstaba allí tal como
había visto Ia Gloria a orillas del río
Quebar. Inmediatamente me echo de
bruces al suelo. 2o
El Espíritu entra en
mí y me hace pone.rnle: de pie sobre
ryis piernas; y me habla y me dice:
:,4ndg, enciériate en tu casa. ,t Mira,
hijo de hombre, como te ponen cuer-
das y te atan; ya.no pgdlgs salir para
conversar con ellosi 26 Hago que tu
Iengua se pegye a tu pala.¿ar: estás
muoo y deJas de reprocharlos porque
son una rala de reb'eldes. 27
Pero rnas
tarde te hlblaré,..t€ abriré Ia boca y
les dirás: ¡Esto dice Yavé! que escu-
che el.que quiere escuchar,'y el que
no qutere, que no e.sc-u.che , puesto
que es una raza de rebeldes-
Ezequiel juega a Ia guerra
Áa ' *Toma pues un ladrillo, hiio de hom-
,bre, y ponlo. delante de t¡; dibujarás
en él una ciudad: Jerusalén. 2 Lueóo Ie
pondrás sitio, construirás una torre de"asal-
to, ha.rás terraplenes, establecerás en su
derredor campamentos y por todo su alre-
dedor dispondrás máqurnas para el sitio.I Después tornarás una sartén de hierro
que pondrás cual muralla de hierro entre ü
y Ia ciudad, y te quedarás vigilándolas; tú
le pondrá-s silio y quedará. sitiáda_. Esta se-
rá una señal para Ia casa de Israel.o Acuéstate sobre el lado izquierdo v
pon sobre ti el pecado de la casa'de lsraef;
soportarás su Éecado tantos días cuantoi
estés así aco'stado.5 Te he sacado la
cuenta de los días, la que corresponde a
los años de sus pecados; sopoitarás el
pecado de la casa de Israel dur'ante ciento
noventa días. t Cuando estos dias se havañ
cymplido, te acostarás sobre el lado dére-
cho y esta ygz soportarás el pecado de la
casa de Judá, seián cuarentá días; te he
sacado la cuenta a un día por año.
7 Volverás tu mirada y tu brazo desnudo
66a
hacia Jerusalén sitiada y prgfetilarás
c.on-
tra ella. I Mira gue te he-at'ado coi
para que ná'[rli-u; d;rre vuelta
"l
l',i:99,
do ni al otro-mientras duren los d'
- '¡¿¡r ld'
áieaio.
''
Toma trigo, cebada, habj:: t::,!u
i3:' Sl" {,,:TlT i;YrT';Sii',1 sr:i: Jilcuenta el número de días sue-;:;:-:n
acostado de ese lado. Lo coméres á, ii'^11
ciento noventa días. ,0 para tu ru.iOñit:l:
9ff : !';"1:::
"?
ts:' i
3,1: r"H:; l?. ;.T:iilracionada tu agua, uña sexta parte-d-e";t:
dida varias vecés.
¡2 Lo Drepararás .o.T?i^1!reparan las
oalletas'de':..!?d?
t lo cocerás 'a
ta vista
de ellos
"1I1.,
fS_"gó a"
-J¡ü",ilunros
hu.
manos secos. '' Poroue de la misma munl.
rd, me dijo, Ios hijq-i .ie Isiáel éom"rán ,,,
pan. imp.uro en medio {e las nacioneJAül
de _los. dispers.aré., 'o Entonces d¡
Señor Yavé, mir?, nuncá m; h;*;fUitl:Jamás he comido animales muertos o rtco
garrados desde mi juventud hasta .j oii-
i."ill .3 :?
ei Ei ;iT.",'fr 3 1ljX Tr:gf& :lque para el fuego en que..uezas tu JJIuses excrementos secos de animales'in
vez de los excrementos humanos.»
¡6 Lueoo me dijo: *M,ira, h|9 de hombre,
.óT.o dá;o si1 áán a Jerurulén. en su or-
gustia comerán, pan gue les será contadó.
I" .",t f.X :: T "d" %1'oi i,? l,. á#:,H ñ J :'" ;Tiy de ?gua, y así perecerán a causa dá-s;;
p€c?clos. »
La muerte azota en Jerusalén
663
rnc Dliegues de tu manto; o
tarnb¡én toma-
'r"ir'unos cu a ntos de éstos Pa ra echa rlos
liir.go Y quemarlos-
o'rntónces dirás a toda la casa de Israel:
,,{sto dice Yavé: Ustedes tienen allá a Jeru-
,á-l¿n L,a puse en medio de las naciones,
'n"uedan¿o los países, gntranjeros,en .las ori-
i?rs.
u Pero en su maldad, rechazo mrs man-
áám¡entos más,que las otras naciones, y mis
i.v.r mái qug lcis países, qug la. rodean: esa
.nénle
recnazo mls mandamlentos y no ca-
ill?jit§"::',1?::¡" er señor: u stedes
hañ sido más rebeldes que las naciones
Iü. tot rodeal, y no han'caminado seqún
hii t.yes;. no han observado .mis man?a-
-ientós sino que han actuado como las
Irciones que [os rodean. t Por eso Yavé
il".-dice: Yó, a mi vez, ffi€ vuelvo contra ti;
"l,mpliré
dentro de ti, viéndolo las nacio-
iás,^to gue.he decidido. e Debido a tus crÍ-
n,ene1 haré lo qYe^ nunc9 hice..y que, no
volvere a nacer. '" >e veran en tl a. Paores
ár. se coman a sus hijos y ,a hijos ,qu.e
á.uor"n a..su padre. C",*pliré Io q.ue deci-
cií contra tl y dlsPersare a los cuatro vlen-
tos lo que quede de ti.
" Lo juro por mi vida, dice Yavé, puestcr
que tú ens,uciaste mi Santuario con todas
üs inmundicias y horrores., yo, pgr mi Dar-
te. te arrasaré, nó te mirare con predaC, t"-
iE's¡n misericórdia. '2 Un tercio de tus habi-
iantes morirá de peste o será consumido
oor el hambre dentro de tus muros; un ter-
L¡o será muerto a espada en todo tu alre-
dedor, dispersaré a lós demás a los cuatro
vientos y accionaré la espada tras ellos.
'r Mi cólera se desataiá con furor, y
cuandg se,desate rni cólera, exp.erimen-
tarán la indignación que me rnovia a ha-
blar, a mí, Yavé. Te convertiré en rui-
nas en medio de las naciones que te
rodean y en moti_vo de risa para
-todos
ios que irasen. '5 Serás objeto'de burl a y
de risa para las naciones que te rodean,
cuando te corrija sin piedatl y haga con-
tiqo lo que te díje. Yo, Yavé, líablé.-'' Enviaré en contra de ustedes las fle-
chas terribles del hambre para exterminar-
los, los dejaré sin pan. '? Eñvlaré en tu con-
tra hambre y ahlmales feroces para
privarte.de tu-s hijos; sabÉt lo que 'es
la
oeste v la sanqre derramada. Dorque man-
áaré cbntra ti Ja espada. Yo, Yavé, hablé.,
rz-1 ' Yavé me dirioió su oalabra: 2 *Hiio
leJ de hombre, vueJve tu ririrada hacia Iás
montañas de' Israel y profetiza contra ellas.
3
Dirás:
M"ñiuñas de Israel, escuchen la palabra
de Yavé. Esto dice Yavé a las montañas y
a las colinas, a las quebradas y a los va-
Iies: Enviaré en su ccintra la esóada. vov a
destruir sus santuarios altos. o'Sus 'alta?es
serán derribados, sus altares para el perfu-
EZEQUIEL 7
me serán rotos. Haré que sus habitantes
sean masacrados delante de sus ídolos. 5 ( )
Dispersaré sus huesos alrededor de srr ál'-
tares. t Doquiera ustedes habiten, serán
devastadas las ciudades y derribaáos los
santuarios altos, sus altares serán abando-
nad-os, sug idolos rotg1, sus altares para el
perfume destruidos. ' Sus habitante§ serán
masacrados en medio de ustedes y sabrán
oue vo sov Yavé.
' E Algunós, sin embargo, escaparán a la
espada, dejaré un resto en rnedio de las na-
ciones cuando los haya disper:sado entre
ellas. e Los sobrevivierítes ss acordarán de
mí en medio de las naciones en las.que yo
quiero que sean prisioneros; romperé su co-
rázón adúltero qúe se áleió de mí. v sus oios
adúlteros que miraban a- los ídoloi, tendián
vergüenza de sí mismos por todo el mal que
hiciéron y por los horror'es que cometierón.
ro Entonóei sabrán que yo soy Yavé ( ).
tr Esto es lo que diie Yávé: Ablaude. bá-
talea v di: ¡Bien'hecho! Cuando veas oüé Ia
casa áe Isr'ael cae por la espada, el ha'mbre
y la peste, te acoidarás de todas sus in-
inundas porquerías. '' E! que esté lejos mo-
rirá de péste. el que este cerca caerá oor Ia
espada, el sobreüiviente rnorirá de hainbre:
mí cólera se descargará hasta el final.13
Sabrán quq yo sóy Yavé cuando los
muertos se amonionen-al lado de los ído-
lo§, cerca de sus altares, eo todas las coli-
nas elevadas, bajo cualquier árbol verde y
bajo cualquiér fíondosa encina, doquierá
havan ofrécido a sus porquerías el 'buen
olor del incienso. 'o Loi ab'at¡ré comoleta-
mente, convertiré .su país en una sofedad,
en una ruina doguiera-habiten, desde el de-
sierto hasta Riblá. Entonces sábrán que yo
soy Yavé.,
,ry. ¡L" T : [aHü.ñ :?ñ
""11
3
ñ :'*i,t,fi
de barbero y pásatela por la cabeza y Dor
la barba. En §eguida, toma una balaázál
reparte lo.s pelós que te hayas cortaáo1.
' (Juemarás un tercio en medio de la ciu-
dad sitiada. Tomarás otro tercio que irás
gglpeqndo con la espada alrededór de iá
ciudad, y tirarás al viento el último tercio:
yo accionaré la espada detrás de ellos.
' Apartarás algunos que esconderás en
r a1 ' Yavé me dirioió su
|
' I de hombre, asihabla
de Israel:
iHijo
trerra
¡Es el fin! ¡LIeqó el final a los cuatro rin-
cohes del pais! 'ahora es el fin Dara ti. Vov
a desatar ini cólera contra ti, te juzgaré dá
acuerdo a tu comportqmiento y hare reca-
er sobre ti ,todos tus crímenes- o
Mi ojo no
te perdonará, seré inclemente. Haré recaer
sobre t¡ tu conducta, y te recordaré todos
tus crímenes; entonces sabrán que yo soy
Yavé. 5 Esto dice Yavé: Ya lleqa'la desqra'-
cia, una 4esgracia única. t Es el finl se
acerca el fin, 5e muestra aquí y acullá. 7
Es
tu turno, habitante del pais, IIeqó el mo-
mento, se acerca el día; no faltaiá, ño tar-
dará. a Voy a hacer que mi cólera se'derra-
me sobre ii; se descárgará mi cóle.ra sobre
ti y te iuzqaré según tu conducta. H.aré que
págues tódos tu5 crímenes. e Mi ojo no'te
peidonará; seré inclernente, haré que pa-
gues tu conducta y m,e recordaré.de tus
érírnenes;' en!.onces sabián que yo, Yavé,
soy quien castiga.
palabra: z
Yavé a la
Por un tiempo Ezequiel.se queda mudo. duran-
te otro estará paralizado. Esta enfermedad extra-
ña tiele ',ralor-de enseñanza. Por todos los mé-
dios, Ezequiel recalca que Yavé ha déidido
-ia
ruina de Jerusalén,-poique los israelitas no se
f¡a! arrepentido ni
'h'an
üuelto a iei- má; iiáteJ
, *"q,riel esté en Caldea, pero üve pendientá
de Jerusalén. En estos capítúlos su ensbñarza sá
parece a. la gue dispensa'Jeremías en ét .r¡iJmó
t¡empo- I p lorrna, sin embargo, es. muy diferen-
fe..¿eremlas Dablaba, y solamente después se es-
cribieron sus declara'cíonesj ¿ñ ¿ámbi5. E
""üátescribe de manera más foráal. A pesa;'ae quáIü
estilo nos parece, y muchas veces es recá-rftt-!
qgl:q:s -m-editar
estas ,.rÉ": pará-
bolas en las que a cada paso se hallan ímásenes
esfupendas.
Eñ 3,I5 Ezequiel parece ef.ectado por una Da-
rálisis extraña cuya duración
"s
simbólica: cieñto
noventa días má3 cuarenta días; no sabemoJ-ió
que sranlltc' En 6.9-t
e siqnifican esas cifras.
En 6-8-10 crlmo en (10, como en otros muchos.lugares.de
los- f
'ó_i
át*I' ü á r-u ñi,i u-los pro^letas, se- anuncia que Yavé salvlrá a un
r-es!o. Sentirán hastío de s'í rnismos oor las -J:por las mal-
{adgs que cometieron. F-sta afirmac¡ón es prooia
de Ez,equiel: cuando el pecador tiene hastíó dá si
mismo a qausa de s.us¡>ecados, ya es maduro pa-
ra recibir la gracia de Dios.
5. E,ZEQUIEL 7
'0 ¡Este es el día! ¡La insolencia floreció, el
orgüllo se expandi'ó, " la violencia reiña,
castiqa perversamente. '' illeqó el momen-
to, llágó'el dÍa! Que el compra?or no se ale-
gre, q.ue el vendedor no se quejs ( ), '' por-
que el vendedor, aunqqe .qúqde. cón üida,
no recuperará su rnercadería. Cada uno vive
en su injusticia, ¿dónde, pues, hallarán fuer-
zas? 'o Sonará la-trompefa, harán los prepa-
rativos, pero nadie párt¡rá al combate I l.
La eispada aguárda al que sale afueirá.
El que está en ef campo morrra a esoada.
el .iue está en la ciudad será presá dei
hambre y de la peste. : Los qué es.capen
vaga.ráp por Ia mont?4a como paloriras
asüstadas; todos morirán, a cauiá de su
pecado.
t7 Todos los brazos serán abatidos v las
rodillas quebrantadas. '8 Se cubrirán dá sa-
cos, pero el terror los envolverá; la ver-
güenza cubrirá su rostro y todas las cabe-
zas serán rapadas.
'e Tirarán po¡ las calles su plata y arro-
jarán su oro'a la basura. Estcj no cálmará
su hambre ni llen ará su estómaoo- va
que todo eso solamente los condu"cirá'at
mal.2o En su'Joya", que constituía su
orgullo, pondrán süs miierables ídolos, y
por ello yo se la convertiré en alqo horro-
ioso. '' La entregaré en manos dé extran-
jgr,os, .y como botín a la gente rnalvada
del paÍs, que la profanarán.
22
Apartaré mi vista de ellos,
mi tesoro será profanado;
entrarán los ládrones y lo profanarán.
23
Harán allí una masacre
porque el país está cubierto de sangre
y la ciudad'repleta de violencia.
1a
Humillaré lá soberbia de los viotentos
y sus santuarios serán profanados.
b Reinará la anqustia,
buscarán la pá2,. pero ésta no lleg ará.
'6 Desgracia tias desgracia,
una mala noticia tras otra;
!os profetas no tendrán más visiones,
Ios sacerdotes, nada más que decir,
664
ll'"i ""':?," :: l? ;".?:' i,Ti: q
: i gon¡ej a r.27
El rey estará de duelo, cotmaaó-'üt
es pan to,Pan ro,
a los nobles les temblarán las m
los trata rá de acr rerrln A qr r r^r1ññ...^*^inOS;los trataré de acuerdo a su comportun,iái.,li;
tenrlrán Ia qentencia r¡r rp ea *-^-.-"tu,
:,':-*11 L?, ^' ::t::.:'.9^.-q^'
. s'e'n Jñ::',i
y sabrán que yo soy Yavé.,
-¿4
ooJ
..n , Traspaso el muro y haqo en él una
rnu::; e Mé diio: *Entra V mña las cosas
?lli¿alosas .íu" se hacán allí., 'o Entro,
illárro y veo toda clase de reptiles y ani-
i"ltL" impuros que estaban qrabados a lo
l1Z" ¿el
'muro: iodos los inrñundos ídolos
t?'-et-"
casa de Israel. rr Había allí setenta
!')-nres, cada uno con su incensario en Ia
nY::; v el humo del incienso se elevaba.
92',ili,o1s ancianos de Israel y entre ellos re-
1i;::Á,i"*T ?:',Xi,.! :i ? *",i, S,lS i ;' o *"
'*
:
,-'.^ Ios'ancianos de Israel, cada uno en su
ii,n¡o? Dicen Para sí: ,"YaYé y.a no ve, Ya-
l,L va nO Se PreOCuPa Oe esta [lerra
'"'/ l-uego me dijo: "Verás todavía gtras
"osas
eséandalosás que se cometen". 'o Me
i',iá entonces a la entrada de Ia puerta del
irrplo. de Yavé qu9 está al lado norte y vi
liri'muieres que estaban sentadas llorán-
Iii¡- uJa.ryruz.
¡5 Me dijo: "¿Viste, hijo de
¡onbrel VaS a ver CoSaS aun mas escan-
i]insas que éstas"-
'-iipe llevó al patio interior del Templo de
vavé. y a la entrada del Templo de Yavé,
,ntr. él vestíbulo y ,
el altar, vgo. alrededor
), veinticinco hombres que daban la es-
iilau al Templo de Yavé.' Estaban allí mi-
íindo hacia el este y se prosternaban de-
lrnte del sol. t7 Entónces me dijo: "Viste,
h¡io cje hombre, ¿no. l"t basta a [a casa de
'j|aa cgrl hacer aquí tantas cosas escanda-
plas? ( ) ifan a iequir englpndome? Pero
s5[¿ v€Z Se les PaSq la meOJOa, '". voy q a9-
tuar con furor, no los perdonaré y mi ojo
será incle ITle ote .
"»
rÁ-l ' I Gritó con todas sus fuerzas
lJl en mis oídos: (iCastioos de la
;íñ ed, acérquensel ¡Que éada uno
lieve en la mano su instrumento de
muerte!,2 Aparecen entonces seis
hombres desde el lado de la Puerta
Alta, que mira al norte: cada cual lle-
va en la mano un instrumento de
muerte, y en medio de ellos veo a un
hornbre con un traje dq ]ino, que tie-
ne en Ia cintura una tablilla de escri-
ba. Vienen a ponerse al lado del altar
de bronce, I e inmediatamente la
Gloria del Dios de Israel, que hasta
entonces descansaba sobre los que-
rubines, se eleva en dirección a la
puerta del Templo. Llama al hombre
Lon traje de lino, eue lleva en su cin-
tura una tablitla de escriba, o y le di-
ce: nRecorre Jerusalén, marca con
una cruz en la frente a los hombres
EZEQUIEL 1O
gue se lame¡t.qn y que giTgn por to-
oas eqgs pracrrcas esc.anoatosas que
se realizan en esta ciudad.,
5 Luego, dlce a Ios otro§, de rnane-
ra que yo lo entienda: nRecorran la
ciudad detrás de él y maten. No per-
donen a nadie, que su ojo no tehqa
piedad. 6 Viejos, jóvenés, muchá-
chas, niños y muieres, mátenlos has-
ta acabar cón el[os. Pero no tocarán
a los gue tienen la cruz. Comenzarán
por mi'santuario.u
Comienzan pues con la gente que
se encontrabá delahte del-Templo.
' Porque les había dicho: nllenen los
patios de cadáveres, ql Templo que-
dará manchado con ellos; Iuego
-sal-
gan y maten en la ciudad.,
u
Mientras mataban de esa manera,
rne postré con el rostro en tierra, gri-
tando y diciéndole. -¡4y, YuyÉ, ¿vqs a
esparcir tu furor por Jerusalén y des-
truir lo gue gueda de Israel?; e Me
respondió: uE[ pecado de la casa de
Isráel y de Judá es tan grande que
supera- toda medida; el páis está re-
pleto de sangre y la ciudad, Ilena de
injusticia. Dicen pafa sí: Yavé ya no
se preocupa del país, Yavé ya no ve
nada. 'o Por eso, yo tampocó los per-
donaré, mi ojo notendrá- piedad. I-laré
que su comportamiento recaiga sobre
su cabe Zd.»
rr En ese momentg, el hombre que
llevaba un traie de lino y sue tenÍa
una tablilla en la cintura, lléqó Dara
ciar cuenta; declaró: -Hice iodb lo
que me ordendste.»
re r,?Lr:* 3'o",":? Ji,"'|i: i Jl
querubihes, había uira piedra de zafiro
en forma de trono. 2 Désde allí diio al
hombre vestido de lino: uPasa poi de-
bajo de las ruedas y toma eritre tus
manos carbqrles qué {ispelsarás por
Ia ciudad., El hombre fue allá, y yó lo
observaba; 3
mientras se deslizíbá, los
qgerubines estaban de pie al lado sur
y la nube cubría el patio interior.
o La Gloria de Yavé se elevó por encima
del querubín, en dirección a Ia' puerta del
Templo; la nube cubría la Casa'y todo el
La Gloria de Yavé
abandona el Templo
E', "51
iri ?:l:'o''
'?l ü:§:? *lcasa y los ancianos de Judá estab;;
sentados frente a mí. Entonces lu .nll
no de Yavé se posó sobre mí.
, ] {iré, era una forma humana; por
debajo cie ia cintura no era más óü¿
fuego, y de Ia cintura para arriba ¿;;
como un metal incandescente: , Ei:
tendió Io que podía ser una mano v
me agarró por lot cabellos: inmedia'-
tarnente el Espíritu me levantó enir.
g.l cielo y la tierra. Me IIevó a JerusáI
Ién en una visión divina hasta la entra-
da de la puerta. gqe mira al norte, ulti
donde está el ídolo que provoca loi
celos del Señor. o Allí'estába Ia Gloriá
del Dios de Israel, tal como Ia habiá
yo- visto.en una visión en el valle.- 5 Me dijo: *Hijo de hombre, miü
hacia el norte.r-Miré al norte y ese
í{glo que provoca sus celos e-staUá
allí al norte de Ia entrada al altar. u
/Ua
4ijo:.
-¿Hijo de hombre, has visto to-
dos Io: horrores que comete aquí Ia
casa de Israel para echarme d'e mi
Santuario? Pero-verás algo peor aún.,
' Me llevó entonces a Ia puerta del patio
y t me dijo: .Hijo de hombie, traspasa ese
. 8. 1 Los capítulos 8- 1 1 relatan una larqa ü-
sión de los peiados de Jerusalén v del ca"stioo
que sobreveridrá. Todo sucede en elTemplo. v-lo
que más impresiona al sacerdote Ezequiel e6 el
desprecio a' Dios arroiado del corazón de los
hombres por los falsos dioses.
En 8,2'hallamos alqunos destellos de la üsión
del primer_ capít.rl.o. SÍgmpre algo denota la pre-
seniia de Yaúé al profetá que.-sin embaroo- no
lo ve. Ezequiel es dé nuevo árrebatado en áxtásis,
su, gspíritu'va a contemplar los pecados de Jeru-
salen.
En 8,4, Ezequiel ve en el Templo Ia Gloria de
Yavé. Desde la'iqaggqrrasión del rñismo por Salo-
món (ver 1 Re 8,1O); Dios estuvo presente en
rnedio de su pueb[o aun cuando se cónstruían al-
tares y estatu'as para los falsos dioses en los mis-
mos óatios del Templo. ?ero ahora Yavé aban-
dona-su Templo anies de que Io destruyan los
caldeos;.su. Gloria sale hacia Babilonia, donde es-
tán los desterrados. Da como tres pasós ante! áL
marcharse:
la puerta oriental, frente ál cerró de los Ot¡roj.' .l .t aarr
.*"ila?,?d¿",r8í"cg[]'.f y3:"¿?,:'3i*sl:;"i
cerro de los Olivos.
- Mientras Yavé abandona .su ternplo, el fuego
de su santidad se r¿relve castigo v mu e¡e contñ
los imp.íos que ahí han instaládo- sus ídolos y ;¿
han entregado al adulterio, con los r¿arios sáni¡-
9os que córrespon{e¡ a esta palabra en boca dá
los piofetas (ver c. 16).
Jünto con las condenaciones colectir¡as. hav obas
p€rsonales. fuequiel es el coop€mdor de Yaié vaa
Jünto con Ias condenaciones colectir¡as. hav obas
p€§onplqs. Ezeqyi"l es el.cgop€{ador de Yai.é taabe decir, iynto a d.l,las palabps.dS condenacron quebe decir, jqnto a él,las palabrás de c
provocan la muerte de Ios culpables. ' 9.42 una T, que en ese tiempo tenía la forma de una cfttz, protege al uresto,.
6. EZEQUIEL 1O
patio quedó inundado del resplandor de la
Cloria ile Yavé. ' EI ruido de lás alas de los
querubines se oía hasta en el patio exterior,
pues era tan fuerte que paretía Ia voz del
Dios Todopoderoso ci.¡anilo habla. 6 Dio es-
ta orden dl hombre vestido de lino: *Saca
fuego de entre_medio. de las ruedas y.de los
que-rubines., El hombre se aDroxrmo v se
puso al lado de [a rueda. 7 EI' querubín'ex-
tendió la mano hasta el fueqo. sacó unas
brasas y las depositó en Ia rñano del horn-
bre con traje de Iino; éste las recibió y salió.
E V¡ entónces una especie de máno de
hombre baío las alas de Ios ouérubines.e Vi cuatro íuedas colocadas al 'lado de los
querubines (había una rueda al lado de ca-
da querubíri), y lqr ruedas resplandecían
como oiedras oreciosas.
'o La's cuatrci ruedas tenían la misma for-
ma: se podría decir que cada rueda estaba
hecha de dos ruedas entrecruzadas. ¡ ¡ Po-
dían pues ir sin volverse a los cuatro Dun-
tos cárdinales, iban sin darse vuelta én la
misma dirección hacia donde miraba Ia ca-
ra del querubín. '2 Las llantas de las cuatro
ruedas
-estaban
llenas de ojos por todo el
derredor. t3 Oí entonces que a esas ruedas
les daban el nombre de *torbellino., (¡4'15).
'5 Cuando los querubines avanzabañ, lás'
ruedas avanzabán con ellos; cuando los
querubines desplegaban sus alas para ele-
varse desde la tierra, las ruedas nci deiaban
de acompañarlos Cuancio los ouérubi-
nes se d'etenían, las ruedas se d'etenían
it11!"_ lgtSllqr_, qg_rgue el gspíritu de estos
seres estaba en ellas.
's La Gloria ,Ce Yavé salió de la Ca-
sa y se detuvo encima de los oueru-
binés. 'e Ante mi vista, los querübines
abrieron sus alas para elevárse desde
Ia tierra, y salieroñ acompañados por
las ruedas; se detuvieron-a la entrada
de la puerta oriental del Templo de
Yavé, con la Cloria del Dios d€i Israel
que descansaba sobre ellos.
' Eran los mismos seres que había visto
debajo del Dios de Israel jurito al río Que-
bar, y reconocí que eran querubines. 2t Ca-
da uno tenía cuatro caras y cuatro alas. v
se veían como manos debájo de sus aláí.z Sus caras, eran tales comó las había vis.
to junto al río Quebar. Y se desplazaban
segiún la dirección de sus caras. '' '
Castigo de los jefes del pueblo
ñ 1 I ' En sequida el Espíritu rrt€ llevó a
lr r I la puerta de la Casa de Yavé oue
mira al es'te. A la entrada de la puerta ha-
bía veinticinco hombres entre los'cuales di-
visé a Jezaníag, hijo de Azur y a Peltía, hijo
de Banaías, jefes del pueblo.
-
'
I I*:b[: álf" ;'iX]l",Í E, Hs?':, estos
- r ave me ouo: «t-tUo de hornbrt
son trómuréa qr'J .nuJiiun el mal u l: ,lslos
malos conseios a. la ciudad. i D¡"'.J"| qanmalos consejob g, la ciud.ad. i Dicánli§,lun
tras casas no están oróxrmas i ar^f trues.
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Yu que ustedes temen a la espada. o,.
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j'l??,ii: : J:'fS:E¿§'s ii;' .i il?t1tiü
ffi 3 tu ? J:;,Í; H:T"o§,'; r:l; u1'li Ji r, ;*:que .ustedes no han obedecido ;"j:
mandamientos, no hqn igguiao m¡t ,.dil.t
sino que se han conducidó como .rolb?qanos gue los rod€dn.»
¡3 Miéntras estaba profetizando, murió
Peltía hijo.de Banaías:' caí entoni€s con er
[3'J:?, "*?-§'l: Iuf:d,T: :" 3
g:til,i" "
i,;;:
que queda
'de
IsraEl?, 14 yavé *J:?Í:,1'
entonces, estas, palabras:.'5.-Hijo de hdm:
bre, .Qien.sabes_lo que los habitánte, ¿éJu.
rusalén dicen de tús hermanos, de tus ;;-
cinos, de..todos los desterrados: aue's'u
gueden, allá,lejos de Yavé, pues nosotrói
hemos heredado esta tierra.
'5 Por eso, leswas a decir.e:tg palabra de
parte de Yavé:.Sí, log envié lejo§- entre tái
naciones, los dispersé
"t
esos
-países,
peió
Ig_s_oy q1!a eilos un santuario en esos'paí.
ses adonde se fueron.
'' Y a los desterrados les dices: [-os iun.
taré de entre .eso: puebloq; lgs reun¡rétl
esos países adonde-han sido dispersados-J
les devolveré Ia tierra de Israel. rE
Entraráá
allí nuevamente y arancarán todos los hó.
rrores, todos los-ídolos. re Les daré ;ñ ü.
razón nuevo y pgndré en su interior un éi.
píritu nqevó.-Q,uitaré de su carne su
corazón de piedra y l9s daré, un corazón di
carne. 20
Así caminarán.según .qi§,mandá.
mientos, observarán mis léyeg f las,-pon.
drán en práctsg; erllolces sérán-mi püeblo
y ,yo seré su Dios. 2' Pero ? los que'tienen
su corazón apegado a sus inmundicias v a
sus horrores., le§ costará cara su conauéta,
palabra de Yavé.,
22 En ese momento, los querubines
desplegaron sus alas y las'ruedas se
fueron con ellos; la Cloria del Dios de
Israel descansaba sobre ellos. 23
La
6ncYJ
cÁ7
ntnria de Yavé se levantó desde el
IJñiro a" la ciudad; se elevó y, se.de-
1,,"" en la montaña que está al orien-
il'io la ciudad. 'o Entonces el Espíritu
ÍJlomo Y me llevó de vuelta a-Cal-
i.á lunlg,-u los cautivgg; todo esto se
Illárrolló en una visión; esto venía
ii espíritu de Dios. Y luego esa vi-
lün se qleió de mí u
Y Pude contarles
:'üt exilié.ao: todo Ib que me había
firostrado
Y ave'
fl gesto del exiliado
ñ1 ' ' Me fue diriqida esta palabra
ll Z1 de Yavé: ' nHiío de hombre, tú
í6"n medio de rébeldes, que tie-
nen ojgs Para ver Perq no ven, oídos
',.^tA oír v no oven. Realmente son
l,;'; banda de íebeldes. 3 Prepara,
Ir.t, .hUo de hombre, tu eguiP,qje de
áiiliudo en pleno día y ante ellós; a
tn melor asl reconocen que son una
iandá de rebeldes. o De día y a su
íirt, arreglqtá: tus asuntos, como lo
hr.. un exiliado, y saldrás al atarde-
cár como parten Ios exiliados. 5 Ha-
rás en presencia de ellos un hovo en
iá-murálla, por donde saldrás. 6 Te
echarás tu bulto a la .espalda y sal-
árás en presencia de ellos en la oscu-
li¿aA. Además, te ta parás la c?ra Pa-
ta que no úeas la tierra. Todo esto
Lue'te mando hacer será una señal
para la casa de Israel.u
s A la mañana siquiente me fue di-
rigida otra palabra de Yavé: e nHijo de
hómbre, ¿'esa qente de Israel, esa
banda de i'ebeldés, no te prequntaron
por Io que hacías? 'o Pu'es 6ien, así
EZEQUIEL 72
Ies dirás de parte de Yavé: Esto es
una profecía, que se refiere a Jerusa-
Ién y a todos los israelitas que allÍ
morán. " Yo soy para usted'es una
señal; a ustedes Iei pasará lo que he
hecho. ¡lrán deportados al exilio!
tz El príncipe que está entre uste-
des se ech ará su bulto a la espalda
en Ia oscuridad y saldrá por el bo-
qu.ete .que hab rán hecho. para que
salg_a; llevará la cara tapada y no üe-
rá.1' Pero extenderé mi'red a su Daso
y caerá en ella; Io llevaré a Babilónia,
al país de los caldeo_s, pero no verá
esa tierra, y allí morirá. 14
Dispersaré
a los cuatro vientos a los que lo ro-
dean, a toda su tropa, y los persegui-
ré a espada.
15
Cuando los haya desparramado
por entre las naciones, o dispersado
en medio de los países, sabrán gue
yo soy Yavé,. '5 Perdonaré sin embar-
go g algunos de ellos,.los gue esca-
parán a Ia espada, al harnbre y a la
peste; entonces podrán confeiar en
medio de las naciones adonde vavan
todos los horrores que-.coryetieroñ; y
así sabrán que yo soy Yavé.,
t7 Yavé me dirigió nuevamente la pala-
::# ; l'I3, S: *: rHfr uis i ax : ;T "t
"T"?
i lagLla coryo'si estuvieras angustiado y ano-
nadado. '' Y luego dirás a propósito
-de
los
señores de Jerusalén: Esta palabra de Ya-
vé está destinada a los habitantes de Jeru-
salén, a todos los que están todavía en la
tierra de Israel: Comerán su pan en medic
de la angustia, beberán su agua en medio
de su tristeza, porque su país será desola-
do, privado de sus riquezas a causa de la
violéncia de sus habitántes. rc Las ciudades
habitadas quedarán reducidas a escombros
y el país se convertirá en un desierto; en-
tonces sabrán que yo soy Yavé.,
Las palabras de Dios se cumplirán
o 2t Se me dirigió esta palabra de Dios:
22 «Hrjo de hombré, ¿qué s'e oye repetir en-
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'den que había
ante el día mi
y a I atardecer
rn hoyo en la
noche en Dre-
;ués de haber-
o al hombro.
. 12.l En Babilonia,' al' anochecer, los
hornbres se reúnen delante de la puerta de
sus casas. Ezequiel se presenta. Sin decir ni
una palabra, actúa como actor solitario en
una representación que capta la atención de
la gente- Acabado el gesto, se va sin dar ex-
olicación alquna. Al dÍa siquiente. revela el
iignificado"de esta paráÉola eÁ acción.
En el llamado gesto del "exiliado", el profeta
anuncia ,la deportación de los habitantes de Jeru-
salen y oe su rey.
.2!. Se larga el plazo, Ia uisi ón no uale. Nos
extraña esta iñcredulidad de los fudíos.porque, al
contemplar,de lejos Ia Historia, Sagr?dá, nos pa-
fece que aounoaoan en ella los mllagros y se
7. EZEQUIEL 12
tre ustedes en tierra de Israel?: nSe alarqa el
glazo, la visión no vale., ¿ Pues bien, tü les
dirás esta palabra de Yavé: Haré que lo que
dicen que'de en falso y que no fo repitan
más en Israel. Y tú añadirás: Han llega.do
los días en gue se cumplirá toda vtsron.
21 De hoy en
'adelante no'habrá más visio-
nes mentirosas o adivinaciones enqañosas
entre ustedes. '5 Porque yo, Yavé,"digo lo
que tengo que decir y mis palabras se óum-
ftiran. Ya ño habrá-más plazo, porque lo
bue vov a hablar y a hacer se reliere a sus
días, bánda de rebeldes, palabra de Yavé.
26 Me fue dirigida esta palabra de Yavé:
27 *Hiio de homÉre, la qehte de Israel co-
mentá: Las visiones de Ezequiel se refieren
a tiemoos futuros..profetiza oara un porye-
nir leiáno. 23 Pero tú les dirás esta palabra
de Yávé: Ninquna de mis palabras'tardará
en cumplirsel Io que digo'se hará
-pala-bra de Yavé,.
Los falsos profetas
ffr1 o I Se me diriqió esta palabra de Ya-
I r Jl vé: 2 -Hiio deJrombre,' profetiza con-
tra los falsos profetas de Israbl, profetiza y
diles: Escuchén esta palabra de Yavé., ' Sí,
esto dice Yavé: ¡Ay de estos profetas irres-
oonsables que siquen su imaqinación v no
han tenido vis¡on-es! o Tus prófetas, Isiael,
son como zorros en medio-de ruinas. 5 No
han hecho frente ni han construido fortifi-
caciones alrededor de Is-rael, para que re-
sista el ataque eR el día de Yavé.
6 Dicen Palabra de Yaué, pero son sólo
visiones falsas,. predicciones mentirosas.
Ya.vé no los envió, ¿y esperan que él cum-
pla lo que han dichd? ' Cuando ü¡cen: Pala-
bra de'Yauá, siend.o.gu""yo nada he di-ch9,
i no es eso una visión falsa, una profecíalel
mentlrosa /t Pero Yavé dice: Me declaro en contra de
ustedes debido a sus palabras huecas y a
sus visiones de mentira, palabra de Yavé.
668
e,castigaré a los profetas de visiones fals^.
9q promesas mentirosas; ya no. serán J¿lii,
*iT i:L:ilf," §"i3,Í0",# E: i:§,ul, ii;ilirael, ni entrarán en la tierra de Isra.t, urir'i.
brán oue vo sov Yavé.
'o Eios profeias engañan a mi pueblo: .r:
cen «pdz» cuando no ha.y paz; rni pueb¡ó 1,"
construye un muro y ellos po,nen él .rtüi.
'l Dígariles a los qué ponen el estuco,-,ü"'l
drán la lluvia torrencial, Ia caida aut grhnízl
v el viento de tormenta,lt.y el mu¡o.§e cául
íat Entonces t9¡ liranl ¿ooáae esü'er esffique pusieron en ese muro?'
'' Esto dice Yavé: Mi cólera desencadena
un viento tempestuoso, mi furor enr¡a-'il
lluvia torrenciul,, rni .rabia lanza los granüó,
de Ia destrucción. 'o Derribo el muro .,ra
habían recubierto de estuco,.lo dejo .1;:
del sueio y quectan at descubierto sus c;_
mientos; cae sobre ustedes y los aplasü
Entonces sabrán,que. yo so.y Yavé. 't'Cu;;:
do mi cólera se desaté con[ra el muro v tno
qu.e. lo estucaron, l,"r.preguntarán, ¿Déná.
esta et muro, oonde los que lo estucaronj
'' ¿Pg.nde están, esos profetas de Israel qlju
profetizaban. sobre -Jerusalén, y, que ,.-iJn
par? ella visione:,de .paz cuando no hab¡a
paz!, palaDra oe Yave.' ¡7 Vuélvete, hijo de hombre, hacia las hi.
jas de t,l puep-lg que profq.t¡zal por su
cuenta, st, profetlza- contra ellas. ¡o
Les di.
rás estas palabras de Y.avé: ¡Ay de u.sted-é-s
qug cosen cintas.mágicas.para todos lói
puñ,os .y tejen. v^elos para las cabezas de
cualquier talla! Con eso hacen caer,en ii
trampa a las almas. Ustedes que asi atra.
pa,n a ,las almas de m! pugql% ¿creen que
satvaran sus.proptas vloas/ '' yof un puña-
do de cebada o un mendrugg de pa'n me
desacreditan frente a mi pueblo, halen qüe
mueran los que no deb-en morir y dejáñ
con vida ? .los que no d.epen vivir, eingarian
a mi pueblo y mi pueblo hace casó a lá
mentira.
cumolían pronto las palabras de los profetas. En
realiilad. rio les pareiía tal a los contámporáneos
de los profetas. En casi dos siqlos hubo'solamen-
te Isaíás, Jeremías, b,gquiel y algunos- profetas
menores: v al lado de ellcis icuánto-s profe'tas pro-
fesionales v charlatanes! Además, nó se multipli-
caron las líberaciones milaqrosas como la de Je-
rusalén en 701. Así, pues,la historia no era sólo
milaqros ni tampoco las palabras proféticas se
cumÉlían de inmediatg. P.or tantó, s€ explica
muvbien la incredulidad de los judíos.
Én la historia hay momentoé en que_ se acele-
ran los cambio_s, y, fiempos-en los ,qu'e Dios pafe-
ce no actuar. tn el mismo tvanqelio se nos aüsa
que no nos volvamos materialisfas cuando gl §e-
nor parece ausente de la marcha del mundo (Lc
2L,34; L7 ,26; 2 Pe 3,3)
. l3-1 En'el mundo-se propagan siempre ver-
dad y mentira. En eso los profetás no fueion pri-
ülegíados en comparación'con nosotros, pues'to-
dos encontraron opositores (ver 1 Re 22: Is 28.
)e.r 28..Aq,ri Ezequiel caractériza la actuacióniei
talso y clel verdadero proteta.
-
El verdadero habla ordinariamente en con-
tra de lo que la mayoría desearía oír (ver tambián
Jer !4,13);
-'En
vez de callar glr-pecado, se anlsga a de-
-
Indica las causas profundas del mal, en vez
de proponer solucioned que solamente lo'disirnu.
len por un tiempo.
-
Está sobrg la l-nuralla, como el centinela, mi-
rando con lucidez, el ¡uicio de Dios que se acer€.
-
Por sus palabras v su intercesión defiende a
su pueblo contra- la cólera de Yavé (Ez 22,30lr.
Ezequiel,menciona las profetisos y sys gestrts,
cuyo senuoo preclso se nos escapa; naclan que la
g!nte,9e pleoclpara por sueños, supersticiones y
remedios ilusorios, mientras se quedaban ciego-s
frente a los crímenes y pecados.
d69
zo pues bien, e.sto dice Yavé: Aborrezco
esas qqtit^ :11:'^:u: . :iltiYi: .1 lfl'-*
7íí ;, I u t^
ioT,P^t f :. :1 :."-,,? ::l:: I - lill1lé
í'i;" ár ri_?
^s^,.^ . :' I :J:: .g 1::111 -1tI
ur
I ;
!Íbárga.rraré sus velos y ?rrancaré a mi
^uZOló
de. las manos de ustedes para que
'"á-sea
mqs .una Presa en manos de uste-
')u,rl ásí sabrán que yo soy Yavé
u"ú'?orque desanimaron con mentiras al
hnrnbre bueno, siendo que yo no quería
,jJ. r. de,sanimara. Y le dieron seguridad
ll malvado,. qulen no renunclo a Su mal
?'o*portamieñto ?a.rg rgc,uPer?r. la vida.
igor eso, Yd nO tendran IalSaS vlslones, Sl-
no áue libráIé g mi pueblo de las manos de
uíti¿.t Y sabrán que Yo soy Yavé-'
¡No
dejaré que me consulten!
ñ' ' Algunos ancianos de Israel
ll+l vinieron a mi casa v se senta-
'ffi mi lado. 2 Entoncei Yavé me
'íiigió. su palabra: 3 -Hijo de hgIl-rQre,
áio1 hg*bres tienen a sus Ídolos
álruigados en su corazón; están qPe-
áados a Io que los hace Pgqar. ¿,?eI-
ñritir¿ que rne consulten/ q
Les dirás
óügr esla,,palabra de Yavé: Si alguien
án Israel lleva consiqo sus ídolo§ y se
a?ega a lo. que lo nace Pecar, gye
va{a no mas a ver al PrOIeta' yO Ya-
vá'le da.ré y?a, resP*esta aProPiada a
sus sucios ídolos. ' Porque quiero re-
áuperar el cor azóm de la casa de Is-
áét, que se alej.ó.de mi junto con to-
das sus inmundicias.
6 Dirás pues esta palabra de Yavé
a la casa
^de Israel: 'Regresen a mí,
apártense de sus ídolos y renuncien
a sus crímenes. ' Yo, Yavé, resPon-
deré personalmente a cualquier is-
raelita y a cualquier extranjero que
vive en Israel, gue vive aléja.do'de
mí, gug s.ólo piénsa en sus ídolos
qu9 lb inducen a pecar, y que des-
pués vaya, al proteta.para q.ue me
tonsultg- ' Lo castigaré para ej,emplo
de los demás y será un giepplg quq
no se olvidará. Lo suprimiré de'mi
pueblo, y sabrán que'yo soy Yavé.
EZEQUIEL 14
e Si el profeta se deja convencer
por esa persona y le da una respues-
ta de mi parte, es porque yo, Yavé,
busqué su perdición. Castiqaré a ese
proféta v lo eliminaré de en-medio de
ini puebto. ro Ambos soportarán el
peso de su culpa, el que consulta y el
brofeta que sea consultado. r¡ Asi la
casa de fsrael no se apartará más de
mí. Dejarán de ensuciarse con sus
faltas, serán mi pueblo y yo seré su
Dios ,-palabra de Yavé.,
12
Se me diriqió esta palabra de Yavé:
13 -Hijo de hom5re, imaginate un país que
pesa'contra mí: es'infiel"y yo, lo cástigo; lo
deio sin pan, le envío el hambre para aca-
bar con lbs animales y Ia gente. 'd Imagína-
te que en ese país se encüentren estos- tres
horirbres: Noél Daniel y Job. Pues bien, lo
dioo vo. esos tres hornbres salvarían su vi-
da" déb¡do a su justicia, pdlabra de Yavé.
'5 Imagínate qüe en ese pais suelto ani-
males fe"roces para que qüede sin hiios v
se convierta en un desieito, el que áadié
podrá atravesar por miedo a e§as fieras
ialvaies. '6 Por mi vida, dice Yavé, si esos
tres liombres vivieran.gn e.ste país, no po-
drían salvar ni a su hijo ni a su hija, p'ero
ellos, sólo ellos, se sálvarían m¡ehtiás el
oaís se convertiria en un desierto.
' t7 Imagínate que hago venir la espada en
contra de ese país y que yo diga: ¡Arrase la
espada con este país v mate á hórnbres v
animales! 'E Por ni¡ viaá, dice Yavé, si estoi
tres hombres estuvieran en ese país. no
podrían salvar ni al hiio ni a la fi¡¡a Dero
bllos salvarían su vida áebido a su justicia.
'e.lmagínate, asimismo, que me dejo
arrebataipor un furor destructor y que eir-
vío la peste a ese país:?cabando cón ani-
rnales y nombnes. 2o Si Noé, Daniel y Job
estuvie?an en ese país, .por' mi vidaí dice
Yavé, ño salvarían- ni hijos ni hiias, pero
salvarían su vida a cauia de sú iustic¡a.2t Esto dice el Señor: He envíado en
contra de Jerusalén a mis cuatro terribles
castigos: la espada, el hambre, las fieras
feroces y Ia peste, porque quiero acabar
con hombres y ?rl¡maleis;22' Quedan, sjn
embarqo, supervivientes, Ios cuales están
saliendo v sérán traídos hasta aquí. horn-
bres y mú¡eres. Cuando sepan dé su coñ-
. 14 .3 ;Permitiré aue me consulten? Aouí
se advierté -a lo-s -que ,¿ienen a consultar a Ya-
ve oor medio del
'profeta
Dara solucionar sus
apüros de orden inlnedlatol ¿Jengo que casar-apuros de orden in-me{latoi ¿.apuros Oe or0en lnmeolato: .i..t eng9 que casar-
nie con g^sta mgjer? ¿Cómo-sanaÍé de.mi en-ll¡ti ur,r¡¡ E.)L(¡ ¡¡¡rl¡Jg¡ ¡ ¿
fermedad? Yavé no qro-uiere contestar a los que
; a obedec erle: más bienno estén dispuestos
-
a -o.be-dec erle; más bíen
Ios castigará 'por su maldad; ésta será su res-
puesta
- S¡ el profefo se deja conuencer (9). S¡ et pro-
feta acepta por interés contestar cosas quei no
tienen- que vbr con su misión, Yavé casti§ará al
consultahte v al profeta.
De ahí se-desñrende la.responsabilidad del oue
se deia enqañar por los falso3 profetas. A lo me-
jor sé diri§ió,a állos sabiendo'qug ellos, por lo-menos,
nó Io obligarían a ver-claramente sus
€rTor€s:
8. E.ZE]Q,UIEL 14
ducta y de tus obras, 23
se cgnsolarán y.
comprenoeran que no srn razon actue asr
con Jerusalén, palabra de Yavé.,
Israel: la viña estéril
EE ' Me fue dirigida esta palabra de
I r f,l Yavé: 2 -Hijo de hombre, ¿ácuso la
madera de parra vale más que.las otras
maderas o que las ramas de los árboles del
bosque? ' ¿Se usa la madera de parra para
fabricar atlun objeto? ¿Se hacé con'ella
una clavija-para eircajarla en cualquier co-
sa? o Peor aun si fue echada al fueqo: éste
devoró sus dos puntas, y el medio está
quemado, ¿se puede trabajar todavía? ' S¡
cuando estaba entera, oo se podía hacer
nada con ella, ¿cuánto menos ahora que
ha sido devorada y quemada Dor el fueqo?
6 Por eso, así háblá Yavé: Lós habitan"tes
de Jerusalén son como la madera de parra
oue se'echa al fueqo iunto con los árboles
silvestres. ' Volverá níi rostro contra ellos:
escaparon al fuego pero el fuego los devo-
rará, y sabrán que yo soy Yávé cuando
vuelva mi rostro contra ellos. t Convertiré
al país en un desierto porque fueron infie-
les, palabra de Yavé.'
La esposa infiel
r-1 ' ' Me fue diriqida esta oalabra de
lr ol Yavé: 2 .Hijo dé hombre, hazle ver a
Jerusalén todas sus horribles acciones.
3 Dile de mi parte: Naciste en Canaán y de
allí saliste; tu'padre era el amorreo y tu ma-
dre una hitita. o Cuando naciste, él día en
que viniste al mundo, no habían cortado tu
iordón, ni te habían bañado en agua, ni fro-
tado con sal, ni te habían envueltó en paña-
les. 5 Nadie tuvo compasión de ti, nadie te
cuidó, ni siquiera por piedad; el día en que
viniste al mundo, -a nadie interesabas y te
dejaron en el suelo en medio del campo.
670
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¡ Iif,"?i "J ?l'"ffi i:",1' i i"i :: ;", J
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¡Vive tú qyg pierdes tu sangré , '' y iü,":Como una nlerDa del Campo! .tntonCes .i.menzaste a crecer, te desarrollaste, te
",lI:vertiste
"n yr?, i9y:Lt!1, !y Pglho r. iii.
!:?.{, JJ, ;3',:[?iS fi5;] ?' f"?:3.,X.:{ii
cerca de ti, y te,vi; g.ra el tiempo dd'i;:
qmores, ecne SODre tl ml mantO, CUbri i,l
9S:ly9r:^y te hice un iuramento. Hicé il:alianza cohtigo, palabía de Yavé, y fu f,j"saste a ser mia.
e Te bañé con.agqg, lavé tu Sañgre v tp
perfumé con aceite-. '0 Te vestí con-roláijl
bordados, con calzado de cueroii";, tñj§
en tu cabeza un velo de lilo y de.sedá:'ii;
adorné con j9Vas, puse brazaletes en tüi
muñecdS,.un collar en tu cuello, '' un unitft
E3'L1J :,ilá' .,i,:"t'd;¿i;á?ñ'á Y,
n:á i:
Xas eran,de oro y. plata, tus. vestidos. de lfn-o
ftnq, hechos con telas preciosas todas bóil
dadas. Te alimentabas de harina fina.
-i.
ii:" fJ'f.",:':¿ifu I, f ?io8 :it# iT i{,'::: Jl
lebre entre las naciones: era una bellü
perfecta,gracias a mi esplendg, que Aeñál
maba sobre ti, palabra de Yavé.
15 Pero luego pusiste tu confianza eñ rr,
belleza, tu .fámá te permitió prostitüiite]
prodigaste. tus encantos,g Slglquiera qu;
pasaba y te fuiste con é1. ¡o Tomaste tüi
vestidos para decorar los altos lugares eñ
los que té prostituías. '' Tomaste ius iór."
de oro y plata que te haQía dado, hlcísté
con ellas estatuars de machos con los quá
te prostituiste. 'E Las cubriste con tus veiti-
dos bo¡'dados y depositaste ante ellas mi
aceite y rni incienso. 'e Les presentaste co-
.rno.ofrénda de aqradable olor el pan ou€ te
había dado, la hárina flor, el aceite, la'rn¡ef
con que te alimentaba, palabra de Yavé.
20
/utrás aún, tomaste a tus hijos y a tus hi-
. 15.1 En los capíhr:rlos 1523 se denuncian qra-
tro veces. en forma'diferente, los pecados de Judá a
lo largo de su historia:. capitulos' 1 6, 20, 22, 23.
[-a-comoaración de la üd. del oresente caoítu-
Io- indica la conclusión necásaria'de dicha histo-
riá: la nación es destruida v su capital incendiada.
lsrael, tal como la madera-de la üd, no se desta-
caba entre los dernás pueblos. ni por su número.
ni por sus. cuaridages, cua$"Igurl?uilln:t#
nO CUmPllf SU mtslon, n(
pueblo de Dios, ni volver a ber un puéblo como
fos demás.
. 16.1 t-a historia de la esDosa infiel. va conta-
da oor Oseas v Jerernias. se ámplía haétá abarcar
todá la historía saqrada. Aqui. 'esta historia em-
oieza con la conquista de Cánáan. Cuando Daüd
lonouistó Jerusálén, su población era de raza
arnoirea, v la clase alta, hétea.
Se oueden notar las etapas de esta historia:
-
Israel panió de la nada, 4-5.
-
Dios ló enriquéce:8-14
-
L-a caída: L5-22.
-
Promesa: Me acordaré de mi alianzo con-
t'nÁ,(f,9btu,
a" prostitución, Ezequiel tiene a la
üsta tres pecados diferentes:
-,
Entr'egarse al culto de los ídolos, a pesar de
ser "la €sDosá" de Yavé
-..OtSianizar
la prostitución sagradaacomo se
practicaba en los cultos Daaanos. ;'
Sorneterse a las riaiíones.grandes pará te-
ner pro,tección política, ent vez de conservarse in-
oeDenolente.ts.t
Ezequiel no olvida ninqun .detalle de lo .que
puede humillar y avergonár a su pueblo. En nin-
gún pueblo se oVó una crítica tan acárrima de la
histoiia nacional. Al tirar al vuelo el orqullo de
sus compatriotas, el profeta nos invita a descubrir
nuestras innumerab[es lorpezas.,y nuestra vani-
dad, como personas v como nacron.
También se notará el párrafo 59-63. en oue
Yavé promet.e Ia Alianza'Nueva. La huririllacún
que siguió al pecado prepara una vida santa.
671
:,c du€ tú rne habías dado, y se los.ofrecis-
l,o"'iuru que los devoraran: i v no te bastaba
lt[?ü"'t" corompías? '' Io, pues dego-
l)-r¡e' a mis hijos y los entregaste para el
ixillnl?;,oe'i fr 3, ;''.?' I:'i8,T'"'3:,0 H :
li]rr"ntud,. cuando andabas desnuda y sin
i"du y te debatías en tu propia sangre.
'-b D.rpués de todas tus maldades, dice
tt^,¡6 2o te construiste además estrados en
::;;; tus plazas; 25 en todas las entradas
'iJéuming levantaste un montículo. Profa-
.urt. tu bell eza, ofreciste tu cuqrpo a
L]ántos pqsaban y te revolcaste en la per-
9," i :¿, ;:I i'Bl" :: i,l,ii.]' oTi 13i,,?3,i? : t?:
lI. l¡riandades por el Puro gusto de'moles-
ir"¡e. 27 Por eso, levanté mi mano contra
Ii'reduie tu ración y te abandoné al capri-
.ño de-tus enemigos, Ias ciudades filisteas,
),'á se avergonzaban de tu descarada con-
JJ.tr. 'u No satisfecha todavía, t€ envile-
I¡ste con los asirios, Pero no quedaste sa-
i.Jecha.
2e
Multiplicaste tus desórdenes en
üñ país de mercaderes,-eD Caldea, y allÍ
ü*'po.o te sentiste satisfecha.
r0 iCuál no será mi furor, dice Yavé, al
,er ti: mala conducta de prostituta insolen-
io-r-¡r Cuando levantabas-tu estrado en to-
l'ur trt.entradas de camino o en las plazas,
[e pq$ía.s tu Paga como lo hace la prosti-
il"¡1á,
32 sino que eras Ia ryujer adúltera _que
t,usca extraños en vez de su marido. " A
úi prostitutas les dan un regalo, pero tú,
.n éambio, dabas r:egalos alus ainantes;
l.t ?agabai. Para que vinieran de todas
pártbs á envilecerse contigo. ". T" prostituí-
ás, p"to e,ra al revés de las otras mujeres:
nadie corría detrás de ti*sin.o qu9 tú paga-
bas y nadie te, pagaba. Realmente no eras
como las oemas-
3t ?or eso, prostituta, escucha esta pala-
bra de Yavé: s Ya que mostraste tu désnu-
áez en tus prostituciones con tus amantes,
con todos tus ídolos abominables, ya que
Jerramaste la sangre de tus hijos, n yo, a
mi vez, reuniré a todos tus arnantes con los
que te calentastq, a los qu.e querías y a los
o'ue aborrecías; Ios reuniré en contra tuya
de todas partes y ante ellos descubriré iu
desnudez:-te verán privada de todo.
3s
Te aplicaré la sentencia de las mujeres
aciúlteras y criminales; te- entregaré a lá có'
iera y a Iá indignación. 3s Te éntregaré en
sus manos, der-ribarán y destruirán-tus al-
tos luqares, te quitarán tus vestidos, toma-
rán tui ioyas y te deiarán desnuda,'sin na-
da.
oo
C-orívocárán a
-la
asamblea contra ti,
te aoedrearán y te atravesarán con sus es-
oadás.
o' Condénarán tus hiias
-tus ciuda-
ües- a ta hoguera en preéencia de todas
las demás muieres; así haré que no puedas
más prostituirte ni pagarte amantes.
o' Cuando haya descargado mi furor, se
EZEQUIEL 16
acabará mi indignasión, ñe calm:ré y no
me enojaré más. o' Pero ya que no te ácor-
daste d-e los días de tu iuvehtud. sino oue
me provocaste de mil maneras, yo- háré
que recaiga sobre tu cabeza tu cdnducta,
palabra dé Yavé. ¿Io siguieron a tus ac-
ciones vergonzosas los crÍmenes?
44
Los que gustan de los refranes te di-
rán: 'De tal madre., tal f,U,u.n 45
Tú eres hija
de la madre que aborreció a su marido y"a
sus hiios, tú eies hermana de tus hermanas
que abandonaron a sus maridos y a sus hi-
jós, tu madre era hitita y tu padre, amo-
rreo. '6 Tu hermana mqyó.r es Samaiía que
vive con sus hijas al lado norte tuyo,'tu
hermana menoi es Sodoma que viv"e ton
sus hijas hacia el sur.
" Tú no seguiste a medias sus caminos
para cometer el crimen, sino que te mos-
traste más desverqonzada que'ellas en to-
do tu mal procedei. *t Por mi v¡da, dice Ya-
vé, que tu'hermana Sodoma y sus hiias no
actuáron como tú y tus hiias-. 4s
¿Cüat fue
el pecado de tu heímana Sodorna) Era or-
gullosa, comía bien y vivía ,sin. preocupai
ctones, ella y sus nllas no ntcleron nada
por el pobre y el desgraciado. s Se volvie-
ron ,arrogantes,. hic.ieron,lo que me desa-
qrada, por eso las hice desaparecer como
[ú lo hás visto. 5' En cuanto á Samaria, DO
cometió ni siquiera la rnitad de tus peca-
dgrt pero tú has cometido tantas abomina-
ciones que tus hermanAs parecen justas a
tu lado. 5' Por eso, ahora sbporta tú afrenta
ya q!{e tus pecados más hórribles gue los
áe eillas las'hacen aparecer como rnocen-
tes. Deberías estar roja de vergüenza por
haber justificado así a ius herma-nas.
53
Las restableceré, restableceré a Sodo-
ma y a sus hijas, restableceré a Samaria y
a sus hiias, y lueqo te restableceré a ti eñ
medio de e[las. 7 Así,, para consuelo de
ellas, soportarás tu humjllación y te aver-
qonzar᧠de cuanto has hecho. ?5 Tus her-
ñranas, Sodoma.y srls. hijas, Samaria y sus
hiias serán restablecidas como eran ahtes:
tü y tus hijas también serán restablecidaé
como antes.
* ¿No te burlabas de Sodoma v la ponías
d"
"Émplo
en el tiempo de tu orjullo, ,, un-
tes óre 3e descubrierán tus maldádes? Pues
ahora tú eres Ia burla de Edom y de sus al-
rededores, y de los filis_te_os, qué te despre-
cian por toáas partes. s Paga
'ahora
tus'pe-
cados y tus crímenes, pa-labra de Ya'vé.
Sentirás vergüenza
cuando te perdone
o 5e
Esto dice 'Yavé: Me portaré
contiqo como tu lo hiciste cónmioo:
rompiste la alia nza sin pensar rñas
en tü juramento. 60
Sin ernbargo me
9. EZESUIEL 16
acordaré de mi alianza contioo
cuando eras joven y establece"ré
contigo una álianza eterna. 6r Te
acordarás entonces de tu conducta
y te avergonza rás de ella cuando
recibas a tus hermanas, tanto a las
mayores como a las menores,
cuando te las entregue como hijas,
sin renegar en nadá de mi aliahzá
contígo.- 62 Porgue mantendré mi
alianza contigo i sabrás que
Vá"é. o:-Éntónces re acord"Ifr:il
sentirás llena de vergüenza y no te
atreverás a abrir Ia Soca cuándo te
perdorle }gdg Io que has hecho, pd-
labra de Yavé.))
¿No arr.ancará el otro sus raíces,
§us raCimoJ v iLiái¿ sue se- s".,,,lo_tturá
;l;, JSi' ñT'" J. Ss/,:l? [:'"iS; ;l.i:iñni de f;
"';:?'j' i:"
"1?
.T: :l "^ .: : l. .'.':
[! i3 r I *'83,
il; í]?g? i,Ti ¡".s ¿Tj::illil ; ü a u
"-,üÍ.í
:x lr : Í ; iP"i!: f.ii":'!;ii
ffi[:t seque: se secará en la tieriJ'¡Jnft::t: paiá
Respecto a los reyes, h[jos de David
E ;f: 1i'¡t'$o,i"Hflf,1fl?:X#ff;
comparacion parq Ip genle.de !§ruel y diles
que,la adivinen. 3 Les dirás: Esta es una
palabra de Yavé:
. . El gran. águila de amplias alas, de
rargo ptumaJe, con sus plumas multico-
Igres, llegó al Líbano: se subió a la coDa
del cedro. o Cogio Ia rama más alta,-i'lá
llevó,al país de- Ios negocios, a uná éir-
dad de comerciantes. t Luego, tomó una
plantita. del lugar, Ia puso én un campó
como sr ruera un sauce, donde no falta'ra
el agua.6 La planta cieció, Ileqó a i"iun.a parra, de poca altura pero fártil, gue
extendia sus ramas hacia el áquila mién-
tras sus raíces se hundían. La"Darra bro-
tó y se convirtió en una vid giandá,-dlo
gu_ías y sarmientos.
' Pero llegó otra águila, grande, de an-
qf,gs. _aláS, cle tupidd plumáje, y ia paira
dirigió sys raíce§ y süs ram'ad Éac¡a'áttal
esperando encontrar más aqua que la oue
tenía en su tierra. I Había sido sin emb'ar-
gg plantada en buena tierra, donde no-fái-
taba -el agua, podía extender sus ramas.
dar frutos y ser una parra magnífica.e Y ahora
-pregunta
Yavé: ¿pros"peiailf
¡¡ /"1e lle,gó entonces Llna palab
vé: ': *biiár u esos ,."Éiiárí]'ñá'l^ti Yl
fllB,i,ii, ;' fl !*' Z'
"f.H:
j L",l' .:X"¿ :i i:lJ:
x ii"u#,'sl1[";^1:e Lr ]:x ¿ ?"i'i,wtó con él una alianza y. Ie .impuso il lí,::-
mento. Incluso se llevó a lo§'respoirjtl|"
del país 't para que el reino fueiá'.,c.,,l--ls§
no Éudiera'rebelárse v aií ért" ¿lti'*"rüil?:
dará y respetará i, a hun u
,. ; J"" b"" §,i;"ü ;. ;;t¿ H";-,?i¿%§T F:,sr
to parq,que Ie dieran cabailos y un niXll'roso ejército. ¿podrá tener éxito? ,bl,.il;
ii i
I r'ff,"
"li&,'r: r" ill :tvi? J : .r x I:lá :l F] ?,1§-d"J
rey que to puso. .n .l'iil.
[3r r? J¿'i"ff Í "" fff.:I" :..?,3
i
Hffi affiBab¡lonia.'
17
Faraón no le enviará un gran contin
gente, co! mucha gente, cuanáo se tár"ii
ten terraolenes y tolres_ p9.rg aplasta;; L:defensoies.,.'t Menosprecio e[ jur
loqpió la alianza sierido que hábi:T#S:
3á,1?,'# f il *:' ¿ j" :8,:éi,1?'.¡:,É?+1i
cierto como que yg estoy vivo, haÉ áI:
le!i'F¿,:' i'il i i, i"X?T i,[',,#ft: ".f"rttr
dere mi red a su Daso.y queduií utrupüf
en sus maltas ( I.
zt Sqr'grJá¡álas caerán
qgl l: :qpada. y'los sobre"vivientes serán
olspersados a los cuatro víentos: entoncei
saP,ran quq yo Yavé fg! quien habló.
" tssto dice Yavé: Yo mismo sacaré del
cedro una,.patilla y la plantaré en una
montaña alfa y segura. 2t La plantará ái
una alta monfaña-de Israel, ie ¿esaiñ'.
llará , dará frutos y. se conúertirá-én"ü
cedro magnífico;-bajo él descansarán
. 6l- Cuando-recibas a tus hermonas mayo-
les .y menores- Israel no cornplirá su misión áñ-
tre las naciones sil-r antes habxir perdido su orgu-
llo de ser pLeblo. de Oioll í;a.i; esro es
necesa¡io qu.9 Dios le quite tocidlo-quá E nJ aá:
90, iHpsta donde alcanzará [a crisis presente de
la. lglesia par.a q.ue pueda obrar en lá forma que
lJios quiere, tanto para el ecumenismo como óa-
ra Ia evangelización. de_ los pobres? Nos duelá
-a
ye_c?_s_
! nas;"idad de Dios gue, aparentemá"te,
no nace naoa. para socorrerla en los momentos
gnqyg pierde lás oportunidFdás-históriéu, y se ve
reducida a pegueña_s minorías; p€ro esto eé parte
del plan dd Dios C.i;ü-Rá_l¡-,' 5o--L-io"aZ".if,'á'rl
no necesita de una lglesia-H,einá ó-co.,;ü;J;;
ella debe más bien. reconocer que es i¡rfiel y peca-
dora, €Ír sus miembroJcómo áñ;ñ ñii¡tléifiü.
.' 1,7 .3 EI propi-o Ezequiel da la explicación de
es,ta targa y sotisti.cada. comparación, t a conclu-
qión es -quei se acaban los ryigt deicánd¡eñÜ¡;
Daüd. Otro descendien[e d¿-Daül;á;5 escogijor-.r.r I-Ji^c mi--^ ^^- ^l
^l
^^r- - f ^ -
Piqr- mismo para Ier át Másias. Lór üáir'itlrlpor_uros mismo para ser el Mesí
Ios_22-24 anuncián á Cñsto.
El gue^eyebrantó la alíanza (15-20). ta sumi-
¡n dg Sedecías a los caldaos dra ol irlct¡r rrrani^sjón de sáecías a los caldeos gra el fúito práCib
de anteriores-err*ei dáüñ¿iu¿G #iñ ffiiL:
tra
Iar, y Dios no lustifica su posterior-ráUeiió,í ó;-tra el opresor. Dios no hace suva cualouier libera-!f? "t Qpresor. Dios no hac-e suya cualquier libeij-
ción ni por cualquier medio.
67a 673
at €,s {"i:1t 1 lu :, .:t ?:s : :, ;." -10}il^u 11:
Z" i;,tg q?i u^
9: :: t-
:ii1t'^ i', lo9* -1.?:
Z,íot' ? g:1. f.u 3P:^:.1?Iá l, 11 1-oll' : : ^q Y :
l'í l:,Y#i;,x o,,"r?sr.i
fr l, siH :l i.':" ::Li,; q r I liltg ¡l ibP-l:l il"fgJ
^?u:o
Zi"i;o¿t Y:ldS. L,!:9.o,1?T:"r al árbol se-
dge peCa, ese mOrlra.-r , Sea un hombre iuju¡to.que practica
|'oi yo Yavé lo diie i lo haré.,
Si el pecador se convieFte , vivirá
[A' o
"
T: JE :,0l :'fllXiit i rñ :11 :?
ffirael rep.iten es"te próverbio: Los
óáares. comieron uvas verdes y lot
[i¡os tienen dentera a los hijos les
i'emblaron los dientes? ,3.Yo
juro, di.g
Vavé, que ese Proverbio no tendrá
Áas valor en Israel. 4 Porque todas
irs vidas me pertenecen, tdnto la vi-
A,u del hijg corno.la del padre, y el
EZEQUIEL 1B
ro Pero ocurre que ese hombre tie-
ne un hijo violento, QUe derrama san-
gre y comete esas faltas " que su pa-
dre no cometió. Come la carne-sin
degangrar, ensucia a la mujer de su
prójimo, trata yioleltamente al pobre
y al indigente, '' roba, oo devuelve la
garantía que se le pasó, vuelve su
mirada hacia los sucios ídolos y co-
mete el crimeo, 13 presta su dinero
con interés y cobra comisiones.
¿Después de eso, vivirá? Ciertamente
dr. no. Si cometió todos esos críme-
nes, debe morir: él será responsable
de su muerte
- 14
Pero ese hombre, a su vez, tiene
un hijo; éste vio todos los pecados
que cometía._sy_ padre, los vio pero
no lo imitó. '5 No come la carne sin
desangrar, no vuelve su mirada hacia
los sucios ídolos de la casa de Israel,
no ensucia a la mujer de su prójimo,
16
a nadie trata con violenciá, no se
guarda la garantía, Do roba, da su
pan al que tiene hambre y le pone
iopa al que está desnudo, rt no trata
al pobre con violencia, ño cobra inte-
rés o comisión, observa mis !-eyes y
sigqe, mis mandamientos. Ese no
morirá por el pecado de su padre, si-
no gge al contrario vivirá.-'8 Quien
morirá por su pecado es el padre, el
que Tyltiplicó sus violencias, robó a
su prójimo e hizo lo que es malo en
medio de rni pueblo.
re (lstedes me preguntan: "¿ Por
qué el hiio no carga con el pecadó de
su padre?" ¡Pero si el hijo se compor-
el derecho,y la justicia; 6 ho c.ome la
iarne no desangrada, no vuelve sus
oios hacia loq sucios ídolos de la ca -
;á de Israel, ' lo ensucia a la mujer
de su ProJlmo nl Se acerca a una mu-
ier d¡rrante su regla; no oprime a na-
'die, ó devuelve Ia garantía al que le
Cebía, no comete robos, da su pan al
oue tiene hambre y le pone ropa al
due está desnudo; no presta su dine-
rb con interés, no cobra comisiones,
agarla su mano de la injusticia , juzga
cbnforme a la verdad cualquier pro-
blema entre un hornbre y su prójimo;
g
sigue mis mandamientos, observa
rnis"leyes y actúa en todo con fideli-
dad. Ese hombre es justo y vivirá,
palabra de Yavé.
. l8-2 Los oadres comíeron uuos uerdes u
los hiios tieneñ dentera. El primitivo pueblo dé
Israel ienía'un s.eqtido muy fué¡e de la responsa-
bitiaaa común del familiar. sea'nacio-
zl eiemólo de la fa-
blltoao Comun Oel qrupo, Sea lam¡tlar, Sea naclo-
nal. En Josué .7.,24 tenemos el ejemplo de la fa-
milia del culpable condenada a muerte iunto a é1,
v también g[ ejemplo del pueb.lo entero castigadov también g[ ejemplo del pueb.lo entero castigado
po¡ culpa dg ung de sus. miembros..
L-a destnrcción de Jerusalán parecía castiqar a
todos sin hacer distinción entre buenos v rñalos.
Ezequiel no niega que en esta ocasión Díos huvu
azotado a todosl pero esto es para é[ cosa del óa-
qpdo, y qug.correspondía a uri pueblo totalmehte
desüado- Ahora rriira al porveriir y enseña cómo
Dios actuará en adelante:
.L-a ju:tlcia -recaerá sobre eljusfo., y la infamia,
sobre'el, implo: cada uno recibirá lo-que merece
personalmente.
Si el maluadg ge.gporta de todos los pecados
cometídos, uiuirá (21), cada uno tendra tiemoo
pala decidirse libremente. S!.empezó mal, y dás-
irués se decide por el bien, Dios
'esperara
su con-
versión y tomará en cuenta su última orientación.
En tiempos posteriores, los sabios notarán que
muchas vdces Ios malos no reciben su castiqo-'ni
los iustos su premio en esta üda (ver Job 2l-l v
se haÉ patente que la justicia de Dos se realizá
en la otra vida.
' Pero'en los últimos tiempos del reino de Judá
se afianza en los indiüduo§ el sentido de la res-
oonsabilidad personal :
' Por una oárte. los profetas habían afirmado
oue la iusticia humana ho puede castiqar a los hi-
iós poi los crímenes de slus padres [Dt 24,16.
|COmo Djos podría seguir otia norrna y castigar
lnocentes?
En lo-s tiempos antiguos sg considelaba «p€cd-
do" cua'lquier brror, au--n involuntario. Pero áhora
los profetas enseñán que solamente la maldad es
oecádo v las desqracias que no castiquen esta
inaldadio son cas-tigos de Dios. -
10. EZEQUIEL 1B
tó conforme al derecho y a la justi-
cia, observó todos mis mandamien-
tos v los puso en oráctical Debe Dues
vivií. 20 Óuien ciebe morir es el^que
peca; e[ hijo no ca,rga con el pecado
del padre, y el pacire no carqara con
el pécado del hrjo. El mérito Zel justo
le corresponderá sólo a é1. v la mal-
dad del malo, sólo a é1.
' "
2i Si el malvado se aparta de todos
los pecados cometidos, se dedica a
observar todos mis mandamientos v
se cornporta de acuerdo al derech o V
a la justicia, vivirá y no mo rírá; 22
sé
echarán al olvido tódos los crímenes
que cometió y, debido a la iusticia
.iu. haya practicado, vivirá. 23'¿Creen
üstedeé sue me qusta la mueile del
malvado? dice Yavé. .Lo que me
agrada es que renuncie a su mal
comDortamiento v así viva.
" En cambio, ii el justo se aparta
de su íusticia v -qe deilica a hacer el
mal ( t, si coníete las mismas fecho-
rías que cometía el malo, serán da-
das al olvido todas las obras de iusti-
cia que practicó. Morirá a causa'de la
infidelidad de la que se hizo culpable
y del pecado que Lometió.' 25
dstedes dicen: La manera de ver
las cosas que tiene Yavé no es Ia co-
rrecta. Oig?n,pues, gente de Israel:
¿ast que mr manera oe ver las cosas
no es correcta? ¿ No lo será más bien
la de ustedes? zE
Cuando el justo se
aparta de Ia justicia y cometé el mal
y por eso muere, muere por culpa de
fa'injusticia que cometió. 27
De[ mis-
mo modo, si el malvado se aparta de
la mala vida que llevaba y a'ctúa se-
qún el derecho v la iustícia. vivirá.
á Si se aparta de toda! las iniidetida-
des que cometía, debe vivir, pero no
morir. 2e La gente de Israel dice: La
manera de ver las cosas que tiene el
Señor no es justa. ¿Así que mi mane-
ra de ver las cosas no es iusta. oente
de Israel, no será más bién Ia'dé us-
tedes? 3o
Juzqaré a cada uno de uste-
des de acueldo a su comportamien-
to, gente de Israel, dice Yavé.
67q
[:glnl:". y renuncien a todas sus
infidelidades, a no ser q.uq-quiurJi
pa.gar el prgcio:de suq injust¡cial';r Lancen lejos de ustedes todas t'.
infidelidades que cometieron, háq;;:
se un corazon nuevo y un qspiritu
nuevo; i o es que quteren morir, ge¡_
te de Isiael? t2 A mí no rne gusta la
muerte de nadie,. palabra dé yfr,¡:
conviértanse y vivirán.,
Sobre los últimos reyes de Judá
"89,":i:&5':i::';1!#l; JsT :",,s;8i2 Dirás:
¡
r _
. ¡iQué leona era '.u .raCre en medio de
los leones! Se acostaba julp,u qus .á-
chorros y los amarnantabá. ' Educó a u¡s
de sus cachorros,qJre se convirtió en ü;joven león, aprendió a desga,rrar la pr.iu
y a devorar a Ios hombres. o Pero iorni
Ias naciones oyeron hablar .de é1, fue a;;:
turado en una fosa y llevado encadeniáo
a Egipto.
5 La leona se decepcionó,- sus esperan-
zas se vieron frustradas.; tomó a otro de süs
cachorros al que convirtió en un ioven le-
ón. u Como. joven león, salía con los led-
nes, aprendió a {e$aqrar I,a presa y a de-
vorar hombres. ' Destruyo- sus palacios.
arrasó sus ciudades, sus rugidos aterrorizál
ban al pais y a sus habitantés.
I Llegaron extranjeros de todas lut pro-
vincias a atacarlo; le- echaron encima sus
redes y cayó en una fosa. e Lo pusieron en-
cadenado en qna jaVla y se lo llevaron a
Babilonia ( ), d.o¡rde .lo d-ejaron en. cautivel
rio_: ¡ya_ no se oirá más su voz por las mon-
tañas de Israel!
'0 Tu madre era como un-a parra plantada
a orilla del agu.a, urJa parra.féItil y verde por-
que no le fa[taba el agua. ¡¡ Produjo una ra-
ma tan grande como para hacer de ella un
cetro de rey. Creció hasta las nubes (se ad-
miraban de su altura y de su tupido follaie.)
12
Pero Ia arrancaron con rabia y la echa-
ron al suelo, el viento del este secé sus raci-
mos que se cayeron. (La rama vigorosa se
secó, el fuego lá devoró.) '' Ahora é*a plan-
tada en una tj-g,rrg árida, en el desiertb. 'o (Un
fuego que salió de su tronco devoró sus sar-
migntos y su: racimos.) ¿au,e le pasó? No
mas rama vigorosa, no riiás cetro real.
Es una laméntación, y ¡cuánto no se la:
m enta rá n !,
675
Resumen de Ia historia de Israel
á1' I El diez del quinto mes del sépti-
W mo glo, algunés ancianos de Isiael
J¡ian venido a consultar a Yavé y se ha-
iilran sentados frente a mí. 2 Me fúe dirigi-
¿á-entonces esta palabra de Yavé: 3 -Hijo
i; hombre, les diras a los ancianos de
Éiaet.e.sta palabra de Yaréi «lti gue uste-
áás vinieron a consultarme? Pues bien, tan
.¡.rto como que yo estoy vivg que.no.9"jq-
]Á- oue me consulten, palabra de Yavé.
'-o Júzqalos, hiio de hombre, ¿no los vas a
itúadr?-Hazles úer las horribles acciones de
):,: nadres. 5 Les dirás esta oalabra de Ya-
i¿i Éti.. un juramento a la raza de Jacob,
áimismo díá.en que elggí a Is.rael., .me di a
:*r:1,3, ".lls: .¡1, Inl'":? {,1's' li:1 Ei:
'[,u,-ano en alto, juré que lot haría. salir
de LgtDto.a un Pals gue naDla selecclona-
Áo oáfa ellos, uD país que mana leche y
miet, el más bello de todos los países.
' 7
Les había dicho: Lancen lejos de uste9.q
psss cosas gue los seducen, no se ensucien
.án los ídolbs de Egipto: yo soy Yavé su
Ó¡os.
I Pero se rebelaron contra mí y no qui-
ii.ron es,cuchatrne. No arrojaron lejos de sí
á esos ídolos que los seducian, oo abando-
naron a los ídolos de EgiPto. Pensé desatar
mi cólera en su contra, hacerles sentir mi
iuror en el país de Egipto. e Pero no quise
oue mi nombre fuera profanado en Presen-
c¡a de las naciones en las cuales vivían: al
contrario me di a conocer a esas naciones
haciéndolos salir del país de Egipto.
tc Una vez que salieron de Egipto, los
conduje al desierto. rr Allí les di mis man-
damiehtos y les di a conocer mis leyes, las
oue debe el hombre practicar para vivir.
,2 Les d¡ mis sábados para que sean una
señal entre .yo y.ellos, Para que seP?lSue
vo soy Yavé, quien los hace santos. t' Pero
ál pueblo de lsrael se rebeló contra mí en
el desierto. No siguieron mis mandamien-
tos, menosPreciaron mis leyes, las que de-
be el hombre practicar para vivir, no tuvie-
ron'respeto algrno por mis sábados.
Entonces pensé descargar mi cólera contra
EZEQUIEL 20
ellos y hacerlos desaparecer en el desierto.
14
Pero no quise profanar mi nombre ante
las naciones que habían visto córno los ha-
bía hecho salir.
15
Una vez en el desierto, sin ernbdrqo,
j.lré que no los llevaría al páis que les ña-
bía prometido, a ese país que mana leche
y- miel, el .más bello de todos los países.
16 porque habían rechazado mis manda-
mientos, oo habían sequido mis leyes, ha-
bían profanado mis sá5ados y habíán úuel-
to a ius ídolos. '' Pero tuve i:ara con ellos
una mirada compasiva, ño los destruí ni
los exterminé en él desierto.
'' DUe a sus hijos en el desierto: No sigan
las huéllas de sús padres, ni imiten su con-
ducta, oo se vuelvan impuros sirviendo a
sus ídolos. 'e Yo soy Yavé, su Dios, siqan
mis mandamientos,'observen mis lbye-s y
pónganlas en práctíca.2o Respeten mís sá-.
badós, que sean una señal entre yo y uste-
des para que así sepan gue yo sov Yavé su
Dios. 2t Péro los hijos sé rebelarón contra
mí, no siguieron rnis mandamientos, oo
observaroh mis leyes (esas leyes que el
hombre debe poner en fráctica'para'vivir)
y no tuvieron respeto alquno por mis sába-
áos. Pensé desencadenár mi 'cólera contra
ellos, derramar mi furor sobre ellos en el
desierto, " pero ( ) no quise que mi nom-
bre fuera profanadó antei las náciones bajo
cuya mirada los había hecho salir.
zi Sin embarqo. aún en el desierto. iuré
echarlos a las ñaciones y dispersarlos'en-
tre los paises extranieros. 24
Pbrque no ha-
bían püesto en práciica mis leyés, habían
despr'eciado mis' mandamientos', no habían
resóetado mis sábados sino que sus oios
se habían vuelto hacia los sucios ídolos'de
sus padres. '5 Llegué hasta a darles man-
damientos m_alos y leygs. incapaces de ha-
cerlos vivir: 26 los- volví impuios mediante
sus ofrendas cuando hacían pasar por el
fuego a sus primogénitos.
27
Pues bien, hijo de hombre, esto le dirás
al pueblo de Israél. Le dirás esta palabra de
Yavé: ¡Vean esta infidelidad de sus padres y
como me ofendieron! 28 Los hice eintrar eñ
el país que les había prometido con jura,
. 2O.1 Nuer¡a presentación de los pecados de [s-
rael a lo larqo dci su historia. Aquí sé habla repeti-
damente debrofanación. Israel, s'iendo el pueblb de
un Dios Santo, no puede üür a la manera de las
cjemás naciones, que son profanas, es decir, que
no pertenecen a'Dos. La tiena de Israel, las leyes,
las liestas, todo es santo: los hombres no pueden
usarlas según su propio gusto
En 20.22Yavé procura que su Nombre no seo
prof.anaáo. Si casiiga a lsrá el y Qeia que sea des-
fruiáo, las otras nacrones, según la méntalidad de
ese tiámpo, degpreciaráh aT Dios que no supo
salvar a su Éuebló. 4§i, su nombre sérá "profana-
Co,,. En cadrbio, en 24,41. cuando Yavé reúna a
los suvos, todas las naciones reconocerán su Do-
der: íu Nombre entonces será nsantif icado".
Llequé hosto a darles mandamientos malos
e$. Ezequiel interpreta a su rnanera la.historia
pasada v destaca lci que puede humillar a los su-
üos- Asílo notamos én 20,25. A veces los israe-
Iitas se habían.valido de la ley de Lev L8,2L res-
pecto de .la ofrenda a Dios áe [os pri¡nógénitos
bara iustificar los sacrificios de niños a ia ráanera
baqana. Ezequiel da a entender que la Lev oedía
áfe-ctivamenté tales sacrificios, v óue Yavé tá ha-
bía dejado pasar (él .dtce; "ta había dado», segúFr
la maáera de decir del idioma hebreo) pará císti-
gar ? su pueblo dejándoles acumular ló§ crímenes
que les gustaban.
. 19.1 En esta comparación. Ia leona es la na-
qión judía. !o.s cachoiros son los reyes Joacaz,
Joaqúim y Sedecías.
cápítulo L9,10,. Ia. parábola de
otro resurnen de la historia de
Después. en el
ia üd 'es
sin duda
Israel.