LA MISIÓN DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL DÉPTIMO DIA.pptx
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JOSUE, PARTE 9 DE 47
1. JOSUE
EL SIGLO DE JOSUÉ
La misión de Moisés se había acabado en el monte Nebo. Como lo vimos en
el Deuteronomio, Moisés había sido llamado por Dios para guiar al pueblo y
hacer que "subiera" desde la esclavitud de Egipto hasta las puertas de la Tierra
Prometida. El pueblo está pues allí, frente a esa tierra que Dios le da en herencia
y en ese momento es Josué, el primer Jesús (pues Josué y Jesús en hebreo tienen
la misma grafÍa) quien va a introducir al pueblo en el la tierra prometida.
an pueblo de emigrantes
Hablar de pueblo es mucho decir. En efécto, todavía no se trata mrfu que de
algunos clanes guiados por Moisés a través del desierto y que sin duda se han
incrementado con nuevos elementos con los cuales se encontraron en el lugar
santo de Cadés-Barne. Por pocos que hayan sido estos nómadas confiados ahora
a Josué, llevan consigg.una experiencia de una riqueza tal que se transformará,
después de reunirse con otras tribus que no habían abandonado la Palestina, en
la herencia espiritual de todos.
Frente a loi cananeos que habitaban las ciudades y cultivaban las tierras de
los alrededores, estos nómadas toman poco a poco conciencia de su originalidad
y de su identidad. El que se reveló a Moisés en el Sinaí y que multiplicó las
maravillas a favor de los fugitivos.de Egipto, Yavé-Dios, hizo una alianza con
este pueblo de nómadas, con estas tribus de beduinos. Les dio su ley al mismo
tiempo que su promesa. En adelante serán el pueblo que él se eligió y él será su
Dios. Es durante este período de Josué y de los Jueces cuando se constituirá
realmente el pueblo de Israel.
Sin embargo, por muy colmados que se sientan por Yavé, estos nómadas no
pueden dejar de sentir admiración por los cananeos en medio de los cuales
viven. Los historiadores nos dicen que este período del segundo rnilenio antes de
Cristo es el período más prestigioso de la historia de Palestina en el plano cultu-
ral. Frente a las ciudad'es cananeas con sus fortificaciones, sus templos y sus
palacios con artesonado de cedro, y decorados con incrustaciones de marfil, el
nivel de vida de los nómadas parecía muy pobre. El mismo contraste se daba en
el plano religioso: los cananéos de las ciudades multiplicaban sus celebracioneG,
fiestas y ritos a la vista de los beduinos que no tenían ni siquiera templo.
La tentación es grande, y tanto los libros de Josué y de los Jueces como los de
Samuel y de los Reyes no cesar¿ín de mostrarnos con cuánta facilidad el pueblo
de Israel se dejaba arrastrar. Atraído por esa civilización brillante, abandona al
mismo tiempo sus costumbres propias y su fe para adoptar los cultos de los habi-
tantes del país. Durante todo el período de la realeza los profetas no dejarán de
recordar al pueblo las exigencias de la alianza y de la fidelidad a Yavé.
?21
la verdad sobre la conquista
JOSUE
rJn pueblo seducido por la cultura cananea, hombres de Dios que resisten procla-
-al¿ot" el llamado a la fidelidad, tal es el conflicto permanente que nos presentan los
l"*ror ¿" Ia Biblia con respecto a este período. El libro de Josué Parece que nos pre-
."",oru una conquista sistemática del país llevada a cabo por Josué a la cabeza de las
,i¡rr; tin embargo las cosas debieron suceder de manera muy distinta.
"-La
-gente
de las ciudades y los nómadas eran muy diferentes, y Ia obligación que
renían unos y otros de cohabitar en u¡ mismo territorio, no impidió que hubiera con-
lii.tor, unut v^eces er¿n los.cananeos los que ganaban, otr¿, los nómadas. Con-el tiem-
,o. las triUus fueron imponiendo su ley a los antiguos habitantes del país, y en la época
áe SaúI, los nómadas de otrora, convertido en citadinos a medida que pasaban los
.ñor, t" habían apoderado del poder en el país. David primero, y después Salomón
áeberían confirrnar esta situación-
Las minorías activas son las que hacen Ia historia. Cuando hablamos de la Iglesia y
de su impacto en el mundo, no se trata a veces más que de una minoría de creyentes.
Los gfupos de profetas que, varios siglos después de Josué, recopilaron las tradiciones
I loJdo.u*"ntos sobre Ia conquista, no pretendieron entreg¿unos una historia exacta y
áompleta de aquélla. No nos dejemos engañar por el aspecto triunfador de estos rela-
ros en que todo Israel obtiene junto a Jssué victorias asombrosas: el libro de Josué
narra pequeñas cosas que constituyeron una gran historia.
EL LIBRO DE JOSUÉ Y SUS AUTORES
Cuando se redactó el presente libro, la historia de Josué se perdía en un pasado del
oue ya se habían olvidado muchos detalles, sin embargo, bastaban algunas imágenes y
rlcuerdos para ilustrar la vocación del pueblo de Dios y el sentido de sus aventuras.
Josué inaugura la serie de libros que la Biblia hebraica llama Profetas Anteriores,
entendiendo por este título que estos libros históricos nos hablan de una historia que
comenzó bastante ante! que los profetas, pero que fueron pensados y compuestos en
las cofradías de profetas. Toda la serie que lleva desde Josué a los libros de los Reyes
forma en realidad una unidad con la reflexión del Deuteronomio., Hoy día se habla
habitualmente de historia Deuteronomista para designar este conjunto.
El libro de Josué se compuso en gran parte en los últimos tiempos del reino de
Judá. Entonces !a idea de que la tierra de Palestina es el gran doñ de Dios a su pueblo
y la señal de su alianza, invitaba a constatar en el pasado una correspondencia entre las
ionquistas y la fidelidad a la alianza, entre las infrdelidades y el fracaso.
El autor ha conocido el tiempo de Josué a través de múltiples fuentes: tradiciones
orales muy maltratadas, sin duda, a causa de los 500 años transcurridos; documentos
conservados tal vez en los santuarios antiguos de Israel, como el de Guilgal, y docu-
mentos sobre el cat¿rstro de las tribus que databan de la época real.
El libro debe de haber sido retocado en tiempos del exilio de Babilonia. Fue enton-
ces cuando intervinieron los sacerdotes y en muchos de sus pasajes impusieron otra
inlerpretación, acentuando al mismo tiempo el canácter litúrgico de los acontecimien-
tos im¡rortantes.
2. JOSUE 1
«Yo estaré contigo»
¡Tl' ' Después de la muerte de
L¿J Moisés, Yavé habló a Josué,
hiio de Nun, el ayudante de Moisés.
Lé dijo: z
lMolsés, mi servido¡, ha
muerto. Tú, ahora, atraviesa junto
con todo el pueblo el Jordán y pasa
a la tierra que daré a los israelitas.
3 Como se lo diie a Moisés, les daré
cualquier lugar que pise tu pie, a esto
es, desde ese desierto hasta el Cran
Río, el río Eufrates. Todo el territorio
desde los hititas al Cran Mar hacia el
lado del sol poniente será su tierra.
5 MientraF vivas, ñddi. podrá resis-
tirte. Estaré contiqo asl como estuve
con Moisés, no tetlvidaré ni te abarÍ-
donaré iamás. 6 iSé valiente v ten
ánimo! Tú harás' qu,e este. pÉe,blo
tome posesión del paÍs gue iuré dar-
les a ius padres. z '¡Sé válieñte y ten
ánimo! Tiata de observar en tbdos
sus puntos la ley que te dio mi servi-
dor'Moisés. Nó t^e apartes ni a la
derecha ni a Ia izquierda, y tendrás
éxito por donde vayas.
I Releerás constantemlnte este libro de
la Lev. Lo meditarás día v noche Dara oue
actúes en todo seqún lo cíue allí eitá eséri-
to: de ese modo Tlevarás a cabo tus pro-
vectos v tendrás éxito. e Esta es mi orüen:
Se valiénte y ten ánimo; no tiembles ni
tengas miedo; Yavé tu Dios está contigo
ado"nde quiera que tú vavasr.
'o Josué dio eita ordeñ a los escribas del
pueblo: t' nRecorran el campamento y den
ál pueblo estas instruccionei: Preparen sus
próvisiones, porque en tres días rhas van a
22¿
atravesar el Jordán para ir a conquistar pl
paÍs que les dará Yaúé su Dios,. '2-Josué s-.
dirigió luego a la tribu de Rubé.n, a la d¡
Su4 V g Ia media tribu de Mánar.il¡3 -Aéuérdense de lo oue Moisés. oi
servidor de Y?rÉ, les mandó: Yavé su D'ioij
dijo, l"q ha dado este territo.rio para qud
sea el descanso de ustedes. 14
Péro van idejar a sus mujeres, a sus niños, y a sus
rebaños en este territorio que Moísés lei
dio a este lado del Jordán, y pasuriñ
armados delante de sus hermanos. Todos
ustedes. oue son ouerreros valientes- loi
ayudarán "' hasta
-'qru Yavé.haya {a(o-isus hermanos el descanso asÍ como lo hizc
con ustedes, y hasta que tomen posesión
también del .territorio que Yavé les asignó.
Entonces volverán ustedes a las tierras que
Ies tocaron, es decir. al territorio que lei
dio Moisés, a esie iacio oei jordán, hacia ei
lado del sol naciente,.
16
Le respondieron a Josué: nHaremos
todo lo qué nos mandes e iremos adonde
quieras enviarnos. 17
Te obedeceremos en
todo igual como obedecimos a Moisés. Y
ojalá Yavé tu Dios esté contigo así como
estuvo con Moisés. '8 Aquel que no te
obedezca ni haga caso- de lb que tú
mandes será reo dé muerte; en cuanlo a ti,
sé valiente y manténte firme,.
La historia de Rahab
[5.¡ ' Jgsu_é, hijo de Nun, despachó
La desde Sitim secretamente a dos
espías. Les dijo: «¡Vayan! Observen bien el
terreno y la cíudad dé Jericó,. Después de
recorrer su camino, entraron en casa de
una prostituta .que se llamaba Rahab; alli
pasaron la noche.
2 Le avisaron al reV de Jericó: nUnos
hombres israelitas lleqáron aquí, han veni-
do para observar el térreno,. 3 Entonces el
rey de Jericó mandó a decir a Rahab: nHaz
que salgan esos hombres que se han aloja-
. 1.1 Al igual que todos los profetas que sur-
qieron a coñtinuatión en Israel, Josué a,parece
áouí como el .servidor de Yavá, oue meüita su
oálabra día v noche (Sal L.2. Y la'primera ima-
ten bíblica óue vendia a lá áent e de la comuni-
dad cristiana prirnitir,ra Dara hablar de Jesús. será
la del nsanto servidor ile Dios" (He 3,13; 3,26;
4.27: 4,30). Así se dibuia la fiqura de un Salva-
dor (Josué, como Jesús, signiTica "Yavé-salva")
oue introduce al Pueblo de Dios en su tierra v en
su descanso. Josué aaarece en la Biblia cómo
una prefiquración de Jesus v la Carta a los He-
breoé lo dará a entender en él capítulo 4.
Les daré cualquier lugal que píse tu píe {3).
Así se nos enseña cómo debemos esperar los be-
neficios de Dios. El no hace las coi'as en lugar
nuestro: hace que nos suDeremos Dara conouis-
tarlas. La tierra que Yavé'da a los israelitas ierá
suya cuando la háy'an conquistado.
Bien es verdad que el Evanqelio no habla de
conquistas terrenalds, pero la Biblia muestra que
el Evangelio nq pdÍq ser entendido sino por un
pueblo -que hubiera luchado para - conquiitar su
tierra y éH propia identidad, ¡5ara luego crear su
propla cultura
' 2.1 Una prostituta recibe a los- espías de Jo-
sué v ellos Ie prometen perdonarle la üda a ella u
a tcüo su qrúpo familiár. Las murallas áormeé
de Jericó hábían sido destruidas un siqlo antes. u
la población se había instalado de nrlevo den[ró
sin- repararlas. Irnaginemos a toda esa gente reu-
nicia dn una casa eáificada con las misrñas ruinas
de la rnuralla.
Este acontecirniento menor tiene valor de sio-
no. El autor del libro pone en boca de Rahab un"a
declaración de fe en Yavé. el Dios oue üve v oue
va a entreqar el país al pueblo hetireo. A óaúsa
de esta fe, Rahab'será safvada.
La tradición iudía la reconocía como antepasa-
da del rev Davíd. v el Evanqeiio la nombra 'en
la
genealogía de Jesús (Mt 15):
223
;.o en iu casa,.Pues lan.venido Pa,ra infor-
.lrarse cie nuesiro territorio,. ' Pero la mujer
escondió a ios hombres y respondiÓ: nEsos
iámbres que llegaron a mi casa ' se fueron
,i.u.r Ia noche, cuando se cierra la puerta
¿L tu ciuciad, y ño sé para dónde pariieron.
,i ustedg,t salen inmediatamente en su
,.rsecución, tal vez los atrapenr. 6 En rea-
f,áad, los había hecho subir'a su terraza y
ior había escondido bajo unos atados de
lino qr. tenía allÍ.
, Lá gente se la nzó en su persecución en
dirección al Jordán, hacia el lado de los
vados,, y apenas salieron, se cerró la Puer-
ra de la ciudad.
s Todavía no se habían acostado los dos
hombres, cuando ella los fue a ver en la'Érraza. e Les dijo: *Sé que Yavé les ha
entregado.este país; han sembrado el Pánj-
co en mecjio de nosotros y toda la gente de
este país está atemorizada con ustedes.
,o Nos han dicho de qué manera Yavé secó
ante ustedes el mar de los Juncos cuando
ialían de Egipto, y lo que ustedes hicieron
a los dos reyes de los amoreos al otro lado
del Jordán, a Sijón y a Og, a los que con-
denaron al anatema.--ii
Cuándo lo supimos se nos paró el cora-
zón y al verlos acercarse todo el mundo
está
-ahora
lleno de miedo, porque Yavé, su
Dios, €s Dios tanto arribá en los cieios
como abajo en la tierra. ¡2 Pero ya que les
he hecho un favor, júrenme,por Yavé que
también ustedes harán un favor a la casa de
mi padre, t' y dejen que vivan mi padre, mi
madre, mis hermanos, mis hermanas y todo
lo que les pertenece. Líbrennos de la muer-
te,. t4 Los hombres respondieron: *Te lo
iuramos por nuestras propias cabezas; con
tal que tú no reveles nuestra conversación,
te trataremos con bondad v fidelidad cúañ-
áó Yuré nos entregue este faís,.
'5 Los ayudó a bajar por la ventana, pot-
que su casa estaba construida junto a la
riruralla. 16
Les dijo: *Huyan a ios cerros
para que no los encuentre-n los que los per-
iiguen. Quédense allí escondidos tres días,
JCSUE 3
hasta que regresen ios que los persiguen,
lueoo siqan su carninoo.
'TLoslombres le dijeron' *ReSpetaremos
el juramento que te hemos hecho. '8 Cuan-
do entremos en este territorio, amarrarás
este cordón de hilo rojo a la ventana por
doncie nos hiciste bajar. Reunirás junto á ti,
en tu casa, a tu padre, tu madre, tus her-
manos y a toda la familia de tu padre. '' Si
alguno de entre ellos abre la puerta y sale
de- ia casa, será responsable áe su muerte
y nosotros quedaremos libres, pero si los
nugstros ponen Ia mano encima de cuai-
quiera que esté ccntigo en tu casa, noso-
tros seremos responsa bles. zo Pero no
cuentes a nadie nuestro gcuerdo, porque si
no quedaremos libres del jurambnto que
acabamos de hacerr.
Les dijo: nQue sea como acaban de
decírmeloo. Los despidió y se fueron; luego.
amarró el cordón roio a su ventana.
22
Los hombres al'salir se dirigieron a los
cerros. Alli estuvieron tres días mientras
los que los perseguían buscaban a lo largo
del iamino,'sin e-ncontrar nada. ? Los dós
hombres entonces bajaron de los cerros y
atravesaron el Jordán. Se presentaron
lueqo a Josué, hiio de Nun. ú le contaron
todá su aventura.''o Y añadíeíon: *Yavé ha
puesto todo ese país en nuestras manos;
todos los habitantes de ese país están
asustados con nosotrosr.
Los israelitas pasan el Jordán
[-,2 ] ' t J osu é se leva ntó muy de
I .-' I madrugada. Partieron de Sitirn y
Ilegaron a oñllas del Jordán; allí pasa'-
ron la noche esperando atravesarlo.
2 AI cabo de tres días, los escribas
recorrieron el campamento, '-o y dieron
al pueblo estas instrucciones: ,,Apenas
veañ el Arca de la Alianza de Yavé su
Dios y a los sacerdotes levitas que Ia
transportan, dejarán el lugar donde
están y la seguirán, para que les ense-
. 3.1 No siempre el Jordán ha sido la frontera
del país de Israe[: seqún las üctorias o las derro-
tas.'lsrael poseía las-tieras al este del Jordán o
;reidía las übicadas al oeste. Sin embarqo, el Jor-
iián ha reoreentado siempre la front erá de la tie-
rra prométicia para ei pucjblo del Dios. Así es co-
íno vemos oue las tribüs de Rubén v de Gad. va
instalacias ai'este dei río, _son obligaáas por Mói-
sés y luego r:or Josué a franque al el río con sus
::erriranosr e-s sólo ccn esta cbndición c¡ue serán
iarr:trién consicieradcs ccmo veriaiero§ her eie-
:cs ie ia:,err?.pr.of€:ica.,Esto expiic? por o.ue ei
,raso Ce, ici'Cán trás ¿losué tuvo '.:na importancia
r.a:l crance tanto en ,a :-radición :uiía como ¿n la
c:-isC"ana. En esta trar,'esía, igual iue en la dei .il'iar
.tc.;c. r€:rics que Dios es elún;co gran actcr ce ia
entrada en la tierra prometida. En el momento
en que los portadorés del Arca, en la cual des-
caná la Glória de Yavé. tocan las aquas ciel río.
es cuando éstas deian de correr. fcuando loé
portaciores salen del río, una. vez que ha pasado
tocio el mundo, Ias aguas reiorrian su curso.
De esta manera Dios, llevado en su Arca. abre
v cierra la puerta de la tierra prometida (Ap 3.7).
Del mismo'modo iesús. nuevá arca cie lá álianzá
en quien reside ia plenitud de la diünidad (Col
Z,g):.bajaÉ a la*s agüas del Jorcián para abrir á los
hornbreb las puenJs de ia nueva tiérra prornetidá.
Si reconocemos tanto en ei Daso dei .,rorcián
ccrnc en ia travesia dei Mar Roió un símboio ciel-bau:;-<nno.
debenncs antes eue nacia r€ca:car que
3.
4. ?25
,1^só y lcs sacerclotes se colocaron de
lJero a Ia cabeza del Pueblo.
,z Conforme a Io que Moisés había man-
Aado, la tribu de Rubén, la de Gad y la
i?a¡a tribu de Manasés se pusieron arrna-
'áo,s al frente de los israeiitas. '3 Eran más o
ñenos cuarenta mil hombres que forma-
Oan la v'anguardia de Yavé y ,que avanza-
Uán nacia lás llanuras de Jerícó.
r'¡ Ese día Yavé enqrandeció a Josué a los
níos de todo Israel y se Ie temió como se
ilabia temido a Moisés durante toda su vida.
ti Yavé diio a Josué: 'u nOrdena a
los sacerdofes que llevan el Arca dei
Testimonio .qu9 salgan l"l Jordán,.
t' josué ordenó pues a los sacerdo-
tes: *iSalg.an. del Jordán!, ra Pues
r,ien, buanZo los sacerdotes gue lle-
íaban el Arca de la Alia nza db Yavé
salieron del Jordán y cuando tocaron
s-us,pies tie.rra firme,,las aguas del
Jordán voivieron a su. lugar y desbor-
daron por ambas orillas como en los
dias anteriores.
Ie Era el diez del primer mes; el
pueblo subió del Jordán e instaló su
Lampamento en Guilggl, al orientS .de
Jericó.
2c
Josué ordenó que se erigie-
ran en Guilqal las doce píedras gue se
habían tomádo en el Jordán. 2'L
Luego
dijo p.los israelitas: nCuando mañaña
sús hiios les prequnten qué hacen
estas óiedras áquí; - usted'es les res-
ponderán: Esto es porgue Israel atra-
i¿esó el Jordán en
'secó. z3 Yavé dejó
en seco el lecho del Jordán ante
nosotros cuando lo atravesamos, lo
mismo que dejó en seco e[ mar de los
Juncos para que lo atravesemos.
:' ¡§epan, pqes; tocios ios pueblos cie
la tterra, cuan pooerosa es la mano
de Yavé, y teman siempre a Yavé
nuestro Diós!,
JOSUE 5
La entrada en la Tierra Prometida:
la circuncisión y la Pascua
[E' ' Todos los arnoreos que se encon-
t-¡ traban al oeste del iordán, así como
los cananeos que estaban cerca del mar se
enteraron que Yavé había deiado en seco
ei lecho dél Jordán ante lcis israelitas,
hasta que hubiéramos pasado. Perdieron
entoncés la valentí.a y lei entró el pánico ai
acercarse los israelitas.
'En ese tiempo, Yavé di¡o a Josué:
nHazte unos cuchillos de silex para circunci-
dar de nuevo a los israelitas,. ' Josué hizo
unos cuchillos de silex y circuncidó a los
israeli'.as en ia Cclina de los Prepucios.
o Josué ordenó esta circuncisión Doroue
todo el pueblo que había salido de Egipto,
iodos los hombies adultcs, habían muerto
en el desierto a lo larqo del camino. después
de su salida de Eqipio. 5 Todo el puebÍo de
la salida había sidó'circuncidado pero todos
los nacidos en el desierto durante el trayec-
!o, de.spués.de la salida de Egipto, Do ésta-
ban circuncidados.
6 Los israelitas habían caminado cuarenta
años por el desierto hasta que desaoarecie-
ron lo's adultos que habían ialido de Egipto,
toda esa generación que no había escucha-
do Ia voz de Yavé. Yavé se lo había jurado:
*Ustedes no verán el territorio oue órornetí
darles a sus padres, tierra donde déstiia la
ieche y la miel,. i Pero en su lugar habían
nacido sus hiios y éstos estaban Éin circun-
cidarse, porqi,re no se les había circuncida-
do durante e[ trayecto. Josué los circuncidó.
t Cuando se terminó la circuncisión de todo
el pueblo, se quedaron acampados en ese
luq'ar hasta la cúración. e
Yavé diio entonces a
Jo-sué: *Hoy he lanzado leios de ustedes la
verqüenza áe Eqipto,. Por'eso dieron a ese
lugár el nombre {üe tiene todavÍa: Cuilgal.
'0 Los israelitas acamparcn en Cuilcal I' Ia
tarde del decimo cuarto'día del mes c"eleÉra-
ron la Pascua en las llanuras de Jericó. ¡ ¡ Al
día siguiente de la Pascua, comieron de los
frutos-del país, panes sin levadura y grano
meiantes p!'equntas se enseñaba la fe en lsrael; el
isráelita no sábía mucho de reliqión. pero cada
luqar de su país le recordaba quá Dios'era el sal-
va?or de su bueblo.
Josué estáblece su campamento en Guilqal. De
ahí organiza sus asaltos,'y lo veremos vólver a
Guilga[después de cada üótoria, antes que se re-
únan las tuerzas cananeas.
Es fácil ver que se funden aquí varios relatos
oue no concueidan en tocio. ;Se pusieron cioce
óiedras en el camDamento (4.3). o se colocaron
bn el lecho del Joidán (4,9)? Poco importa. A io
rneior estas piedras va estaban antes q-ue Josuá v
los'israeliias'y formában el santuario de un lugar
de culto pa§ano, ñuV cerca de Guilgal . Peio,
después de la c.g.nqujgta, los sacerdotes quisieron
dar[es una siqnificación reliqiosa de acuerdo con
ia fe. como yá vimos en Exüo L2,15-
' 5.1 En su prirner campamento los hombres
de Josuá celebian el primqr culto reliqioso. Se
procede a la circuncisión (G¿n L7,LO)."Esta era
bn Israel e_l signo de [a entrada.en la comunidad
religiosa. Pa¡á insistir en elta obligación, el libro
notá-qqe, al entrar en la Tierra Santa,'todo el
pueblo la recibió.' El maná d.iO de caer... va se alimentaban de
los frutos del país (L2').Vér en Exodo 16 las ex-
plicaciones .respecto del maná y sus leyendas.' Con este_ hecho se inician tienípos nuávos. t-a
religión de los israelitas, hasta ese momento, era
la Ce un pueblo nómada. Ahora empieza uná cri-
sis profunda que durará hasta.el rey'Daüd, mien-
tras' Ios israelitas tratan de adaptaíse a su nueva
condición de campesinos v ciüdadanos e inven-
tan poco a poco úna formá de religión adaptada
a esta nueva condición.
verán a Dios.Experiencias dclorosas preparan los ojos iimpios que
5. JOSUE 5
tostado. '2 EI maná deió de caer el día antes.
en vista de oue va se álimentaban de los fru-
tos 4.1 país. Lo-s israelitas no tuvieron más
rnana: a partir de ese año se alimentaron de
los fn¡tos del país de Canaán.
'3 Estando'Josué cerca de Jericó, levantó
la vista y vio a un hombre de pie delante de
é1, con'una espada desenv'ainada en la
mano. Josué fue donde él y Ie dijo: r¿Estás
en favor nuestro o de nueStros enem)gos?,
¡4 Respondió: *Sov el íefe del eiércitb de
Yavé, 'y acabo de'llegár,. Entonées Josué
gayó con el rostro en tierra y se postró.
Luéoo le diio: *;Qué dice mi Señor a su ser-
vido"r?" '' El jefe- del ejército de Yavé respon-
dió a Josuéi ,,Quítaté la sandalia de tu'pie,
porque el luqar donde estás es un lugar
bantó,. Así lo Éizo Josué.
La toma de Jericó
[El ' I La ciudad de Jericó estaba
I v I cerrada por rniedo a los israelitas;
Ia habían cerrádo v nadie salía ni entra-
ba. 2
Yavé dUo a Josué: niMra! Pongo a
Jericó en tus manos con su rev v sus
mejores soldados. 3 Ustedes loi hom-
bres de querra van a dar una vuelta
completa a la ciudad v harán lo mismo
cadá día durante séis días. { Siete
sacerdotes llevarán las siete trompetas
de los iubileos delante del Arca. E[ sép-
ümo día darán siete vueltas a Ia ciuda'd,
Iuego los sacerdotes tocarán Ia trompe-
ta.. Cuando el sonido del cuemo'de
camero se prolongu€, todo el mundo
Ianzará el qiito cie
"quérra. Entonces se
derrumbará la muálla de la ciudad y
226
tocio el pueblo se lanzará al asalto, cada
uno pof el lugar que tenga al frente,.
u Josué, hijo d; Nun, reunió pues a lo.
sacerdotes y-les d,jo: *Llevarán 'el
Arca-ái
la Alianza, y siete'sacerdotes llevarán l;;
siete trombétas de los jubileos delante di]
Arca de Yávé.. ' Luego. volviéndose al pue.
blo, le dijo: *Pasen y den una vuelta com.
pleta_ a la ci-ud.qd; -los hombres armados
irán delante de Yavé,.
E Cuando Josué hubo hablado al pueblo
los siete sacerdotes que llevaban lás sieü
trompetas ,de. los jubi[eos delante de Yavé,
pasaron e hicieron sonar cada uno su trom.
beta; el Arca de la Alianza de Yavé iba
iletrás de ellos. e Los hombres arrnados iban
delante de los sacerdotes que tocaban la
trompeta, y la retaguardia caminaba detrás
del Arca.'Se avanzába al son de trompetai.
'0 Josué había dado al pueblo_ esta órden:
«¡No lancen el grito de gúerra! Que no se les
oiga. hasta cua-ndo les ?iga: ¡Griten! Entoñl
ces lanzarán el grito de guérra,.
tr El Arca de'la Alian-za caminó alrededor
de la ciudad. Dio una vuelta completa alre.
dedor de ella v lueqo reqresaron ál camDa.
mento donde pasalon llnoche. '2 Josud se
levantó muy-temprano y los sacerdotes
tomaron el Arca dé Yavé.
-'3
Los siete sacer.
dotes que llevaban las siete trompetas
delante'del Arca de Yavé se pusieron en
camino y tocaron la trompeta. Los hombres
armado-s iban delante de ellos y Ia reta-
quardia sequía al Arca de Yavé. Sa avanza-
5a al son de trompetas.
:4 EI sesundo día se dio de nuevo
una vueltá entera a Ia ciudad y luego
regresaron a[ campamento y asr se
hiá durante seis días El Ééptimo
' 6-1- Con la toma de Jericó empieza h con-
ouista- Jencó es hecho anatema. es iiecir. aoarta-
cio para Dios. El pueblo renuncia'a tocio bótíir. en-
tre§a ias cosas al tesoro cie Yavé !¡ mata a los
serEs üvos en vez de aciueñarye cie_lós anirnales y
reciucir a esciavitud a los hombres. Esta misma oá-
iabra, an_atema, pasará a significar que aiguien ile-
va ia'maidición'ie Dios (Ro"m 9,3). Esto É practi-
caba en varios pueblos:' aouí. ál
'destruir
tódo lo
que era canane§, Israel se lresenpbq de adoptar
ia cultura u ia reliqión materialista cie los @naneos.
El lecto? mocie-mo a veces se escancializa. ;Có-
mo puio Dios orcienar una guera así? Y Jdsúe,
¿córño. pe.nsó agraciar_a Dios-orcienancio rnaiar a
todos, inciuso a los niños?
Es necesaric. fi¡arge cuándo tuvo lugar dicha
ccnquista" v cuándo fue escriio el libro. '
^ ii coc,qúista two iugar en el siglo )«JI entes de
Ci'isio. Nds_crresta peñerrar,la mánia"idad de ega
éooca: en Canaan se cuemaba a los niños sacr:ii-
cancioios a jos ciioses rjaqanos: €n Asiria se ieso-
liaba.n vivios.a ios prisibnéros. israei conquiitó Pa-
iesiina a ¿a Íuerza. comc cuaiauier ruebib errante
aei munio. Dios'emtrezaba Ia eiucaclon ie su
pr.reblo; para ernpezai nc pcdia €sperar eLl€ ;:¿
estuviera educado. L-as üctorias =ngrientas fue
ron una etapa en el camino que conduj-o a la
conciencia nácional. En ese senrido no poáemos.
en nombre cie la. paz, ciespreciar a los héroes dé
las querras Dasacias.
f,or otra bane, el presente libro fue escrito en
ei sigio VII ántes de Cristo, en el pequeño reino
de fuciá. rocieacio-cie poderosos veLinós entre los
cuales iraiaba de so'or'eüvi¡ pacíficamente. Entorr-
ces se amplió er relato de lab victorias v matanzas
ciei pasadó (cornparar ai respecto 2 SqF", 12,31,
escrito por ü cohtemporané-o cie los hEchos,'v i
Crón 2q,3, escrito cuátro sigios má1 tarde); bi áu-
tcr oueria mosirar a sus conternporáneos que no
iebián temer. r¡a oue Dios esa'ü con eilo3. A*.
pues, cuando 3e dice: Yavé ordenó a iosué el
anaiema.. no deoemos. pensar en una intervención
espec:ai ae Dios íver cómentario cie Gén 16). Es-
ta§ iaiatras síolriiican soiamente que a, deciiir ei
anaieáa confo"r-:ne aia rnentaiidaci'de ese tiempo.
.,osué :?reservaba ia fe cie Israei. -EI -Er,aggeiio'nó
es aeáos §anie que la espa«¡a-cie iosue, nr me
nos 'iniuigeríte ccr.'¡yestr.c"s :ioios y miecics, Fyn
cuanco lecnaza .a vtciencta ¡,," pcr supu€sto. €i fa-
natsmc ce escs ;em,pos p'riñlitir',os.
227
Aia. cuando desPuntaba el alba, se
iiáion siete vueltas alrededor de la
.iJaaa. 16
A la séptima vez, cuando
lns sacerdotes toiaban la trompela,
iosué diio al pueblo; «¡Lañcen el qrlto
ñA;;ái iv;i¿lái é"fae¿tra ciuáad!
ti La ciudad con todo lo que hqy en ella
"erá Añdenada ai anatemá, en honor de
úávé. Sólo se salvará Rahab la prostituta con
t'oaoj bs au¿ estén con ella en 3u casa' '8 En
."uánto u üstedes,. cuídense de tomar lo que
ña sido condenado al anaterna, no sea qu.e
ljrtJáér misrnos se vuelvan anatema y atra.i-
áán la desgracia sobre el campamento de
fr;;bi. ''Tóáa la plata y todo el oro, todos los
áUj"to-t de.broncé y de-hierro serán qgns?gra'
áóílVavé e ingreáarán al tesoro de Yavé''
20 El pueblo lanzó entonces el grito
de gueira y resonó la trompeta- Ape-
nas oyo {t pr'léÉio
"i
aoriiao de^ tra
iiómpéta, lanzó el gran gr¡tg {g gue-
rra v'la muralla se derrumbÓ. tl Pue-
6k¡ ?ntró en la ciudad, cada uno Por
Át Iuoar que tenía al frente Y se aPo:
áeraíon de la ciudad- '' Siguiendo el
ánatema, se masacró a to?o lo q.ue
vivía en ia ciudad: hornbres y nluje-
;¿;;;inó.s v ni"i"a, incluso a fos búe-
ves. corderos y Durros.r 22'Josué diio a los dos hombres qqe
habían espiádo el país: nEntren en la
casa de la Drostituta Y saquen a esa
mujer co! iodo Io que le bertenece,
coriro se lo juraron,.
23 Los jóvenes que habían sido enviado
en reconocimientb entraron y sacaron a
nánü-a su padre, su madre.i sYs herma-
nás. cón toaás sus pertenenciás- Instalaron
á t-"aliá Íámilia fuéra del campamento de
lrráet. 'd Luego prendieron fuego a la ciu-
AáAy a tod6-ló qüe había- eñ ella. Pero
áéñdtiiaióñ
-en
ef tesoro de la Casa de
Váié-[á-piata, el oro como también loq
óUiLtot dá broÉce o de hierro. - Jqsqé d-"jó
coh vida a Rahab la prostituta. y a Ia tamtlta
áé ;ú páare con todb lo que lé pgrtenecía'
Eitá ná ,iviaó én Isráel hasta el üia 4q hgy'
porque ocultó a los espías quq J9s¡:é habia
bnvihdo Para que explbraran Jerico.---zs-
En eise mómentb Josué hizo este j.ura-
mente: *Maldiga Yqv-é al .que quiera
reconstruir esta ciudad. Pondrá sus cimlen-
iói a costa dá sü h,jo. mayor, instalará las
puertas a costa de su nuo lTlerlot»-
JOSUZ -7
27 Yavé estaba con Josué Y su fama se
extendió por todo el País.
Acán desobedece la leY del anatema
f;7l ' ' Los israeiitas cornetieron una grave
iJ) inficielidad a propósito del anatéma.
Acán, hiio de Carmí, ti¡o de Zabdi, hijo cie
Zerá, de-la tribu de Judá, tomó cosas. prohi-
bidas por e[ anatema, y estalló la cólera de
Yavé iontra los israelitas.
2 Desde Jericó, Josué envió hombres a
Aí. oue está al lado de Betaven, al este de
Bete'l. *Suban v exploren el terreno', les
diio. Esos hombres'fueron a reconocer la
cíudad de Aí. 3 A su regreso dijeron q
Josué: *No vale la pena móvilizar a todo ei
pueblo, basta que suban hasta Aí dos o
tres mii hombrés para conquistarla, Pero
no fatigues a todci el puebló, Porque sus
habitantes son muy Pocos-
o
Subieron más ó menos tres mil hombres
del oueblo. Dero los habitantes de Aí ics
rech'azaron. 5 La qente de Aí les mataron
como treinta y seilhombres y luego los per-
siouieron desile la puerta de la :iudad hasta
Sábar¡m. En la baiáda los masacraron- Presa
del miedo, el pue6lo se desanimó.
6 Entonces-Josué rasgó su roPa y estuvo
¡ostrado con el rostro en üerra ante el Arca
de Yavé hasta la tarde. El y los ancianos de
israel se echaron polvo
-en
sus cabezas,
' Josué diio entonós5; *¡Ay! iSeñor Yavéi
¡Para qué hiciste que este pueblo atravesa-
á el Jordán? ¿Fue acaso P.ara entregam.o:
en manos de los amoreos y hacernos morlrr
,Por oué no nos quedamos mejor al )trc
ádo dbl iordán? '' Señor, Israel ha vuelto ia
espalda írente a sus enemigos: ¿qué- puedo
Cecir ahora? e Los cananeos '¿r todos lcs
lrabitantes de este país lo van á saber, i'log
:ercarán -/ borrarári nuestro nombre de este
aaís. ¿Qúé vas a hacer por el honor cie tu
gran nbmbre?,
ro yavé respondió a Josué: «¡Levántatei
¿Por oué estái ahí tirado con el rostro en tie-
ha? "'Israel pecó, fue infiel a la Alianza que
Ie prescribí. Tomaron objetos prohibidos por
;l HáÉ*á,- ió;lóbardn, mintiergn y.los
escondieron-en el equipaje. 't Los israelitas
no oDondrán más re-si§tehcia a sus enemi-
áos.'darán vuelta la espalda frente a sus
ádvársarios, porque se vblvieron anatemas.
Ya no estaré más con ellos mientras no qui-
ten el anatema de entre ustedes-
'3 Pues bien, vas a santificar a los israeli-
tas. Les dirás: Santifiquense para mañana,
porque esto dice Yavé, el Dios de Israel: El
. 7 .1 Todo el botín fue hecho anatema' eq le-
cir- consaqrado a Dios. Que- sea quemado -o bten
áátJíii'J8'áñit t"rbrd att Sántuário, _es ofrecido
;YÑ¿:Ácñ ha robado a Dios y según la mane-
Iu'Já;iá-t*áile áá áse tiempo, ló robado se
wrelve maldición que se pega a él y ? su familia-
Tal vez este hechó debe traLemos retlexionar so-
bre lo sgrio-s que son nuestros compromisos
cuando decidimbs consagrar a Dios nuestro tiem-
po o nuestra persona.
6. JOSUET
anatema está en medio de ustedes, israeli-
tas, y ustedes- no opondrán resistencia a
sus enemroos hasta'que no havan ouitado
de entre üstedes el 'anatema. 14
Pbr eso
comparecerán mañana por tribus. La tribu
que 'retenqa Yavé comparecerá Dor fami-
lías, la fañilia que retenga Yavé cornpare-
cerá por casas, y tu casa"que retenga Yavé
comDarecerá pór cabezas. ¡5 El qüe hava
sido designadó será quemado en lá hogue-
ra con to-do Io gue lb pertenezca, porque
fue infiel a la AIiá nza dei Yavé y cometió'un
crimen en Israelr.
'ó Al día siguiente, Josué se levantó muy
de maciruaa-da e hizo oue comDareclera
Israel. Fue"retenida la tribu de Juüá. t' Hizo
comparecer las familias de Judá y fue rete-
nida-la familia de Zerá. Hizo que compare-
ciera la familia de Zerá por casas y fue
retenida la casa de Zabdi. 1s Hizo que com-
pareciera Ia casa de Zabdi por cábezas v
fue retenido Acán, hiio de Carmí, hiio dé
Zabdi, hiio de Zerá, de la tribu de Judá.
's Entohces Josué diio a Acán: *iDi la ver-
dad delante de Yavé, ét Dios de lbrael, hiio
mío! ¡Rindele homenaje! Dime Io que hiciste
v no me ocultes nadá,. 2o
Acán re'soondió a
Josué: *Es cierto, pequé contra Yavé, el
Dios de Israel, y estb fue lo que hice: 2' En
medio de los despoios vi un hermoso manto
de Chinear, doscientas piezas de plata y un
Iinqote de óro que pesaba cincuehta s¡élos.
CeZí a la tentaiión'v los tomé. Están ocul-
tos en el suelo, e! él centro de mi tienda y
Ia olata está debaior.
2 Josué mandó a dos hombres. Corrieron
a la' tienda: todo estaba en la tienda bien
escondido y la plata estaba debajo. a Lo
sacaron entónce§ de Ia tienda y Io llevaron a
donde estaba Josué con todo Israel. Y lo
deoositaron todo delante de Yavé.
2o
Josué v todo Israel tomaron a Acán. hiio
de Zerá, cdn Ia plata, el m.anto, el lingo[e de
cro,, los' hijos y las ti¡as de Acán juñto con
sus bueyeS, sus burros, sus oveias, su tienda
v todo lb oue le pertenecía. v lós llevaron al
íalle de Acbr. ' Entonces JoSué le diio: r;Por
qué atraiiste la desqracia sobre nósotios?
Que Y-avé, hoy día, tá traspase a ti la desgra-
cia,. Y todo ldrael io apedieó. Los quemaron
en la hoquera v los apédrearon. 6 Ércima de
Acán se"levanió un áran montón de oiedras
oue está allí todavía.-v Yavé se aDaciáuó del
árdor de su cólera.
'Por
eso, hasfa el"día de
hoy llaman a ese lugar: el valle de Acor.
Josué conquista Ai
fil ' Yavé drjo a Josué: .¡No temas ni ten-
leJ oas miedol Reúnetb con todos los
hcrnb-res de guerra y vayan a atacar a Aí.
Pues has de iaber {ue puse en tus manos
al rey de Ar y a su pueblo, su ciudad y su
territ'orio. t fratarás a Ai y a su rey i(¡ual
corno trataste a Jericó y a su rey, Dero
pecirán tomar el botín: sus despofos'y el
228
qanado. Prepara pues ahora una embosca-
da detrás de la ciüdad,.
3 Josué se levantó con todos los hombres
9". g.uerra, para atacar.a Aí; Josué eligió
treinta mil hombres, valientes guerreros. v
los envió de noche. ' Les dio "esta ordérí:
*Pónqanse en emboscada muy cerca de la
ciudád, detrás de ella. 5 Yo y tódo el pueblo
q.ue.está conmigo nos aproximaremós a la
c¡udad y cuando salgan a nuestro encuentro
como Ia otra yez,. emprenderemos Ia fuga.
6 Saldrán detrás de nosotros y los atraeie-
mos leios de Ia ciudad. Por<Íue pensarán
que hujmos de ellos como la'vez anterior.
7-
En ese momento saldrán ustedes de su
emboscada y ocuparán Ia ciudad , yd que
Yavé su Dio§ la pu'so en manos de ustedes.
E
Cuando se hayan apoderado de la ciudad.
Ie prenderán fuégo. ¡Estas son mis órdenes!,
e Lueqo -lcsué lcs despachó v se fueron a
la emboÉcada entre Betef y Aí, al oeste de Aí.
ro Josué se levantó muv temDrano v
pasó revista al pueblo. Luéqo, iünto coá
los ancianos de'lsrael, avanió hácia Aí, a
la cabeza del pueblo. " Todos los hombres
de guerra qug estaban con él subieron, se
acercaron ü lleqaron frente a Aí. Acampa-
ron al nort-e de-la ciudad. deiando de bor
rnedio el valle entre ellos y-Aí. ¡2 Joiué
tomó entonces cinco mil tíombres v los
puso en emboscada entre Betel v Aí. al
beste de Ia ciudad. '3 El pueblo había inéta-
lado su campamento al beste de Aí. Josué
pasó la noche con el pueblo.
La toma y desmantelamiento de Aí
'o Al ver esto. el rev de Aí se levantó muv
temprano y sát¡O c-on todo su pueblo át
enctientro dé Israel para atacarlo en Ia baiada
que lleva a la Arabá. No sabían que se h'abía
preparado contra ellos una emboscada
üetrás de la ciudad. '5 Josué y todo Israel se
deiaron vencer por ellos y se baüeron en reü-
rada por la ruta'del desie'rto. '6 Entonces toda
Ia gehte que estaba en la ciudad se,juntó
Dara Dersesuirlos: persisuieron a Josué v se
tleiarón lleüar leios'de la-ciudad. ¡' Por último
no quedó nadié más en Aí; todo el mundo
perseguía a Israel. Incluso habían dejado
ábiertá la ciudad cuando se lanzaron en per-
secución de Israel. -
'8 Yavé diio entonces a Josué: *Esqrime Ia
lanza que üénes en tu mano hacia Aí que te
Ia voy a entreqar en tus manosr. Jost'e ten-
dió lá lanza qúe tenía en la mano hácia ,la
ciudad, '' y apenas hubo hecho el gesto, los
gue estabán 'emboscados salieron ?el lúgar
donde se encontraban. Coiiieron, entrañon
en la ciudad y se la tomaron, luego prendie-
ron fuego a lá ciudad. ' v
20
Al darse vuelta, Ios hombres de Aí vie-
ron el hurno gue subía desde la ciudad al
cielo. No sabíah por dónde escapar, porque
ei pueblo que hásta ese momehto huía'al
cieÉierto, se volvía ahora contra elios y los
229
perseguía. " Josué y todo Israel habían visto
bue los que estaban emboscados se habían
áp.oderado de la ciudad, porque el humo
subía de- la ciudad. Regresaron pues y aplas-
taron a los hombres de Aí.2 Étos se topa-
ron con los israelitas por los dos lados, por-
oue los de la embosc-ada salían ahora de la
iiudad a su encuentro. Los masacraron sin
deiarles ni un sobreviviente ni un escaoado.
r Los israelitas capturaron vivo al rey dé ni y
se lo llevaron a Joiué.
¿
24
Israel acabó de masacrar a todos los
habitantes de Aí, a los que perseguía en el
campo o en el desiertoi todos murieron a
espada, hasta el úlümo. Lueqo Israel se vol,
vió contra Aí y pasó a cuchilló la ciudad. 25
El
total de los que cayeron ese dia, hombres y
mujeres, fue üe doie mil, todos habitantes dé
Aí. zo Josué no baió su mano que blandía la
lanza hasta que tbdos los habitantes de Aí
fueron condeñados al anatema. 27 Entonces
los israelitas tomaron Dosesión del qanado v
del botín de la ciudad tomo Yavé se" lo habíá
ordenado a Josué.
28 Josué quemó Aí y la convirtió en un
montón de ruinas para
-siempre,
como se la
ve todavía hov. a Hizo colqai de un árbol al
rey de Aí v allí lo deió ha"sta la tarde. A la
cáda del Éol Josué mandó que baiaran el
cadáver del árbol; lo pusieron á la en[rada de
la ciudad v echaron éncima un qran montón
de piedraíque se ven todavía hoi.
Josué renueva la Alianza en Siquem
o 3o
Josué levantó entonces en el monte
Ebal un altar en honor a Yavé, el Dios de
Israel. 3t Era un altar de piedras naturales
que no habían sido talladas por el hierro,
iomo Moisés, el servidor de Yavé, lo habíá
ordenado a
'los
israelitas, y como está
escrito en el Libro de la Lev óe Moisés. Se
dispusieron holocaustos-en el altar en
horior de Yavé v se ofrecieron sacrificios
de comunión. " Josué escribió allí en unas
piedras una copia de la l-ey que Moisés
había escrito en presencia de-los israelitas.
33
Todo Israel, con sus ancianos, sus escri-
bas y sus jueces, estaba allí formado a los
dos lados del fucá, mirando a los sacerdotes
levitas gue llevaban e[ fuca de la Alianza de
Yavé. El extraniero se mezclaba allí con el
hombre de ese Éaís. La rnitad estaba al lado
del monte Garizim v la otra mitad al lado del
monte Ebal, según la orden que Moisés, el
JOSUE 9
servidor de. Yavé, habia dado antes para la
bendición del pueblo de Israel.
34
Josué leyó todas las palabras de Ia
Ley, la bendición y Ia mátdición. como
está escrito en el Libro de la Ley. 35
Josué
leyó las instrucciones de Móisés, sin
exceptuar nada, en presencia de Ia comu-
nidad de Isra.el, €o presencia de lur muje-
r9s; de los niños y de los extranjeros q-ue
vrvran con ellos.
La astucia de los qabaonitas
para escapar a Ia áestrucción
tol ' Los reyes de la región más allá del
trt Jordán supieron todó eso. Inmediata-
mente, tanto en'la montaña como en el llano.
en la costa del Gran Mar como en los alrede-
dores del Líbano, los hititas, amoreos, cana-
neos, fereceos, jeveos y jebuseos 2
se reunie-
ron para atacar juntos a Josué y a Israel.
' Los habitantes de Gabaón sabían cómo
Josué había tratado a Jericó y a Aí. o v
decidieron recurrir a una astuciá. Tomároñ
provisiones para el viaje, pero pusieron en
sus burros sacos qastados, pelleíos de vino
raídos, reventado§ y parchatlos. s Se pusie-
ron en los pies san-dálias rotas y remenda-
das, se vistieron con ropas vieiás, y el pan
que. llevaban en sus alf,orjas eétabá duio y
se desmenuzaba.
t Se presentaron ante Josué en el camDa-
mento de Guilqal v esto fue lo que le corita-
ron a él y a lo§ hombres de lsra'el: *Venimos
de un páís_ Iejano, hagan pues alianza con
nosotrós,. ' Los homb-res de Israel resDon-
dieron a esos ieveos: *dY si ustedes üiven
cerca de nosoiros? ¿Cómo podríamos en
ese caso hacer una áhanza con ustedes?,
E Pero respondieron a Josué: .isomos tus
servidores!, Josué aqreqó: «iGluiénes son
ustedes y de dónde viéneñ?,
Y
e Respondieron: *La fama de Yavé, tu Dios,
nos movro a venir de un país muv leiano.
Oímos hablar de todo lo qúe hizo eñ Eáioto.
'0 de todo lo que hizo a los dos reves de'lod
amoreos al otró lado del Jordán, a Siión. rev de
Jesbón y- q_Og, rey de Basán que éstabañ en
Astarol " Lntonces nuestros ancianos v todos
los habitantes de nuestro, país nos dijeron: Jun-
tgn pr,ovisiones para el viáje y vayqri a verlos y
organles: Domos sus servtoores, hagan pues
alianza con nosotros. '2 Miren,'nue"stro pan
estaba caliente todavía cuando ló tomamos en
nuestras casas el día en que emprendimos el
' 8.30 ,'Qué siqnifica esta alianza celebrada en
Siquem? f-a- Biblñ nos presenta la historia anü-
quá de Israel en forma 'alqo ficticia cuando dice
§ue las doce tribus estuüelon en Egipto, salieron
cbn Moisés v lleoaron con él a Ia tTerra orometi-
da. Diversoí qnr"oos habían tomado oarte en la
salida de Eqip"to'(Ex 12.38)'. En PaleStina se les
juntaron otio's g,*por (33). Las tribus no eran un
pueblo homogéneo ni un grupo cerrado y no
Lonstituían todavía una nacjón organizadaí Sin
embargo, esas tribus de fuerza desigual forrnaban
un conjunto. Entre ellas predorninaban las de
Efraím y Manasés, pero, fosteriormente, se de-
sarrolló en el sur la iribu dé Judá. a Dartir'de erlr-
pos divgrsqs, en especial los calebitás (Jue titZ.
Núm 13,30) y los quenitas (Jue 1,16).
La alianza de Siquern pudo ser la ocasión en la
que.todos aceptaron la fe y los mandamientos re-
cibidos de Moisés.
7. JCSUE 9
viaie Dara venir a verlos, y ahora está seco y se
Ce§háce. '3 Estos peliejo§ de vino eran nuevos
cuando los llenar-rios, y ahora están rasgados.
Ñr;;uá ropu y.nuesúás sandalias están
-gasta-
ias Porque el viale luie largo'-
'''Loi hombies de Israel comPartieron
con ellos sus provisiones sin consultar al
cráculo de Yaüé. '5 Josué les dio la paz y
ilrmó con elios una alianza que les garanli-
zaba la v!da; ciqsPués de eso los jefes de la
CorTrunidad les hicieron un juramento.
'6 Pero tres días después de haber firmadc
esa alianza, suPieron gue esa gente era
vecina suya V gue vi'¿Ía cerca de ellos.
'i l-os israelita§ sé pusieron en camino y lle-
carcn a sus ciudades. Eran Gabaón, Carifá,
Eeei'ot v Quiriat-Yearim. 't Los israelitas no
los matáron porque los jefes de la comuni-
dad ies habían hécho un jurarnento en nom-
bre Cé Yavé, el Dios de Israel, Pe.ro toCa la
ccmunidad rnurnuro contra los letes-
ii Lcs iefes respondieron a la comunidad:
.Les hiclmos un'iuramento en ncmbre de
Yavé, el Dios de Israel: ahora -no podemos
Donerles la mano encima. 20 Actuemos,
|ues, con ellos de esta rnanera: los dej?re-
rncs con vtda para no atraer sobre nosotros
una desoracia, debido al juramento que les
hicimos:'' pgro serár¡ los-siervos de toda la
Ccñunicjad, partirán la leña e irán a buscar
ei aoua,. Eid decidieron los jefes.
oiJosué los reunió y les 4üo: «¿Por que los
mintieron? Dijeron que venian de muy lejos,
cuando en reálidad viven cerca de nosotros.
I Ustedes son ahora malditos, serán esclavos
Dara siempre, partirán leña y traerán agua
bara la Caba dei mi Dios,. zo
Le respondieron:
^-Nos habían dado a conocer las instrucciones
de Yavé tu Dios a Moisés, su servidor: Yavé les
dará todo el país pero ustedes exterminarán a
todos sus hábitahtes. Temimos mucho Por
nuestras vidas y Por eso actuamos de esa
manera. 5 Ahorá éstamos en tus manos, trá-
tanos como te parezca bueno y justo'- 5 Josué
no los entreqó'a los israelitas pára que fueran
masacrados] " Pero desde ese día debieron
oartir la leña e'ir a buscar el agua para la
tomunidad, para el altar de Yavé, en él lugar
que éste debia designar. Y todavía lo hacen--
El sol se detuvo sobre Gabaón
í'=-;ñt ' ' Adoni-Sed€c, rey de Jeru-
ir Ul salén, supo que
-Josué
se
había apoderádo de Aí'y que la había
230
condenado a! anatema: había tratado
a Aí v a su rev ccmo Io había hecho
ion Jericó v su rev. Supo también
qyg ios hab'itantes-de G'abaón, Que
vtvran en medio de los israelitás.
habían hecho la Daz con ellos, 2 y le
entró muchc mieido. Porque Gabáón
era una qran ciudad, como una capi-
tal real;-era más gtunde que Aí y
todos sus hombres"estaban entrena'-
dos. 3 Por eso Adoni-Sedec, rey de
ierusaién, rnandó a ciecir a Oharn,
rey de Hebrón, a Piream, rey de iar-
m'ut, a Jafia, rey de Laquis, y a
Debir, rey de Eglón: o
Suban hasta mi
I1'1I€vúc:1*: j :3'tlg:: a caba-
ón, porque fiizü rc¡ yao r-(ii, Jcsué y
los israelitasr.
5
Se reunieron pues los cinco reyes
de los amoreos y salieron de campa-
ña con toio su eiérciio: el rey de
Jerusalén, el rey dé Hebrón, ei reíy de
iarmut, ei rey de Laquis y el rei de
Eglón.'Acamparon fr'ente' a Ga6aón
páa atacar la^ ciudad.' 6 La oente de Gabaón mandó a avi-
sar a Josué en ei campamento de
Cuilgal: nNo niegl¡es tu áuxilio a tus
servídores, apre§úrate en subir hasta
nosotros, poique todos los reyes de
los arnoreós que viven en la montaña
se aliaron en contra nuestra. Ven
Dues a librarnos v salvarnos».7 Subió
bues Josué desdé Guilqal. v iunto con
ét toaos los hombres aé gueira, todos
los valientes guerreros. r Yavé dijo a
Josué: nNo temas, los he puesto en
tus manog, y nadie ppdrá resistirte,.
e Josué los atacó Dor sorpresa,
porgue había subido desde Guilgai
durahte la noche. 'o Yavé les provotó
el desastre ante Israel y les infligió
una gran derrota en Cabaón. Joslué
los pérsiguió por el camino que sube
a gét-Ho"rón ü los acosó hasfa Azecá
y Maquedá.
-
f- It Mientras huían ante Israel, Yavé
231
lanzó de lo alto del cielo como qran-
des piedras cuando aic anzabán la
bajada cje Bet-Horón, hasta Azecá.
Múrieron qolpeados. Los sue murie-
rol por Iás fiedras de hiélo iueron
más numerosos que Ios que cayeron
bajo Ia espada de'los israélitas.
tz Ese día en que Yavé puso al
Amoreo en las mános de los israeli-
tas, Josué se volvió hacia Yavé v
exclarnó delante de todo Israel : '
«¡Detente, sol, sobre Gabaón!
,Ujl,
,0, luna, sobre el valle de Aya-
13
Y el sol se detuvo y la luna se
quedó inmóvil hasta que el pueblo se
liubo venqado de sus enemiqos. ; No
está eso e"scrito en el Libro dél .¡u§to?
EI sol se detuvo en medio del cielo v se
demoró en ponerse durante casi tbdo
un día. ¡4 Nó ha habido otro día como
ése, ni antes ni después, en que Yavé
haya escuchado la voz de un hombre.
Esé dia Yavé combatió por Israel.
'' D"§pués Josué y todo Israel regre-
saron al campamentb, en Cuilgal.
*'
16
Ahora bien, los cinco reyes gue
iTabían huido se escondieroh en' la
cueva de Maquedá. t7 Se lo comuni-
caron a Josué: «iHallaron a los cinco
reyes! Están escbndidos en la cueva
dé.Maquedáu. 18
Josué dijo: nHagan
roda.r giandes piedras hasia la enira-
da dela cueva y ponsan al lado de
ella hombres de i¡üardía. re Pero uste-
des no se detenÉan, persiqan a sus
enemisos, córtenTes ia retiráda: imoí-
danles sue llequen a su ciudaá. oór-
que Yaüé, elDios de ustede é,' los
PUSO en SUS ITIdIIOS».
zo
Josué y los israelitas terminaron
de masacrárlos y de exterminarlos;
só.lo algunos escapados lograron llegai
a las cíudades fortif¡cadasl'' Entonóes
todo el Dueblo reqresó sin pelioro
donde Jcisué, €D Máque dá; nadie rñas
en adelante se atrévió a levantar
siquiera un dedo contra los israelitas.
?2
Josué diio: nAbran la entrada de
la cueva y tiáig.anme a esos cinco
reyes; sáquenlos de la cueva ».
23
Sacaron pues de Ia cueva a los
cinco rgyesí al rey de Jerusalén, al
rey de Hebrón, al'rey de Jarrnut, al
rey de Laquié v al-rev de Eolón.24
Cuancio'los hubieron sac"ado,
JOSUE 10
J9:y" dLlo ? Igr, jeies 9p glrerra que
naDran comDauoo con el: «AcerqueT_
se y pongan su pie.en. la nuca cie
eSOS f€/eS». >e aproxtmarOn y puSie-
ron su pie en la nuca dé éllos.E Josué íes diio: nNo teman ni tenoan
pigdo, seari valigntes y !qngt'un
ínimo,, porque así trat.ará YavÉ a
todos los enernigos con los que ten-
qan gus pelear,. 26 Después de eso,
Josué les dio rnuerte. Los colqarori,
en cinco árboles y allí quedaroñ col-
gados hasta Ia taide. 2' Al ponerse el
5ol, Josué ordenó que los baiaran de
Ios árboles. Los echaron en fa cueva
donde se habían escondido y cerra-
ron la entrada de la cueva con oran-
des piedras que se encuentrañ allí
hastá el día de hoy.
Josué ernprende la conquista
del sur del país
28
Ese mismo día Josué se apoderó de
Maquedá y pasó a cuchillo a toda Ia ciu-
dad. Lanzó el anatema sobre la ciudad y
todos sus h.abitantes y. ng.dejó essapar á
nadie. Trató al rey de Maeueda como
habia tratado al rey ile Jericó.'
B En seguida, Josué y todo Israel con él
p.asa,rqp. de,Maqug dá- a Libna a la que
atacó. r Yavé pu§o la ciudad y a su rev en
manos de Israél. La pasó a ci¡chillo córno
también a todos sus habitantes, sin dejar
gssgpar a nadie, y.trató a su rey como
había tratado al rey de Jericó.
3i Josué y todo Israel con él pasaron de
Libna a Laquis. Instaló su campamento
frente a Ia ciüdad y la atacó. ,, Yaüé puso-á
Laquis en manos de Israel. Se apoderó dá
ella al segundo día y Ia pasó á cuchillo,
como también a todos sus habitantes-
igual como lo había hecho con Libna.3t Entonces Horam,-rey de Gazer, lleqó
ppra socorrer a Laquis, pero Josué venóó
al,rey.y. a.su pueblo y no dejó ningún
soDrevtvrente.
.
I.Josqé, a Ia cabeza de todo Israel, pasó
de Laquis 1 Eglón. Instalaron su carirpa-
mento frente a la ciudad y la atacaron.35
Se apoderaron de ella ese'm¡smo dia v Iá
pasaron a cuchillo. Ese día Josué lanzé el
anatema sobre todos los habitantes como
había hecho con Laquis.
.
*Jglué, a la cabeza de todo Israel, subió
de EglQn q Hebrón y la atacó. 3, Se ápode-
raron de ella; pasaron a cuchillo la ciudad,
s.u rsy, todas las ciudades que dependíad
Ce. Él y.a todos sus habitantes, iomo lo
habían hecho cgn Eglón, 9in (ejár un solo
sobreviviente. Josuí concienó át anatema
la ciudad y sus habitantes.
bastant e Dreo-
cie la ietia to-
8. JOSUE 1O
38
Josué, a la cabeza de todo lsrael, s€
dirioió hacia Debir para atacarla. 3t Se apo-
deró de la ciudad, de su rey y de todas'las
ciudades que dependían dé é1. Las pasó a
cuchillo y lanzó él anatema sobre toüos los
habitantés, sin dejar un solo sobreviviente.
Trató a Debir y a su rey como había trata-
do a Hebrón y como habia tratado a Ubna
y a su rey.
40-
De ese modo castiqó Josué.a toda Ia
región y a sus reyes: Ia rñontaña, el Negueb,
iaí ttaríuras v las lomas. No deió so5revi-
vientes, sind que lanzó el anatÉ:ma sobre
todo ser viviente como lo había ordenado
Yavé, el Dios de Israel. o' Josué los derrotó
desdé Cadés-Bamé hasta Gaza v desde el
ierritorio de Coser hasta Gabaón. l' Josué se
adueñó de un solo golpe de todos esos
reyes y de sus territorios, porgue Yavé, el
Dibs cié Israel, combatía por Israbl.
43 Entonces Josué y todo Israel con é1,
regresaron al campamento de Cuilgal.
Josué emprende la conquista
de Ia parté norte del paí3
¡-í-Tl ' ' Cuando Jabín., rey de Hasor supo
¡ r r I todo eso, mando mensale a Jobáb,
rey de Merom, al rey de Simróñ, al rey dé
Aésaf ' v a los reye§ que viven én Ia ráon-
tañas dél norte, eín la planicie de Quinerot
ai sur, en la planicie y en las lomas de Dor
al oeste. 3 Los cananeos estaban al este v
al oeste: los amoreos, los hititas, los ferel
ceos y los jebuseos, €o la montaña; los
ieveo§ al pié del Hermón, en el territorirc de
Misoá. o Salieron de campaña con todos
sus'eiércitos, era un puebfo tan numeroso
como la arena de la orilla del mar, con una
¡'nultitud de caballos y carros. 5
Todos esos
íeves se reunieron y acamDaron cerca de
laá aguas de Merom para atácar a Israel.
5 Pero Yavé drjo a Josué: *No les temas,
Doroue mañana a esta hora los entreoaré
heriüos de muerte a Israel. Cortarás"los
jarretes de sus caballos y echarás.al fuego
sus c?rros». 7 Josué y tódos sus hombrés
rie ouerra los atacaron Dor sorDresa en las
agu"as de Merom; se áUalaniaron sobre
elfos. a Yavé los puso en las rnanos de Is-
rael. ouien los aplastó y los persiquió hasta
Sidén'la Crandei y has[a las'aquás de Mis-
refot y el valle de-Mispá, al esté. Los derro-
taron- de tal manera gue no hubo un solo
sobreviviente. e Josué'los trató como se lo
había dicho Yavé: les cortó los iarretes a
ios caballos y echó al fuego los cárros.
'o En ese tiempo, Josué regresó y se apo-
cieró de Hasor, fues Hasor éra enionceé ta
232
capital de todos esos reinos. Josué acuchi-
lló- a su rey. I I Condenaron al anatema y
pasaron a hlo de espada a todos los seres
vivientes que allí estaban; no se dejó a
nadie con vida en Hasor, a la gue se inten-
dió. '2 Josué se adueñó de todai esas ciuda-
des y de todos sus reyes. Lanzó sobre ellos
el anatema y los pasó a cuchillo como Moi-
sés, el serviáor dé Yavé, lo había ordenado.
'3 Pero Israel no quemó ninquna de las ciu-
dades edificadas en las cólinas, excepto
Hasor, a la gue Josué incendió. 'o Los israe-
litas se apoileraron de todo el botín, pero
pasaron a cuchillo a toda Ia población h'asta
exterminarla comDletamehte: no quedó
nadie. 15
Josué lleVó a cabo todo ló que
Yavé había ordenado a Moisés su servidor.
y sue Moisés había transmitido a Josué. No
3e blvidó de nada de todo lo que Yavé había
ordenado a i"ioisés
16 De ese modo se apoderó Josué de
todo el país: de Ia moñtaña, de todo el
Negueb,-de ia región de Gosén, cje la plani-
cief de [a Arabá,"4" la montañá de Isiael y
de sus llanuras, t7 desde el cerro peladó
que se ve al lado de Seir hasta Baal Gad
ein el valle del Líbano al pie del Hermón.
Capturó a todos los reyes. v les dio muer-
te. 'E Durante largos dÍás Jósué luchó con-
tra todos esos reves: 's ninquna de esas
ciudades hizo la'Daz con lós israelitas.2o Yavé les dio ánimo a todos Dara que
hicieran la guerra a Israel, con el fin de que
iueran con§aqrados en anatema v destrui-
dos sin miséricordia, como Yávé se lo
había ordenado a Moisés
2t En ese tiernpo, Josué volvió para
exterminar a los ánaguim de la moniaña,
de Hebrón, de Debii, de Anab, en una
palabra, de toda la montaña de Judá y de
ioda la montaña de Israel: los condenó al
anatema iunto con sus ciudades. 22 No
quedó un solo anaquim en el territorio de
lós israelitas, exceptb e.n ga?a, er-r Ga-t y gn
Azoto. x Josué se apoderó de todo el óaís,
tal como Yavé se lo había dicho a Moisés,
v lo distribuvó entre las tribus de Israel
bara que fueíra su herencia. Entonces el
país déscansó de la guerra.
233
valle, la mitad de Galaad hasta el torrente
óe Yaboc que marca la frontera con los
Arnonitas, ' la Arabá hasta el mar de eui-
nerot al este y el mar de la Arabá o el Mar
Salado al este, €R dirección a Bet-ha-Jesi-
rnot, y al sur las primeras cuestas del Pisoa.' I Og, rey de Basán, uno de los últim"os
refaím, residía en Astarot y en Edrei. 5 Su
reino comeRzaba en el mónte Hermón en
Salca; comprendía todo el Basán hasta Ia
írontera con los Guesuritas y los tvlaacati-
tas, y la mitad de Galaad hasta la frontera
coll SU.on,.rey de Hesbón. 6 Moisés, el ser-
vidor de Yavé, y los israelitas los'habían
vencido y Moisés había dado la posesión
de ese territorio a la tribu de Rubéñ, a la de
Aad y a la media tribu de Manasés.
7 Esta es la lista de los. reyes del país a
los que Josué y los israelita3 derrotáron a
este lado -del Jórdán, al oeste, desde Baal
Gad, en el valle del Ubano, hasta el monte
?elé que se levantaba al Iado de Seir.
Josué distribuyó sus tierras y se las dio en
herencia a las-tribus de Israel, t ya fuera en
la Tgntaña o en las tierra bájas, en la
Ara-bá o en los _lomajes regados, en el
desierto o en el Neguéb, entie los
'hititas,
lcs amoreos, Igs- cananeos, los fereceos,
lcs ieveos y los iebuseos:
'Al rey áe Jeiicó,
al rey de Aí, al lado de Betel;
JOSUE 13
'o al rey de Jerusalén.
al rey ile Hebrón;
" al iey de Jarmüt,
al rey de Laouis:
'2 al íey de Églóñ,
al rey áe Gue"zer;
'3 al íev de Debii.
al rey áe Guederi
'0. al íey de Jormá,
al rey áe Arad;
'5 al iey de Libna,
ql rey áe Adulam;
'6 al íev de Maouédá.
al rey áe Betel;' '
" al íev de Taóúa.
al rey áe Jefei;
'8 al íey de Afec,
ql rey de Sarón;
'e al iey de Meróm,
al rey de Jasor;
20.
al íey de Sim'erón-Merón,
al rey de Acsaf;
2'-
al íey de Tanác,
al rev áe Meoido:'
2.al íey de C"adéó,
al rey áe,Jo^cneam,.al pie del Carmelo;u,ul rey de Dor, en los'loryaj-es de Dor,
gl rgy de.lalnaciones en Gálilea;zo
al iey de Tirsa.
En total treintaiún reyes.
EIYiIREtAS DOCETRIBUSREPARTICION DE l-,/.TIERRA
flal I Estos son-los reves a los oue ven-
I r 4l cieron los israelitás al otro lado del
Jordán, al este, desde el torrente de Arnón
hasta el monte'Hermón, con toda la hrabá
al este (lsrael se había apoderado de sus
territorios)
t S,jón,_rey de los amoreos, que vivía en
Jesbón. Su
-reino
comen zabá én Aroer, a
orillas del Amón; comprendía el fondo del
Josué reparte el territorio de Canaán
[ñl' t Josué había vivido ya muchos
EJ días y tenia mucha edad cuando
Yavé le dijo:-.Te has vuelto_ viejo, tienes ya
mucha edád y todavía queda uñ vasto teÉi-
torio por conquistar. 2 Esto es lo gue falta:
todos los territorios de los filisieos, todo el
territorio de los guesuritas, 3 desdé ei Si¡oi
frente a Egipto hásta la frontera de Ecrón'al
norte, al que se lo considera como el terri-
torio de lo-s cananeos. (Los cinco pequeños
reinos filisteos son: Gaia, Asdod, Asquelón.
Cat y Ecrón y los avitas están o al sur).
l-pegg todo el-país de los cananeos, desde
¡vleará, qug pertenece a Sidón, hastá Afeca
y hasta e.t territorio de los amoreos; 5 el
territorio de los guiblitas con todo el Ubano
aJ este, desde Baal-Cad al pie del monte
Hermón, hasta la entrada a Jármut.6 A todos los habitantes de la montaña,
desde el Líbano hasta las aguas de Misre-
{ot y,u todos los sidonios, lgs. expulsaré
ante los israelitas y tú no tendrás mas qra
repartir el p-aís cómo herencia entre ló;israelitas, tal como te Io ordené. , Ahó;á
pues reparte este país- para que sea Ia
nerencra de ¡as nueve tribus y de la media
tribu de Manasés. Tú se Io darás aesaJll
Jordán hasta el Gran Mar al oeste: el- Grañ
Mar será su frontera,.
8 Moisés había dado ya su herencia al
otro lado del -Jor(án, ál este, a la-ótü
media tribu de Manasés, a lá trib, a;Rubén y ? la de Gad. Esto fue Io qué ¡to¡l
sés servidor de Yavé les había dadó enton-
ces como territorio: s d_esde Aroer, en el
curso del A*Q.n, la cjudad que está en ;ifondo del va!e-,-todq la nieseta aáIad
Medba hasta Dibón; to todas las ciuáááés
f,.§,Jón hasta la frontera con los arnoreos;
" Galaq9 V el territorig de los Guesuritai ide los Maacatitas, toda la cadena monta--
. I 1 .1 En el capítulo 1 1 se describe Ia campa-
ña de Josué en ei no¡te cie Palqstina. Allí to;nó
,iasor. cue rnerecia ser llamacia una ciudad eran-
ie ccÁ lus 40.000 habitantes. Quedamos cón la
impresión de que conguistó todo el país. Sin em-
l:aigo, los capítulos 13-19 rnuestran'que cada tri-
Du tuvo después que conquistar su sector, en una
serie de actuacionés partiCulares.
. 13.1 Josué reparte entre las doce tribus la
derra prornetida.
Entie los nóma{as,.los hombres de cada tribu
pretenciían ser todo-s la descenciencia dát Tuñaá:
ior de Ia inbu, un..hombre p-restigioso ciel pu*-
do, cuyo nombre llevaban. Ya qüe los iJiaE[tJs
:9 du9l,r pot descendientes de Jacob-lsrael, cada
una de las doce tribus se c.onsiderabJ ¿ó.dl;ciesc-endencia de uno de los huo-a?¿l.-untepas.-
do_Jacob., .d"j gue .había ráéiúdó il ñ;ñ6ñ.En realrcract las doce eran trece. Basta con
ccmparar ia lista de los hijos cie Jac"b;-(G¿;
9. JOSUE 13
ñosa del Hermón, todo el Basán hasta
Saica; '' y en el Basán, todo el territorio de
Oo. oue reinaba en Astarot v en Edrei v
cüe íue el último sobrevivíente de lo's
r'eiaim. Moisés había vencido v aniquilado
a estos reyes. '3 Sin embargo, Ios isr'aelitas
no arrasaron ni a los queiuiitas ni a los
maacatitas, pot eso Cu-esu y Maaca exis-
ten hasta ei üía de hoy en medio de Israel,
'o A la única tribu a Iá que no se le dio su
parte de herencia fue la'tribu de Leví, po.r-
qre Yavé, Dios de Israel, es su herencia
iomo él se lo dijo.
EI territorio atribuido a Rubén, Gad
y a la media tribu de Manasés
t5 Moisés había hecho el reparto entre los
clanes de la tribu de Rubén. '6 Este es el terri-
torio gue recibieron: desde Aroer, en el curso
del Arirón, la ciudad que está en el fondo del
valle, toda la meseta hasta Medba; '' Hesbón
con todas las ciudades gue están en la mese-
ta: Dibón, Barnot-Baál, Bet-Baal-Meón,
't Yahas, Cedemot, Mefaat, '' Quiriatayim,
Sibma v Seretasahar en la montaña de la
Arabá; á Bet Peor, las pendientes regadas del
Pisga,'Betajesimo.t, '' tódas las ciuda?es de la
meseta v todo el reino de Siión. rev de los
amoreoé.(Había sido derrotado'poí Moisés
iunto cori los príncipes de Madián: Evi,
kequem, Sur, Hirr y Réba, que eran súbditos
de Si¡ón v oue vivíán en esa§ üerras. 22
EI adi-
vino Baláarh, hUo de Peor, formaba parte de
los oue habían sido pasados a cuchilto). B La
iront'era de Rubrén eia pues el Jordán v todo
su territorio. Esa era la herencia de los tlanes
de Rubén con sus ciudades y sus aldeas.
2o
Moisés había hecho el reparto entre los
clanes de la tribu de Gad. 25
Este es el terri-
torio gue recibieron: Yazer y todas las ciu-
dades'de Caiaad, la mitad del territorio de
los amoreos hasta Aroer, que está frente a
Raba, 26 desde Hesbón hásta Ramat-ha-
Misoé v Betonim. a partir de Maianavim
hasia el territorio áe [o-Debar, en'el válle:
27 Betaram, Betnimra, Sucot,
'Safón
(todo
eso era la sequnda mitad del reino de
Sijón, rey de l-[ésbón), el Jordán y el terri-
234
torio que se extiencie hasta ei mar de Qui.
neret,'en la ribera este del Jordán. -
2E
Esa era la herencia de los clanes de
Cad, con sus ciudades y sus aldeas.
2s
Moisés había hechó el reparto- entre los
clanes de la media tribu de Manasés.
rc Este es el territorio que recibieron: a par.
tir de Maianaim, todb el Basán, todb el
reino de Oq, rey de Basán, todas las tien-
das de cam-óañá de Yaír en Basán; en total
sesenta ciudades. -1! Los hiios de Maquir'
hijo <ie Manasés, recibieron Ia mitad d.i
Cálaad con Astarot y Edrei, las capitalei
de Og de Basán. Tal fue el territorio de los
clanes de Maquir.
32
Esa era lá herencia que había reparti.
do Moisés en las estepas'de Moab, al otro
lado ciel Jordán, al e§te de Jericó. 13
Pero
Moisés no le dio su parte de herencia a la
tribu de Leví, porque Y'ayg, ei Dios de Isra-
el, es su heren-cia óomo él se lo dijo.
lñ ' Esta es la herencia de los israelitas
lr-?l en el territorio de Canaán. Esto fue
lo que les dieron en herencia el sacerdote
Eleázar, Josué, hijo de Nun, y los jefes de
los clanes y de ks tribus dé Israel. ¿
El
reparto se hizo por sorteo, como Yavé lo
ha-bía ordenado bor boca de Moisés, entre
nueve tribus y inedia, 3 pues Moisés va
había dado su herencia'a dos tribuí v
media al otro lado del Jordán. o No habíá
incluido en el reparto a los levitas, pero en
cambio los hiios de José formaban
-dos
tri-
bus: Manaséí y Efraín. Los levitas no reci-
bieron más qué las ciudades donde vivían,
con las tierrás gue las rodeaban, para su§
qanados y sus iultivos. 5 Los israeiitas se
íepartieroh el país ateniénciose a ia orden
qúe Yavé habíá dacio a Moisés.
La parte de Caleb
6 Los hiios de Judá fueron a ver a Josué
en Guiloal v Caleb. hiio de Jefoné, el que-
niceo, lé dijo: *Tú éabés lo que Yavé dijo a
Moisés, el iiombre de Dios, r'especto a *i v
a t¡ cuando estábamos en Cadés-Barneí.
' Tenía entonces cuarenta años cuando
Moisés, el servidor de Yavé, ffie mandó
desde Cadés-Barne a explorar el territorio
35.23). v la de las doce tribus en el presente li-
bro. Lá nómina concuerda en Rubéñ, Simeón,
Judá. lsacar, Zabulón. Dan. Neftalí. Gad. Aser v
Beniámín. En cambio. los nhiios de'José,' formañ
dos'tribus, Efraím y'Manasés (Jos L6,4), eu€,
añadidas a la de Let¡í, dan la cifra de trece. Pero
esta ultima estaba forrnada por farnilias tradicio-
nalmente dedicadas al culto.' No tenían territorio
oropio (Jos 21.10). de manera oue Dara la repar-
iición de restáble cerá la cifra'de'doce tri6us.
I - reoartición se hace echando suertes: así se
enseña oue la Tierra Prometida es un don de
Diqg.(el Sal 16 usa la misma imagen). Cada uno
recibió una parte que no escogió , que ahora de-
be conquistar Dara hacerla suva. Estc ,i8r," valor
de eiemblot cada cual ha reci6ido cie Dios su Dar-
te eá la'vida- Debe aceptar lo que es, V a la'vez
conquistar su destino.
Eri toda la Biblia será impóriante la noción de
herencia. EI hombre aisladó no existe, sino que
tiene antepasados v es solidario de una triór¡.
Más aún, iá existenéia del indiüciuo, como la cie
su puebio. es asequrada oor la herencia inaiiena-
ble'que há recibido de süs padres. Son nociones
esen'ciales oue han sicio üolacias por los imperia-
lismos contbmporáñeos. i,Cuánto3. pueblos !a no
son dueños da su tierra . de sus minerales, cie ios
bosques y de las cosechas de su tierra!
l-I
235
v vo Ie di mi informe con toda sinceridad.
i ñiientras mis hermanos que habían subi-
do conrnigo desalentabaL al pgeblo, yo
áermanec[fiel a Yavé mi Dios. ' Por é§o,
[loisés hizo ese día este juramento: La tie-
rra que ha. pisado. tu pie
-será
tu herencia y
ta de tus descendientes para siempre, por-
áue seguiste fielmente a Yavé mi Dios.. '
-¡
'c Hace cuarenta y cinco años que Yavé
dtrigió esta palabra a Moisés cuando Israei
carñinaba pbr el desierto,. y -Yavé me con-
servó qon vida,. como lo.había _prometldo.
Ahora tengo ochelta y cinco años, ', pero
todavia estoy tan firm.e como el día en que
lloisés me envió. Me sientc ahora con
tanta tuerza como antes, yasea para pele-
ar ccrTlo Para ir y venir. P Dame pues esa
montaña de Ia que habió Yavé esé día. Tú
mismo lo escuchaste entonces: allí están
los anaquirn en sus ciudades erandes y
iórtificadbs, pero- ¡ojalá que Yavé"esté con'-
miqo! Y los eixpul§aié como Yavé lo diio.
,r Josué berid[o a Caleb. hijo de Jeifoné,
v ie dio como h-erencia Hebrón. '1 Por esó
Hebrón ha formado parte, hasta el día de
hoy, de la herencia de Caleb, hiio de Jefo-
né-el quenisita, porque habÍa séquido fiel-
mente-a Yavé, e'l Diós de Israel.''t Hebrón
se ilamaba antes Quiriat-Arba (esa Arba
era el hombre famoso de los anáquim); y
con esto el país descansó de las guerras.
Los lÍmites de las tribus de Judá
fiEI ' Los clanes de la tribu de Judá reci-
I r
" ! bieron .po_r sorteo un territorio que
lleqaba hasta l'a frontera de Edom v oue se
exfendía desde ei desierto de Sín hasta
Cadés por el sur. ' La frontera meridional
partía de la extremidad del Mar Salado, de
la iengua de tierra que mira al sur, 3
se pro-
longaba por el sur de Ia subida de'los
Escorpiones, atravesaba Sin, subía al sur
de Ca-dés-Barne; pasaba luego por Jesrón,
subía hasta Addai y volvía e:ntcjnces haciá
Carca. i Luggo 1á frontera pasaba por
Asmón, Ilegabá al torrente de- Egipto y ter-
minaba enél Mar. Esa era Ia froñt'era Íneri-
dional. 5 El Mar Salado, hasta la desembo-
cadura del Jordán, constituía la frontera
orienta l. Por el norte , gdrtía la frontera
cjesde el goifete, €ñ la désembocadura del
jordán. rLa irontera subía lueqo a Bet-
Hogla, pasaba por el norte de- Bet-ha-
Arabá y se prolonqaba hasta la Roca de
Bohán
-(Bohán
erá hiio de Rubén). 7 La
írontera'seguía luego á Debir, por ét vaile
cje Acor y s.ubia pgf el norte a Cuilgal, fren-
ie a Ia -subicia'de
Adumim. al"súr ciel
Tcrrente. l-a fronlera pasaba ciespués por
tas fuentes cie En-Chemecii y de Én-
i,osqgj; ,' subía luego pol ei b.a(ranco de
{,e?-filngn, pasenco pcr ei sur ciei territorio
.:le :cs ;ei:usecs i es iiécir, ien.saiér-^i, lueEo
tr::al+¡;ir- ?cr le c,-:l,,i:le ce :z mcl,-tañ.a
JOSUE 15
que está frente al barranco de Hinom al
oepte, eñ el extremo de la llanura de los
refairn p. or el norte. e Entonces la frcñt;;;
descendía de la cumbre de ia montaña a!
nnanantial de Neftoa. lueqo se diriqía a laJ
ciudades que están en ef cerro efiOn ,';;voivía en dirección a Baala (es decir, óui_
riat-Yearim). ''o De Baala, Ia Irontera conti-
nuaba al oeste hasta el ¡-nonte Seir. se Dro-
longaba p9r la.penciiente del monte yéáriñ
en direccion ql no(e (es decir euesalón).
pasaba .por Bet-Chemech, atravesab'á
Éfrxi'niriv,J?t"?,i,:ñ:¿ j-i'.tñ'91.1:'¡:ga
ba Dor la montaña de .Baal, y lueqo por
Yabuei. La fronte?á teim,naba
"n "iiiár.t"''2 El cran /4qr constituía la frontera ccciden-
tal. Esa era la frontera de los clanes de Juáá.--
'3 A Caieb, hijo de Jefoné, se Ie entrácó
su pa+e en medio de la tribu de Jucjá, áe .
acuerdo a la orden de Yavé a Josué: óui-
riat-Arbá, Ia ciudad del pacire de Anac (áue
ahora es Hebrón). ,o Cafeb expulsó de állia
loi tres hijos de'Anac. 15
Desde allÍ lievo á
cabo una campaña contra los habitantes de
Pu-bii (9q'res'Debir se liamaba Oü¡r¡a1_
Seter). 'o Entonces Caleb exciamó: *:AI oue
atague,Quiriat-.S.aier.y se apodere de ella,
te oare a ml hua Acsa corno esposa!n
: 9loniel, hijo áe Quen d,z, nérmáno áe
Caleb, se tomó la ciudad, y'Caleb lé a¡Já
su h¡jq Acsa como esposal ,t Cuando está
lleg.o donde su marido, éste Ie aconsejó que
pidiera a supqdle.un campo. Salts nr"s'.de
:1, !," i!'*[ §?]; 3, ¿: r,i?ri*'s' # ?ff"Í' i";
que me has mandadci al Nequeb, dam'e'aJ
menos un manantial!, Y le dío las Fuentes
de Arriba y las Fuentes de Abaio. , Esá fué
Ia posesión de los clanes de Juilá.
Usta de las ciudades de Ia tribu de Judá
2t Estas_eran las ciudades al sur del terri-
torio de Judá; al lado de la frontera con
Fdgq, en Sl Nequeb: Cabsel, AIgd, Jagur,2'-
Quin?., _Dj!nóñ, Ar_oe,r, ,, CadéJ, Jasor-
Jituán, 2o
Zif , Telem, Balot, E Jasor-Jaáaia.
Queriot-Hesrón (es decir, Jasor). ,. Ámá*:
§u-S,. Meglqda', u^Ja.sq¡r-Gadá, Heimón,
Bet-Pelet, 2E
Jasar-Sual, Bersabé.v sus Das-
ti.zales, o
Fugll ljim, Esen, rc Eltólad, éué-
sil, {g[*É, '' Siciuelag, Madmana, Saniá-
fid, -3' Lebaot, Síljim,-Ajín y Rimmón, en
rr En las tierrls baj?s:
-Estaol,
Sorea,
#rff;*
"
i itt i¿ #'"gs:¿:iH : x;
=::
nn i
Aciitaim, J-a-Cuedera y Guederotaiimi
catcrce ciudades y sus aícieas.
§"?á!,, ACaéa. ,q4igoa!oat, rB Dileán,
.iH'SEi
; J:,*'r ;:a;ifl:',, ¿i::11;i %1?,
Jagón, liaarha 1, .'4aqueda: ciecise:s i:udá-
í.eg ;' 3U§ a:CeaS.
10. JOSUE 15
o2
Libna, Eter, Asán, t3 Jifta, Asna, Nesib,
'¡4 Queiia, Aczib y Maresa: nueve ciudades
y sus aldeas. o' Écrón con su.s pastizales. y
Éus aldeas, ou
todo lo que está én la región
de Asdod, con sus aldeas, desde Ec"rón
hasta el mar.
'7 Asciod con sus pastizales y sus aldeas,
Caza con sus pastizáles y sus áldeas, desde
el Gran Mar hásta el Toriente de Egipto.
It8
En la montaña: Samir, Yatir, Soco,oe
Dana, Quiriat-Sefer (actualmente Debir),
] Anab, Estemoa, Anim, '' Gosen, Jolón y
Q,uilo: once ciudades y sus aldeas.
5? Arab, Duma, Eseán, 53 Januffi, Bet-
tapúa, Afecd, 54 Umta, Quiriat-Arba
(actualmente Hebrón) y Sior: nueve ciuda-
des y sus aldeas.
55
Maón, Carmel, Zif , Juta, n Jizreel, Yor-
queam, Zanúa, 5' Jacayim, Guibea y
Timna: diez ciudades y sus aldeas.
s Halul, Betsar, Guedor, '$ Maarat, Beta-
mot y Eltecón: seis ciudades y sus aldeas.
Tecoa, Efratá (actualmente es Belén),
Peor, Etam, Culón, Tatam, Sorés, Carem,
Ga.lim, Beter y Mana: once ciudades y sus
aldeas
60 Quiriat-Baal (es decir Quiriat-Yearim)
y Jaraba: dos ciudades y sus aldeas.
6¡ En el desierto: Betaraba, Midin, Seca-
cd, u2
Nibsán, la ciudad de la sal y Engadi:
seis ciudades y sus aldeas
ó3
Los hiios de Judá no pudieron echar a
los jebusebs que vivían eh Jerusalén; por
eso'los iebuseós viven, hasta el día de'hby,
en JeruSalén, al lado de los hijos de Judá.
'
Las tribus de Efraín y Manasés
fr d ' La parte de los hiios de José comen-
I r L' l zaba por el este, ál lado del Jordán,
en Jericó (én los manantiales de Jericó).
Incluía el desierto sue se extiende desde Jeri-
có a Betel en la'montaña. 2 Se extendía
desde Betel hasta Luz y llegaba hasta Ia fron-
tera de los arouitas eíAtaiot. 3 Se prolonoa-
ba por el oest'e en dirección a la frbntera?e
los lafleteos hasta la frontera de Bethorón de
abajo y hasta Guezer, terminando en el mar.
o Esa era la parte sue correspondió a Mana-
sés y a Efraín, hijos'de José.
' Para el territorio de los clanes de Efraín,
la frontera de su Dosesión pasaba Dor Atro-
arac. Dor Bethorón de arri6a. 6
v términaba
en ei mar. Al norte quedabá á Micmetat.
La frontera se volvía lueqo al este hacia
Taanat-Silo v atravesabá Dor el este en
dirección a Janoa. ' Descehdía de Janoa
hasta Atarot y Naara. pasaba por Jericó
para terminar en el Jordán. I Dei Tapúa, Ia
frontera continuaba al oeste hasta el
torrente de Cana y terminaba en el mar.
Esa era la parte oue les tocó a los clanes
de Ia tribu dá Efraíh, e además de las ciu-
dades (ciudades y aldeas) que fueron
230
reservadas pala lqr hijos de Efraín dentro
de Ia parte de la tribu de Manasés.
, 'o No pudieron sin embargo expulsor a
ios cananeos que vivían en Guezer; éstos sI
guedaron en medio de Eiraín hasta el ,Jí:
de hoy, p€ro fueron sometidos a tributo. -rQ
f1 ñ ' Iuq,rir era el hijo mayg[ de Mana-
t^ ',' ses-. qulen,a su, vez era el ht¡o mayor
de José. Era un hombre Sue,rreloJ reci6ü
como herencia Calaad y.B..asárl. '.F to eJió
que respecta a los otro§ hijos de Manasei'I
a sus clanes: los hijos de Abiezer, los hiio'.
de Helec, Ios hijos de Asnel, los hiios'J.
Sesuem, los hiiós de Jefer y los hijos ;;
§S*ipa (eran lo-s.hijos varones de rrttgn_asei.
[j,:'¡ .1?:"i
",T :l t; T
"''
t"i'J, t :i] ?j':, xX
{Qqqil, hijq de Mañasés, no tenía hijoi siño
:glo hUT., Se rrarnaoan: ivrajia, Noa, Hogla,
Milca y Tirsa. o Fueron pues a ver al sac-'árl
dote Eleazar y a Josué, hiio de Nun. ,-'^
Igd.oq los jefes. Lgr dijeron: "Yavé ordenó á
fvloises que. nos diesen una .parte en heren.
cia en medio de nuestros hermaoos». Le..
dieron pues, una posesión en rnedio de ló;
hermanos de su padre, según la orden da
Yavé. 5
Manasés r'ecib¡ó puás diez partes á.
más en el territorio de Calaad y Básán, u
yá
que lq; hijas de Manasés reóibierqn uña
posesión en medio de sus hijos. Galaad
pertenecía a los otros hijos de Manasés.
' Para el lado de Aser, constituía la fron.
tera el Micmetat que está frente a Siquem.
Esia descendÍa¡>or.el sur hacia Yasib, que
es la fuente de Tapr¡g. t Manasés poseia'en
efecto la región dé Tapúa, pero Tapúa, en
la frontera de Manasés, pertbnecía á Efr'a'in:
t La frontera proseguía' por el torrente de
Cana; al sur de esé toriente estaban lai
ciudades de Efraín, fuera de las gue poseía
Efraín en medio de las ciudades'de ?vlana-
sés. La frontera de Manasés pasaba por el
norte del torrente y terminaba en e[ mar.¡0 El sur pertenecíá a Efraín y el norte a
Manasés,-y el mar era su límife. Tocaba a
Aser por el norte y a Isacar por el este.
rr En el territorio de Isacar y eri el de Aser
Manasés poseía Bet-Seán-y las ciudadei
que de ella dependen, Jibleán y las ciuda-
des que dependen de ella, los habitantes
de Dor y la-s ciudades sue de ella deoen-
den, loshabitantes de Tánac y de Meqido v
las ciudades que dependen
-de§ella"(esaá
tres ciudades están situadas en aliüras).
'2 Como los hiios de Manasés no pudieroh
apoderarse de-esas ciudade.q, los iananeos
permanecieron en el país. 13
Sin embaroo.
Luando se hicieron lo'suficienternente fuÉr-
te:, los israelitas hicieron tributarios suyos
a los cananeos, pero no los exterminaron.
14
Los hiios de José diieron a Josué:
«¿Por qué
-nos
diste conío herencia un
úñico térritorio y un? sola porción, siendo
que sornos un PueDlo numeroso, Pues
237
yavé nos ha bendecido hasta el día de
hov?,. '5 Josué les respondió: *Si son un
ouáUto tan numeroso, suban a los bosques
'¿" los fereceos y de los refaim. Táleñlos
gor .su cuenta, si es que la montaña de
ifrain es tan pequeña para ustedes,. '6 Los
ñ¡ios de José le- dijerón: *La montaña no
nós basta, pero todos los cananeos que
viven en la ilanura tienen carros de hieiro,
como también los que viven en Bet-seán y
e0 sus aldeas y los que viven en el llano dé
jizreel,. r¡ Enfonces Josué respondió a la
oente de José: *Ustedes son un p.ue.blg
ñumeroso,y sorJ muy fuertes. No-habrá
?a!a ustedes_ m.as que una sola porción.
Ít La montaña les pertenece: corten los
árboles ya que es un bosgue y será de
ustedes én tóda su extensión. Aungue el
cananeo sea fuerte y tenqa carros dé hie-
rro, ustedes tomarári pose-sión de ella,.
José reparte el resto del país
fal ' La comunidad entera de los is-
l-: ") raelitas se reunió en Silo v allí levan-
taron la Tienda de las Declaraéiones divi-
nas. El país les estaba sornetido. 2 Siete
tribus entre los israelitas no habían recibido
todavia su herencia. 3
Josué diio entonces a
los israelitas: *¿Cuánto üempcí van a espe-
rar todavía pará conquistar él territorio áue
Yavé,- el Dios de sus padres, les dio?
, Dgrignen tres hom.bres pgr t¡ibu: Ios
enviaré a recorrer todo el óaís, harán un
catastro de él para hacer de'spués Ia reDar-
üción, luego v'endrán a verm'e. t Lo diüidi-
rán en siete partes, porque Judá se oueda-
rá al sur, dentro de 3us honteras, y lá casa
de José al norte, dentro de sus fronteras.
, Cuando hayan determinado las siete par-
Les en que se dividirá el país. me las traérán
y yo ha'ré el sorteo pará cada uno de uste-
áás delante de Yaüé, ouestro Dios. 7 No
habrá ninquna parte Dara los levitas en
rnedio de -ustedés, poigue el servicio de
Yavé es su herencia. En cuanto a Gad,
Rubén y Ia rnedia tribu de Manasés, ya reci-
bieron su parte al otro lado ciel Joídan, al
este: Moisés, el servidor de Yavé, se la dio.,
t Se levantaron pues y se Dusieron en
camino. Josué les habÍa dado sus instruc-
ciones en el momento de la partida para oue
hicieran un catastro ciel país: *¡Vayán! Reéo-
rran el país, tomen notá de éi y'vuelvan a
verme.'Entonces yo haré el sbrteo entre
ustedes, aquí en Siló, delante de Yavé,.
e Se fueron los hombres v recorrieron el
país. Hicieron por escrito ta
-descripción
del
baís y de sus'ciudades: todo el toniunto
estaba dividido en siete partes. Lueoó vol-
'¿ieron cioncie Josué, en él carnpamánto de
Silo. 'o Allí en Silo, Josué efectiló el sorteo
entre ellos, €o presencia de Yavé.
" .La primera parte fue para los cianes de
Senjamin y recibieron en suerte un territo-
JOSUE 19
rio situado entre el de Judá y el de José.t2 Por el norte, su frontera pártía desdá- ái
Jordán; subía por Ia pendieirte de Jericó v
proseguía por'la moñtaña oc.cidental oará
terminar eri el desierto de Betaven. ,3
Dé allí
salía la frontera hacia Luz, en Ia pendienté
meridional (actualmente es Betell: descen-
día hasta Atrot-arac por medio dé la mon-
taña que está al sur de Bethorón de abaio.14
La frontera avanzaba .después al oéste,
lr9go. se.volvía al sur, desde ia montaña qré
está frente a Bethorón por el sur, para termi-
nar en Ios alrededoies de Oüiriat-baal
(actualmente Quiriat- Yearim, una ciudad de
la tribu de Judá). Esto era por el lado oeste.
'5 Por el sur, partiendo cie Quiriat-Yearim.
la frontera se dirigía a Casín, pasaba céiéá
del manantial de Neftoa, ,u
lue'eo descendiá
hasta el final de Ia montaña, ñente al vátié
de Ben-Hinón, €ñ la parte norte de Ia llanu-
ra de los Refaiq. Luego bajaba por el valle
de Hinón, pasaba pol la p-endiénte sur de
Ios JeDuseos para, IIegar a. En-Roguel.¡7
Entonces proieguía hácia el norte, ñásá-
ba por En-Semé-s y el Cuilqal qu'e está
frente a la subida dé Adumim-. lueho baia-
ba hasta la Roca de Bohán (Boháriera h'¡io
de Rubén). '8 Pasaba en seüuida Dor eué-
tef en la pendiente norte dá Bet-ha-arama
y bajaba hasta la Arabá. ¡e La frontera
pasaba por la pendiente norte de Bet-hoqla
y tgrminaba en la parte norte del Mar de"la
Ia Sal, cerca de la
'desembocadura
del Jor-
dán. Esa era la frontera sur. 20
Por el este,
el Jordán servía de frontera.
Esa era la posesión de los clanes de
Benjamín con 3us fronteras.
2t Estas eran las ciudades de los clanes
de Benjemín: Jericó, Bet-hoqla, Emec-
pu.es!s,
-'_Bet-ha-ar
abá, §eryuíaiá, Betel,
| -Avi¡n , Pará, Ofra, 'o
'Q,uefur-ha-ámoni.
Of!i,^Ggbq: doce ciudades y sus aldeas.
--'
u Gabaón,-_Rqma, Beerot-, 36
Mispé, eue-
fira, Mosa, 2' Requem, Jiipeel.'Tareáta-2E
Sela-ha-Elef, el
'Jebuseo (esto es, Jerul
salén), Guibea y Quiriat: caiorce ciúdades
y_ sug aldeas. E§a era la parte de la heren-
cia <ie los clanes de Benjámín.
El territorio de las otras seis tribus
t-t ol ' El sorteo asiqnó Ia sesunda parte a
Ljll Simeón, a loi clanes de la ti¡bu de
Simeón: su parte se situaba en rnedio de la
de Judá. 2 Recibieron como herencia Ber-
1abé, Sema, Molada, 3 Asar-Sual, Bala,
§sem,
o Eltobal, Betul, Jormá, , S¡quelaq.
Bet-ha-Marcabot, Asar, Susa, 6 Bet-Lebaót
y §arujén: trece ciudades y sus aldeas.7
Ajin, Rimón, Eter y Asán: cuatro ciuda-
d.e-s y sus aldeas, 't además todas las
alcieas que la rodeaban hasta Baalat-Ber v
Rama del Negueb; esa era la Darte de lá
herencia de los clanes de la tribu de Sime-
ón. s Se sacó la herencia de Simeón de Io
11. JOSUE 19
gue correspondía a Judá, Porque la parte
de Judá erá demasiado grande para é1. La
tribu de Simeón recibió pues su herencia
en medio de la herencia de Judá.
r0 Ei sorteo asignó la tercera parte a los
clanes de Zabulóñ. EI territorio qu" recibie-
ron como herencia se ertendía hasta
Sadad. rr Su frontera subía por el oeste
hasta Maraaba , pasaba al lado cie Tabeset
y del Torrente que está frente a Yocneam.
Í' A partir de SaUad, la frontera se volvía al
este, para el lado del sol naciente. Alcan-
zaba ñasta Quislot-Tabor, pasaba cerca de
Daberat y subía a Yafia.
-'j
Desde allí se
extendia ál este por el levante, hacia Gat-
Jefer e ltacasín. Tocaba lueqo Rimón v lle-
qaba a los alrededores de Ñea. 'o Lueáo Ia
lrontera daba una vuelta al norte en dÍrec-
ción a Hanatón v lleqaba al valle de Jiftael.
¡5 Allí se incluíán Catat, Najalal, Simrón,
Jireala v Belén: doce ciudadés y sus alde-
as; 16
eía era Ia herencia de lo§ clanes de
Za.pqlón, con sus ciudades y sus aldeas.
'' El sórteo asignó Ia cuar[a parte a Isacar,
a los clanes de la-tribu de Isacai. 's Su territo-
rio se extendía hasta Jizreel, incluía Quesulot,
Sunem, t' Hafaraim, Sión, Anaiardt, a Dabe-
r.at, quisiQn, Fbg:." RemeLq"-Cqip, Enja-
da y Bet-Pasés. 2 Tocando Tabor, Saiasima y
BeÉemes, ia frontera llegaba al Jordán: die'-
ciséis ciudades v sus aldeas. '. Esa era la
herencia de los ólanes de la tribu de Isacar
con sus ciudades y sus aldeas.
24
El sorteo asíqnó la quinta parte a los
clanes de la tribu- de Asér. 25 Su territorio
incluía Jelcat, Halí, Betén, Acsaf, 26
Alame-
iec, Amead y Miseal. Al oeste tocaba el
Caimelo v el lecho del Libnat. 27
Por el lado
del sol nat¡ente iba hasta Bet-Dagón; toca-
ba Zabulón, el valle de Jifta-el, Bét-ha-
Emec y Neiel, al norte de Cabul. 2E
Com-
prendíá Abdén, Rejob, Hamón y Caná,
hasta Sidón la Grahde. La frontera ibá
hasta Rama v hasta la ciudad fortificada de
Tiro. 2e En seouida lleoaba hasta Hosa v
terminaba en á mar, a Ia altura de Maiale6
y Aczib, ' con Acco, Afec y Rejob: véinti-
?tós ciuáades y sus a[deas.
3r Esa era lá herencia de los clanes de la
tribu de Aser, con sus ciudades y sus aldeas.
3' El sorteo asignó la sexta párte a Neftalí,
a los clanes de lá tribu de Neftalí. 3' Partien-
do de Helef y de la Encina de Saananim, su
frontera oaáaba Dor Adami-ha-Neoueb v
Yabneel, Lacum i llegaba al Jordán. ' Lá
frontera
'pasaba
át oeíte por Aznot- Tabor,
Dor Hucóc v tocaba Zabulón Dor el sur v
Aser por el óeste, siendo el Jordán la frontel
ra oriéntal. 35
Las ciudades eran Sidim, Ser,
Hamat, Racat, Quinerat, 36
Adama, Rama,
Jasor, 3' Cadés, Edrei, En Jasora, s Jireón,
Migdad-El, .for.em, Betanal y Betsemes: die-
cinueve ciudades v sus aldeas.
3e
Esa era la he?encia de los clanes de la
tribu de Neftalí, con sus ciudaCes y sus aldeas.
238
*o El sorteo asiqnó !a séptima parte a loo
clanes cie Dan. '' El territoiio que recibiei#
comprenciía Sore d, Estao[, Ir- Seme-.'i2 Saaibin, Ayalón, Silata, 43 Elón, Tirnná'
Ecrón, * Eltequé, Guibetón, Baalai, " Azoi'
Bené-Perac y. Gatl¡mÉn; 46 hacia -el .nai
Jeracón ccn el territorio que está irente I
Jope. " Pero ia tribu cie Dan no pudo upol
derarse de su territorio. Por eso ebos claires
subieron a atacar Lesem; se apoderaron di
ella y ia pasaron a cuchillo.'Luego de [a
tomá cje Lesem, i€ instalaron alií ! le di;:
ron el nombrg de Dan, él de su antepasado.ot Esa era la herencia de los clan-es de la
tribu de Dan, con sus ciudades y sus aldeas-
oe
Se habia terminado el repárto del pafs
con sus respectivas ironteras.- Entonced loi
israelitas dieron a Josué, hUo de Nun, ,ñ
territorio en medio de ello3. 5o Según lá
orden cie fave ie oreron la ciudaZ qua
aquél había p-edido: Timnat-Sera, en Iá
montaña de Efraín. Reconstruyó la ciudad
v se instaló allí.
' 5" Esas son las partes de la herencia oue
el sacerdote.Eleaiar, Josué, f,ijo de Nun, y
los jefes de los clanes repartieion por sor-
teo entre las tribus de Israel. Esci fue en
Silo, eñ presencia de Yavé a la entrada de
la Tienda de las Declaraciones divinas. De
ese modo se acabó con el reparto del país.
las ciudades de refugio
E iol"l,?#,1,! u".',T[i si"J?r'fl::il
Cecir a Moisés: *Dispongán entre ustedes
:iudades de refugig' '. dónde pueda refu-
¡iarse el que rraya dado muert-e a otro por
:rror o sin querer. !e. servirán de refugio
::ontra el vengador de Ia sangre.
o
El que quTera refugiarse en una de esas
ciudades se presentará a Ia entrada de ia
puerta de la ciudad. Allí expondrá su caso a
ios ancianos de la ciudad, y éstos io acoqe-
rán entre ellos en la ciud,a? v le darán u"na
casa para gue viva con ellos. 5
Si el venoa-
dor dé Ia sángre. Io persiguiere, ng pondián
en sus manos .ll que laya matado, porque
mató a su prój[mo sin querer: no-senlía
odio por él con- anterioridád. 6 El que mató
se guedará en la ciudad hasta que cornDa-
rezc'a ante la comunidad Dara ser iuzoacib v.
hasta que haya muerto el Sumo §ac"erdotá
que se encuentre en funciones *os días.
Entonces el gue huya matado podrá reore-
sar a su casa'en la óiudad de dónde huyé,.
' Se consagró, pues, a Cadés de Gálilea
en la montaña de Neftali, Siquem en la
i'nontaña de Efraín y Quiriat-Arba, es decir
i{ebrón, eo la rnonfaña cie Judá.'8 Ai otro
lado del Jordán, al este de Jericó, se había
designado a Beser en el desierto, ۖ la
messta, en el térritorio de Rubén; Ramot-
en-§alqad, en el territorio. de.Gaci,,y Colán
de Basán, en el territorio de Manases.
,?o
e Estas son las ciudades de refugio para
los israelitas y para los extranie'ros que
viven con ello§. Atti se refuoiará óualouibra
que haya dado muerte a oíro involuntaria-
ri, ente para escapar de la mano del venga-
cior de la sangre hasta el momento en que
comParezca a-nte la comunidad.
Las ciudades de los levitas
6T ' Los jefes de familia de los levitas
l- se acercaron al sacerdote EleazaÍ, ?
Josué hiio de Nun v a los iefes de los cla-
nes de lás tribus dé Israel'2 en Silo, en el
territorio de Canaán y. lgs dijeron: *Yavé
ordenó por boca de Mórses que nos dieran
ciudadeis para vivir en ellas y pastizales
?ara nuestro ganado,. 3 Los ¡íra'el¡tas die-
ron pues a los-levitas, conforme a la orden
de Yavé, las siguientes ciudades con sus
pasllzales, tomá-ndolas de su propia parte.
' ' Hicieron el sorteo para los' clánes de los
cahatitas. Estos hiios'del sacerdote Aarón
establecidos en fas tribus de Judá, de
Simeón y de Beniamín recibieron trece ciu-
dades t Los otro§ hiios de Cahat recibieron
seqún sus clanes díez ciudades en las tri-
bu! de Efraín, de Dan y en la media tribu
de Manasés. 6 Los hiio-s de Guersón reci-
bieron según sus claríes trece ciudades en
las tribus Ze Isacar, de Aser, de Neftalí y en
la media tribu de.Manasés instaladá en
Basán. ' Los hiios de Marari recibieron
seqún sus clane§ doce ciudades en las tri-
buÉ de Rubén, de Gad y de Zabulón.
= Los israelitas asiqnaron pues Dor sorteo esas
ciuciades y sus pastÉales a los lévitas tal como
Yavé lo hábía ordenado por boca de Moisés.
e Estos son los nombres de las ciudades
sue les dieron en la tribu de Judá v en Ia
tiibu cie Simeón. 'o La orimera parte fúe oara
Ios hiios de Aarón sue perteneiían al clah de
lcs c-ahatitas. de lá tribu ie Leví. t t En la
rnontaña de Judá les dieron Quiriat-Arba con
sus pastizales, era Ia ciudad del padre de
lAnac .(acluglmente Hebrón). 't Pero a Caleb.
hijo cie Jefoné, le dieron en propieciad ei
cámpo de esa ciuciad v sus aldbasi '3 Dieron
a icd hiios del sacerdoie Aarón Hebrón v sus
pastizales (Hebrón era una ciudad de reÍuqic
|ara Ios qüe habían dado muerte a alguieñ),
Libna y süs pastizales, 'a Yatir y sus,p"astizá-
!es, Esiemoá y sus pasüzales, r' Jolon y sus
p.astlzales, Debir y ius pasiizales, '6 A§án v
lus castizales. Yu[a y sus pastizales y Betsel
rnés !' sus pastizalés: núeve ciudaces en
estas" tribué. = En lá i;ibu de Béñ,trníni
Gabaón y sus Dastizaies. Cueba v su§ pasti-
za-es, tu -Ar:a:ct .l st¡s nástizaies', .¿.lmón ,
sus Da-efizaies: cúako ciucaces. 's-E: tctai dá
cluii:ces trere ;cs sacercctes" hi;cs ce A.arón
fi:e oe treóe cluiades ccn sus pastizales.
z0 ?ara ios ctros clanes de los hiios de
Cahat, para ios demás levitas hiíos de
Cahat, se tomaron ciuciades de ia tí¡bu de
JOSOE 21
Efraín. 2' Les dieron Siquem y sus pastiza-
les, en la montaña de Efraín
-(era
üna ciu-
dad de refugio par? los que habían dado
muerte a alguien), Cuezer y sus pastizales,
?2
Cibsaim y sus.pastizale§ y Beit-Horón v
sus pastizales: cuatro ciudádes. 23 En lá
tribu de Dan: Elteqyé y sus pastizales, Gui-
betón y sIS pastizáles, 2' AyálQn y sus pas-
tzates y Uet-rrmon y sus pastizales: cuatro
ciudades. 5 En la media tribu de Manasés:
Tanac y sus pastizales y Jiblean y sus Das-
tizales:-dos ciudades. '6 El total ñ-¡e de'diez
ciudades con sus pastizales, para los cla-
nes gug faltaban de los h,ijos dé Cahat.
''' A los hijos de Guerson que pertenecían
al clan de Leví, les dieron Coláh en Basán
(era una ciudad de refuqio para los ouá
habían dado muerte a a-lluieh), y Astaiot
con sus pastizales, en lá media- tribu de
Manasés: dos ciudades. 2E En Ia tribu de
Isacar: Quisión_y sus pastizales, Daberat v
1us pastizales, * YuIr.i.ut y sus pasüzales íEnganim y sus pastizalesi cuatrb ciudadeí.r En la tríbu de-Aser: Miseal_y sus pastiza-
les, Abdón y^sLls.pastizales, 3r Helcát y sus
pastizales y Reiob y sus pastizales: ci¡atro
ciudades. ? Enla tribu de'Neftalí: Cadés de
Galilea (era una ciudad de refuqio para los
que habían dado muerte a aigüieri) y sus
pastizales, Hamot-Dor y sus -pastiia'les v
Cartán y sus pastizales: ires ciüdades. ,, Él
total de ciudades para los clanes de Cuer-
són fue de trece cii¡dades y sus pastizales.
x Al clan de los hijos dé Merári, es ciecir
a todo el resto de los levitas, les asignaron,
en la tribu de Zabulón Yoqneam y sus Das-
tizales, Carta y sus pastiiales, zs Rimón v
sus pastizales-y Nahalal y su3 pastizaleí:
cuatro ciudade§. 36
Al otro-lado del Jordán,
frente a Jericó, en la tribu de Rubén: Besei
en el ciesierto, en Ia meseta (era una ciu-
dad de refugio para los que habían ciado
muerte a alguie¡:) y sug pastizales, Yahas y
:us pg.stizai-.s, "'óuedeinot y sud pastiia'-
Ies y Mefaat y sus pastizales:-cuatró ciuda-
des. s En la iribu de Cad: Ramot de Gala-
ad. (era yng ciudad de refugio. para los que
habian dado muerte a alquíen)'y sus paiti-
zales, Mahanaim y sus pástiza[e's, ,n Jésbón
y sus pastizales y Yaser y sus pastizales:
cuatro'ciuciades. ¡o El total de las ciudades
gue fueron asiqnadas al clan cie los hiios
cie Merarí, lo qüe faltaba ae ioi
-ciáñe!''áá
Leví, fue de dote ciudades.
o' El total de las ciudades asiqnadas a los
levitas en rnedio de ios territórios de los
lsraelitas iue de cuarenta y ocho. o2
La ciu-
ciad se entenCia cie Ia ciucíad y de sus pas-
tizales oue la rodeaban, I'isí era Far-e
tcdas !as ciudades.
43
De ese rnccc 'y'evé c:o a ]cs israeiitas
iocio. ei palg gue ircbía jurado a sus padres
que les daría.'se adueñáron cle ál v sd insta-
iaron atií. * Yar,é les conceciió la *áz en tcias
sus fronteras, tal corno Io había jurado a sus