El avance de Internet y las redes sociales ha revolucionado la comunicación corporativa. Ya han pasado los años en los que las empresas se preguntaban si debían o no estar en las redes. Aunque algunas son reacias a tener una presencia oficial, la mayoría tiene claro que estar no es una opción.
El avance de Internet y las redes sociales ha revolucionado la comunicación corporativa. Ya han pasado los años en los que las empresas se preguntaban si debían o no estar en las redes. Aunque algunas son reacias a tener una presencia oficial, la mayoría tiene claro que estar no es una opción.