TIERRAS DE LA BUENA MEMORIA se propone aportar alternativas a partir de la cuales, las memorias colectivas y el ejercicio que devienen los derechos humanos, logren cristalizarse en el fomento, reconocimiento, y defensa de una comunidad más participativa justa y solidaria, consciente de su pasado, presente y futuro.
Para ello es necesario actuar sobre la cultura de la comunidad
“La cultura es la suma de las cosas que una determinada sociedad ha decidido recordar. Pero la cultura no actúa solo como un contenedor. Actúa también como un filtro. La cultura es también la capacidad de echar fuera aquello que no es útil o necesario”
La cultura no se enseña, nos impregna. Separa también lo natural de lo volitivo: “querer recordar” no es lo mismo que recordar. La memoria colectiva es muchas veces selectiva pues filtra y retiene aquello que le conviene (lo útil y necesario).
TIERRAS DE LA BUENA MEMORIA se propone aportar alternativas a partir de la cuales, las memorias colectivas y el ejercicio que devienen los derechos humanos, logren cristalizarse en el fomento, reconocimiento, y defensa de una comunidad más participativa justa y solidaria, consciente de su pasado, presente y futuro.
Para ello es necesario actuar sobre la cultura de la comunidad
“La cultura es la suma de las cosas que una determinada sociedad ha decidido recordar. Pero la cultura no actúa solo como un contenedor. Actúa también como un filtro. La cultura es también la capacidad de echar fuera aquello que no es útil o necesario”
La cultura no se enseña, nos impregna. Separa también lo natural de lo volitivo: “querer recordar” no es lo mismo que recordar. La memoria colectiva es muchas veces selectiva pues filtra y retiene aquello que le conviene (lo útil y necesario).