La formación de los rayos requiere de ciertas características como una nube de tormenta polarizada y una partícula proveniente de una supernova que desencadene una potente descarga de electrones, dando lugar a un rayo con rayos X y gamma similar a una explosión de supernova. La descarga de un rayo produce ozono y óxido de nitrógeno en la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y aumento de temperaturas, además de ser peligrosos para la salud humana. Aunque es difícil de explicar, la energ
1. Emmanuel Franco Miguel
Los rayos, más allá de la admiración
Saber que hay detrás del misterio de los rayos de una tormenta eléctrica ha llevado a los
investigadores más allá del asombro por la fuerza natural, por medio de las
investigaciones se ha confirmado por ejemplo el misterio de su generación y sobre todo
sus consecuencias para la vida del planeta. En el video se exponen como técnica de
estudio la fotografía y el análisis de rayos X y gamma para llegar a las conclusiones que se
enuncian. Así se exponen algunos de los misterios que engloban a esta maravilla natural
que ha asombrado al hombre desde la antigüedad.
La formación de los rayos ha sido un misterio difícil de comprender debido a su extraña
procedencia, para su formación requiere de ciertas características: primero que una nube
de tormenta se polarice y que en ella choque una partícula proveniente de una supernova,
la cual desencadenará un flujo de electrones en cadena tan potente que dará paso al rayo
como lo apreciamos, una descarga eléctrica extremadamente fuerte acompañada de la
presencia de rayos X y rayos gamma, volviendo al rayo un fenómeno energético similar al
que ocurre en una explosión de supernova, ocurriendo en nuestro propio planeta.
La descarga producida por un rayo tiene consecuencias para la naturaleza y de entre ellas
se ha confirmado una muy grave, la de producir ozono y oxido de nitrógeno en la
atmosfera, sustancias que son potencialmente peligrosas para la vida en la tierra. Se
comprobó que durante la descarga eléctrica de un rayo, las partículas que quedan
atrapadas son sometidas a una descarga de energía que las transforma, de las reacciones
químicas que se llevan a cabo se producen los dos gases ya mencionados y que debido a
sus características, contribuyen al efecto invernadero conservando el calor en la superficie
terrestre provocando aumento de temperaturas y con ello nuevas posibilidades de
tormenta. Así también la inhalación de estos gases es extremadamente peligrosa para la
salud humana aunque sea mínima su exposición, el sistema respiratorio es muy sensible a
quemaduras y enfermedades provocadas por el ozono y el oxido de nitrógeno.
Aunque es difícil explicar como de una simple nube puede emanar tales cantidades de
energía, la descarga que vemos a veces nos es tan familiar que olvidamos su imponencia y
sus devastadores efectos, tales como provocar incendios o reducir a cenizas alguna
construcción que tenga la desgracia de ser el punto de encuentro entre la descarga y la
tierra. Queda pendiente aun el como desviar estas fuerzas naturales y quizá poder
aprovecharlas pues su energía contenida es suficiente para satisfacer el consumo de un
hogar en EUA durante un mes, su aprovechamientos ería muy benigno para el hombre.
Por otra parte los rayos no son el único fenómeno eléctrico que ocurre en las tormentas,
se hacen mención de los duendes, los elfos y los chorros azules, fenómenos asociados al
mismo origen de un rayo, una partícula cósmica que genera un estallido, una luz y una
maravilla natural.